martes, 30 de diciembre de 2008

NUEVO AÑO.NUEVO AÑO.

Por: RAUL PACHECO BLANCO:

Leyendo el Mito de Sísifo de Albert Camus se da uno cuenta de lo absurda que es la vida, girando todos los días sobre la misma órbita, como el destino de los planetas, sin ánimo alguno de remisión.
La tragedia de Sísifo condenado eternamente a llevar hasta el monte una roca, que él callada y resignadamente va escalando hasta que llega a la cima y allí no tiene otro remedio que dejar que la roca se desprenda de nuevo hacia el sitio donde había arrancado en su absurdo peregrinar. Para luego continuar en la misma brega.
Es lo que uno hace cada año, celebrar la llegada del Niño Dios, comerse los tamales o el pavo y despedir el año con mucho trago para empezar otro año que será idéntico al anterior, con muy escasas variantes, como las que podía tener Sísifo con su roca al encontrar mejor o peor camino, pero el mismo. Nosotros también, con las variantes de un buen año, o regular o malo, pero eternamente en el mismo cuento. Y pensar que la única salida es la muerte. Que para algunos puede estar allí, para otros un poco más lejana, pero siempre ahí, respirándole en la nuca.
Por eso Sócrates llegó a decir que el mejor destino del hombre es no haber nacido, para evitar ese tránsito mortal, en donde se puede disfrutar quizá de una gloria efímera, tan pasajera que cuando apenas se han apagado sus ecos , ya han surgido nuevas cosas que la someten al olvido, o de una fortuna que será la envidia de muchos o el lento acabamiento tras los esfuerzos biológicos para hacer frente a tanta fortuna, o tantos males que al fin se acaban, dejando apenas borrosas huellas de martirio, que a nadie van a redimir.
Doblando el año Colombia sigue ante la misma expectativa de siempre, ¿ cuándo tendremos paz?, la pregunta que se hacían los viejos combatientes de la Guerra de Los Mil Días, luego del conflicto, para gozar apenas de una tregua de veinte años durante el tiempo de la república conservadora, para abrirse de nuevo a la violencia y rematar con el corcho cerrado de la guerrilla que no da tregua, porque cuando parece agotarse, se levanta de nuevo, como un Lázaro apocalíptico.
Pero hay que seguir viviendo, confiados como Sísifo en que cada día llevará uno con más elegancia o más técnica, o más fortuna, la pesada roca que se le ha sido encomendada quien sabe por quien, pero por alguien que no aparece, que no da la cara.
Dar un feliz año es casi una ironía, porque uno no sabe qué se esconde tras de él, aunque el diseño general ya se lo sabe uno, pero el sesgo particular es el que falta para cuajar el sello de semejante destino.
Por eso algunos dirán que la muerte es la mejor salida, porque ¿ qué tal asumir plenamente el destino de Sísifo que debía ser eterno y no efímero, como el paso de nosotros los hombres por este mundo?.
Dentro de estos patrones, un feliz año para todos.

viernes, 26 de diciembre de 2008

LOS MEJORES COLUMNISTAS:

