sábado, 18 de junio de 2016

LIONEL MESSI, EL ANTILÏDER


POR: RAÚL PACHECO  BLANCO.

 Como no habíamos conocido un argentino humilde, se nos hacía raro que existiera uno así, jugador de futbol, sencillo, parco en el hablar. Pero existía Lionel Messi, la antítesis precisamente de Diego Maradona, de ego inflado y palabra de mucho moño. Aquel, quien sin ser líder comanda todo el juego de su selección. Que no necesita de las palabras para hacerse entender en el lenguaje del fútbol, que sus disparos son órdenes, que sus pases llevan un internet de la cosas adherido a sus guayos, que su manejo del área final es de relojero, dominando el espacio como si fuera un astronauta y su cerebro capaz de imaginar cien jugadas a la vez pero no le cuesta trabajo resolver en milésimas de segundo, una. Así que él no necesita de ser líder porque esta tan lleno de fútbol que sus solo gestos producen pánico, no obstante que en sus ojos solo se vea la preocupación de un bebe porque no le han dado su tetero de la mañana. El no necesita ponerse bravo para que le obedezcan, porque todas las órdenes salen de sus guayos. Y menos decir malas palabras para poner en aprietos la defensa, ni intimidar con la patada aleve, ni el codazo traicionero. Todo lo que hacía Maradona lo hace él sin necesidad de espelucarse, ni de agredir, de transgredir normas, de meter goles con las manos, porque eso no lo sabe hacer. Solo mete goles que salen de sus gloriosos guayos. Para qué necesita ser líder de la selección argentina si está  de por medio su genio, que pone a jugar el equipo y hace los goles que le da la gana, sin aspaviento, o solo con la alegría con que sale un joven al recreo de su clase o luego de comerse una paleta. Porque en el momento supremo del gol, se emociona como un niño y no pide la gloria de los torreros que se paran en la mitad de la plaza para que los ovacionen cada vez que hacen una faena, o matan al toro. El solo cumple, sus goles son simples actos del servicio como se dice en la vida militar. Su liderazgo es mental, porque el universo del futbol le cabe en la cabeza y echa por donde es, por donde están los goles. Y como si fuera poco, no lo bautizaron como Leonel, sino sencillamente Lionel, que es como lo llaman en la cancha sus compañeros de juego. A él le quedaron debiendo el argentino.

LA SELECCIÓN COLOMBIA.



POR: RAUL  PACHECO  BLANCO:

 

Hay que reconocer que a la selección Colombia le ha ido bien en manos del profesor Pekerman, que ha dado lugar para que surjan de allí estrellas a nivel mundial como es el caso de Falcao García, cuando jugaba, de James Rodríguez, Baca, Ospina, Arias, y que es reconocido el nivel de futbol que exhibe. Pero también hay que reconocer que la selección no juega su propio futbol, no ha encontrado su estilo de juego. Observen ustedes y verán la actitud que toma la selección en cada partido y se darán cuenta que ni es equipo agresivo ni defensivo. Su sola estrategia se basa en acomodarse al juego del otro, tratar de neutralizar el relato que trae preparado el rival, sin que le importe mostrarse como es, desnudando sus propias potencialidades, porque le importa más el juego del equipo contrario. Si ustedes cierran los ojos y se imaginan cómo empieza a jugar Colombia a partir de que se pone la pelota en movimiento no encontrará rasgo alguno que lo identifique, primero porque hay que saber a qué rival se enfrentan. El equipo que tiene su propio estilo, sale con él desde el primer momento. Pensemos en el Barcelona y uno se imagina el movimiento de pelota incesante, como un estilete que va abriendo camino para rajar la piel y en este caso, hacer el gol. Es como en el arte moderno, la pintura que hace escuela es la que presenta su propia versión de las cosas, la que tiene una identidad que salta a la vista. Uno ve un Picasso y de una vez lo identifica porque no se parece a otra pintura. O la célebre Naranja Mecánica que practicaba un futbol total: todos atacando y todos defendiendo. Y ponía en práctica ante cualquier adversario que se le presentase, fuera mejor o peor que él. En eso hay que reconocerle al profesor Maturana, que ideó un estilo de juego que afortunadamente paso de moda por ineficaz, pero al menos tenía esa carga de identidad. Pero la actual selección no la tiene, no obstante el buen papel desempeñado, la calidad de sus jugadores que esta fuera de juicio y la dedicación y entusiasmo del profesor Pekerman. La selección Colombia pues, juega a partir del estilo de juego del adversario, pero no para destruirlo sino para acomodarse a él y tratar de vencerlo en el mismo terreno. Se toma el estilo del adversario y el reto que se impone es el de derrotarlo en su propio estilo. Pero no sale a jugar su propio fútbol.

