viernes, 27 de junio de 2008

ENTRE LO POSTMODERNO Y LO POSTSECULAR.

Por: Raúl Pacheco Blanco.

Francois Lyotar hablaba del fin de la modernidad en la “Condición Postmoderna,” (rei Mexico-1993) para referirse al agotamiento de todo aquello que fue formándose para superar la Edad Media, como el Renacimiento, la ilustración, la enciclopedia y la revolución francesa de 1789 y que se engloba en el término de la modernidad, o moderno. Y como producto de esa modernidad el imperio de la razón como máximo criterio de evaluación y de comprensión de la realidad. Todo ese afán de compromiso con la razón queda roto con el holocausto judío que es la mayor expresión del irracionalismo. Eso sostiene Lyotar, pero no avanza de ahí a diseñar el perfil de esa nueva Epoca que está naciendo. Otros en cambio como Marshall Berman (siglo XXI, 1998), Alex Collinicos ( Ancora editores, 1993 )se atreven a darle perfil señalando que la arquitectura moderna, ese patrón de carácter universal, donde predomina la línea recta, está cediendo a un estilo asimétrico o volviendo a los arcos para quebrar la monotonía de las cajas de bocadillo de cristal. El derecho igualmente evoluciona, tratando de particularizar, abandonando el esquema universalista, general. En lo religioso una vuelta a la espiritualidad, lejos del patrón netamente racionalista para poder vivir la fe en una creencia, por fútil que sea, porque hasta la religión maradónica se ha creado; la mística por los artistas, ( Juanes,Shakira, Vives), en el fútbol con la pasión del hincha, que supera ya los viejos sectarismos de partido, la proliferación de las religiones. En la pintura las instalaciones, abandonando el cuadro al óleo, en literatura la intertextualidad, la vuelta a la historia, como es el caso de las novelas de Umberto Eco. Habermas utiliza otra terminología y habla de la sociedad postsecular, que viene a ser lo mismo , o sea el agotamiento de esos ideales modernos de secularización para romper el esquema religioso, pero aún con posibilidades de desarrollo, como los árboles cuando los podan, mediante algunos ajustes a la modernidad. Volver a darle ámbito político a la religión, o lo religioso, dentro del marco de la democracia, darle validez racional a los valores religiosos de la trascendencia, cosa que le causa escepticismo a Florez de Arcais, porque la religión habla en otro lenguaje que no entiende la razón y soporta el peso de su dogmatismo que no va con el consenso democrático. Pero desde luego el esfuerzo de Habermas de armonizar el juego de la razón con el de la fe, ese viejo problema de la humanidad, bien viene en estas épocas de la globalización, del enfrenamiento de religiones, del “choque de civilizaciones” de que habla Huntington, para tratar de avenir la civilización occidental, ahora en decadencia, con la civilización oriental encarnada en las nuevas potencias emergentes como China y la India.

lunes, 23 de junio de 2008

JUAN FRANCISCO BERBEO EL MAQUIAVELO COMUNERO.

Por Raúl Pacheco Blanco.

