viernes, 31 de agosto de 2012

EL PADRE ES UNA DE LAS MADRES.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Los conceptos de familia y de matrimonio están a la orden del día en las nuevas tendencias del derecho. Y todo apunta a desmontar lo que hemos venido llamando la familia tradicional, donde es fundamental que exista un hombre y una mujer como cabezas del proceso, imprescindibles desde luego, porque es dictado por la misma naturaleza. Ahora se quieren desechar para concebir un derecho de pura creación legal, así contraríe las normas de la misma naturaleza. Tales son las conclusiones a que se llega de la lectura de un ensayo de la argentina Marisa Herrera ( La constitución en 2020, Roberto Gargarella, siglo XXI, 2011) . Para ella, la actual familia y el actual matrimonio son producto de una concepción judeo- cristiana y no tiene nada que ver con las actuales incidencias de la ciencia que permite la ocurrencia de fenómenos que antes no se daban , como es el caso de una pareja de lesbianas que se casan y una de ellas decide inseminarse para tener un hijo. Y se pregunta que en esta eventualidad quien es el padre. Si el hombre que donó la esperma, o la pareja que no se inseminó. Para concluir que el padre legal es la mujer, por cuanto es la otra parte de la relación matrimonial. El hombre de la esperma es un extraño en la relación y se supondría entonces que sería un simple donante, como el que dona sangre para un paciente que la necesita para salvar su vida.. Así que los conceptos de paternidad y maternidad resultan volátiles y nada tienen que ver con la naturaleza que los definió al concretarse el sexo en el momento de la concepción. Lo mismo el de masculinidad y feminidad. Se trata de una simple concepción “machista” que debe desaparecer al ritmo de los nuevos tiempos y de los avances de la ciencia. En Argentina se aprobó primero una ley sobre matrimonio en que se autorizaba el matrimonio gay, sin que se hubiera hecho reforma alguna del articulo constitucional que no definía lo que debía entenderse por matrimonio y por familia. Y en derecho se dice que lo no prohibido es permitido. Y por ahí entró la ley de contrabando, porque el debate ha debido darse primero a nivel constitucional y no legal. En tanto que en otros países como Honduras, no puede pasar esto, pues allí se exige que el hombre y la mujer que “tengan la calidad de tales naturalmente” pueden contraer matrimonio y expresamente se prohíbe el matrimonio homosexual al decir, que se prohíbe el matrimonio de dos personas del mismo sexo y todavía más, que las uniones gay realizadas en otros países no son válidas en Honduras. En tanto que la constitución argentina nada decía al respecto y simplemente en su art 14 establecía la “protección legal de la familia”, pues la constitución argentina se caracteriza precisamente por su laconismo y por la forma abstracta con que aborda los temas, dentro de una generalidad que permite multitud de interpretaciones, tal como lo quería Napoleón, quien decía que una constitución debía ser lo más oscura posible. Estamos pues, dentro de una época en que los cambios que se vienen van a terminar desvirtuando hasta la misma naturaleza de las cosas.

