viernes, 27 de octubre de 2017

SAN ANDRES ISLA



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

Cuando yo me iba a poner el cinturón de seguridad el chofer del taxi me miro con cierta compasión y me dijo: aquí no usamos eso, a mí  me estorba y nunca me lo pongo. Además si me lo pongo quien se aguanta la mamadera de gallo  de los colegas. Y cuando llegamos  el semáforo que ya estaba en rojo y me preparaba para la frenada  en seco, el taxi siguió de largo y nosotros ganamos la otra vía, como si fuera lo más normal del mundo. Luego le pregunté la hora y me contesto: son las diez más o menos. Pero la hora exacta, le volví  a decir. Para nosotros la hora exacta es esa. Es decir la filosofía del más o menos. Esta es la filosofía que impera en toda la costa colombiana, bien sea Cartagena, Barranquilla, Santa Marta o en esta ocasión la isla de San Andrés. El nativo de San Andrés es alto y delgado, sin grasa alguna, con la misma modulación profunda de la voz caribeña. El abandono de la isla se ve en casi todas partes, menos en el malecón que es más moderno, lleno de almacenes y restaurantes y en donde se ve el susto que pasó el gobierno de turno cuando salió la sentencia de la Corte Internacional, donde se perdieron muchas millas de aguas marinas y submarinas a favor de Nicaragua. Y esta sigue en la lucha para lograr algún día la conquista de su territorio. Ese susto logro que el gobierno de turno se metiera la mano al bolsillo para que la isla siguiera en tono patriótico formando parte del territorio colombiano. De esa época quedan las banderas de Colombia repartidas por todas partes. El recorrido por toda la extensión de la isla va desnudando las carencias, pues no aparecen las urbanizaciones que uno esperaría encontrar, sino casas de campo muy precarias, a veces se ven abandonadas en medio de una naturaleza calcinada por el sol. En el recorrido se encuentra la cueva del pirata Morgan, el hoyo soplador y pare de contar. Se nota la falta de planeación en el trazado de sus calles, por donde uno no alcanza a palpar su mayor problema que es el de la superpoblación, según las estadísticas. El mar es lo mejor, con aguas que no se encuentran en ninguna de las otras ciudades de la costa, pues en San Andrés las aguas son cristalinas y en el mar se ven reflejados muchos colores que las hacen únicas..

ACUERDO DE PAZ CON LA GUERRILLA



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

El acuerdo de paz firmado en el teatro Colon resulta inmodificable bajo el punto de vista de la guerrilla y del gobierno. Pero no del estado. Había necesidad de que ese pacto se convirtiera, de simple acuerdo con el gobierno a acuerdo con el estado y, de ahí, que le quedaban faltando instancias, como las de acudir a un legislativo deliberante y a un judicial autónomo. Y además de esto, quedaba el libre juego del pueblo que es el titular de la soberanía y quien tiene que decidir en definitiva si los aprueba o no. Este paso no se ha dado y si bien se hizo el intento con el plebiscito, fue el mismo pueblo el que dijo no a la integridad de  sus propuestas y no ha sido subsanado ese vacío constitucional hasta el momento. Se acudió al Congreso para darle algún viso democrático pero no era lo pertinente. La guerrilla no tiene problema alguno porque obra motu propio, ya que se trata de una organización vertical y centralizada, en donde el poder es omnímodo y disentir le puede costar la vida a cualquiera dentro del ámbito de su dominio. En cambio del otro lado, del estado, está compuesto por tres podres, el ejecutivo, el legislativo y el judicial y con otro ítem: que todos deben estar sujetos a lo mandado por la constitución y, como ya lo dijimos, al mandato del pueblo que es el titular de la soberanía y del poder constituyente. Así que la situación es compleja y no tan simple como la decisión que si puede  tomar el alto mando de la guerrilla. Ahora, ya está desmontado el aparato habilidoso que trataron  de montar el abogado Santiago y Alvaro Leyva, como si se tratara  de un acuerdo especial dentro del ámbito del derecho internacional, dándole categoría de estado a la guerrilla cosa que era totalmente traída de los cabellos y que afortunadamente la Corte enmendó. Luego nos estamos moviendo dentro del ámbito del derecho interno y solamente apelamos al derecho internacional en el caso excepcional de los derechos humanos y del derecho humanitario, que si pueden entrar al bloque de constitucionalidad, pero no las trescientas y más páginas del acuerdo que los defensores legales de la guerrilla pretendían que era un  todo constitucional, como si fuera una constitución paralela. Con estos presupuestos han debido contar los negociadores del gobierno, porque no se trataba de una asamblea constituyente que estuviera reunida para producir una nueva constitución.