La ambivalencia marca la actividad desplegada por Juan Francisco Berbeo durante el transcurso de la rebelión comunera.
Por eso está ceñido a un cálculo previo, tomando toda clase de precauciones, dándose seguridades en una y otra forma para eludir responsabilidades ante las autoridades españolas, con tanta maña que ellas crean no es en su contra , sino precisamente en su defensa, para contener la turba, para ordenarla y evitar mayores desmanes.
De ahí que le diga a las autoridades españolas que él estaba en su casa, tranquilo, totalmente ajeno a los alborotos, cuando le llegó una cuadrilla de gentes que le invadió su hogar y lo obligó a que se pusiera al frente de ellos, cuando esa cuadrilla estaba formada por sus propios amigos como los Ardila, y otros tantos plebeyos, bien conocidos por él.
Y que su único objetivo habia sido el de mantener el concepto de fidelidad a la Corona y contener al mismo tiempo, aquel desorden.
Pero el discurso ante los criollos era el de defender sus derechos, protestar por el mal trato de las autoridades y la rebaja de los impuestos y además, puestos para los criollos.
Cuando ocurre la batalla de Puente Real, que no fue batalla porque el Oidor Osorio se entregó antes de combatir, Berbeo no se arriesgó , ni se hizo presente en el lugar, se dio sus vueltas para no comprometerse y envió a los demás capitanes como Gregorio Rubio, Isidro Molina, Torres, Tavera y José Antonio Galán, quien aprovecharía por cierto esta oportunidad, para darse a conocer, pues luego de allí salió magnificado y realzado, iniciando su carrera ascendente.
Y le dice a las autoridades españolas que él llegó a Puente Real porque lo llamaron las capitanes comuneros Plata, Monsalve, Rosillo y Ramírez, para que contuviese a la gente de Chima, Simacota, Socorro y Charalá y que estando en Guadalupe le llegó la noticia de que el Oidor Osorio estaba preso y lo habían derrotado.
Que ante ese hecho, él se devolvió al Socorro al no poder remediar aquel atentado contra las tropas de su Majestad.
Su paso a Zipaquirá también se dio al temor de que las gentes se entraran a Santafe y por eso comisionó al indio Ambrosio Pisco para que instalara dos horcas en San Diego una y la otra en San Victorino, acompañado de cuatro mil indígenas con el fin y la orden de ahorcar a quien pretendiese entrar a la capital.
Su llegada a la comandancia general, tambien fue otra cosa que le cayó así, que las gentes levantadas le habian llegado a la casa y le ofrecieron el cargo y al no saber qué empleo era ése, les preguntó qué quería decir Comandante General y le dijeron que era mandar todas las tropas del Común y que el nombramiento se lo hicieron por escrito y lo puso sobre la mesa de la casa y por cierto no sabía a dónde había ido a parar.
Pero Salvador Plata dice otra cosa( pagina 4l8, German Arciniegas, 20.000 comuneros hacia Santanfé, editorial Pluma, l.98l ) : “ Jamás tuve confianza de que procediese a favor del Rey, mediante a que nunca auxilió a la Real Justicia y los dependientes de ella, el alcalde ordinario don Ignacio Angulo y don Francisco Rosillo, lo veíamos estarse paseando delante de la puerta sin venir a defender el insulto hecho a su Majestad”.
Por eso dice Maquiavelo : “todos estos príncipes nuestros tienen un propósito, y puesto que nos es imposible conocer sus secretos, nos vemos obligados en parte a inferirlo de las palabras y los actos que cumplen, y en parte a imaginarlo”. ( carta a Francisco Vittori, julio l.5l3, Internet, Google ).
SUS RELACIONES PERSONALES.


Las relaciones con Salvador Plata también son muy ambiguas. Hacía vida familiar con él, en su correspondencia personal se nota el afecto, pero mientras Plata guarda una misma línea de conducta, la de Berbeo es sinuosa, pues maneja a la perfección sus relaciones con los plebeyos , mientras Plata no, pues su posición es radical y decidida a favor de la Corona ; Berbeo en tanto juega aquí y allá, haciendo enlace a través de Mateo Ardila, el escribano y pariente a su vez de los Ardila, los magnates de la plazuela, carniceros de profesión y a quienes Salvador Plata en cambio no soporta.
Lo cual no obsta para afianzarse en Rosillo, Ramírez, Monsalve, mientras personas como Galán, Isidro Molina, Alcantuz y Ortíz, de origen humilde y plebeyos no obstante ser capitanes comuneros, les va a dar la espalda en el momento oportuno pues Berbeo fue quien ordenó primero la captura de Galán al caer éste en desgracia.
Desde luego Galán ya lo había desobedecido cuando se negó a cumplir la orden de capturar a Gutierrez de Piñeres y si se quiere, traicionarlo.
Pero la relación más intrigante fue la que tuvo con el arzobispo Caballero y Góngora, porque, o se dejó convencer o se vendió al prelado en Zipaquirá, cuando basaba todo su potencial de amenaza con la invasión a Santafe.
O cambió su parecer tras ver garantizadas en las capitulaciones las posibilidades de acceder al cargo de Corregidor de Socorro y San Gil, que se convirtió en su máxima aspiración .
Caballero y Góngora se expresaba bien de él, elogiaba su ascendencia sobre la plebe y su autoridad reconocida.
Y Berbeo no escatimaba elogios para el prelado como se manifiesta en una carta que le enviaría luego, cuando fue nombrado Virrey y que a la letra dice : “ Excelentísimo e Ilustrísimo señor Doctor don Antonio Caballero y Góngora.
Señor: La Real y legítima autoridad que tan justamente hoy reluce como el sol en buestra excelencia se mira el resplandor de la celebridad en que universalmente se solemniza el ascenso de Virrey, Gobernador y capitan General de vuestra excelencia, siendo tan importante esta dicha para todo este reino, y particularmente para mi, de que reciba en hora buena vuestra excelencia con todas las demás circunstancias de alborozo que no acierto a decir, solo si, que en las infalibles veras con que yo le venero, se ve descubierto el gozo con que procuro asistir a tan plausible grandeza; viva en ella vuestra excelencia tan feliz como mi rendido afecto le desea y reciba por tributo de mi obsequio cuantas expresiones caben en un verdadero y agradecido criado con su señor.
Nuestro señor guarde la importante vida de vuestra excelencia en su mayor grandeza muchos años. Puesto a los pies de vuestra excelencia su más humilde criado”. ( German Arciniegas, 20.000 comuneros sobre Santafe, pag 338 ).
No tiene pues apelativos Juan Francisco Berbeo para con el arzobispo y en prosa de domingo se despachó en esa expresión de admiración que el arzobispo debió considerar demasiado tropical.
Luego la exculpación que hizo en la escribanía para salvar su propio pellejo contrasta con el ánimo que mantuvo al frente de las tropas comuneras.
Así que todo ello hace recordar a Maquiavelo cuando en su correspondencia se expresaba de este tenor: “ Desde hace un tiempo a esta parte, yo ni digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla ( Carta a Francesco Gruicciardini , mayo l.52l , Internet, Google).