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

En Colombia hay muy buenos columnistas. Desgraciadamente el lector juzga al columnista, no por la calidad del escrito, sino porque se identifica con su propio pensamiento. Así que no se tiene en cuenta un buen planteamiento, ni sólidos argumentos , ni la buena prosa utilizada. Solo la identidad en el punto de vista es lo que vale.
Es decir, aquellos que están de acuerdo con el propio criterio del lector son los buenos y los que difieran en sus criterios y apreciaciones son los malos. Esa es la tabla de valoración.
Por ejemplo : para los anti-uribistas, los mejores columnistas son los de El Espectador y los malos los de El Tiempo. Y para los uribistas, al contrario.
Para mi, entre las mujeres sin duda la mejor es María Isabel Rueda, por el rigor jurídico que le imprime a la mayoría de sus artículos, su agudeza y conocimiento de la política. Pero son igualmente buenas, María Jimena Duzán y Claudia López, por su estilo de oposición, a base de argumentos y de un valor personal que es justo resaltar..
Es detestable en cambio la señora Florence Thomas, por su aire de feminismo trasnochado.
Entre los hombres, en materia de humor, Daniel Samper Ospina, por la gracia fresca con que hace sus comentarios, desde la tradicional agudeza bogotana, que en mucho hace recordar a Klim.
En temas ya serios, Eduardo Posada Carbó me parece el más completo , pues lleva una línea de conducta ideológica muy coherente . Pero también son muy buenos Daniel Coronel, por su sentido de la investigación de la noticia que la convierte en artículo, Héctor Abad, Juan Gabriel Vásquez y William Ospina, porque han demostrado que los escritores tambien pueden ser buenos periodistas.
En cambio me parece detestable Fernando Londoño Hoyos, pues maneja un lenguaje pasado de moda y su dogmatismo no le permite ver otras realidades.
Como me parece igualmente detestable ese periodismo de folletin o de estilo de oposición porque sí, de Ramiro Bejarano y Felipe Zuleta Lleras.
Humberto de la Calle es demasiado simple , pero muy serio en sus apreciaciones.
Un periodista que ha perdido vigencia y se ha desgastado por su sentido anarquista es Antonio Caballero, y Alfredo Rangel, desde que se metió a la política, dejó de ser el académico imparcial, de rigurosa coherencia científica.
En materia de política internacional, nadie maneja con más dominio el tema y con más ponderación y buen criterio, que Rodrigo Pardo Garcia-Peña. Es un periodista que enseña y analiza desapasionadamente.
También son muy buenos Mauricio Vargas y Rudolf Homes, mientras que ha decaído Dartañan.
Ahora, los que sí no cuentan, son los periodistas de provincia. ¡ A qué se debe?.

jueves, 25 de diciembre de 2008

LO BUENO, LO MALO Y LO FEO DE URIBE:

Por: RAUL PACHECO BLANCO.

LO BUENO: la política de seguridad democrática que ha devuelto el derecho a la movilidad; la economía, por el verdadero auge que se ha vivido ; igualmente el acorralamiento a la guerrilla , el manejo de las relaciones exteriores, el extenuante trabajo del Presidente que ha marcado la pauta a los colombianos en materia de dedicación al servicio público , que se extiende desde muy temprano hasta el filo de las madrugadas. La comunicación con la gente, el contacto permanente a través de los consejos comunales, la sensación de que existe un gobernante celoso que se ha echado el país al hombro, el liderazgo nacional ejercido por encima de los partidos, tal como lo predicaba pero no lo aplicaba el general Benjamín Herrera, el respaldo popular que lo ha acompañado siempre, en las buenas y en las malas, cuando era costumbre que al tercer año de gobierno se organizaba un banquete en el hotel Tequendama, para pedirle al comandante de las Fuerzas Armadas, que de por Dios salvara la patria con un golpe de estado y, en los estadios y en las plazas públicas el abucheo era lo tradicional .
Y el respeto por la prensa y los medios de comunicación en general. LO MALO : la contaminación del paramilitarismo, el ambiente narco que respiraba el Presidente en las fincas de su padre, la falta de un criterio social para manejar la economía, constituyéndose en vocero de los bancos y de los grupos financieros, la intención de desmontar el estado social de derecho, siguiendo las pautas de la señora Tatcher, Reagan y Bush y que afortunadamente la Corte Constitucional no lo ha permitido; cierto sesgo regional a través del “paisismo”, la inamovilidad de sus ministros , no obstante el descontento con algunos de ellos, el trabajo a favor de la casa Santos, con dos miembros de ella en el comando del gobierno, buscando apoyo de El Tiempo; el exagerado apego al liderazgo de los Estados Unidos, tan equivocado en el caso de Irak. LO FEO : la vinculación de una persona poco presentable como José Obdulio Gaviria al gobierno, dado su parentesco con Pablo Escobar, lo mismo que la permanencia de Valencia Cossio en el gabinete, cuando su hermano se había puesto de ruana la Fiscalía de Antioquia; el lenguaje desabrochado muy de corte “chavista”, impropio en un estadista de sus quilates, haber caído en la tentación de darle cabida a Chávez para que se metiera en la política nacional, afortunadamente conjurado luego.
APARTE: Fabio Torres Barrera ha incursionado en su último libro, en un tema bastante exótico en Santander, cuna del laicismo radical, como la santidad, en ese estilo suyo, tan apegado a los cánones Camacho-carreñistas, que busca la belleza a través de la palabra y de la frase encrespada y barroca. Un Siglo de Santidad, es su libro que ya se encuentra en las librerías.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

LA LEYENDA NEGRA DEL RADICALISMO:

