POR: RAÚL PACHECO
BLANCO.
viernes, 27 de febrero de 2015
LA INQUISICION ILUSTRADA
EL EXPRESIDENTE SAMPER SOLUCIONA EL PROBLEMA DE VENEZUELA.
jueves, 12 de febrero de 2015
MODELO PARA COPIAR
POR: RAUL
PACHECO BLANCO.
Hugo Chávez no se contentó con seguir el modelo ruso, sino
que lo copió con todos sus defectos: por
una parte se propuso acabar con la pobreza, pero por otra quiso también convertirse en potencia mundial.
En el caso ruso en potencia espacial y
en el caso venezolano en potencia continental. Y desde luego, la Unión Soviética
no pudo con esos dos grandes retos y se vino abajo. Su economía colapsó. En
principio la Unión Soviética acabó con
la propiedad privada, nacionalizando todos los medios de producción: industria,
agricultura, comercio y servicios pasaron a manos del Estado. El país se industrializó
hasta el máximo, en forma tal, que se
habían quemado etapas en el desarrollo económico que otros países habían tardado
en hacerlo. Pero como estábamos en la época de la bipolaridad y si una potencia
buscaba conquistar el espacio la otra también, en esa competencia se disparó el gasto público. Como las fábricas trabajaban con un criterio
social y no económico con el tiempo vinieron a quebrar. Y cuando se dieron cuenta, la Unión Soviética
estaba en el aire. De ahí que Gorbachov su
último primer ministro tuviera que renunciar para darle paso a Yeltzin,
quien entró a capitalizar la nueva etapa. Pasaron los años y Hugo Chávez quiso
copiar el modelo soviético y embarcó al
pueblo venezolano en el experimento del socialismo del siglo XXI. Aprovechó el momento del desprestigio de los partidos en
Venezuela y llegó al gobierno por las vías democráticas. Y ya en el poder,
comenzó la tarea de crear la sociedad socialista que había enterrado la Unión
Soviética, lo mismo que el modelo cubano. El esquema estaba basado en la
fortaleza que le daba el petróleo, para
acabar con la pobreza en su país y dio los primeros pasos con una reforma
constitucional que fue la bolivariana de 1999, con la cual saco adelante la ley
habilitante. Y cuando quiso ya llegar por medio de la constitución al
socialismo, se le atravesó el pueblo y
no le permitió que tal hecho ocurriera.
Pero eso no lo amilanó, pues le quedaba como herramienta legislativa la ley
habilitante, con la cual hizo maravillas, pues los decretos ejecutivos se
convertían en leyes. Se dio el lujo de hacer una revolución sin necesidad del
poder constituyente, porque este ya lo tenía capturado mediante la ley
habilitante. Construyó casas para los más
pobres, enderezó el presupuesto para
reducir la pobreza. Pero al mismo tiempo, se dedicó a regalar o permutar el petróleo, subsidiando
a los países de su órbita. De ahí, que ayudara a Cuba para salir del bache en
que la dejó el desplome soviético, lo
mismo que a los gobiernos amigos como Argentina, Nicaragua, y los países caribeños,
subsidiándoles el petróleo Pero como
todo el modelo se sostenía en los precios del petróleo y éstos se han venido al suelo, el modelo empieza a
hacer agua.
DEL FUTBOL A LA CARRETA
sábado, 7 de febrero de 2015
LA DOBLE DERROTA DE LA RAZÓN "EUROPEA"
POR: RAÚL PACHECO BLANCO
Ahí agonizaba la modernidad que se había dado un largo trazado desde el
Renacimiento, pasando por la Ilustración y la Revolución Francesa. La razón era el ser absoluto, la verdad
verdadera fuera de la cual no había salvación.
Todo eso se vino a pique, o como decía Marshall Berman: “Todo lo sólido
se desvanece en el aire”.
Europa vivió dos guerras mundiales que la dejaron en rines pero con la
ayuda de Estados Unidos, mediante el plan Marshall, tuvo una gran recuperación
hasta llegar a recobrar la lucidez y embarcarse luego en la construcción de la
nueva Europa, tanto para alcanzar un mayor bienestar, como para afianzar la
paz. Ahí tal vez entraría a figurar el
pensamiento de Habermas, quien sostiene que
la modernidad no se ha acabado, que todavía le falta cuajar y su teoría de la comunicación va en esa dirección, en la búsqueda de recobrar la
razón a través de la comunicación.
Los países europeos empezaron a experimentar un crecimiento que no tenía
antecedentes, se creó el euro, las autopistas se abrieron en todos los frentes
de la construcción. España anunciaba a todo timbal la superación de la época
franquista para instaurar una economía de libertad y bienestar que le daba a cuanto español tropezase en el mundo, la oportunidad de lograr su jubilación.
Lo mismo ocurrió con Grecia,
Francia, Alemania, Portugal e Italia.
El sueño europeo se había realizado como por ensalmo, pues la clase
media adquirió además de casa, otras propiedades y siguió consumiendo sin que
se notara un decaimiento en la economía
Los países llegaron a sentirse tan prósperos que tiraban la casa por la ventana, para luego entrar de
lleno en calamidades y por último en la quiebra.
Y vino el efecto dominó y Grecia,
España, Portugal, empezaron a resentirse
de tanto consumismo hasta que la economía explotó.
La señora Merkel y Alemania, con
la experiencia que le daban los años malos de las guerras le decretaron a
Europa la austeridad para tratar de salir de la quiebra. Europa entonces vino a experimentar una nueva
derrota de la razón, en este caso de la razón económica. Por eso el Nobel Paul
Krugman expresaba: “En los años que han
transcurrido desde que empezó la crisis del euro, la lucidez ha escaseado
considerablemente”. Y ahora, Grecia y España tratan de latinoamericanizarse inspirándose en el modelo del socialismo del siglo XXI de
Chávez.
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