EL DISCURSO MAQUIAVELICO.


El maquiavelismo como verdad política le seduce, pues se trata más de manipular a las personas buscando un beneficio personal y aprovecharse de las circunstancias para sacar ventajas, que la política como se concebía antes de Maquiavelo, con el diseño de los estados en cuanto a sus instituciones se refiere, al estilo griego.
Así que el discurso maquiavélico está perfectamente elaborado: loas aquí, diatribas allá, esguinces acullá. Me forzaron a aceptar la capitanía, luego la comandancia, me eligieron generalísimo y en lugar de resistirme, elaboré todo un plan para salvar el orden, poniéndome al frente de ellos a fin de evitar los excesos, lograr disuadirlos de entrar a Santafe , en cambio si firmar las capitulaciones y cesar en la rebelión.
Todo salió a pedir de boca, luego lo justo era que así como evité todos los excesos , se me premiara con el cargo de Corregidor del Socorro y San Gil, pueblos que logré unir cuando eran adversarios. La Corona antes quedó en deuda conmigo.
Y el segundo discurso : animé a los comuneros desde el primer momento, alenté sus propósitos, ahí está de testigo Salvador Plata, los organicé de tal manera, que con solo capitanes de segundo nivel pude derrotar al Oidor Osorio en Puente Real , luego elaboré el primer borrador de las capitulaciones, consagrando todos los derechos que exigíamos y como si fuera poco, nos ganamos el cariño del arzobispo caballero y Góngora y el reconocimiento de las autoridades españolas que terminaron nombrándome su Corregidor y luego el indulto, ¿ para qué más?.
Mayor éxito no puede cosecharse por parte de un político que a base de astucia logró todo lo que querían los comuneros, pero a su vez a quienes se combatían terminaban haciendolo su propia autoridad.
No importa si, que en la tropa se manifestara el malestar y el descontento por las sucesivas entregas de los objetivos de la rebelión .
Por eso se hablaba de traición en Zipaquirá. Y por eso se rebeló Galán y Alcantuz, Ortíz y Molina, quienes llevaron los hechos hasta sus últimas consecuencias, pagando con su vida lo que otros animaron desde el principio y luego lo fueron abandonando en la medida de ir satisfaciendo necesidades personales, como ;Lozano de Peralta y los demás capitanes de Santafe, lo mismo que el indio Ambrosio Pisco que volvió al redil preparando las horcas para los comuneros que se atrevieran a entrar a Santafe.
Galán no tuvo la pericia de Berbeo para salir bien librado, no obstante que había puesto la primera piedra con la fuga del visitador Gutiérrez de Piñeres que él llegó a considerar como el seguro que lo sacaría de apuros en un momento dado, a manera de la exculpación de los nobles ante la escribanía para curarse en salud.
Le faltó a Galán el aliento político que derrochó a raudales Berbeo, quien sacó adelante su impronta maquiavélica al hacer carne de realidades aquello de”adquirir principados menos con las armas de otro o la buena fortuna, pues poco esfuerzo les cuesta adquirir un principado a aquellos que de simples particulares se ven levantados a esa altura por especial favor de la fortuna y sin presentárseles el menor obstáculo “
Aquí Berbeo cosechó su cargo de Corregidor, su sueño dorado, envuelto en el manto piadoso de la descentralización del poder, que estaba en Tunja y adquirir mayor autonomía para Socorro y San Gil, a quienes logró reunir a base de talento, para una causa común.
Toda esa red de seguridades que él tomó, lo llevaron a evitarse la salida de la horca, como a Galán, Alcantuz, Ortiz y Molina, quienes pagaron con sus vidas semejante atrevimiento.
Y pudo darse el lujo de morir en la cama y en su ciudad, el Socorro, el 28 de junio de l.795, catorce años después de la insurrección, habiendo testado con anticipación ante el alcalde ordinario don Juan Antonio Durán, por ausencia del escribano público de la época.
Aquí sobran los ideologismos para tratar de darle una u otra interpretación, hasta la marxista que intentó adjudicarle un sesgo revolucionario, cuando no lo había, o dejar impoluto el nombre de tanto prócer de nivel muy irregular, dado el parentesco con uno u otro de tales próceres.
Berbeo fue sin saberlo, un aventajado discípulo del maestro florentino Nicolo Maquiavelo , pero ya en el siglo XVIII, el de las luces, que aquí era de oscurantismo.