Por: RAUL PACHECO BLANCO.
En un reportaje dado a El Espectador Fernando Hinestrosa criticaba el hecho
de que en Colombia se ha tejido la leyenda negra del periodo del radicalismo, mientras se ha ensalzado hasta el cansancio el de la Regeneración.
Esta es una buena oportunidad para tratar de precisar algunos aspectos que vale la pena tener en cuenta sobre la obra desarrollada por el radicalismo en el siglo XIX .
En primer lugar, no todo el aporte del radicalismo fue negativo. Mas bien
se ha especulado bajo el punto de vista de la Iglesia , cuando se trata de juzgar y hacer el balance de ese periodo que va de l.863 a l.885, cuando la batalla de la Humareda le pone fin al movimiento radical.
El radicalismo quiso imponer unas ideas nuevas, que por cierto ya no lo eran en Europa y en el mundo avanzado, como las de la Ilustración, basadas en la incorporación de la razón al mundo de la vida, dominado hasta entonces por el imperio de la fe, expresadas en el bagaje medieval.
La Iglesia de esa época consideró que todo el andamiaje construido hasta entonces por el cristianismo, se venía abajo y la emprendió contra esas nuevas tendencias a como diera lugar.
Y nada más provechoso que esa apertura hacia una realidad que le daba oportunidad al hombre de realizarse plenamente, sin las limitaciones de la fe de carbonero que estancaba el pensamiento y le ponía una camisa de fuerza a todo lo que hasta ahí se había considerado sólido y consistente.
Pero el radicalismo pecó en el sentido de irse contra el dogma y unas ideas que todavía no formaban parte del bagaje cultural nuestro, sino que apenas eran diletantismos de intelectuales y de una escasísima clase dirigente educada, cuando ha debido aprovechar la coyuntura para bajar ese imperio de la razón al comportamiento diario, cotidiano, en que estaba la verdadera cultura de los pueblos avanzados, erradicando la violencia como el mal mayor de nuestro realismo mágico.
Así que si el planteamiento del radicalismo fue impecable bajo el punto de vista teórico, no lo fue así en el asentamiento de esas ideas, en la siembra de unos comportamientos regidos por la razón.
Es evidente que quien maleó el proyecto radical fue el general Mosquera, por cuanto no comulgaba sinceramente con esas ideas, sino que sólo le importaba llegar al gobierno y manejar el poder. Así que el general Mosquera fue el gran impulsor de las guerras civiles, pero el radicalismo se dejó llevar de él para conseguir el imperio de sus ideas, pero con obispos protestantes como lo diría más adelante Miguel Antonio Caro.
Así que el aporte ideológico fue indudablemente bueno, porque insertaba a Colombia en el mundo contemporáneo y lo sacaba de una época ya superada.
Yo creo que esa es la valides del radicalismo y por lo que vale la pena resaltar su aporte.

EN CUANTO A LA ECONOMÏA .

Ahora, en cuanto a lo sostenido por Adolfo Meisel Roca ( El Espectador, l2-XII-08 ), del éxito de la política económica del radicalismo, sí es discutible, pues la desamortización de los bienes de manos muertas, si bien sacó al comercio las tierras que acumulaba la Iglesia por efectos del “Upeguismo”, esas tierras vinieron a quedar en poder de los grandes terratenientes liberales y por debajo de cuerda de los terratenientes conservadores, sin que esa medida hubiera descentralizado la tenencia de la tierra, porque en realidad lo que hizo fue concentrarla.
Por estudios serios sobre el resultado y el crecimiento de la economía en el periodo radical, como el de Paul Mac Greevey ( Historia Económica de Colombia, Tercer Mundo, l.975. ) se sabe que las cifras demostraron todo lo contrario, un decrecimiento, con relación a las tasas que se venían logrando.
También es cierto que en materia de educación se avanzó , hasta llegar a casos extremos como el del general Wilches que fundó un Instituto Agrícola en Concepción, importando laboratorios, profesores de todas las nacionalidades y sistemas avanzados en donde se llegó a tener profesor por alumno, lujo que solo se vino a dar Alfonso López Pumarejo, cuando recibía clases de Miguel Antonio Caro.
Lo mismo en materia de defensa de las libertades individuales, pero no de la tolerancia, porque ahí también hubo una desviación de intenciones, pues la tolerancia eran para las ideas de unos pocos, mientras que la intolerancia era para dejarla libre en la convocatoria de guerras civiles, que fue el deporte preferido en esa época radical y probablemente el antecedente más cercano del auge del fútbol.
Ya es un lugar común señalar que los índices más altos de guerra civil se dieron en el periodo radical, fenómeno bien analizado por Arturo Alape en uno de sus libros.
En cuanto a la descentralización fue buena la descentralización administrativa, más no la política, que vino a fraccionar el país cuando todavía el palo no estaba para cucharas, quedando en manos de caudillos regionales que hicieron la vida imposible.
Este periodo radical fue evidentemente revolucionario, porque se metió más de lleno en el mundo del “iluminismo”, labor que ha debido desarrollar la generación anterior de Bolivar y Santander, pero que se quedó entre el tintero por falta de adecuación a un medio hostil a las nuevas ideas y fue tan avanzado en materia de ideas, que les alcanzó hasta para arañar ideas socialistas, introduciendo el pensamiento de Owen, Luis Blanc, Fourier y Saint Simon, entre otros, pero que dado el desarrollo económico tan incipiente de la época no era posible viabilizarlo. Sin embargo, ellos posaron de socialistas sin que se concretara en hechos.
Todos ellos tenían un pensamiento liberal en lo económico , bien fuera Murillo Toro, Aquileo Parra, Rojas Garrido o demás adalides del radicalismo.
En todo caso, vale ese periodo por la inquietud intelectual demostrada, su ánimo de cambio , de oxigenación, pero sin que tales avances hubieran tenido como meta el cambio de las costumbres y de las conductas, ahí si radicalmente violentas que llevaron a una guerra civil sin fecha de vencimiento.

