viernes, 28 de septiembre de 2012

OSCAR MARTINEZ Y FEISAL MUSTAFA.

POR: RAUL PACHECO BLANCO La generación de Oscar Martínez Salazar y Feisal Mustafá Barbosa fue una generación de transición, cuando el país acababa de soportar los traumas de una violencia entre partidos, que a fuerza de no encontrar otra legitimidad, la buscaron y la encontraron en la violencia. Por lo tanto, estaban cerrando las heridas y una reforma constitucional permitió que en el gobierno pudieran acomodarse los dos partidos, alternándose, por un acuerdo diferido en el tiempo. Pero era una etapa que si bien ofrecía recetas ideológicas , lo importante era definir un apego , una lealtad a un partido. La concepción fue castrense, disciplinada y el país se encontraba completamente politizado , no existía una sociedad pluralista , como la de ahora, que aporta ángulos y puntos de vista diferentes sobre la realidad del país. Un sólido bipartidismo estratificaba tanto el pensamiento como las conquistas sociales.. Cuando Oscar Martínez y Feisal Mustafá adelantaban su carrera política, el país empezó a cambiar. Fuerzas extrañas y ajenas que antes no habían hecho su aparición fueron abriendo brecha y construyendo su camino , hasta convertir a Colombia en un país en entre dicho. El narcotráfico por una parte , fue penetrando poco a poco hasta permear las instituciones, al mismo tiempo que ejercía una violencia más contundente, casi una guerra civil, localizándose en la ciudad y no en el campo, como antes, que solo se daba en la periferia. Y lo mismo iba a ocurrir con los partidos , a los cuales sistemáticamente se les hacían ofrecimientos. Si a eso le agregamos la aparición del paramilitarismo, vamos encontrando el hilo conductor que somete a los partidos políticos al desprestigio, por su contaminación, y lo que es peor, a la deslegitimación. Y esa deslegitimación hace posible la insurgencia de nuevos partidos que se estructuran sin base ideológica alguna, solamente para sortear las siguientes elecciones y viendo cómo se sostiene para no perder su personería jurídica. Oscar Martinez y Feisal Mustafá eran muy parecidos. Ambos con un mecanismo biológico de reloj, bien sincronizados, con una agilidad felina para enfrentarse a sus problemas y a sus retos, sin traumas que los distrajeran de sus objetivos, con una capacidad par ver la realidad tal como es, sin preconceptos, porque alrededor de ella se labraban su propio camino. Estaban hechos para la política. Tenían además, el don de la comunicación con la cual se enfrentaban al otro y lo subyugaban, valiéndose del lenguaje como mecanismo de atracción para derribar muros. Porque la política empieza por ahí, por la palabra y saberla manejar implica dominio. Se iniciaron en la política a tiempo, recién salidos de la universidad, con el entusiasmo de la juventud que es la que aporta energías para sostener el tren de todos los días. Ambos llegaron a cargos de gobierno y de representación, a una edad temprana, pero se vieron sorprendidos por un destino aciago que les cegó la vida, cuando todavía no habían rendido todos sus frutos.

LA DERECHIZACIÓN DE COLOMBIA.