sábado, 21 de junio de 2008

FUTBOL AGROPECUARIO CONTRA FUTBOL INDUSTRIAL.

Por: Raúl Pacheco Blanco

Para tratar de entender los dos últimos partidos jugados por Colombia contra Perú y Ecuador, tenemos que atenernos a razones simplemente tácticas en la búsqueda de resultados por actuar como visitante.
De ahí porqué Pinto ordenó parar el equipo, dejar que el contrario hiciera el gasto y poner a trabajar la defensa.
Por eso la delantera prácticamente desapareció, las llegadas fueron escasísimas y sin orden ni acierto.
El futbol vertical tan predicado por el entrenador desapareció para volver al esquema maturaniano de la media cancha, en un peloteo para mantener la pelota, pero sin esa agresividad que se vio en el partido contra Irlanda, en donde Colombia exhibió muy buen fútbol.
Pero lo que yo no entiendo es porqué Pinto le jugó a los equipos europeos, Irlanda y Francia, con el mismo estilo de ellos, de fútbol vertical y a base de velocidad, cuando de pronto con ellos la táctica debería ser la del juego al estilo suramericano, con menos velocidad y paseando mucho la pelota, para evitar ese juego arrollador.
Porque el estilo suramericano es agropecuario, lento, de mucho mugir en la cancha y esperar a que el gol se dé como una cosecha que madura sin mayores exigencias, y no se puede apresurar porque es fruto de esa larga gestación.
En tanto que el europeo tiene un ritmo industrial, donde las calderas ponen a mover los resortes de una maquinaria que se debe mover a la perfección y todas sus piezas están sincronizadas para ese trabajo conjunto.
Por eso el partido contra Ecuador fue eminentemente agropecuario, a una lentitud de ciclo natural sin exigencias.
Pero otra cosa que sigo sin entender es porqué si el juego está dominado por la táctica, a los jugadores se les olvida jugar, no aciertan un solo pase y el equipo prácticamente se para a ver jugar al contrario.
Como sucedió con Ecuador. Ahí desapareció el equipo, nunca se armó, casi nunca atacó, a tal punto que aquello se convirtió en un concierto de una tristeza indígena que llevaba a unas honras fúnebres del fútbol y no a la alegría que busca la tribuna. El partido fue tan malo que el de Argentina y Brasil vino a despertar el fútbol y por más que tampoco hubo goles fue un partido vibrante y lleno de técnica.
¿Dónde queda el legado de Pinto del fútbol vertical, fogoso, técnico?.
Esto nos lleva a concluir que comparando los partidos de la Eurocopa con los de las eliminatorias suramericanas, el fútbol europeo está muy por encima del suramericano. Y que Colombia no ha podido salir de la era de Maturana.

domingo, 15 de junio de 2008



Ya en las librerias

ABRAPALABRA

PROFITECNICAS
(Centro y Cabecera)

LO JURIDICO EN LA REELECCION.