viernes, 12 de diciembre de 2008

SEMI _PRESIDENCIALISMO PARA EL 14

Por: RAUL PACHECO BLANCO.

Sería bueno aprovechar la coyuntura que se empieza a abrir, al no permitir la reelección inmediata por el error en la formulación de la pregunta del referendo, para diseñar un nuevo juego consistente en crear el sistema semi-presidencial, al estilo francés .en 2.0l4.
Este sistema se acomoda más a nuestra idiosincrasia que el simplemente parlamentario, que de entrada tiene mala presentación. Y decimos que tiene mala presentación porque sería darle demasiado juego a un Congreso bastante desprestigiado, para que escoja primer ministro de acuerdo con la mayoría parlamentaria que salga de las urnas, cuando estamos acostumbrados a que el pueblo lo escoja directamente. Al colombiano no le suena aquello de que el Primer Ministro, quien va a gozar de la mayoría de los poderes, tenga que pasar por el Congreso, como si este tratara de legitimar algo que el pueblo ya ha legitimado o en eventuales circunstancias termine siendo la fuerza decisiva para la escogencia de la cabeza mas visible del ejecutivo. En cambio el sistema semi-presidencial, tal como opera actualmente en Francia, el pueblo elige directamente al Presidente y el primer Ministro sí puede tener otras instancias. Y la ventaja está en que fracciona el ejecutivo en Jefe de Estado y Jefe de Gobierno, con lo cual se logra que no se acumule en una sola persona el manejo de la rama ejecutiva, sino que se reparta entre dos, con funciones claramente especificadas, para evitar desvíos de uno y de otro, pero a su vez, se sigue teniendo al Presidente como el de mayores poderes, preservando un poco esa tradición. Pero el Primer Ministro le va a aligerar la carga de trabajo al Presidente , que en el caso del presidente Uribe ha sido extenuante y desgastador. Y decimos que es favorable la coyuntura del año l4, porque el presidente Uribe puede entrar a jugar un papel importante, como sería inaugurar el sistema encarnando la figura del presidente que es la cohesionante y de mayor poder, pero dejando el debate parlamentario y la conducción inmediata del gobierno en manos del Primer Ministro, que es el trabajo más desgastador, política y físicamente.
Así que el Primer Ministro sería el encargado de llevar las relaciones con el Congreso y toda esa inmediatez de gobierno que tanto tortura a los presidentes. El presidente se encargaría del manejo de las relaciones exteriores y de los problemas generales de la administración, dejando el trabajo específico, de carpintería al primer ministro. En este aspecto se podría innovar para hacer un reparto de poderes lo más acorde con nuestra manera de ser y de nuestras circunstancias. Esta oportunidad nos la puede dar el hecho de no llegar a aprobar la reelección inmediata, que tanto problema ha ocasionado en todos los sentidos. Para consulta de investigadores, universitarios, estudiantes : raulpachecoblanco.blogpot.com