POR: RAÚL PACHECO BLANCO. En el marco del V Congreso de opinión pública ocurrido en la universidad Externado de Colombia, se presentó el estudio de Julián Arévalo sobre la derechización del país, luego de haber hecho un extenso trabajo de campo. Y según él, esa derechización se ha hecho por dos vías : la una por los lados del partido conservador, en donde lo importante son los valores religiosos y sus mantenedores y seguidores los terratenientes. Esta es la oligárquica y la otra, la tecnocrática, que ya se bate con valores modernos y está representada por el partido de la U. Esas son las conclusiones del estudio. ¿ Ahora, porqué se produjo esa derechización?. Algunos dirían que el punto que marcó la derrota de la izquierda en Colombia, fue el día en que mataron a Gaitán . Porque el país venía en un proceso de izquierdización desde el gobierno de Alfonso López Pumarejo, cuando los tolimenses le dieron el bote al país hacia la izquierda con la revolución en marcha. Y luego toma la antorcha Gaitán y tenia el país ya permeado para una solución de izquierda, cuando viene el aciago 9 de abril que lo desbarata todo. A partir de ahí, el proceso de derechización fue inevitable. Entran en escena los Lleras, Turbay Ayala y esa generación empuja al país, hacia la derecha. Y apenas se presenta una reacción de izquierda, mas que todo suscitada por la revolución castrista, como lo fue el MRL, todo va a seguir lo mismo. Hasta ahí, la izquierda material había desaparecido de la escena nacional, quedaba apenas una izquierda formal, como esa tendencia del MRL y luego lo que vinieron a representar en los años 90 Ernesto Samper y Horacio Serpa, con su neogaitanismo. Pero materialmente, el país continuaba terciado hacia la derecha por una parte con el renuevo de Luis Carlos Galán y luego de Cesar Gaviria. Faltaba si, un jefe que viniera a representar esa derechización y que no satisfacía por los lados del conservatismo y por lo tanto, la solución debía venir del liberalismo. Y lo aportó. Alvaro Uribe era el eslabón perdido y de ahí que entraron a rodear esa propuesta las dos tendencias de la derecha, la del partido conservador, en sus dos alas y el partido de la U, para seguir las líneas básicas del estudio. Sin embargo, si miramos en perspectiva toda la historia del país, veremos que el país siempre ha sido de derecha, con periodos cortos en donde se ha tratado de izquierdizarlo, sin lograrlo. Hay que partir de la base de los trescientos años de coloniaje español, que conservatizó el país, y la única revuelta que hubo, la rebelión comunera, también fue de tendencia conservadora. La independencia sacude el país, pero no lo saca de su tradición, eso lo vienen a hacer los radicales. Así que en 1.850 hay un sacudimiento que lleva al país hacia la izquierda de esa época, pero se apaga luego con la Regeneración, cuando el país vuelve a ser el mismo. Y luego de cien años, en los años 30 se sacude de nuevo con la revolución en Marcha y en los cuarenta con Gaitán y pare de contar

viernes, 21 de septiembre de 2012

EL RETO DE LA CIENCIA.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Razón tenía Hawkins cuando afirmaba que la filosofía ya no proponía nada, que los gestores del nuevo conocimiento estaban en la ciencia. Y en realidad, si mira uno por los lados de la concepción tradicional de la familia, del matrimonio y las conquistas que se están realizando en este campo, científicamente hablando, han puesto a los juristas a correr base para ponerse a tono con los cambios tan drásticos que se avecinan .El más protuberante : el descubrimiento de la matriz que puede engendrar una persona, sin necesidad de madre, con el aporte del óvulo femenino seguramente. Por lo tanto, con la esperma masculina, la creación se da y la persona que nazca de allí no tendrá madre. Y bajo el punto de vista de una pareja de lesbianas que quieran engendrar un hijo, se consiguen la esperma en el laboratorio y nace la persona en este caso sin padre y la mujer que no lo gestó, hará el papel de padre. De ahí que los juristas ya hablan de la familia homoparental , para diferenciarla de la heteroparental. Asi que la familia tradicional se va a ver metida en ese paseo , pues los roles propiamente dichos o tradicionales, de padre y de madre o, de paternidad y maternidad, pasarán a la historia. Y por los lados de la pareja homesexual también podrían llegar a procrear con esperma de los dos engendrada en la matriz artificial. Y en cuanto a la adopción está tan avanzado el debate en Francia por ejemplo, que se han hecho encuestas sobre el comportamiento de los hijos adoptados dentro de parejas homosexuales, para llegar a la conclusión de que no se afectan ni en el plano psicológico ni en el social. Así que la adopción por parte de uniones homoparentales tendría el visto bueno de la ciencia, de los psicólogos y de los sociólogos. Aquí faltaría ver el concepto de los filósofos, de los políticos y de las religiones. Como podemos verlo, estamos en la puerta de cambios estructurales que antes ni se soñaban y que van a representar toda una revolución de tipo cultural, que puede ser de mayor impacto que las demás revoluciones a las que hemos asistido hasta ahora. Hay necesidad por tanto, de entrar a estudiar estos temas, para ver c úal debe ser el comportamiento de las ideologías, por ejemplo, de los partidos políticos, en una época en que las revoluciones de tipo social se han dejado al margen y ya no se postulan modelos cerrados de sociedad con una posición dogmática. Si ha esto le agregamos el aporte de la física cuántica y el fenómeno de la globalización, que ya vivimos, podemos darnos cuenta que el mundo será otra cosa en el inmediato futuro. Bajo el punto de vista intelectual significa un tremendo desafío para estudiarlo, digerirlo y sacar conclusiones. Aquí en Colombia todavía no se ha presentado el debate a fondo y sobre todo, por cuanto no se ha difundido la idea de la matriz artificial que viene a voltear las cosas de semejante forma.