Por RAUL PACHECO BLANCO.

La segunda reelección ha suscitado un gran interés bajo el punto de vista juridico, para no quedarse en el solo debate político.
Los constitucionalistas han tenido gran trabajo para analizar a la luz de la constitución este fenómeno nuevo, no contemplado ni juridica ni políticamente, por lo inusual.
Juan Manuel Charry sostiene en El Tiempo( 9-VI-08 ), que la reelección rompe el equilibrio de poderes, que es uno de los ejes de la constitución y por lo tanto la cambia, basado en lo que afirma un fallo de la Corte Constitucional que dice: “ se puede dar un vicio de competencia si se cambian integralmente principios, valores, o ejes definitivos de la identidad de la constitución “.
Rodrigo Uprimny ( Espectador-l2-V-08 ) argumenta que el acto legislativo que aprobó la reelección es inconstitucional porque “ los halagos presupuestales, burocráticos o contractuales”, limitan la libertad de un parlamentario a la hora de votar y viciando el consentimiento.
Al repasar los diversos artículos de la constitución que le señalan al presidente las atribuciones en cuanto a nombramientos, encuentra uno que van desde los cinco miembros de la junta directiva del Banco de la República, pasando por la Procuraduría, la Corte Constitucional, el Consejo Superior de la Judicatura y la Fiscalía, que ya de por si desbordan el equilibrio de los poderes, pero por tratarse de un sistema presidencial y, aún más, presidencialista, al estilo latinoamericano o bolivariano, se da esas licencias..
Sin embargo al cubrir otros cuatro años el presidente con la reelección, se deteriorará en grado notorio ese discutible equilibrio de poderes, a favor del presidente.
Eso resulta indiscutible, pues tanta acumulación de poder en el ejecutivo le quitaría independencia a la rama judicial para cumplir con la separación y el equilibrio de los poderes.
Pero de otra parte surge la voluntad del pueblo que busca canales para expresarse, como el referendo, que intenta soportar la reelección apelando al constituyente primario.
La Corte, si bien es cierto ha señalado que el acto legislativo, el referendo y la asamblea constituyente pueden reformar la constitución, pero no cambiarla , cuando de alguna manera el pueblo quiere expresarse en el cambio del modo y la forma de gobierno, ya no habría limitación alguna para adoptar el sistema que prefiera, pues como lo dijo Sieyés, “ basta que el pueblo lo quiera”.
Y si el referendo que está en proceso logra un número superior al exigido para las simples reformas, democráticamente no habría forma de detener ese deseo y esa voluntad del pueblo.
Aquí vendría a darse un choque o un encuentro entre principios, el uno de contenido liberal y el otro de contenido democrático.
El esquema de leyes o el estado de derecho configurado en el Art 1° de la Constitución, se enfrentaría ante la forma democrática que también señala este mismo artículo.
Luego para articular tanto el respeto por el estado de derecho, como el atender el clamor del poder constituyente que quiere la reelección, no habría otra salida que aceptar esa voluntad popular, pero a su vez preservando ese equilibrio de poderes.
Luego lo justo sería que se contemplara mediante un acto legislativo de carácter transitorio, la limitación de las atribuciones del ejecutivo para la elección de funcionarios de otros poderes, de forma que contemple la equidad y sin negarle al Presidente las atribuciones que le da la carta, y que se adapten a la circunstancia de la reelección, que en este caso implicaría un gobierno de doce años, desbordando el marco constitucional de los cuatro años para el cual está diseñado.
Asi se lograría articular lo liberal de la constitución con lo democrático que tambien tiene la misma relevancia. Y despejarán de otra parte una situación que podría desbordarse.
Luego lo sostenido por el constitucionalista Juan Manuel Charry es evidente, más no así lo afirmado por Uprimny, el hijo de nuestro gran maestro en la Javeriana, Leopoldo Uprimny, de muy grata recordación, pues si bien es cierto el acto legislativo de la reelección nació viciado, pero no fue nulo, se ratificó luego mediante la voluntad expresada en las urnas por una mayoria insoslayable.