domingo, 7 de diciembre de 2008

2666 la novela de ROBERTO BOLAÑO




1.La Parte de los criticos

2.666 se compone de cinco novelas, haciendo lo de Proust, Balzac, o aquí en Colombia, Moreno Durán, tratando de dejar una obra compacta y representativa.
La primera se llama La Parte de los Críticos , en donde cuatro personajes aparecen para configurar un grupo de literatos, unidos por la común admiración a la obra de Archimboldi, un novelista alemán que se convierte en algo mercurial, inasible, porque no llegamos a conocerlo a través del relato.
Esos personajes son Pelletelier, un francés, Morini, italiano, Espinosa, español y Liz Norton, inglesa.
Ellos responden a ese tipo de escritores que llevan una vida desordenada, con el talante del aburrimiento y la insatisfacción que se le ve a Roberto Bolaño en las fotos.
A veces hacen recordar el personaje aquel de la romana de Moravia, que se entregaba porque se aburría.
De la Norton, dice Bolaño que “era incapaz de trazar con claridad una meta determinada y de mantener una continuidad en la acción que la llevara a coronar esa meta “ ( pag 2l), aunque difería de Morini , Espinosa y Pelletelier, en cuanto a que para ella la lectura tenía que ver con el placer , en tanto que para ellos ya era el conocimiento , los enigmas, los laberintos y las construcciones verbales lo que les interesaba.
Iban a congresos literarios y demás reuniones de escritores , mientras se consolida una amistad grande entre la Norton y Pelletelier y Espinosa, hasta convertirlos en amantes, en un triangulo que termina siendo de común aceptación, pero que en definitiva va a tener una desenlace imprevisto con el amor que nace entre la Norton y Morini.
La acción se desarrolla en México, en donde vivió en una época Bolaño , señalando una pauta muy constante en los novelistas latinoamericanos , en cuanto a su transhumancia, al desarraigo de sus lugares de origen que parecen repelerse mutuamente , pero que sin embargo los tortura permanentemente, como el caso de Cortázar, Vallejo y quizá Bolaño.
Se aprovecha también para hacer crítica en todos los sentidos, llamando a uno de sus personajes , a Espinosa, como un derechista xenófobo y violento y en la literatura vapuleando” la retórica, en donde se intuye un huracán , la elocuencia cuando intuye la fuerza desatada y a la disciplina de métrica allí donde solo queda un silencio ensordecedor e inútil “ ( pgs l62-63 ).
El final se parece al Castillo de Kafka porque Archimboldi no aparece, no obstante su permanente presencia en ellos y casi llegar a toparse con él, “ porque Archimboldi está aquí y nosotros estamos aquí, y esto es lo más cerca que estaremos de él”, pero solo continua siendo una ilusión, mientras que ellos se afianzan en su unión compartida cuando dicen : “ No se cuanto tiempo vamos a durar juntos, dice Norton. Nos queremos y somos felices. Sé que vosotros lo comprenderéis” ( pag 207 ).

2.AMALFITANO.

Es la segunda novela de 2666 siendo más corta y girando en torno a Almafiltano, un chileno de 50 años dedicado a la enseñanza y a quien le aburren sus alumnos , las clases y el calor de Santa Teresa, en México.
Amalfitano en su relación con Lola, tuvo una hija, Rosa, quien vivía con él.
Lola vive sus propios fantasmas y se va tras de su poeta favorito , Mondragón, quien está loco y recluido en un manicomio.
Aquí parece reflejarse el propio novelista por su origen, sus conflictos y su desarraigo.
Y se mete a escudriñar los orígenes de su patria, remontándose al significado de Chile, como palabra griega, que quiere decir “ tribu lejana”, del padre de la patria O” Higgins , a quien los chilenos describen con lástima, según él, por su bastardía , todo aquello como corolario de profesor aburrido que no tiene muy buena imagen del hombre, como género, a quien encuentra lo más parecido a una rata y tampoco la tiene toda con los chilenos , de quienes dice : “los boxeadores chilenos son todos unos maricones, los habitante de este pais de mierda ( en lenguaje parecido al de Fernando Vallejo ) son todos unos maricones , todos sin excepción , dispuestos a dejarse engañar , dispuestos a dejarse comprar , dispuestos a bajarse los pantalones cuando solo les han pedido que se quiten el reloj”. ( pags 253, 54 ).
Y no faltan las crisis , casi al borde de la locura , las clases ininteligibles para los alumnos , imaginándose encerrado en un manicomio en Santa Teresa o en Hermosillo.
Pero se contentaba con Shopenhauer creía en fantasmas y Nietzche se enloqueció a costa de uno de ellos.
Tambien critica a México , porque “ los políticos no saben gobernar , la clase media solo piensa en irse para los Estados Unidos. Y cada vez llega más gente a trabajar en las maquiladoras “ ( pag 275 ).
Le toma el pelo a Yeltsin por aquello de la bebida , cuando casi siempre expresaba : “ Creo que es hora de tomar una copita “. ( pag 29l ).
De este capítulo se ha dicho que no guarda relación con el resto de la obra, pues se distrae en cosas múltiples y se dispersa y aleja de lo estructural.
Sinembargo, dada la desmesura de su obra, como el Ulises de Joyce, permite que la novela se vaya convirtiendo en una novela abierta, que se mete a narrar todo lo cotidiano, lo intrascendente , lo que se piensa y lo que se dice .