RAMIRO LAGOS.

Discurso pronunciado en la Academia de Historia de Santander, el dia 20 de septiembre de 2012. Cuando lo vi llegar a mi estudio enfundado en un vestido tropical, con el sombrero incluido y su paso ya lento por el transcurso del tiempo, no puede menos que acordarme cuando en los años cincuenta del siglo pasado llegaba al mismo tiempo a mi casa paterna en busca de mi hermano José Manuel, con quien se hermanaban en sueños y proyectos. El uno un poeta y el otro un pintor. Y ambos querían ir a Europa para formarse en sus respetivas disciplinas, con ése ánimo y ese entusiasmo de la juventud. Ramiro ya había empezado su vida e inclusive se daba el lujo de haber probado por los lados de la carrera eclesiástica, como franciscano de a pie. Y trabajaba en la prensa de la ciudad, donde alternaba con todos los periodistas de la época y el mundo intelectual de la Bucaramanga de entonces. Y en política se definía como un falangista, en la línea de José Antonio Primero de Rivera que era el caudillo que esperaba España para hacerle frente al nuevo siglo, pero desgraciadamente la guerra civil acabó con esos propósitos y luego de ser juzgado por los izquierdistas le decretaron la pena de muerte y lo fusilaron. Y se fueron para España. Manuel viajó hasta Buenaventura para seguir camino por el mar hacia la madre patria y Ramiro se fue en avión, pues se había ganado una beca del gobierno español, al haber escrito un artículo sobre el general Francisco Franco, titulado el caudillo de los Pirineos. Con esos títulos viajó y de una vez se hizo al patio, pues no solamente estaba ese viejo cariño por España que sentíamos los que no comulgábamos con la leyenda negra contra España, cuando de sobra nos había dado más de lo que nos había quitado. Pasar de una ciudad como Bucaramanga y otra como Bogotá que por esa época no pasaba de ser una ciudad lúgubre de enruanados, a la Madrid abierta y llena de ese embrujo que Ramiro había empezado a sentir desde que se vio tomado ya por el caudal de la sangre y de un destino que él soñaba y quería vivir. Se sabia de memoria las frases restallantes de José Antonio, como aquella de “ nosotros queremos a España porque no nos gusta. Los que aman a su patria porque les gusta, lo hacen con voluntad de contacto, lo hacen física, sensualmente. Nosotros la amamos con voluntad de perfección. Nosotros no podemos amar a esta ruina , a esta decadencia que es la España física de ahora, nosotros amamos a la eterna e inconmovible metafísica de España.” Pero la España de esa época apenas se reponía de la guerra civil y el gobierno del general Franco buscaba como reconstruírla , valiéndose sí de mucha astucia para recibir la ayuda de los Estados Unidos a cambio de bases militares, pero a su vez, mostrando sus simpatías con los gobiernos fascistas, que si bien se diferenciaban del falangismo, sin embargo la opinión pública mundial los hermanaba y los fundía casi que en una misma cosa. La llegada a un país extraño, sin contactos mayores debió ser dura al principio. Pero en todo caso, se batía con la ayuda de colombianos ya destacados en esa época como Eduardo Cote Lamus, el pamplonés, metido ya dentro del mundo intelectual de Madrid y con su innegable talento para la poesía. También debió sentir Ramiro Lagos el impacto de la idea del falangismo, de sus afanes de tipo social que mantenía José Antonio Primo de Rivera. Y lo tenía bien claro : una cosa era el franquismo y otra el falangismo de Primo de Rivera con el cual comulgaba, pues había en él un acento de rebeldía contra el capitalismo. Consideraba José Antonio que el estado español si bien es cierto debía proteger la propiedad privada, no así el gran capital, sobre todo el financiero , que como vemos ahora, es la causa de su desprestigio y de su crisis, pues se trata de un capital improductivo socialmente hablando, explotador, que juega más con la especulación que con el fomento del empleo y la creación de la riqueza. En tanto que el franquismo era la visión de cuartel del estado, con su énfasis en el autoritarismo y sin las inquietudes sociales . Esto fue lo que no vio claro Laureano Gómez en esa época, el líder indiscutible del conservatismo colombiano, quien también se dedicó a copiar el modelo franquista, dentro de una filosofía de rescate de lo hispánico ante la irrupción de las ideas de la revolución francesa. El buscaba de nuevo enlazar con lo español, pero dentro de un criterio cerrado y sobre todo reaccionario, como que se inspiraba de otra parte en las ideas de Charle Maurras, quien era un monarquista a ultranza. Y se equivocó en materia grave Gómez, porque perdió la oportunidad histórica de ver al partido conservador colombiano en plan de modernización, de acuerdo con el mundo actual y no con el pasado que para él tenía nostalgias medievales. No solamente el falangismo de José Antonio y no el de Franco, le aportaba ideas, sino también estaba la experiencia de Alemania e Italia, a través de las ideas socialcristianas que adelantaban a nivel constitucional tanto Konrad Adenauer como Alcide de Gasperi. Ahí estaba el modelo a seguir, pues ellos metieron a Europa dentro del modelo del estado social de derecho, que fue el que propició un crecimiento más equilibrado y, sobre todo , con justicia social. Pero Laureano Gómez andaba en otro cuento. La constitución alemana de la posguerra, fue