sábado, 14 de junio de 2008

LOS BONAPARTE DE BARINAS

Por: Raúl Pacheco Blanco

Los Bonaparte llegaron para quedarse. Para conquistar y armar un imperio, con la misma ambición de Alejandro Magno para difundir la cultura griega, pero en este caso para consolidar la revolucion francesa y sobre todo, afirmarse él, Napoleón, como el emperador de toda Europa.
Por eso el jefe de la dinastía decía: “Me siento inclinado hacia un fin que no conozco, tan pronto como lo haya conseguido, tan pronto como ya no sea necesario bastará un solo átomo para destruirme, antes, nada podrán contra mi las fuerzas de la naturaleza.” Y para eso empleó a su familia, constituyendo toda una saga que se movía aquí y allá, como que a José, su hermano mayor, el famoso “Pepe Botellas”, llamado así por su afición al trago, lo llevó al trono de España cuando la invadió en 1.808, creando un hecho de grandes repercusiones tanto para la Nueva Granada, en dirección a su independencia, como para el Brasil que vio inaugurar su monarquía de la casa de Braganza.
Y Luis, otro hermano, fue ayudante en Egipto e Italia, luego lo hizo Rey de Holanda y fue el padre del futuro Napoleón III.
A Joachin Murat, su antiguo ayudante de campo al casarse con su hermana Carolina lo nombró duque de Berg y Cleves y monarca de Nápoles.
Pero ahora hay otros Bonaparte en el Caribe. El presidente Chávez está creando su propia dinastía, que parte de Barinas de donde es oriundo.
A su padre Hugo de los Reyes, lo llevó no como Napoleón por un simple decreto real, sino dentro del marco de la democracia, bajo su inspiración y como agente suyo a la gobernación de Barinas, y contra quien se hacen cargos de enriquecimiento ilícito como el de su finca La Chavera, que de 3 hectáreas pasó a 3.000.
A su hermano Adán lo nombró ministro de educación y ahora va como candidato a la gobernación de Barinas para suceder a su padre don Hugo de los Reyes, por expresa nominación suya.
Pero el otro hermano, Argenis Chávez, fue nombrado por su padre en un cargo expresamente creado para él y alimentaba al “pequeño cachorro” del imperio chavista para ser su sucesor, cuando el Presidente decidió que lo fuera su otro hermano Adán. Argenis es vice-gobernador, Anibal, alcalde de Sabaneta y Narciso coordinador regional del convenio Cuba-Venezuela.
Adeliz Chávez, su otro hermano, es vice-presidente del Banco andino Sofitasa.
Y los cargos llueven por enriquecimiento ilícito de la familia y el Bonaparte caribeño se lava las manos, diciendo que ellos se defiendan, porque una cosa es la familia Chávez y otra la familia presidencial.
Como siempre, maneja dos discursos, con los cuales trata de salir bien de acuerdo con los escenarios: ayer por ejemplo pedía el status de beligerancia para la guerrilla, ahora su desmovilización.
Los Bonaparte de Barinas están haciendo de las suyas.

EL DESASTRE DEL CONSERVATISMO EN SANTANDER

Por: Raúl Pacheco Blanco

El conservatismo en Santander pasa por el momento más difícil de toda su historia. Por uno de los mayores escándalos políticos que se han suscitado, al tener como epicentro a parlamentarios suyos, como Yidis Medina e Iván Díaz Mateus, envueltos en un torbellino de enredos que no tienen buena cara y que ponen en la picota a la dirigencia de Santander.
Iván Díaz llevaba una carrera política brillante y se insinuaba como una figura de relieve, pero se vio en calzas prietas y tuvo que apelar a una persona que venía en tránsito de otro partido como Yidis Medina para llenar el umbral que los llevara al senado.
Y se metieron luego en confusas situaciones y en un lodazal de clientelismo que no dicen bien de sus intenciones y de sus capacidades.
Esta es una demostración de la crisis de los partidos que perdieron su norte, se desdibujaron y se convirtieron en feudos para explotarlos a su manera y sacar ventajas de tipo personal, o para su “distinguida clientela”.
El conservatismo en Santander ha tenido una noble tradición que viene de unas generaciones como la de los años veinte, cuando se hizo la paz y Manuel Serrano Blanco sacaba la cara por el partido en actitud dialogante, y la sabiduría jurídica de Domingo Arenas, le daba lustre a esa colectividad.
Y luego la generación de Hernando Sorzano, Humberto Silva, Carlos A. Noriega y Darío Marín, quienes crearon una mística y le dieron una identidad.
Para luego continuar con Ciro López, quien en medio de su humor y de su escepticismo hacia política con altura, y Jaime Serrano Rueda, señor si los hubo, de pulcritud y transparencia política que daba gusto.
Y la última generación de Oscar Martínez y Feisal Mustafá.
Era un partido digno, respetable, donde se guardaban principios porque se tenía una concepción del servicio público.
Todo eso se tiró por la borda. Se perdió la identidad.
¿Qué puede mostrar un partido que tiene dirigentes como Yidis Medina para quien todo tiene precio, como el voto, las ideas, que eran como un elemento sagrado y ahora son sujeto de mercado?
Grave crisis por la que pasa el conservatismo en Santander que ha perdido el nivel en su dirigencia, cuando antes por lo menos existia un estilo, una marca, que lo hacia visible y respetable.
Es el momento adecuado para que los jóvenes hagan politica y busquen el rescate de esos valores y de esos principios.

