viernes, 22 de mayo de 2015

UN GOBIERNO ISLÁMICO EN FRANCIA


POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

 

Michel Houllebeck,  un novelista francés que acaba de publicar la novela Sumisión, tiene una cara parecida a la de Luis Menotti, el legendario entrenador de la selección argentina y además tiene la particularidad de ser un escritor de derecha  lo cual  causa escozor en los medios literarios donde existe la verdad revelada de que para ser un buen escritor se  tiene que ser de izquierda.  Y se ha metido a darles un susto a los lectores franceses ante  la posibilidad de que la extrema derecha llegue al poder. Por eso la derecha de centro tuvo que acudir a Sarkosy para que regresara a la política como  candidato de la UMP . Y por su parte, la izquierda hace de tripas corazón en el gobierno de  Francois Hollande.ante la baja en las encuestas. Pero como los franceses le tienen  tanto miedo a la extrema derecha de los Le Pen, que según todas las encuestas podría llegar al Eliseo en las próximas elecciones presidenciales, Houllebeck les atenúa el dolor planteándoles la posibilidad de un gobierno islámico. Según la novela, los partidos se unen en contra de Marine Le Pen y gana el gobierno el movimiento islámico en cabeza de Mohammed Ben Abbas. Y el modelo  que impone el nuevo gobierno está  basado en las ideas de  pensadores  cristianos que concibieron una sociedad de empresas familiares en donde se acaba la división entre empleadores y trabajadores, pues todos trabajan para la empresa en igualdad  de aportes y ganancias. Con el elemento que no contó  Houllebeck en el momento en que escribió  la novela para asustar a los franceses fue con la división de la familia Le Pen que amenaza hacer agua la llegada del Frente Nacional al poder. La hija sacó del juego a su padre Jean Marie,  el fundador del partido Frente Nacional y eterno candidato presidencial. Y el viejo se rebela contra esa decisión de la hija. El personaje central de la novela, que es un profesor universitario, logra insertarse en el nuevo orden y ve como los empleados de la universidad se visten a la usanza islámica, el nuevo rector a su vez tiene cuatro esposas que le colaboran en el centro universitario  y desaparece el viejo orden occidental. Todo de ahora en adelante se hará de acuerdo con las enseñanzas de El Corán, la biblia islámica y nuevo texto constitucional. .Este es el panorama que le espera a Francia. Ya no son los Le Pen la amenaza, sino los islamistas.

viernes, 15 de mayo de 2015

LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE


POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

 

Hay tiempo para sembrar y tiempo para cosechar,  dice la biblia. O las cosas se deben hacer a su tiempo. Por eso cuando se habla de una Asamblea Constituyente, debe existir por lo menos, condiciones especiales para convocarla. El actual Fiscal doctor Montealegre ha considerado, en medio de su inexperiencia política, que es hora de reformar la constitución al tenor de los acuerdos  con la guerrilla en la Habana. Menudo lio. Que lo diga desde su tumba el general Tomás Cipriano de Mosquera, quien luego de ganar la guerra convocó una asamblea constituyente, a fin de llevar a la carta sus ideas sobre el estado, que irían a aprobarse en la constitución de 1.863, en la célebre convención de Rionegro.  Allí  llegó  con todo su ejército y lo acampó  cerca al lugar donde se desarrollaban las sesiones, tanto para guarecerse de cualquier ataque, como para presionar a los convencionistas para que no se apartaran de su parecer. Pero le salió  el tiro por la culata, pues los radicales, sus amigos de la víspera, le hicieron gavilla y lo dejaron solo, a tal punto, que un día prorrumpió  en llanto y se retiró del recinto de las sesiones, alegando que no le paraban ni cinco de bolas. Y solo a la semana siguiente volvió a las sesiones. Y allí, si bien cierto elevaron a norma constitucional ideas que compartían con los radicales, estos aprobaron la rebaja a dos años del periodo presidencial y dejaron estructurado un ejecutivo  que casi daba la sensación de un sistema parlamentario, precisamente porque ellos conocían suficientemente el almendrón. Eso por una parte. Por la otra, quienes  pueden darse el lujo de aprobar  una nueva  constitución o  reformarla, son  los  vencedores de una guerra, que envueltos en esa nueva “legitimidad”, proceden a  reformar la carta. En el caso actual, no existe legitimidad alguna como para darle a la guerrilla un tratamiento de fuerza vencedora en un conflicto armado y con el suficiente respaldo popular. NI ellos han vencido ni tienen respaldo popular alguno como lo demuestran las encuestas,  para darse el lujo de ser los padres  de la nueva carta.  Se trata de una aventura demasiado arriesgada, que solo personas inexpertas en  política como el fiscal general, se atreven a proponer. El país pagaría muy caro estos primeros pinitos del Fiscal en la política, por donde se pasea con cierto fervor travieso. Pero el presidente Santos no es tan ingenuo como el general Mosquera. Zapatero a tus zapatos.

viernes, 8 de mayo de 2015

REINGENIERÍA


POR: RAUL  PACHECO   BLANCO.

 

Para la etapa del postconflicto los partidos  tendrán que hacerse una reingeniería, pues de lo contrario no pueden aspirar a ganarle la partida a la izquierda, que una vez superada la barrera de la guerrilla, entrará en juego como ha sucedido  en países como Venezuela, Ecuador , Nicaragua, Argentina , Bolivia.  El fenómeno no se le puede endilgar solo a Chávez, pues ahí están Rafael Correa,  Kitschner, Ortega y Evo como continuadores del fenómeno de izquierdización. ¿ Y con qué ideología pueden enfrentar los partidos liberal-conservadores a esa especie de neosocialismo?. Con la ayuda del neoliberalismo no es suficiente, pues si bien es cierto la economía se ordena, la desigualdad  y la pobreza cobran sus dividendos. De ahí que hay necesidad de echar mano  de otros apoyos, como el sugerido por Pickety en su último libro, con el impuesto global a la riqueza. Bien sabemos que los grandes metarrelatos se vinieron al suelo, como lo señala Lyotard  en La Condición Posmoderna. La socialdemocracia  sobrevivió  a la quiebra de los metarrelatos tanto en el plano constitucional  como económico. Por ahí tienen que seguir los partidos  liberal conservador para poder enfrentar el reto del neosocialismo. Además, también pueden explorar soluciones como la creación  de una sociedad de bienestar,  que sería la privatización del estado social de derecho. Se trataría de dejar en manos de la empresa privada la satisfacción de las necesidades elementales de sus trabajadores, mediante la constitucionalización del sistema y la fiscalización del Estado. Esto sería financiado con impuestos que dejarían de pagar. Proceso que se podría cumplir por etapas. Y estratégicamente, como  la derecha hoy en día está formada tanto  por liberales como conservadores, se debería convertir en  un  solo partido para enfrentar el reto de la izquierda naciente del posconflicto. Este fenómeno ha ocurrido en Europa, como los casos de España, Alemania, Francia, donde los partidos de derecha están formados por liberales y conservadores. La lucha entre las dos ideologías es cosa del pasado. Ahora Latinoamérica tiene al frente otra clase de retos: una  izquierda neosocialista basada en la nacionalización y expropiación de empresas privadas, combinado  con la absorción de los poderes del estado por parte del ejecutivo. Como es el caso de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua. ¿Cómo pueden enfrentar los actuales partidos, Cambio Radical, partido de la U, el liberalismo, el conservatismo, solos, a la nueva izquierda que ya está a la vuelta de la esquina que cuenta  con la ayuda de Castro, la Kitchner , Evo Morales , Maduro y Ortega?