el faro orientador que siguieron los demás países, como lo haría España, pero ya luego en 1.978, cuando el proceso de la transición y muerto ya el general Franco . Y lo haría luego Francia, cuando se inició la Quinta república francesa. Todo este bagaje ideológico lo desechó Laureano Gómez y de ahí que si demostró una gran capacidad para erigirse como jefe indiscutible de un partido, no le alcanzaron las luces para ser el estadista que necesitaba tanto el partido conservador como el país. Pero volvamos a Ramiro, quien ya estaba instalado en España y visitaba los bares y cafés de moda en compañía de Eduardo Cote Lamus e iniciaba su vida de bohemia bien llevada, pues su formación zapatoca lo regía, en donde la disciplina y el orden en el manejo de las coas es proverbial . No era el bohemio que se abandona, sino todo lo contrario, aquel que vive la vida con un talento especial para descubrir lo amable de la vida pero al mismo tiempo para hacerlo con cierto ritmo y cierta proporción. Porque abordar el mundo sin disciplina y sin orden, dentro del reino de lo absurdo, lleva a la destrucción. Pero ese aliento humano que nace de Albert Camus, para quien el absurdo de la vida se debe enfrentar con alegría, con la misma actitud casi deportiva con que Sísifo volvía a subir la piedra eternamente hacia el monte que la reclamaba, para luego sumirse en la ley de la gravedad y continuar la labor, sin alterarse con el claro concepto de que ese era su destino. Y como él era un poeta y se quería enriquecer como poeta, bien pronto encontró el foro especial para ello, como lo fue el café Varela. Allí se reunían los poetas madrileños en un programa que se llamaba versos de media noche. Pero era muy exigente. Sobre todo porque la gente que asistía no dejaba pasar una y se salía por peteneras hasta tal punto que a voz en cuello le decían lo primero que se les ocurriera a los poetas que temblorosos esperaban la complacencia de los espectadores. Pero complacencia había poca. Y contaban que en una recital de esos de media noche, se presentaba un poeta catalán y apenas se hizo en la tarima del escenario, dijo con cierto aire lastimero , buenas noches. E inmediatamente empezaron los espectadores a gritarle : eso es ¡ plagio, plagio, plagio, Y el poeta tuvo que recoger sus poemas que estaban ya en la puerta del horno y perderse por las calles madrileñas. Y en otra ocasión, el turno fue para un poeta gallego quien se andaba por las ramas dentro de sus poemas a base de preguntas, quizá para lograr un mejor contacto con los oyentes y preguntaba y preguntaba el hombre dentro de su poema : ¿ sabéis porqué el poeta es el ser más sensible de la naturaleza, sabéis porqué?. ¿ Sabéis porqué ´para el poeta es mas dura la existencia, sabéis porqué?. ¿ Sabéis porqué el sol calienta más fuerte en la piel del poeta, sabéis porqué?. Y como no acababa de hacer preguntas el poeta , uno de los espectadores se puso de pie y le gritó: si lo sabemos : ¡ porque tu eres un grandísimo cabrón.! Y el peso de la noche se le vino encima y a partir de ahí cada quien le espetaba su grueso vocablo vernáculo, porque había argentinos y colombianos y catalanes y vascos, además de los madrileños. Con estos antecedentes, sin embargo tanto Ramiro como mi hermano José Manuel se le midieron al monstruo y recitaron cada quien en su noche los poemas que estaban aún calientes y que obedecían a la última producción. Claro está que mi hermano no era poeta y en cambio Ramiro sí lo era, con toda la barba, como dice él. De la poesía de Ramiro Lagos yo no puede decir nada pues no me considero una autoridad en la materia. Me he ido por otros caminos y de poesía solo sé que nada sé, como decía el santo. Pero al repasar sus libros se palpa el alma vernácula volcada sobre las palabras que destilan ardor, fe profunda en el quehacer humano y cariño grande por las cosas de su tierra. Doy fe en cambio por el mérito de su carrera , por las ganas de hacerse a un yo, a una personalidad que se salga de los modelos cotidianos y abrirse paso tanto en Carolina del Norte, como en España. Y de tener una obra tan amplia como que cobija ya más de treinta libros, por tener biógrafos entusiastas , seguidores en internet y batirse en todos los medios. Su pensamiento social es el de la justicia social y de ahí que se empecine en ensalzar el movimiento comunero, en donde ve el alma rebelde de un pueblo y su afán de lucha por sus derechos. Y como si fuera poco, también ensalza a Bolívar, por ese mismo ánimo libertario, pero sin necesidad de irse hacia la izquierda para poder pensar en voz alta y reclamar la justicia social que un país como Colombia requiere. El como poeta siente el dolor del afligido, del desposeído y como no tiene alma de guerrillero, se vale de la pluma y de las palabras para lanzar su mensaje de inconforme. Es mensajero de una derecha que siempre ha querido terciar por el lado de la justicia social, sin conseguirlo. Pero ese mensaje está ahí. El por lo menos se da el lujo de lanzarlo a los cuatro vientos y empapar toda su poesía de ese acento social. Gracias Ramiro Lagos por estar retornando a Colombia y a Santander, con la frecuencia de los afectos hondos y porque toda la autenticidad se le cuela por las venas y se encuentra con la sangre de los caminos que es la sangre de los pueblos y por donde pasa apresurada la historia.