viernes, 6 de junio de 2008

ESTRATEGIAS ANTI-REELECCION

Por: Raúl Pacheco Blanco

Al presidente Uribe quieren ponerlo contra la pared para que decida si se lanza a la tercera candidatura, o por el contrario se hace a un costado.
Por lo menos uno de sus bastiones en el Congreso, precisamente su presidenta, quien pertenece al grupo de Vargas Lleras sostiene que es un hecho la aceptación de Uribe para ese tercer periodo.
Pero el jefe de Cambio Radical ya decidió iniciar su campaña presidencial, alejándose tácticamente del Congreso para hacer el curso presidencial en Harvard.
Rafael Pardo Rueda también partió plaza y señaló que con Uribe o sin Uribe, será candidato.
Los Gaviria, del Polo y del liberalismo hicieron llave para derrotar la reelección, o al menos, destaparla.
Y Uribe no la destapa, porque si lo hace a favor, les deja mucho tiempo a sus adversarios para la campaña y si en contra, se desbarata el Uribismo y pierde gobernabilidad.
El conservatismo igualmente ha presionado, amenazando con el lanzamiento de candidato propio.
El Polo a su vez contempla divisiones muy serias, precisamente por la candidatura presidencial.
Pero no debemos olvidar que en las últimas elecciones las Farc han sido un factor determinante, al obrar como revulsivo con las cartas que ha jugado.
En este caso, puede volver a meter baza en este pleito e idearse una estrategia que le permita sacar dividendos políticos, precisamente en el momento en que está en aprietos y debe demostrar que todavía se mueven.
Una de esas cartas podría ser Ingrid Betancur.
Por su liberación las Farc están haciendo exigencias muy altas, a tal punto que el presidente Sarkosy y el gobierno de Francia han tenido que mermarle a su ánimo de verla libre en el menor tiempo posible.
Las Farc siguen en deuda con su gran protector el Presidente Chávez, y la liberación de Ingrid por intermedio de Chaves, le daría a éste un prestigio internacional de mediador que en este momento no tiene y lima un tanto sus asperezas ante la opinión mundial.
Y a las Farc, las pondría en el camino de su estatus de beligerancia que es su máxima aspiración.
Pero falta Uribe.
A Uribe le deben unas cuantas derrotas tanto a nivel internacional como interno y este sería el momento de cobrar venganza contra Uribe torpedeándole su candidatura presidencial, con la liberación de Ingrid, dentro de un show de resonancia mundial, para que a partir de ahí arranque su campaña presidencial, la de Ingrid, que sería de un impacto de grandes consecuencias y se constituiría en la única amenaza seria contra el tercer periodo de Uribe.

lunes, 2 de junio de 2008

La ética de los estadistas.

Por: Raul Pacheco Blanco.