LA REELECCION DEL PROCURADOR.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Hasta la llegada de Alejandro Ordóñez a la Procuraduría, el ente era un refugio de burocracia que nada le decía al país y pasaban los Procuradores sin pena ni gloria. Si acaso se advertía una sanción fuerte contra Fernando Londoño por las acciones de Invercolsa y pare de contar. La lenidad, la falta de dientes de ese organismo era proverbial y nada pasaba con un cargo que ahora nos damos cuenta lo fundamental que es para aconductar a la alta burocracia. Los días fueron pasando y el país se dio cuenta de que el cargo de Procurador era un bunker desde el cual se podía poner orden. Y el Procurador empezó a tantear al principio, absolviendo un sector y por eso vinieron las protestas de los sectores de izquierda, porque el Procurador no sancionaba sino que absolvía a los uribistas que estaban siendo objeto de investigaciones. Entonces empezó esa jauría a denostar del Procurador porque no sancionaba y alguno de los columnistas llegó a tildarlo del gran absolvedor. Pero luego vinieron los de otros sectores y el Procurador, con el alma bien templada de inquisidor medieval se desató imponiendo toda clase de sanciones, que hacían moñona, porque englobaba tanto la pérdida del cargo como la inhabilidad para desempeñar funciones por lo menos en 18 y más años. Ahí si, quien dijo miedo. Ya el gran absolvedor era el gran condenador. Y como si estuviera preparado de toda la vida para ejerce el cargo, se inspiró en los ejemplos que tanto abominaban sus opositores y desplegó una rigidez que hoy tiene en vilo a más de uno y mucha gente fuera de sus cargos e inhabilitados. Ahí está la atractiva Piedad Córdoba, quien considera que tanto ha seducido al Procurador, que éste no halla qué hacer con ella y tan solo se le ocurre sancionarla ya por una cosa, ya por otra. Y siguió el corte, porque para los uribistas también había. Y corrieron las cabezas y la horca funcionó a las mil maravillas. Volaba esa soga como en los mejores tiempos de la Edad Media persiguiendo herejes. Y caían las cabezas. Ya existía una sensación de que por fin alguien le había encontrado el sentido a un cargo que más bien parecía un escalón para seguir hacia destinos más altos, pero nunca para ejercer las funciones que con tanta generosidad le daba la ley. Y el Procurador se consagró. . Ahora se viene la reelección y el país ve cómo los sectores de izquierda solo atinan a lanzarle petardos por aquello de su fundamentalismo, pero no se atreven a denigrarlo por prevaricador o concusionario. Llueven las criticas de la comunidad gay, de los abortistas, de todos los sectores que están en trance de reconocimiento de derechos y que ven en el Procurador el diablo que hace hostias y se las quiere hacer tragar a las malas. Por todo esto, Alejandro Ordoñez merece ser reelegido, porque al menos en medio de semejante venalidad ambiente hay alguien que amenaza , que castiga y que impone orden.

viernes, 24 de agosto de 2012

UN DEBATE SOBRE JOYCE.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Paulo Coelho se ha atrevido a decir algo que pesa demasiado y sobre todo que tiene muchas consecuencias : “ El Ulises de Joyce es puro estilo. No hay nada ahí. Si disecas Ulises, verás que es solo un twet.” Para muchos esto es una blasfemia, sobre todo para los escritores especializados que lo han endiosado y no lo bajan del altar. Pero para otros vale la pena tener en cuenta lo dicho por el rey del esoterismo. En realidad Ulises es un libro de muy difícil digestión. Para llegar a él hay que abordarlo por los costados : írsele metiendo poco a poco, investigar por aquí y por allá para saber qué fue lo que quiso decir Joyce. Hay necesidad pues, de abordarlo desde la crítica porque si se le entra sin mayor información, queda uno perplejo. Por lo menos a mi me ha ocurrido esto. Yo le leído ya tres veces y ciertamente no me encuentro todavía en terreno conocido, siempre salgo con la misma sensación de vacío, de desconocimiento y de invalidez desde luego. Porque aquello de que es una de las joyas de la literatura mundial de todos lo tiempos, pesa mucho, o mejor, demasiado. Para tratar de legar a él hay que acercarse a la Odisea de Homero y allí ir buscando analogías. Lo que si se encuentra uno es con el deseo de hacer algo completamente original, fuera de molde. Pero como dice Coelho desde la técnica o desde el estilo. Las metáforas, las frases se desbordan ellas mismas, pues se salen de su propio contenido. Ya no existe la sabiduría de Shakespeare ni el afán de perfección del estilo de García Márquez, sino el deslumbramiento de lo puramente original: el sonido, la composición, la forma. Entre lo poco que va comprendiendo está la fobia a los jesuitas que se manifiesta desde la primera página y su nacionalismo irlandés, con cierta devoción hacia el padre de la patria o el gran mentor de la independencia de Irlanda del Sur. Pero todo aquello de que la trama se desarrolla en un solo día, de que allí se crea el monologo interior y cosas por el estilo, es algo que le llegan a uno desde fuera. Por cierto que Joyce no fue el primero que introdujo el monologo interior. Ya Dostowiesky se había metido en ese discurso y el mismo Shakespeare también con los soliloquios de sus personajes, como Hamlet. En cuanto a que solo sea un twet si se le va la mano a Coelho, porque la belleza de la forma es muy sostenida y es respaldada además, por otras obras. Porque Joyce no es solamente Ulises. Hay que morder el resto de sus obras. Yo con humildad voy a empezar la cuarta lectura de la novela, para ver, ahora sí, si me encuentro no solamente con su mensaje, sino que me sienta en terreno propio y alcance al fin, con la certidumbre de que lo he descubierto. En lo que si no puede estar de acuerdo es con tanto insulto de parte de sus colegas escritores para con el maestro del esoterismo, pues de idiota lo trata Juan Carlos Botero. Y para Juan Gabriel Vásquez solo pronuncia frases como para vender camperos ( El Espectador , 17-VIII-012). Y que conste que no he leído un solo libro de Coelho y ni siquiera un solo articulo, cuando leo todas las demás columnas que aparecen en los diarios al lado de la suya.