viernes, 14 de septiembre de 2012

TRAS EL PROCURADOR.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Al Procurador le tienen muchas ganas pues ha pisado demasiados callos ,ha golpeado sin piedad a la clase dirigente, ya destituyendo, ya inhabilitando, ya descubriendo entuertos por todos lados. Así que si a eso le agregamos la lucha que libra con la izquierda, o mejor, el estar en el punto de mira de la izquierda por sus ideas religiosas y morales, le abrieron otro flanco, tan duro como los demás, de las comunidades de género. Y como si fuera poco, el distinguido profesor universitario Rodrigo Uprmny , hijo de mi profesor de constitucional en la Universidad Javeriana, Leopoldo Uprimny, le ha encontrado una falla al Procurador consistente en haber nombrado a doña Ana Josefa Velasco, esposa de Leonidas Bustos, magistrado de la Corte Suprema, en un cargo de la Procuraduría, cuando no podía hacerlo por haber sido ternado por esa entidad para su reelección. Esto lo prohíbe el art 126 de la constitución, al señalar : “ Tampoco podrán designar a personas vinculadas por los mismos lazos con servidores públicos competentes para intervenir en su designación”. Y como la Corte Suprema de justicia lo ternó para el cargo, el Procurador , según Uprimny, debe auto destituirse por cuanto cometió una falta que está diseñada en la ley. Y no para ahí la cosa, pues ahora la columnista Cecilia Orozco en El Espectador, 12-IX-012) lo amenaza con que si no se destituye, lo demandará ante la autoridad competente para que proceda a hacer lo propio. Le ponen pues al Procurador, ese palo en la rueda, cuando ya está a punto de producirse su reelección por parte del senado de la república. Ahora, hay que tener en cuenta que la misma constitución también establece excepciones y ese es el caso señalado por el inciso segundo del art 126 que dice : “Se exceptúan de lo previsto en este articulo los nombramientos que se hagan en aplicación de las normas vigentes sobre ingreso o ascenso por méritos.”. Así , si la señora pertenece a la carrera administrativa y entró al cargo por concurso de méritos, no se presentaría el caso denunciado. Si ella fue escogida por méritos y no por palancas, pues se sale del contexto legal y entra de lleno en el mundo de lo permitido. Así que el asunto no es tan rotundo como se presenta y al cual le ha faltado añadirle el inciso citado. Pero si logran algo contra al Procurador por cuenta de este hecho, cometerían un grave error político, pues dispararían al Procurador como candidato presidencial y lo colocarían en el nivel de los perseguidos, con la aureola suficiente para rentar de ahí una candidatura. Ya soñarían muchas personas con una perspectiva así, si se sabe que en Colombia lo más rentable políticamente hablando es el martirio. Inmediatamente convertirían al Procurador en un mártir de la democracia, de la moral, de las buenas costumbres y de la religión católica, apostólica y romana.