jueves, 19 de octubre de 2017

EL PODER Y LA OPINIÓN PÚBLICA



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

La lucha de fondo se produce entre la opinión pública y el poder.  Mas ahora cuando ninguno de los partidos obtiene mayoría y tiene que hacer coaliciones para ganarlo. De ahí que las encuestas no miden una realidad que está en el fondo y que solo sale a flote el día de elecciones. Por eso, si bien es cierto que la imagen de Germán Vargas Lleras está muy deteriorada ante la opinión pública y ese fenómeno se ve reflejado en la última encuesta, en cambio está muy bien parado ante el poder. Por una parte, pertenece a una de las estirpes tradicionales, que viene desde el siglo XIX, con dos presidentes a su favor y un tercero en juego para tratar de ganarle a los Ospina, que son los únicos que hasta el momento han colocado tres presidentes: los dos Marianos y el general Pedro Nel. Por otra, negoció su posible candidatura en el periodo anterior con Juan Manuel Santos y de ahí que éste le entregara varios ministerios, lo mismo que un amplio presupuesto para hacer obras públicas, las cuales le sirvieron para tomar contacto con  la comunidad y jalonar su presidencia. Y como si fuera poco, de formar una coalición con el expresidente Uribe llegaría  a ser imbatible. Por lo tanto, la imagen negativa de los políticos en la hora de ahora, poco dice. Fijémonos que cuando empezó la campaña a la presidencia, el candidato que punteaba las encuestas era Gustavo Petro y su nombre no se mantuvo luego porque empezó la verdadera lucha en que casi siempre se impone el poder sobre la opinión pública. Desde luego sucede que en ocasiones se ponen de acuerdo las dos fuerzas y de ahí que logren un liderazgo de mayor envergadura que permite hacer un ejercicio mejor del poder. La imagen negativa de Vargas Lleras se basa en que su partido, Cambio Radical, es el subcampeón de la corrupción, en que entró al gobierno, formó parte de él y luego se salió al final por la puerta trasera, haciendo casi el mismo juego que hizo Juan Manuel Santos con Alvaro Uribe, al tratar de ganarse la opinión pública que se expresó libremente en el plebiscito cuando votó no. Ahí trató de enlazar las dos fuerzas, el poder y la opinión pública, para que su triunfo en las elecciones no tuviera problema alguno. Y no debemos olvidar que nuestra democracia es eminentemente dinástica y que el turno presidencial es predestinado.