LA LEY DEL PÉNDULO.


 

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

La modesta ley del péndulo se ha venido imponiendo a la dialéctica marxista y a la ley del mercado neo-liberal. Como su nombre lo indica, el poder oscila de un lado a otro, sin interferencias conceptuales, sino  al simple lomo de las realidades. Si nos montábamos en el discurso marxista vendría necesariamente la dictadura del proletariado y la propiedad común para todos, a la medida de sus necesidades y la desaparición del estado. Y nada de esto ocurrió ni ha ocurrido, pues la dictadura fue de personas y no de la comunidad toda y la propiedad no se irrigó sino que cambió de dueño, pero igualmente concentrada. Aquí en Latinoamérica la plata que antes estaba en manos de la familia Somoza, ahora está en manos de la familia Ortega, lo mismo que el mando. Sino simple y llanamente recorrió el espacio correspondiente para llevar al poder las tesis contrarias, en ese lento ir y venir del péndulo de un lado al otro del espectro político. Como el péndulo se terció al lado de Chávez, Kischner, Morales, Rousseff, ahora viene la destorcida y se insinúa el cambio en Venezuela con una oposición que ya lleva un tercio de los poderes, Macri en Argentina y en Bolivia ya el pueblo falló para no darle otra oportunidad  en el poder a Morales. En Brasil está suspendida la presidenta a la espera de un juicio político que puede llevarla fuera del poder. Y queda pendiente Ecuador, y Nicaragua se constituye en la excepción que confirma la regla, porque allí Ortega se las ingenió para echarse al bolsillo al comandante Cero, que es empleado de su gobierno. Así que el elemental paso del tiempo y el necesario desgaste en el poder, hacen posible que surja la otra alternativa, cuando el pueblo se ha cansado por la pérdida de sus expectativas y que el ideal de un gobierno que convenza a todos no se da, sin que obedezca a un imperativo categórico, o que fluya por debajo de la corteza de la tierra como si fuera un elemento biológico o vegetal. La tesis de Spengler sobre la forma en que aparecen las culturas y las civilizaciones, en que se desarrollan como  organismos vivos que nacen, se desarrollan y mueren, no tienen cabida en el plano político que se mueve al vaivén de las circunstancias y muchas veces al empeño de simples personas de carne y hueso. Y al neoliberalismo le ha ido mal, porque luego de un parpadeo, el estado vuelve.

EL TURBAYISMO.



POR: RAÚL  PACHECO  BLANCO.

 