sábado, 8 de septiembre de 2012

PARA VER FUTBOL.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Para ver futbol no hay necesidad de enfundarse en una camiseta de hincha, ni llevarse la bota llena de aguardiente al estadio, ni instalarse allí en las graderías a gritar, a insultar al árbitro, a saltar durante todo el partido y dejar de ver las jugadas; a tirar huesos de marrano cuando el rival meta un gol y luego lanzarse al suelo porque su equipo del alma acaba de hacer el gol anhelado. El hincha es el peor enemigo del fútbol , es la antítesis de él. El espectáculo no necesita elementos extraños al verdadero rito del futbol que consiste en observar la jugadas, en juzgarlas, en criticarlas o elogiarlos, en gozar con ellas. Es como el buen trazo de un cuadro al oleo un taco bien hecho a la hora de la verdad, cuando se cede el pase para el gol. Es embelezarse cuando el equipo, cualquiera de los dos, empieza a hilvanar juagadas, a crear paredes que no se acaban nunca y que van escalonándose hasta que se corona en el gol. Es asistir al prodigio del jugador que se levanta en al aire como en una danza ritual y a la luz del sol de la tarde, amaga con una pierna y le da con la otra el golpe de suerte que va a dormirse en el dormitorio de las redes. Y el portero con humildad no tiene otra alternativa que agacharse a tomar el balón de su derrota. O ver una rabona en al área, saliendo como un surtidor de agua a refrescar el partido árido. Pero el mejor espectáculo es el del portero, porque él tiene contacto con el aire, tiene nostalgia de nube y de cielo y se mece y se estremece en el aire cuando el balón lo reta y se estira y se alarga su figura hasta alcanzar dimensiones imposibles. Ahí brama el estadio y cuando cae al suelo, llevándose en las manos el balón, apenas siente que la verdad se le hace cuero o plástico y la certidumbre total de la vida lo ilumina. Este espectáculo no se puede ver borracho, lleno de odio, o en una situación que no sea la de gozar el arte. Porque muchas veces es como asistir a un concierto y otras a una exposición de pintura, o a una danza. Porque de todo tiene el fútbol. Ahí el arte se integra en una sola verdad y cuaja como lo que acaba de hacerse. El estadio es como un teatro, donde los actores se juegan la vida moldeando sus obras con el balón. Y ahí es donde está el arte. De tomar un pelota de cuero y transformarla en un instrumento que eleva el espíritu, que lo transporta, que le llega hasta lo más intimo y puro. El balón es el vehículo para hermanar muchas cosas y llevarlas a encontrarle lo mejor de cada una de ellas y sirve de estímulo para conectarse con el otro, para caminar junto al otro, para integrarse con el otro y en ese afán, llegar a una meta común que es el gol. Es un tejido de armonías que termina en la apoteosis de la comunión. Porque con el gol, se comulga, se recibe la especie consagrada que está cargada de humanidad. Nada mas ejemplar para la solidaridad de una comunidad, que un partido de fútbol en donde el compañerismo y la camaradería invaden el ambiente y propician el acercamiento para llegar al arte. El futbol pues, no son los huesos de marrano, ni el piquete que se lleva no tanto para calmar el hambre en las tribunas bajas, sino como arma contra los enemigos, ni es la mentada de la madre del árbitro.

viernes, 7 de septiembre de 2012

“ESA LEY CAYÓ MAL Y POR ESO NO LA APLICAMOS.”

