Por: Raúl Pacheco Blanco
Independientemente de la responsabilidad que tiene Alberto Santofimio Botero, que si la tiene, en la muerte de Luis Carlos Galán, en el grado de instigador, él también tiene sus verdades que es bueno airear. En reportaje para la revista Semana insinúa algunas cosas y otras las dice en forma muy clara sobre diversos temas. Comienza por hacer una pregunta inquietante, llena de suspenso: ¿con quien andaba Galán cuando estaba en el exterior haciendo un curso de inglés?. Eso lo debe aclarar el exministro porque uno queda con la duda de si estaba con Maria Emma Mejía o con Pablo Escobar. Ahora, el trato que le da a Virginia Vallejo viene a desfigurarle su imagen de diva, porque precisamente Pablo Escobar se preciaba de esa conquista, quizá como su más selecto trofeo y, que ella reclama como máximo galardón, el ser la amante titular del capo. Por eso le desmejora la imagen cuando dice: “no llegó a ser amante de Escobar porque, según dicen quienes la conocieron, a él le gustaban las mujeres de 16 a 18 años, -y Santofimio tiene porqué saberlo,- y Virginia tenía 37 años. Agraviándola de paso al poner al descubierto el más preciado secreto de una mujer : su edad. . Y luego se le va la mano: “ella fue la sirvienta de relaciones públicas de Escobar”, agravio que le puede costar caro en casación ante la Corte cuando se surta el recurso que interpondrá la familia Galán. Y le falta aún el descabello: “No me compare con ninguno de esos dos monstruos”, la Vallejo y Escobar. Pero faltaba entrar a otro terreno, el del amor. Según se dice, Virginia Vallejo estuvo enamorada de Santofimio, “porque una ceguera y un odio de esa intensidad deben tener alguna interioridad curiosa”. Ahora viene su andanada contra el liberalismo y sus directivas: “Soy liberal de ideas, de sentimiento,de tradición, pero no de carné. Líbreme Dios de estar en esa “jaula de las locas ” en que se ha convertido el partido liberal”.
Solo faltó que a Cesar Gaviria le hubiera sacado en cara su condición de galerista.
Pero se le va más hondo: “César Gaviria no ha sido un hombre vertical en sus posiciones y me molesta esa terrible zona gris que existe en su actuación pública, que nunca ha sido aclarada de si es cierto, como dijera el abogado Guido Parra que hubo alguna especie de pacto de no agresión después de la muerte de Galán para asegurar la presidencia y para que Escobar no hiciera terrorismo ¿Pruebas?. Basta que a Escobar le dieron las tres cosas que pedía sin haber disparado un cartucho contra Gaviria o su gobierno: la no extradición con las mayorías del gobierno en la Constituyente, la política de sometimiento a la medida que lo quisieron Escobar y sus abogados, en la Catedral al gusto de Escobar, para cometer sus excesos y crímenes bajo la mirada turbia del gobierno”. ¿Elocuente el hombre?
Para consultas de universitarios y estudiantes: raulpachecoblanco.blogspot.com
domingo, 2 de noviembre de 2008
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