MÁS QUE UN CANDIDATO PRESIDENCIAL EL CONSERVATISMO NECESITA UN JEFE.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Se ha estado hablando de una candidatura presidencial de Andrés Pastrana, cosa que ha sido desmentida por él. Pero de ahí surge la pregunta de si no es más importante una jefatura suya que una candidatura suya. Porque lo que más necesita el conservatismo en este momento, es un jefe. De eso no cabe duda. Durante todos estos años la sensación que ha quedado es que el conservatismo se mimetizó dentro del uribismo y paso de agache para colocar a todos aquellos que estaban buscando altos puestos en la administración pública. Y que si había un jefe, ese era Álvaro Uribe. Pero una jefatura residual, como de pasatiempo, como transversal, como oblicua, como temporal, como que si como que no. En todo caso el partido desapareció. Ya no era opción de poder. Ya no era partido. Era simplemente una fuerza amorfa para que se entregaba por puestos, que votaba como ejercicio comercial. Pero en cuanto a sentir una jefatura como propia, no se ha visto desde hace mucho tiempo. El conservatismo se olvido de eso. Creyó que no hacia falta o se le hizo creer que no hacía falta. Y en el plano de las ideas no se ha visto nada, pues murieron las ideas. Así que las cosas hay que tomarlas desde cero. Hay que fundar de nuevo el partido conservador. Y hay que ponerle un jefe. Y ese no puede ser otro que el expresidente Pastrana. Nadie aparece dentro para disputarle ese rango que le pertenece por haber sido su representante en la jefatura del estado y que significó la última aproximación al poder que tuvimos. Los partidos generalmente se dan sus propios jefes, nacen de la entraña misma, surgen de la cantera de la historia. Y el expresidente entraña por una parte, ese pasado conservador que significo la presencia de Misael Pastrana Borrero, quien también alcanzó a llegar a la presidencia. Y que no fue ninguna mancha ni ningún desdoro, sino todo lo contrario. Durante su gobierno se llegó a realizar el único plan de desarrollo que se ha cumplido hasta ahora durante un periodo de cuatro años. Y además, quiso darle un acento social a un partido que era tildado de amparo de simples terratenientes. Principio quieren las cosas. Y en el principio no fue el verbo sino la acción. Luego al expresidente pastrana debemos colocarle la tentación de su permanencia en la política a través de una acción conservadora. El conservatismo no tiene otra salida si quiere salir de esta etapa de mutismo, de pérdida de identidad en que se encuentra. Está como los adolescentes y los viejos con demencia senil en una crisis de identidad.