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Para James A. Robinson ( El Tiempo, 27,VIII, 2012 ) Colombia como estado, no controla su territorio. De ahí que exista la guerrilla, el paramilitarismo y el narcotráfico. Y además, tampoco tiene el monopolio de la violencia, como todo país, nación o estado que se respete. Pero no se quedan ahí las cosas, en el sector económico hay monopolios que controlan el movimiento económico y cita el caso del azúcar, del cemento, del arroz, para no citar las cervezas, las gaseosas, etc. No obstante que la constitución prohíbe la existencia de los monopolios. El sistema judicial por su parte, está ridículamente corrompido. Ese es el diagnostico pues, de un país fracasado. Con este panorama uno se pregunta si el proceso de paz que arranca con los grupos guerrilleros, obrará el milagro de que el estado recobre el monopolio de la violencia, que la justicia se purifique, que los monopolios económicos desaparezcan. Es decir, que acabado el problema guerrillero, que ya lleva cincuenta años, el país se convertiría en un país viable y dejaría la condición que actualmente el profesor Robinson señala. Los países en donde hubo procesos de paz y se reintegraron a vida normal los grupos irregulares, el espacio dejado por la guerrilla lo vino a ocupar la delincuencia común. Y es lógico, pues esos grupos irregulares se cuelan por donde puedan para justificar su acción con las carencias que tiene el país. Ese fue el discurso de la guerrilla , cuando cambio su orientación política por la orientación social. Cuando dejó de ser liberal para convertirse en comunista. Así que si el proceso de paz tiene fortuna, surgirá alguien que entre a seguir explotando la falta de carreteras, de escuelas, de vivienda, de tierra para laborar. Lo cual quiere decir, que si no ponemos las bases para que el estado sea eficaz, para que haga obras y controle el territorio, no saldremos nunca del atolladero. La sola desaparición de la guerrilla, no implica la normalización y el nuevo equilibrio para desarrollarse el país, que ahora va por el calificativo de país emergente, como lo son actualmente Brasil y México. En lo que si se escachó Robinson es considerar que la descentralización ha jugado también en contra del país y las élites centrales con tal de recibir votos de las élites locales, permiten casos como el de la “gata” López y sus hijos. Y que si el país ha llegado a ese nivel de descentralización se debe a una labor de años, de reformas constitucionales, de cambio de mentalidad, para que el centralismo deje de ser una camisa de fuerza, una valla al progreso de un país que es considerado país de regiones. Por cierto que cae muy bien una anécdota de un político costeño, quien comentaba que en su región no se aplicaban sino las leyes que fueran de la aceptación de sus habitantes y con lenguaje muy llamativo decía, con relación a una norma específica : “ allá en la región esa ley cayó mal y por eso no la aplicamos”. Esto deja ver, pues, el vacío que contempla el estado cuando se llega a la región y ya en ese territorio no se puede aplicar la ley. Ojalá con el proceso de paz logremos cerrar esa brecha. Pero ahí está.

ELEGIMOS UN VICEPRESIDENTE Y NOS RESULTÓ UN PRIMER MINISTRO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. La primera precisión que se debe hacer con relación al cargo de vicepresidente es que se mueve dentro de los parámetros de un sistema presidencial. Es decir, que no se puede fraccionar el ejecutivo, en donde la figura estelar es el presidente y el vicepresidente solo juega un papel de bateador emergente. Porque la única función que tiene a nivel constitucional, es la de reemplazar al presidente. De resto queda al arbitrio del presidente, ponerle oficio o no. Ahora, si bien es cierto el vicepresidente es elegido popularmente y no nombrado por el Presidente, le da peso democrático, pero no al punto de considerar que el mandato dado al vicepresidente es distinto y no de la misma naturaleza que el del presidente. Tan es así, que el art 202 señala que el vice debe ser escogido en la misma fórmula con el presidente. Y generalmente el de los votos y quien efectivamente recibe el respaldo del pueblo, es el presidente y no el vice, pues de lo contrario, los puestos se invertirían. De ahí que podamos ver cómo existen argumentos tanto políticos como jurídicos para sostener la dependencia del vice. Los políticos son de carácter democrático y envuelven, como dijimos atrás, un mandato que es el mismo del presidente y los jurídicos que deben ir en la misma fórmula presidencial. Así que el vice debe acompañar por mandato imperativo del pueblo al presidente en la política que va a desarrollar, siempre y cuando no atente contra la moral pública y bienes jurídicamente protegidos. En el momento en que este evento ocurra, consideramos que el vicepresidente queda liberado de esa carga democrática, como le pasó a Humberto de la Calle cuando fue vicepresidente de Ernesto Samper, ya que el presidente empezó a dar malos pasos desde el comienzo y por lo tanto, ya De la calle no tenía la obligación moral de seguirlo. De otra parte, además de estar envuelto en tratos con el narcotráfico, cometió una falta más grave aún, que los norteamericanos no perdonan y es la del engaño y la de no reconocer la culpa y pedir perdón por ello. Y ahí si podía mostrar su discrepancia con el presidente, pues el respaldo democrático le daba fuerza para tomar una actitud de esas, lo que no ocurre con Angelino Garzón, quien no tiene razón para discrepar del presidente en materia de definiciones políticas que son exclusivamente del resorte presidencial y en donde nada tiene que ver el vicepresidente. Angelino Garzón está comportándose como un primer ministro dentro de un sistema parlamentario , con la independencia suficiente para poder sugerir o imponer fórmulas políticas y decisiones administrativas, con peso específico tanto a nivel democrático como a nivel jurídico. Y si Angelino Garzón entró como cuota del uribismo a la fórmula vice presidencial, en el momento de producirse un desacuerdo , la obligación constitucional del vice es la de seguir al presidente y no al expresidente.