3. la parte de Fate





“La parte de Fate “ es la tercera novela de 2666 y allí sale a flote la gran capacidad narrativa de Bolaño que lo mete a uno a fondo en ese pequeño mundo de los periodistas, como es el caso de Fate , un negro a quien se le acaba de morir la madre y le viene como anillo al dedo una comisión para cubrir en Santa Teresa., México, un combate de boxeo entre un mexicano y un norteamericano. La expectativa es grande por la pelea y la novela se endereza a cubrir esa etapa previa, en donde el periodista tiene oportunidad de vivir a fondo en ese mundo liviano en que las r elaciones son de paso y que le sirve al novelista como cordón umbilical para retroalimentar las novelas, y volver sobre Almafitano y su hija Rosa que dejamos en la anterior novela. Ahora el manejo del suspenso es magistral. Aquí si se siente el peso de la novela-novela en que el lector se mete necesariamente en la realidad que aporta el autor y lo vive en tiempo presente, sin tener que acudir a la técnica del cuento propiamente dicho, que se hace en pasado. Uno ve la diferencia con obras como “ El País de la Canela” de William Ospina, que es pura poesía y se vale de la descripción en pasado para poder hacer construcciones verbales que son admirables por el aspecto formal, por el sonido, pero que no deja que la prosa trascienda la vida, la pinche y la haga sangrar o por lo menos la sienta o la palpe, cosa que se fuga en esos cuentos de poesía épica como es el caso de Willian Ospina y de Espinosa en la “Tejedora de coronas”. Además, esta novela de Bolaño es de las que pone a pensar, no tanto en la forma filosófica sino de profundización de la vida, de meterse en realidades muy particulares para auscultarlas, tal como lo quiere Kundera. Ese es el caso de la conferencia de Seaman (pag.312 siguientes) cuando aborda los temas vitales del peligro, el dinero, las estrellas, la comida, la utilidad, como problemas acuciantes del hombre. Cuando habla de la utilidad hay una frase que vale la pena transcribir, cuando dice: “Sus dentaduras perfectas, sus cuerpos perfectos, sus modales perfectos, como si ellos estuvieran permanentemente desgajando del sol y fueran trozos de fuego, pedazos de infierno ardiente, cuya presencia en este planeta únicamente obedece a la necesidad de pleitesía…lo inútil se impone no como calidad de vida sino como moda o distintivo de clase” (pag.324). O este gran elogio de la lectura “Leer es como pensar, como rezar, como hablar con un amigo, como exponer las ideas, como escuchar las ideas de los otros, como escuchar música (si,si) contemplar un paisaje, como salir de paseo a la playa” (pag.326). La pelea, que era el motivo central, resulta un fiasco porque en el segundo round el norteamericano puso a dormir en la lona al mexicano, mientras el nacionalismo se exaltaba, y luego languidece ante la cruda realidad del combate.

LA PARTE DE LOS CRIMENES.