viernes, 17 de agosto de 2012

LAS CANDIDATURAS PRESIDENCIALES.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Bien contados hay alrededor de diez partidos en la actualidad y se siguen escuchando ofertas, porque la moda es crear partidos. El Polo, El Centro democrático, Cambio Radical, partido de la U, o de la S mejor, Pido la Palabra o grupo de Medellín, La Marcha Patriótica, el Progresismo, el partido regional de la costa, el Verde. A estos les podemos agregar los tradicionales. Y como vienen la elecciones presidenciales del 14, la mayoría está en la búsqueda y posicionamiento de candidatos para esas elecciones. Aunque el turno presidencial parece amarrado, sin embargo no se pierden las esperanzas. El presidente tiene las de ganar, porque aunque ha perdido popularidad, sin embargo, le quedan dos años de nómina y eso cuenta demasiado. Mientras estén los partidos de la coalición al pie no del cañón sino del fogón, todo pinta bien para el presidente en funciones. El expresidente Uribe, en cuerpo ajeno no es lo suficientemente peligroso a la hora de las urnas y su candidato Oscar Javier Zuluaga, no alcanza a cubrir los alcances que le faltan a nivel de opinión pública. El Polo democrático con Clara López apenas si da para repartir entre una izquierda que está muy dividida. Cambio Radical se abstiene por esta vez, porque su salida es para el 18, cuando haya surtido efecto el regalo de las casas, que capitalizará German Vargas Lleras. El grupo de Medellín tiene un estupendo candidato y sobre todo está a tono con la coyuntura mundial, donde los economistas se imponen sobre los políticos, ante los momentos de crisis. Ahí esta el caso de Italia, donde un economista como Monti se subió el poder sin necesidad de elecciones, por el imperativo de las circunstancias. Ese candidato es José Antonio Ocampo, que tiene audiencia internacional. La Marcha Patriótica, el partido apoyado por las Farc, tiene a Piedad Córdoba como su candidata presidencial, con los buenos rendimientos que le dan las liberaciones de los secuestrados, entregados a cuenta gotas, a la medida de las circunstancias . El Progresismo está enredado con Gustavo Petro, pero ese es su candidato. Eduardo Verano de la Rosa es la expresión del bloque regional de la Costa, que lo lanzará como su candidato presidencial y cuenta con el aval de siete departamentos. El conservatismo y el liberalismo seguramente se la jugarán con la reelección y tendrán por lo tanto, las de ganar porque van montados en el potro del poder. Así que ya tenemos esta larga lista de candidatos presidenciales : Oscar Iván Zuluaga, Clara López, José Antonio Ocampo, Piedad Córdoba, Eduardo Verano de la Rosa y Juan Manuel Santos. Y la noche que llega, como decía el padre García Herreros.

sábado, 11 de agosto de 2012

PARTIDOS DE TEMPORADA.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Los partidos grandes, tradicionales, están de vacaciones. Ahora solo existen los partidos de temporada, que se arman para cubrir algún evento y luego levantan las carpas y se disuelven como si no fuera nada. A lo sumo trascienden para una campaña presidencial y luego desaparecen. Ahí esta el caso de el partido de la U, Cambio Radical, Progresismo, partido verde, el Pin, centro democrático , al cual se une el partido regional de la Costa que piensa lanzar candidato presidencial en el 14ª. Mientras tanto el partido liberal se divide en muchas vertientes y el conservador lo mismo, pues parte ya se pasó para el uribismo .Esto en ha sido auspiciado por la misma constitución que quiso pluralizar el espectro político, luego del monopolio del Frente Nacional de los partidos tradicionales y por el cambio de época, por cuanto estamos pasando de una época en que dominaban los partidos de masas, para convertirse ahora en partido digitales, donde la individualidad vuelve a manifestarse y a recobrar ciertos perfiles de la democracia griega con su inmediación. Ahora cualquiera se hace sentir a través de la red y allí se configuran las nuevas estructuras que van cuajando a la medida de las circunstancias. La radio, la televisión, la prensa, correspondían a medios para una opinión que estaba controlada por una parte por esos grandes medios y por otra por los grandes partidos. Ahora el computador vuelve por los fueros del individuo, lo hace más cercano a la formación de la opinión, que antes debía quedarse entre las cobijas o en el recinto de la casa, pero sin trascender. A lo sumo en la tertulia del café. Hoy el computador suministra una pequeña parcela de poder y un medio para comunicarse que antes era imposible de soñar. Dentro de un mundo tan eminentemente pluralista los partidos van a sufrir ese impacto y se contaminan . Esa pues, es otra de las razones para que existan tantas agrupaciones que quieren ser partidos, pero que no lo son. Para las elecciones presidenciales del 14 ya se están armando los equipos. El grupo de Medellin, que acaba de pedir pista es otra tentativa más de organización para cubrir el evento del 14. De ahí saldrá alguna candidatura presidencial , Cambio Radical espera su turno que está condicionado a la agenda santista. El liberalismo a estas alturas no tiene candidato porque toda la carne se la había echado al asador dela unión liberal alrededor del Presidente, pero no ha cuajado. El partido de la U desde luego se va con la reelección de Santos, mientras el Centro Democrático se va con el exministro de hacienda. El conservatismo que tenia tres opciones presidenciales con Rodado Noriega, Juan Camilo Restrepo y Jaramillo , los ministerios a su cargo los han triturado y no se les ve salida. El Pin no tiene músculo para sacar adelante una candidatura presidencial, mientras que el progresismo se halla enredado con la administración Petro de la cual se espera mucho y se ha conseguido poco. Esa posible candidatura de Petro por lo tanto, se halla más que envolatada. Y Piedad Córdoba hace un toreo tremendista, como el que hacía el Cordobés en su época, con desplantes ante el animal, pero sin suerte para entrar a matar. De ahí que todas esas faenas no le han cuajado a Piedad Córdoba, que permanentemente se exige para figurar en las primeras planas de los periódicos, pero sin que la acompañe la suerte.