Hans Küng, el célebre teólogo suizo sostiene que un hombre de gobierno no debe mentir bajo ninguna circunstancia, porque la ética que lo debe guiar es la misma de cualquier individuo o particular.
Henry Kissinger, el ex ministro de estado norteamericano por el contrario sostiene “ que el estadista tiene unas reglas morales distintas de las del ciudadano común”.
El punto de referencia para Kung es el caso de George Bush , quien mintió para poder justificar la invasión a Irak, como lo hizo, en base a que Sadam Hussein tenía armas nucleares que se constituían en una amenaza para occidente.
A su vez Helmut Schimidt, ex canciller de Alemania sostiene la misma teoría de Kung: “Estoy firmemente convencido de que no hay una moral diferente para el político”.
¿ Pero en realidad de verdad un acto individual tiene la misma connotación y trascendencia que un acto de estado?.
El hecho individual solo compromete la responsabilidad de quien lo ejecuta y la esfera de daño es limitada.
En tanto que el acto de un estadista u hombre de gobierno, abarca la esfera de la sociedad.
Una mentira dicha por una persona individual resulta en la mayoría de las veces irrelevante para la comunidad.
Puede decir que se ganó una lotería, sin que sea cierto, y solo abre las esperanzas de sus acreedores y la envidia de sus más allegados.
En cambio, si un presidente miente, la cadena de hechos que desata son de mayor entidad.
Ahora, el individuo busca su propio bien con la mentira que produce, en tanto que el gobernante ya no solamente busca el bien de la comunidad, sino también la justicia, o el mal de la comunidad y la injusticia.
Lo justo no es tan severo en el acto individual como en el de trascendencia social.
En el caso de Bush, su mentira buscaba un bien : librar a Irak de un de un tirano y de organizar la democracia, pero resultaba totalmente injusto involucrar en la guerra a todo un pueblo.
El bien era bueno pero injusto.
Y justificar la acción porque Irak tenía bases nucleares , cosa que no era cierta, para emplear unos medios como la guerra , para llegar a un fin, de acuerdo con la tesis maquiavélica, de que el fin justifica los medios.
Pero aquí ni siquiera eso, porque los medios fueron tan devastadores que excedía con creces al hipotético bien buscado.
En cambio si un ministro de Hacienda dice que no va a decretar una devaluación y en la misma noche lo hace, ha mentido, pero ha evitado el pánico económico, que sería mucho peor que la mentira dicha.
El bien privado no puede ser igual al bien público.
Trae a cuento Hans Kung la declaración de las responsabilidades humanas, emitida por Consejo de interacción compuesto por jefes de estado y de gobierno, en donde se dice que “ nadie, por poderoso que sea, debe mentir”.
Pero a continuación se dice que “ el derecho a la intimidad y la confidencialidad personal y profesional debe ser respetado. Nadie está obligado a decir constantemente toda la verdad a todo el mundo”.
Es decir, se produce un empate técnico entre los dos conceptos.
Y también define lo que es una mentira al señalar que es “ una declaración que no concuerda con la opinión de quien la formula y apunta a engañar a otros, ya sea para perjudicarlos o bien para obtener una ventaja personal”.
Eso puede ocurrir a nivel individual, pero el estadista, con excepciones, desde luego, no busca ventajas personales, sino para la comunidad.
No lo guía el egoísmo, como puede guiar a la persona que miente para satisfacer intereses personales.
Y desde luego es un hecho que la veracidad debe guiar a un gobernante, pero ante hechos excepcionales, realmente comprobados, no hipotéticos como los alegados por Bush para la invasión a Irak, la ética no puede ser la misma, porque está de por medio el bien o la justicia, ya que los gobernantes son responsables del bien común.
Luego la verdad siempre está en el medio.
No todas las veces el estadista puede mentir así se trate de un derecho suyo por lo delicado de su misión, ese no es el principio.
El principio es el señalado por Küng : el de la veracidad.
Pero se producen hechos y circunstancias en donde el mal menor, la mentira, se impone para evitar precisamente un mal mayor.
Los derechos y las obligaciones no son absolutos, sino condicionados a circunstancias de tiempo, modo y lugar.
Existen diferencias de grado entre una ética individual y una ética pública, como es la que maneja el estadista o el gobernante.
Lo importante no es que nunca se debe mentir, sino que los objetivos encubiertos por la mentira, logren el bien y la justicia para la comunidad.
Que en el caso de Bush solo miraba el bien de los Estados Unidos , pero no el de la comunidad internacional y, menos, el de Irak.
Y trae a cuento Kung lo que le dijo Kissinger cuando debatían el caso: el teólogo ve las cosas “desde arriba” y el estadista “ desde abajo”.
Son dos ópticas distintas pero que deben ser armonizadas, partiendo de la base de que el principio es la veracidad en el gobernante, pero en determinadas circunstancias es lícito , bueno y justo mentir para evitar males mayores o para lograr la realización de la justicia.