Esta novela es de mayor envergadura que las anteriores. Su comienzo en un poco tedioso porque trata de enumerar una serie de crímenes de mujeres que se producen como si fuera cosecha, pero lo hace en forma de crónica judicial, dando el nombre de las victimas, los conductos por los que fueron violadas, con un criterio más estadístico que narrativo.
No se porqué, siendo un narrador excepcional, no lo hace en esta primera parte y solo se limita a verificar los hechos, casi en forma igual, repetitiva, casi con las mismas palabras, sin entrar a novelarla, como si lo hace un poco más adelante.
Pero cuando aparece la tertulia que se arma en un discreto café a donde llegan los policías a la madrugada a desayunar, en compañía de otros modestos empleados, la narración cobra vida.
Ahí aparecen de cuerpo entero los mexicanos con su machismo, que llega al punto de denigrar de las mujeres en chistes de mala catadura, como aquel que define la mujer como un conjunto de “células medianamente organizadas que rodean a una vagina”, ( pag 690 ).
Y vienen las cinco generaciones de Marías Expósitos, que hacen recordar a los Aurelianos de García Márquez .
Como el centro de la narración son los asesinatos de mujeres, que se convierten en un problema social, a tal punto que da para traer a un especialista norteamericano que estudie la situación y dé formulas para solucionarlo, o al menos descubra algo que la policía nacional no es capaz de hacerlo. Y no falta la fórmula mágica, muy latinoamericana, de apelar a una adivina, Florita Almado, llamada la santa, para que ella también aporte con sus luces las fórmulas adecuadas.
Ahí el ritmo adquiere una modalidad de novela policiaca, con la intriga de saber quien o quienes son los asesinos y el autor pone a un norteamericano para llevarlo como chivo expiatorio a la cárcel y éste a su vez elabora otra teoría señalando que los verdaderos asesinos son los Uribe, gente metida en una red de narcotráfico de las que tanto pululan y siguen pululando en México.
Como si fuera poco, también aparece un representante de las viejas dinastías , la diputada del Pri que nos habla de su familia a la que muy bien le fue con Porfirio Díaz , pero todavía mejor con el rey Maximiliano, lo mismo que con Iturbide y rematando con las épocas posteriores, porque para ella y su familia “ los mexicanos de verdad éramos muy pocos. Trescientas familias en todo el país. Mil quinientos o dos mil personas . El resto eran indios rencorosos o blancos resentidos o seres violentos venidos de no se sabe donde para llevar a México a la ruina . Ladrones la mayoría . Arribistas. Vividores. Gente sin escrúpulos.” ( pags 739, 740 ).
Todo esto es un tejido de la vida de México contemporáneo , cruzado de conflictos y de problemas bastante comunes en Latinoamérica.
Y nos acerca a una realidad tan cruda como la de las cárceles, haciéndolo con unas pinceladas maestras que son suficientes para suscitar el asco y el horror ante semejante degradación.

LA PARTE DE ARCHIMBOLDI

Ese Archimboldi que en el primer capítulo no aparece, no obstante ser el aliciente intelectual de Pelletelier, Morini, Espinosa y la Norton, y que se convierte en algo inasible, ahora todo se enfoca a presentarlo de cuerpo entero, desde su nacimiento en la Alemania hitleriana, el entorno familiar, los estudios y demás acaeceres.
Se trata de Hans Reiter, quien se destaca por su alta estatura y se enrola en el ejército para combatir en la segunda guerra mundial, en los ejércitos hitlerianos, por allá en l.939.
Vive las peripecias de la guerra y tiene que asistir a escenas tan sangrientas y crueles como el asesinato de los judíos, en masa, que algunos jefes de brigada ingeniosos se dan sus mañas para llegar a algo original, como reclutar una bandada de niños callejeros que juegan al futbol y también se embriagan, para convertirlos en pelotón de fusilamiento y dejar que ellos, luego de emborracharlos, procedan a liquidar a los judíos, en medio de la euforia de la borrachera y la inconciencia de los menores.
Así que inocentemente ellos se convierten en los verdugos de los judíos, evitándole el sonrojo de hacerlo por sus propias manos, al comandante Sammer, que con harta delicadeza le saca el cuerpo a las ejecuciones, para lavarse las manos, como Pilatos.
Por eso cuando los niños llegan a acusarlo de que les robó la infancia, él se defiende diciendo: “ el alcohol les arruinó su infancia. El futbol les arruinó su infancia. No yo.
Y agregaba : “ Otro en mi lugar hubiera matado con sus propias manos a todos los judíos. Yo no lo hice. No está en mi carácter. “ ( Pag l59 ).
Y contemplaba el comandante Sammer otro problema de fatiga del metal : “Aún me quedaban cien judíos y estábamos exhaustos mis policía, mis voluntarios y los niños polacos” ( pag 957 ).
Pero terminó la guerra y Reiter volvió sobre su vieja afición de los libros, como cuando de pequeño se robó un libro titulado Algunos animales y plantas del litoral europeo y lo escondía debajo de su cama.
Luego comenzó a escribir su primera novela Ludieke y decidió cambiarse de nombre para publicarlo, que es cuando adopta el nombre de Benno von Arcimboldi .
Y se hace consideraciones sobre el escritor como aquella de distinguir entre el artesano que escribe todo pulidito pero no dice nada y no trasciende. “ Porque en las entrañas del hombre que escribe no hay nada. El verdadero escritor no oculta nada y es necesario que haya muchos libros , muchos pinos encantadores , para que velen de miradas aviesas el libro que realmente importa , la jodida gruta de nuestra desgracia, la flor mágica del invierno” ( pag 983 ).
Y cuando uno está metido de lleno en la novela, seducido por la magia del estilo y su vena de narrador, pero al mismo tiempo cuestionándolo porque la posible desvertebración del texto, ya que nada tiene que ver la parte de los crímenes con estos dos capítulos en donde Archimboldi es el personaje central, pero Bolaño, como buen jugador de póker saca la carta que tenía debajo de la manga y mete a Klaus, el hijo de su hermana, como posible autor de los crímenes de Santa Teresa, enlazando así, unas novelas con otras, para crear el universo que es la obra en total .
En esa forma intercomunica las novelas para darle un contenido de globalidad y convertirla en una obra maestra , con todas las imperfecciones posibles, como el escaso interés en algunos pasajes, lo mismo que la variedad de los temas tratados, pero retomando luego ese vuelo maestro de narrador.
A esta realidad se acerca cuando dice : “ Todo libro que no sea una obra maestra es carne de cañón, esforzada infantería, pieza sacrificable dado que reproduce, de múltiples maneras, el esquema de la obra maestra “( pag 984 ).