viernes, 10 de agosto de 2012

EL ENCANTO DEL INDICIO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Piedad Córdoba tiene todo el encanto del indicio. Porque insinúa , desvela en sus gestos, en sus actitudes, en sus turbantes algo que ella esconde. Por ejemplo, su cuerpo, que es atrevido y que según parece y dicho por ella misma, es objeto del deseo del Procurador, quien en sus tardes de seminarista seguramente se encontraría con algo así tan perturbador. Y quiere tanto a los secuestrados, como a los secuestradores. Si bien es cierto se desvive por ir hasta las selvas donde se recoge la guerrilla, no sabemos qué la alegra más si la liberación del secuestrado, o su encuentro con el secuestrador. Con el secuestrado hay abrazos y besos, pero con el secuestrador hay más abrazos y más besos y brindis. Hasta se destapa la champaña de la selva. Luego se va para los pueblos indígenas y los arenga, poniendo toda su dialéctica en contra del gobierno y haciendo alardes de su buena oratoria, porque se inspira de verdad viendo la textura de cobre de los indígenas y de sus ancestrales injusticias y se pone a favor de ellos. Pero alega que no lleva en la pretina ni un cuchillo, que el vuelo de la palabra es el vuelo de la libertad y no el de la conspiración. Y hay que creerle. Y mientras el Procurador pide que se le cuestione, que se le investigue, el Fiscal más prudente, con mayor olfato de sabueso y con más malicia indígena se contiene, porque meterla a la cárcel sería perder el hilo conductor de la guerrilla pues mientras ella está en libertad, se le sigue la pista, se le siguen sus pasos, que casi siempre llegan al mismo llanito. Luego perderla a ella, es perder ese indicio precioso que a todas horas se está manifestando y que de pronto puede llevar a la tierra prometida. Lo que hay que tener en cuenta es saber qué clase de perfume usa Piedad para seguirle el rastro. Piedad en la cárcel hace más daño que por fuera. Porque por fuera nos deja soñar con una pista. Y se puede construir sobre esa pista. Piedad en la cárcel es un Mandela suelto, según ella, desde luego. Y se pierde el encanto de la conspiración cercana, que respira en la nuca y deja un vaho húmedo..