Resulta interesante analizar la personalidad y la vida política de Julio César Turbay, bajo tres perspectivas: el clientelismo, su inserción en la élite, no obstante la despectiva consideración de “turco” y una concepción moralista que va con la cultura nuestra. Antes, una pequeña historia para la gente joven que no lo conoció. Hijo de una profesora de escuela y de un inmigrante libanes fue capaz de hacer una carrera política muy brillante, en la época en que Alberto y Carlos Lleras eran los dominantes en la política liberal. Se dio el lujo de humillar, desde luego después de humillarse mucho él, ante ellos, a Carlos cuando le ganó el pulso por la candidatura liberal. Era un hombre elegante, vestido siempre de corbatín para seguir la moda de Alfonso López Pumarejo y de un sabio manejo de las personas y de las cosas. Se dio el lujo también, de aprovechar su presidencia para irse de fiesta con comitiva abordo, por las principales ciudades el país, pero sobre todo, a Cúcuta, donde el obispo de la época tuvo que ver con él por sus repetidas hazañas de salón. A Turbay no se le entró el elefante a la casa como al presidente Samper, sino el bailarín y el conquistador otoñal. Pero vamos al grano: en cuanto al clientelismo, creó toda una escuela desde sus inicios en la política como diputado a la asamblea de Cundinamarca. Hacía política las veinticuatro horas del día y sobre todo, se dedicó a servir a sus amigos, buscándoles puesto, sin olvidar también pequeños detalles como la tarjeta de navidad, el saludo desde lejanas tierras cuando estaba en una embajada, el saludo cariñoso en los encuentros fortuitos, en fin. Un seductor de la política. De ahí que se ganara una cauda de seguidores que lo acompañaban para hacer las convenciones, en las cuales era un maestro, para arreglarlas a su modo y manera, hasta convertirse en el amo y señor de un liberalismo que lo tuvo en su momento como su jefe único, tras agotarse el ciclo de los Lleras. De ahí pues, sus seguidores se convertían en una clientela cautiva. Luego su inserción en la política, después del descalabro de Gabriel Turbay, quien no pasó el examen de la clase política colombiana y con el baldón de “turco no”, escrito en todas las paredes de Colombia, cuando compitió su candidatura presidencial con Jorge Eliécer Gaitán, lo detuvieron y lo llevaron a asilar su depresión en Paris, donde murió muy joven. Turbay Ayala sobrevivió al estigma de su origen, que por cierto no es turco, sino libanes. Pero tenía sangre colombiana, cosa que no tenía Gabriel, según Eduardo Santos. En todo caso se sobrepuso a ese estigma y llegó a la presidencia, creando pues, su propia casa presidencial. Y como moralista también echó su cuarto a espadas cuando dijo que se podía echar mano de la plata del estado, pero en sus justas proporciones. Es decir, una moral de a poquitos, pero en todo caso compasiva con el tesoro nacional.

DE ANASTASIO SOMOZA A DANIEL ORTEGA.


 
POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

La llegada al poder de Anastasio Somoza en Nicaragua en los años treinta del siglo pasado, implicó, además, la instalación de una saga de familia que se apoderó de todas las actividades de la república centroamericana. No se movía una hoja sin el visto bueno de Anastasio y luego de su dinastía, pues aquí en Latinoamérica se heredan los turnos presidenciales como en las monarquías europeas. Tan pronto llega al poder un líder destacado, su familia adquiere el derecho a convertirse en una casa presidencial con vocación hereditaria Y desde luego, en su persona se confunden los tres poderes y lo demás son simples armazones formales. Anastasio Somoza llegó al poder en 1.937 y se instaló diez años. Luego volvió en 1.950 y estuvo hasta 1.956,cuando es asesinado y por ese hecho es ungido nuevo presidente su hijo. Somoza en un principio supo ganarse la confianza del gobierno norteamericano. Liquidó a Augusto Sandino, jefe izquierdista, que vino a dar nombre al movimiento que hoy está en el poder con Daniel Ortega. Como dictador de Nicaragua Somoza fue acumulando una gran fortuna hasta el punto de ser propietario del 50% de las tierras cultivables, con casas en las principales ciudades de Nicaragua, sastre londinense, autos de lujo, para llegar a ser el quinto hombre más rico del mundo. Los sandinistas armaron las guerrillas y llegaron al poder con Daniel Ortega. Y pusieron en vigencia las ideas socialistas, subsidiando a las clases pobres como ha sido la fórmula de estos socialismos nuevos. Y llegaron al poder en i.979 para permanecer en el gobierno hasta 1.984 cuando perdieron las elecciones y tuvieron que volver a la oposición. Lo recuperaron en 2.008 y acaba de postularse nuevamente para la reelección Daniel Ortega. Desde luego se apoderó de los tres poderes, en donde una Corte sumisa le concedió el actual periodo de reelección, alegando que el derecho al voto era un derecho instituido por el constituyente primario en tanto que la no reelección era fruto de un acto legislativo del constituyente secundario. Lo cual nos viene a indicar, que bien sea del lado de la izquierda o de la derecha, lo cierto es que el poder se entiende en Latinoamérica como el privilegio de unos pocos, a los cuales el pueblo ha ungido y que la democracia por tanto, no tiene nada que ver con un sistema de leyes, con la separación y el equilibrio de los poderes ni con un sistema electoral debidamente estructurado.