domingo, 2 de septiembre de 2012

YA VAMOS LLEGANDO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Con la letra de la canción de Varela, ya vamos llegando, me estoy acercando, puedo decir que estamos llegando a los ochenta años. Qué horror. Y lo peor es que no los siento. Porque a esa edad se acabó mi papá. Le entró la roya. Luego uno tiene que sentirse agradecido con la vida pues las cosas no van siendo así, Pero una de las grandes satisfacciones es poder llegar a estas edades sin tantos achaques., sin tanto cansancio. Es una de las mejores etapas que uno pueda vivir. Por lo menos en mi caso y si la comparo con las demás etapas, yo creo que tiene más ventajas que las otras. Aquí se empieza a ver el mundo de otra manera, a vivir de otra forma. En primer lugar, la angustia de la lucha por la vida es algo que lo apremia a uno y que lo pone contra la pared, sobre todo los domingos, cuando cae el sol y se espera el lunes incierto en que no se sabe si caerá la plata para comer o no. Así que ya esos lunes no martillan igual, aunque queda desde luego el rescoldo de la suerte, que esa si está presente a todas horas. Esa seguridad le da la confianza suficiente para dedicarse a lo que le gusta, en este caso a la lectura y a la escritura. Escribir una novela es una de las aventuras mayores en que uno se pueda ver envuelto. Y con qué satisfacción se ve el resultado. Pero aun mejor, cuando se está trabajando y pasan las hojas y la vida se cuela entre ellas y queda allí como testimonio de algo. De ese algo que no es tan efímero y que puede perdurar. Y leer o poder leer tantos libros que reposaban en la biblioteca y que apenas estaban firmados y fechados, pero ni siquiera ojeados y menos leídos. Tiempo para meterse con los clásicos. Descubrir a Shakespeare, porque el Shakespeare del colegio es otra cosa, pues apenas se trata de la banalización de obras de teatro, en que inexpertos atores recitan de memoria trozos de los dramas del maestro. No, es descubrir que allí en esos textos se encuentra acumulada una sabiduría que se refleja en cada frase. Porque así como García Márquez pule sus frases, una por una, hasta que aquello quede tan transparente que no se note ni el vidrio, así lo hacia Shakespeare en cuanto condensar en unas pocas palabras multitud de ideas. Hasta llegar a Murakami, el novelista total en el sentido de que funde la realidad y la ficción, como no lo han podido hacer los autores occidentales. Pero lo más importante de todo, es el cambio de actitud ante el mundo y ante las personas. Antes como que se veía uno en una lucha contra el mundo. O como decía Alzate Avendaño : siento el mundo como contraparte. Ahora, el mundo no es contraparte, la persona que pasa por la calle no es mi enemigo, es casi mi hermano. Desde que uno mire al otro el otro lo mira a uno. Y desde que uno respete al otro, el otro también lo respeta. En eso fue muy sabio Gandhi cuando dijo en palabras memorables todo esto que se expresa en la idea de la confraternidad. Y desde luego el amor, fundado en uniones firmes, estables. Porque debe ser muy difícil enfrentar estas edades en la soledad de un cuarto. No hay alegría mayor que regresar por la tarde al hogar para pasar la noche con la sensación de una comunión con los suyos, que es como el reflejo de la armonía del cosmos.