EL PRESIDENTE SANTOS.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. La primera generación de los santos fue la más brillante .Produjo un presidente : Eduardo y un gran periodista como Calibán. Eduardo fue toda una institución y se dio el lujo de representar una de las grandes corrientes del liberalismo del siglo XX, cuando se disputaban la plaza con los López. Santismo y lopismo eran las dos corrientes dominantes. Una de izquierda y la otra de derecha. Y Calibán era el columnista más leído del país, junto con Lucas Caballero, el inolvidable Klim. Calibán era sirvientero. La segunda generación fue menos brillante. Hernando y Enrique Santos Castillo . El primero en la línea ideológica de Eduardo y Enrique en cambio era la oveja negra de la familia, pues les resulto falangista. Así que en el reparto de las hijuelas, Eduardo le rebajó la cuota a a Enrique por sus devaneos falangistas, cuando él reclutaba cuanto republicano apareciera en Colombia, como el padre de González Pacheco. Viene la tercera generación , muy numerosa por cierto, en donde se destaca en primer lugar Enrique Santos Calderón, quien llegaría a ser director de El Tiempo y el columnista más leído del país, con su columna Contraescape. Y se dio el lujo de terciar hacia la izquierda, cuando hacían izquierdismo Gabriel García Márquez, Daniel Samper , Plinio Apuleyo, y otros tantos ya curados de espantos. Luego un periodista muy inquieto como Francisco Santos Calderón, quien llegaría a jefe de redacción, muy de entre casa, dicharachero, hombre de confianza, como que Alvaro Uribe lo llevaría a la vicepresidencia y no se equivocó. Y como subdirector aparecía Juan Manuel, hombre elegante, ambicioso, sin mayores pergaminos en el periodismo, pero peligroso como el solo por su ambición. Desde el primer momento dijo que quería ser presidente. En un principio no se le veía por donde. No tenia carisma, ni se expresaba con la soltura de Enrique. Era gago. Pero no daba puntada sin dedal. Antes de llegar al ministerio de Defensa de Alvaro Uribe nadie daba nada por una candidatura presidencial suya. Se le veía distante, muy lejos de un pueblo que él tenía en mira con sus propuestas de la Tercera Vía. Y allí en el ministerio de Defensa se consagraría. No sabemos si a base de buena suerte o de eficacia, pero lo cierto es que la guerrilla cedió terreno y dio de baja a jefes notables, hasta el punto de que se llego a prender la ilusión de derrotar militarmente a las Frac. Eso lo disparó. Pero no fue suficiente. Lo definitivo fue la piel de camaleón que lucio en el gobierno de Uribe, para pasar como el más leal y obsecuente seguidor de Alvaro Uribe. Era el campeón de la disciplina. Tanto, que Uribe no dudó en inclinar la balanza del electorado hacia él y hacerlo el candidato para sustituirlo. Por esa época orinaba uribismo. Mientras otros candidatos se esforzaban por aparecer independientes, él se esforzaba por lo contrario, por parecer leal, de tan bajo perfil, que el uribismo o sospechó en considerarlo como el alumno más aventajado de la promoción. Pero una vez elegido, escogió un gabinete cundido de enemigos de Uribe, cambió sus políticas, los enemigos de Uribe pasaron a ser sus amigos y él a ser santos, sobre todo heredero de Eduardo, el fundador de la dinastía. El uribismo se quedó en el pasado y la bandera del santismo fue desplegada a los cuatro vientos en el palacio presidencial. Ahora se cumplen los dos años de su gobierno, cuando el país no sabe si aplaudirlo o lamentarse, mientras que Alvaro Uribe si lo tiene claro. Su habilidad ha suplido todas sus carencias y nada de raro tiene que se haga reelegir, pues no surge un líder que le arrebate ese turno presidencial, a no ser que aparezca en estos dos años que faltan.