LOS PARTIDOS EN ESPAÑA Y COLOMBIA.



POR: RAUL  PACHECO   BLANCO.

 

El caso de España y de Colombia es muy parecido, pues su armazón política ha estado basada en dos partidos: allá el Pesoe y el Partido Popular y aquí el conservador y el liberal. El Pesoe de izquierda y el popular de derecha y en Colombia un liberalismo que fue de izquierda y ahora es de derecha y el conservatismo que siempre ha sido de derecha. Los partidos de España vienen de la época posfranquista, en tanto que en Colombia los partidos vienen desde el siglo XIX. Con el paso del tiempo los partidos en Colombia se fueron desgastando y solo sobrevivieron en base a la violencia que logró cuajar una legitimidad a la fuerza. Los españoles en cambio, son muy nuevos y trataron de acomodarse al siglo XX partiendo aguas a derecha e izquierda. Mas, sin embargo, en Colombia no habían cuajado terceros partidos, pues cada vez que se creaban alrededor de un líder, terminaban su ciclo al poco tiempo. En la España del siglo XXI ya avanzado, el descontento llevó a muchos seguidores del Pesoe liderados por un grupo de profesores Universitarios, entre ellos Pablo Iglesias, a constituir el nuevo partido que se llamaría Podemos. Con una agenda de izquierda, para suplir precisamente la falla del Pesoe que se atemperó y se fue corriendo, según ellos, a la derecha. Ese es el vacío que llena Podemos. Y por su parte, el Partido Popular también se desgastó y eso dio pie a que se constituyera el partido Ciudadanos,  de derecha, pero con el ánimo de refrescar liderazgos e ideas. En cambio el proceso en Colombia no se operó así. Los partidos no se han venido acabando desde afuera, como en España, sino desde adentro, por sustracción de materia . Sus jefes naturales con él animo de buscar el poder crearon nuevos partidos, que antes obedecían a simples grupos o disidencias, pero que no adquirían el perfil de  partido como ahora. Esos partidos nuevos se crearon desde adentro del liberalismo, pero tratando de separar cobijas con el viejo partido de Ezequiel Rojas, de López, Gaitán y los Lleras. Ese es el origen de Cambio Radical, el partido de la U y el Centro Democrático. La razón no es prácticamente ideológica, sino de tipo personal, para asegurar la vigencia de jefes que lo fueron naturales del liberalismo y, ahora, al no sentirse cómodos y sobre todo, seguros, optaron por crear ellos su propio partido. Lo cual nos lleva a la comparación con el proceso español, que en mucho difiere del sucedido en Colombia.

viernes, 17 de junio de 2016

“NO ACEPTÉ TRASLADO MUCHO MENOS DESTITUCION”.


 

POR: RAUL  PACHECO  BLANCO.

 

Esta fue la contestación que le dio un alcalde de la provincia de Vélez, al gobernador de ese entonces, Pedro Nel Rueda Uribe, de perfil autoritario y mandón, cuando los alcaldes eran nombrados por el gobernador y, por lo tanto, se convertía en su jefe inmediato.  Y el cuento es este: todo sucedió porque el gobernador lo había trasladado de municipio y el alcalde no había cumplido la orden. Así que se estuvo en el cargo hasta que le dio la gana y hasta que le llegó el telegrama de Pedro Nel comunicándole su destitución. Entonces ni corto ni perezoso el alcalde se fue a la oficina de correos de su municipio y escribió en letra muy clara el texto del famoso telegrama: “No acepté traslado, mucho menos destitución” En esas mismas condiciones se encuentra el presidente Maduro en Venezuela, cuando le dice a la oposición que él no acepta el referendo revocatorio y que si acaso lo haría pero en el 2.017. Mientras tanto, ya le había dado la orden al concejo electoral para que pusiera todas las trabas del mundo para que las firmas recogidas por la oposición en proporción muy superior a las ordenadas por la constitución, fueran examinadas con ojo de bacteriólogo y ánimo dilatorio. Y la carta del 99 hecha por Hugo Chávez a su medida, precisamente se alejó de la carta constitucional colombiana de 1.991 que acababa de consagrar dentro de los mecanismos de participación democrática, el referendo revocatorio, pero sin que se incluyera al Presidente, al cual para deponerlo legalmente, había que acusarlo ante la Cámara y luego ésta ante el Senado, Y como resultado de ese juicio el Presidente salía o no del poder. Chávez no quiso eso, sino como los toreros, brindó el toro al público y ofreció como garantía de su popularidad, que el pueblo, en el momento en que lo considerara oportuno, saliera de él. Y se llegó el momento, pero no le llego a él, sino a su pupilo Nicolás Maduro, quien no haya como batirse ante la acometida de la oposición que lo tiene contra las cuerdas. En todo caso, el alcalde de la provincia de Vélez salió bien librado, pues al gobernador Rueda Uribe le pareció simpática la salida del alcalde y lo dejó en el cargo, Pero esto mismo no le sucederá al presidente Maduro, quien será sometido al referendo revocatorio que seguramente lo sacará del cargo y  que aquí solamente es procedente para los alcaldes