jueves, 5 de octubre de 2017

EL PROCESO ODEBRIL



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

El gran reto que tiene por delante el fiscal Néstor Humberto Martínez, es el de abrir el proceso contra el presidente de la república por los dineros que entraron a la campaña presidencial de parte de Odebrecht, la empresa brasileña que está en la picota pública y en los tribunales, por sobornar a gobiernos para conseguir contratos de obras públicas. Y ha tenido la suerte, lo mismo que el presidente, de que apareciera el cartel de la toga para que se distrajera la opinión pública con ese nuevo escándalo y olvidara la responsabilidad que tiene el jefe de estado por los dineros de las dos campañas presidenciales. Y está en mora el señor fiscal de ponerse al frente de la investigación para luego darle traslado a la cámara de representantes y repetir el periplo que vivimos en el cuatrenio de Ernesto Samper. La historia se repite y si está crudo el inicio de la investigación por parte de la fiscalía, todavía mayor el papel que debe jugar el Congreso en donde fácilmente hace mayoría el gobierno en base a la mermelada. Por ahora el presidente se rasga las vestidura de ver las andanzas de los magistrados Bustos, Ricaurte y Malo, del señor Moreno y los saltos de mata que han tenido que dar los parlamentarios  Andrade, Besaile y el ñoño Elías, además de Ramos. Y se mueve con mucho garbo en el paisaje continental, luego de haber hecho los acuerdos con las Farc y de haber recibido nada más y nada menos que el premio Nobel de la paz. Todas estas cortinas de humo están tapando la iniciación del proceso Odebril, para que no se quede entre el tintero el juicio correspondiente, que como vemos, es necesario para depurar el ambiente enrarecido y el papel que ha desempeñado el expresidente Samper, quien si no fue condenado por los tribunales, si por la opinión pública que lo abuchea en cuanto escenario asista, como ocurrió en el último festival vallenato en donde a voz en coro toda la multitud gritaba ¡ocho mil!, ¡ocho mil! cuando lo vio. Para luego hacer un papel tan destemplado en Mercosur, en donde se puso en contra de la posición de Colombia ante el caso del gobierno de Venezuela y como la cereza del pastel el twitter  que la representante Angélica Lozano le propinó al expresidente cuando rechazó con ira el respaldo que éste le estaba brindando a su pareja Claudia López, para felicitarla por el papel desempeñado por ella en los acuerdos con  la guerrilla.

CATALUÑA.


POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

La constitución española de 1978 no contempla la  separación de sus autonomías, porque el interés inicial y la voluntad del pueblo español buscaba antes por el contrario, conservar la unidad por encima de todo. Así lo dicen sus primeros artículos y el 2 enfatiza en la “indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles”. Así que en el ánimo constitucional no estaba prevista la ruptura como ahora se pretende, para lograr el estatus de nación. Sin embargo, en derecho las cosas se deshacen en la misma forma en que se hacen. Y si el pacto viene desde un referéndum en donde el pueblo español manifestó su deseo de constituir una nación, compuesta por regiones con autonomía, en la misma forma se puede deshacer la unión, pero para eso se necesita la voluntad expresada en las urnas del pueblo español para que Cataluña se convierta en una nación independiente. Así, si el pueblo catalán acaba de expresarse en cuanto a la voluntad de separarse de España, ahora le toca el turno al pueblo español para manifestarse en referendo si está de acuerdo o no con que se produzca esta separación. Por lo tanto, lo esencial se constituye en que actualmente la soberanía reside en el pueblo español y no en el catalán. Luego para que se produzca ese traspaso de soberanía se necesita la colaboración o la voluntad de hacerlo por parte del pueblo español que es el titular de la soberanía y del poder constituyente para que Cataluña se convierta en una nueva nación. La salida más obvia era la de pasar de un sistema autonómico a uno federal, pero los catalanes han expresado en todas las formas posibles que a ellos no les interesa una solución de estas, pues los poderes que adquirirían en esta nueva modalidad federal, ya los tienen, dentro del orden autonómico que los rige. Y pasar luego a la confederación no creo que el resto de provincias españolas tenga interés de hacerlo, porque fuera de los gallegos y  los vascos no existe ese interés. El presidente Rajoy da la impresión de no meterse a fondo en el problema, por una parte para que no lo sindiquen de franquista, al emplear todo el poder del estado o por razones que a nosotros se nos escapan. Porque con la sola aplicación del art l5, que es de policía, no se soluciona el caso. El análisis de fondo lo hacemos bajo el punto de vista del derecho.