HUMBERTO SILVA VALDIVIESO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. La vida política de Humberto Silva empezó alrededor del alzatismo. El alzatismo era un movimiento acaudillado por Gilberto Alzate, un robusto líder caldense, fogoso, de profesión caudillo, lleno de lecturas dispersas y quien se oponía de frente contra el caudillaje natural de Laureano Gómez dentro del conservatismo de los años cincuenta del siglo pasado. Y con Carlos Augusto Noriega y Hernando Sorzano González se convirtieron en los defensores de un conservatismo que quiso ser de contenido social, pero sin llegar a cuajar, pues todo se quedó en unas frases brillantes de Alzate, que por cierto hoy engalanan la casa de su fundación en la Candelaria. Lo cierto es que Humberto Silva se inspiraba en el falangismo español, sobre todo en José Antonio Primo de Rivera, que por esas épocas era el gran guía de una nueva derecha. El alzatismo era como el uribismo de ahora haciéndole oposición a Juan Manuel Santos, pero con mayor brillantez. Y Silva Valdivieso fue al Congreso y asistía a las grandes tertulias que se llevaban a cabo en la casa donde se editaba el Diario de Colombia, el periódico de Alzate. Allí disparaban a diestra y siniestra contra el régimen. Pero el momento culminante de la carrera política de Silva Valdivieso fue su llegada a la gobernación de Santander, donde se consolidó un poder muy fuerte, capaz inclusive de enfrentarse con los estudiantes de la Uis. A tal punto, que Silva se bajaba de su automóvil oficial para darse trompadas con los estudiantes. En el departamento no se movía una hoja sin el visto bueno del jefe y para cumplir esas órdenes estaba su cuñado Alfonso Nigrinis, quien a su vez disfrutaba de un poder muy amplio, a tal punto que esa época fue llamada la del “Nigrinato”. Igualmente llegó al directorio nacional como vicepresidente, haciendo fórmula con Alvaro Gómez, quien era el presidente. Pero los dos no se toleraban. Los Gómez siempre buscaban a incondicionales y Silva no era de esos, de ahí que no obstante la afinidad política, lo temperamental rompía cualquier acercamiento. En Silva se veía la devoción por el poder y a tal punto llegaba el suyo, que se dio el lujo de imponer gobernadores, a los cuales les amargaba el día de la posesión, pues cuando aquellos le mostraban el gabinete que habían elaborado, Silva les decía : el gabinete lo traigo yo. Y ese era. Aunque no era ni un orador ni un escritor, en la tribuna hacía valer su fuerza de jefe. Su época estuvo signada por la pasión partidista y de ahí que la vida de partido se vivía intensamente. Existía un fervor que trascendía el apego ideológico y se convertía en una devoción. Ya era el último de los grandes jefes que hubo en Santander, cuando existía una nómina de hombres fuertes como Hernando Sorzano, Carlos Augusto Noriega, Darío Marín Vanegas, que mantenía al rojo vivo el entusiasmo conservador.

viernes, 3 de agosto de 2012

LA TERCERA GENERACION DE LOS GOMEZ.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. La primera generación fue la de Laureano y Pepe El primero un político hecho para la oposición. Formado para eso por los jesuitas, pero con un enfoque de lucha contra los enemigos de la Iglesia. Al llegar al gobierno se enfrentó con el liberalismo, ganándose un odio que todavía se percibe y que no permite a los Gómez que los elijan para algo, ni siquiera para la administración del edificio en que vivan, como gráficamente lo señala el representante de la tercera generación de Gómez, Miguel, hijo de Enrique. Laureano desaprovechó la oportunidad de haberse inspirado en las pautas de gobierno que ensayaba Europa, con las políticas de Adenauer en Alemania y De Gasperi en Italia y que vino a consolidar a Europa, con su estado de bienestar, por estar denunciando a un comunismo que estaba muy lejos de incubarse en Colombia y arreciar la violencia. Y con ésta, liquidó al conservatismo. El segundo, Pepe, fue un notable caricaturista, seguido muy de cerca por los medios de comunicación de la época. La segunda generación estuvo representada por Álvaro y Enrique. Álvaro fue la figura y el gran ideólogo de una época brillante para el conservatismo. Su gran formación, su cultura, le sirvió para penetrar en muchos sectores hasta convertirse en un personaje nacional con gran aceptación, a tal punto, que pudo darse el lujo de crear un movimiento nacional para lanzarse a la Constituyente del 91, porque las puertas del conservatismo estaban cerradas. Su influencia intelectual era tal, que aún sobreviven muchas de sus ideas, de sus frases y conceptos , como aquella del acuerdo para lo fundamental, que utiliza cualquier político que quiere darse ínfulas de seriedad. Y no fue presidente, por la satanización de su apellido, dada la beligerancia de Laureano. Pero se le da trato de expresidente. A él se le sacrificó porque resultaba incómodo para el gobierno de Samper y los narcotraficantes concretaron esa incomodidad manifestada por el presidente . Su hermano Enrique tomó las banderas, pero sin el bagaje intelectual y sin el carisma y aceptación de su hermano, el alvarismo desapareció de la escena política. Por eso a la tercera generación de Gómez, como la de Miguel, lo tomó fuera de base, matriculado en un partido político que hoy disputa su paternidad. Y le propone al país una asamblea constitucional para reformar la justicia, crear las regiones, que ya están creadas y , prohibir la relección del actual presidente. Si bien es cierto el país requiere de una constituyente y de reformas, como la de quitarle al Congreso la capacidad para reformar la constitución, el proyecto de Miguel Gómez se ve como una simple estrategia para cobrarle al presidente Santos la traición, como su abuelo Laureano le cobró caro la traición de López Pumarejo, al nombrar como canciller a Enrique Olaya Herrera, proyectándolo como candidato presidencial ,, para un turno que debía ser para Laureano, según los acuerdos realizados entre ellos. Eso no se lo perdonó nunca y de ahí que apelara a la violencia. Ahora su nieto quema sus cartuchos para sancionar al presidente y prestarle un servicio al expresidente Uribe, a quien ve en política como algo parecido a Laureano, su abuelo.