domingo, 5 de junio de 2016

EL PROCESO DE PAZ


POR: RAÚL PACHECO BLANCO.

 

En artículo de El Tiempo ( 31 de mayo/016) Juanita Goebertus Estrada resume en   seis pasos los acuerdos de paz en la Habana: 1) Firma del acuerdo especial en consonancia con el numeral 3 del convenio de Ginebra.2) Refrendación popular 3) Incorporación del acuerdo final al derecho interno, mediante una ley.4) Revisión previa y automática de la Corte Constitucional.5) Sanción presidencial.6) Acuerdo final pasa al bloque de constitucionalidad. Si se trata de firmar un acuerdo especial  con la guerrilla, para que sus conclusiones sean tenidas como normas de derecho internacional, la cosa no funciona, pues aquí el conflicto es interno y no externo. No involucra a dos países, que es el objeto del derecho internacional. Este derecho no resuelve problemas de carácter nacional, pues para eso están sus propias normas legales y constitucionales. Existe ese arreglo especial, pero dentro de las conversaciones entre dos países, uno de los cuales contemple problemas de orden público interno. Es decir, el acuerdo especial no es autónomo sino está referido a un tratado internacional, que aquí en este caso no existe. Así que no se dan las condiciones y presupuestos del art 3 del convenio de Ginebra. En cuanto al segundo punto, la refrendación popular solo cumple un objetivo político, pues un plebiscito no reforma la constitución. Distinto hubiera sido si se hubiera escogido la vía del referendo, porque con ese mecanismo si se reformaría la constitución. El gobierno dice en todo caso que es vinculante y por lo tanto, se debe atener al resultado para decidir si continua o se termina el proceso de paz. El tercer punto, la incorporación al derecho interno mediante una ley nos vamos a encontrar con un escollo: el acto legislativo para el proceso de paz contempla una reducción de los ocho debates que debe tener un acto legislativo, a cuatro.  Y se prescinde de la publicación que exige la constitución para que el ciudadano tenga conocimiento de lo que se está aprobando. Esa supresión es inconstitucional, pues atenta contra uno de los principios rectores de la constitución: la democracia. La Corte Constitucional ha dicho en repetidas sentencias que hay que respetar la estructura de la constitución, porque de lo contrario, no se estaría reformando la constitución, sino cambiándola. Si va a la Corte Constitucional, ahí será Troya.  Por último, no puede pasar al bloque de constitucionalidad, porque el acuerdo especial envuelve materias distintas de los derechos humanos y además solo es viable en los acuerdos entre dos países.

 

EMMA, LA NOVELA DE AUSTEN.


 POR: RAUL   PACHECO  BLANCO.