LA GUERRILLA EN UN MUNDO GLOBALIZADO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. La guerrilla se nos convirtió en un problema estructural. Nadie sospechó en aquellos tímidos días en que se constituía como bastión político contra los gobiernos conservadores, que iría a trascender por años y ha convertirse en uno de los flagelos más grandes del país. Ya con una perspectiva suficiente, podemos sacar las siguientes conclusiones : 1) Fracasaron los gobiernos y los partidos. 2) Fracasó el Estado.3) Fracasaron los paramilitares. 4) La guerrilla dejó de ser un referente ideológico para convertirse en una empresa o negocio. 5) No cabe otra salida que la internacionalización del conflicto. Los gobiernos se le midieron de frente a la guerrilla, optando unos por una solución negociada y otros por la confrontación militar. Fueron los gobiernos conservadores de Belisario Betancur y Andrés Pastrana, los que representaron la línea blanda ante la guerrilla, ofreciendo sendos procesos de paz. Los dos fracasaron. Pero prestaron un gran servicio al país, porque desnudaron la decisión escondida de la guerrilla de no negociar y sobre todo, de no desmovilizarse. Y cuando muchos pensaban que se había hecho escuela en cuanto a saber negociar con la guerrilla, lo que en realidad sucedió, fue que quedó cerrada esa posibilidad. Tanto, que el prestigio de Álvaro Uribe se montó sobre la tragedia de Andrés Pastrana de haber sido engañado por la guerrilla. Y la línea dura representada por Julio Cesar Turbay y Álvaro Uribe, también fracasó . Porque si bien es cierto que en los primeros cuatro años el gobierno de Uribe le dio golpes fuertes a la guerrilla, en el segundo empezó a declinar ese avance del estado y la guerrilla se fue recuperando, no obstante haber perdido el portal de sus jefes. Al asumir esa derrota de los gobiernos, quedó comprometido el estado. Ya no fueron simplemente los gobiernos los derrotados, sino el estado mismo. Y al crearse una línea paralela, como lo fue el paramilitarismo, se viene a cerrar otra posibilidad, porque tampoco fue capaz de erradicar las guerrillas y terminó siendo una fuente más de subversión. Si bien es cierto en algunos sectores logaron erradicarla , en otros quedaron en su ley. La guerrilla a su vez, dejó de ser el referente ideológico que produciría la revolución social en Colombia, para convertirse en una empresa alimentada por las drogas, con un capital que puede competir con el Estado. Ya es una empresa privada. En esas condiciones, no queda otra alternativa que pedir ayuda a la comunidad internacional, porque nada resulta más anacrónico en un mundo globalizado como el actual, que un frente guerrillero . En cincuenta o más años que llevamos luchando contra la guerrilla, ninguna solución ha respondido. Lo cual quiere decir, que se necesita todo el apoyo logístico indispensable para acabar definitivamente con el problema, que bien puede ser en forma negociada, pero ya definido el problema, como problema del mundo, de la comunidad internacional. Al estado colombiano se le salió de las manos el problema, lo desbordó y debe aceptar humildemente, que necesita ayuda.