Es una de las novelas clásicas. Resulta extraño leer una novela en donde la vida pública no cuenta para nada, en donde la historia no se cuela ni por la parte de atrás. Se concentra exclusivamente en la vida privada. La vida que se llevaba en ciudades de provincia en el siglo XIX, que si bien es cierto estaban alejadas de todo contacto con la historia, en la época en que se reunía el Congreso de Viena, cuando se decía con mucha propiedad: “El Congreso danza pero no avanza” y cuando se le daban las últimas oportunidades a Napoleón, luego de semejante acometida tanto en lo militar como en lo ideológico a nivel mundial. Sin embargo, no dejaban de sentir los coletazos de esa historia que se desenvolvía a sus espaldas. La novela pues, está lavada de historia pública y se reduce a la historia privada. Para mi ese es el rasgo más relevante, sobre todo después de leer novela contemporánea en donde la historia se cuela por todas partes. El personaje central, Emma, es una bella, inteligente y elegante mujer que no obstante sus atributos se cree con la misión de no casarse para cuidar de su padre, un anciano bien conservado. Como le queda tanto tiempo se dedica a servir de casamentera y en esa labor le colabora a sus amigas para lograr ese objetivo, no obstante los equívocos que se crean en los pretendientes con relación a Emma. Los diálogos entre los personajes son largos y dedicados exclusivamente a la vida social, a comentar sobre sus amigos, al hacer consideraciones sobre la posición social, el encanto de determinados personajes, Así que para saber cómo las pasaban esas gentes de provincia en Inglaterra, con cierta cercanía de Londres, nada mejor que esta novela. La crítica se ha manifestado en contra de la falta de acción de la novela, pues en realidad a través de sus páginas no pasa nada, a excepción de las reuniones en diferentes casas o la organización de paseos al campo o de bailes que al fin y a la postre no se pueden realizar. Pero no tiene un argumento que se desarrolle a través de sus páginas. No obstante esa falta de acción, sin embargo la novela se deja leer con facilidad y permite que se llegue hasta el final, sin mayores contratiempos.

viernes, 3 de junio de 2016

VISITA AL PAPA


 

POR: RAUL  PACHECO  BLANCO.

 

El Papa se moría de ganas de conocerlo. Había oído hablar tanto de él que lo movía la curiosidad de tenerlo cerca, apreciar su inteligencia despejada, tanta astucia represada en un cuerpo robusto y ágil al mismo tiempo, el encanto personal realzado por el sentido del humor. Se moría de las ganas de escuchar sus chascarrillos bogotanos, sus calemboures del tercer Milenio, de conocer las relaciones con sus hermanos a base de charadas en donde volaba la imaginación y el talento. Un talento reflejado en la capacidad para enfrentar momentos difíciles, como aquel de dejar entrar un elefante a su despacho presidencial sin que nadie se diera cuenta, ni él. El manejo de las personas al saber rodearse de lealtades tan bien estructuradas que se la jugaban por él a costa de sus propias carreras políticas. El pasar por el gobierno durante cuatro años sin construir un solo kilómetro de carreteras , el trabajo parlamentario reducido a un bloque de parlamentarios reunidos en comisión para tratar de enmendar el entuerto en que se había metido, por haber recibido de los narcotraficantes el dinero necesario para financiar la segunda vuelta presidencial. Todo esto haría del momento algo inolvidable, parecido al que él había conocido de cerca en su nativa argentina, pero de un gobierno más audaz que el de los Kirchner . Conocer de boca la forma en que logró detener en la fuente un proceso que no fue capaz de abortar la presidenta Dilma Rousseff en Brasil, quien disponía de un escudero tan prestigioso como Luis Ignacio Lula Da Silva, pero en todo caso inferior al suyo, de ampuloso verbo es cierto, más suficiente para detener las acometidas de los adversarios y capaz de tapar el sol con las manos. Ese día, el Papa, había mandado a hacer el mate más cargado que de costumbre para tener el placer de repetirlo en el Despacho, ya en presencia del invitado quien seguramente rehusaría el café colombiano preparado expresamente para él, para acompañarlo con el mate y repasar las grandes tardes de su adorado San Lorenzo de Almagro. Por todo esto, y por estar presidiendo uno de los organismos más importantes del globo, como Unasur, en donde ha demostrado con creces su lealtad con el Presidente Maduro, crecía la expectativa del Papa por conocer a semejante personaje. De ahí que se quedara mirando a su jefe de protocolo y con un nerviosismo que se le notaba en el rostro le dijo: lasciatemi passare., ché.