sábado, 6 de diciembre de 2008

EL PROCURADOR ORDOÑEZ MALDONADO

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

Algunos medios han dado en atacar a Alejandro Ordóñez por su postulación a la Procuraduría, en base a sus antecedentes integristas, que desde luego son ciertos, pues él mismo me contó un día, que en compañía de Hugo Mantilla se habían ido hasta la biblioteca Gabriel Turbay, encaramaron al gordo Valderrama , que era el director, y le exigieron que mostrara el kárdex para ver si allí figuraba la Biblia y, para el colmo de males del gordo, sólo apareció la Biblia protestante . ¡Quien dijo miedo ¡ La vaciada fue grande y le exigieron además, borrar de la lista de libros aquellos que figuraran en el Índice, es decir, los que estaban condenados por la Iglesia Católica. Y acto seguido, si no estoy mal, salieron al parque de Los Niños y allí quemaron unos cuantos libros, de esos prohibidos. Y ya de magistrado, atentó contra la belleza de la niña Azcárate, que hacía las veces de Cristo en la última cena y una manada de políticos que mamaban gallo vestidos de apóstoles, todos con cara de Judas y Alejandro demandó penalmente a los artistas. Pero aquí el agravio iba contra Miguel Ángel, autor del lienzo y no contra Cristo, que si viviera, se reiría de la pilatuna. Luego le agregó algo más: de su Despacho bajó el cuadro del general Santander y colocó en su reemplazo a Cristo, mejorando algo la calidad del personaje. También otro día nos mostró el bello templo que construyó en San Francisco, para albergar a los Lefebristas que se rebelaban contra la modernización de las misas. Eso ha sido suficiente para que haya sufrido el escarnio público, como cualquier Santofimio, por mostrarse tal como es, sin mirar los otros atributos de su personalidad: un recio carácter, que es determinante en un funcionario público, su formación jurídica, demostrada en cargos de magistrado a nivel regional y nacional, su trayectoria de honestidad y de pulcritud, además de tratarse de un señor, de esos caballeros antiguos. Yo creo que esto es más importante que sus deslices en materia religiosa, que si bien es cierto, le recortan el ámbito de apreciación, constituye una garantía de ética, por lo estricto que son los integristas en esta materia y por la exigencia que se le hará. Además ha sido catedrático, autor de obras de derecho, sin el pasado lánguido de mucho profesor que de su paso por la cátedra no deja nada escrito.
El debe someterse a la constitución que es laica, lo cual no quiere decir que tenga que estrellarse contra las religiones, sino antes por el contrario, protegerlas, como fomentadoras del orden social. Y tiene controles, porque en una democracia, está el Congreso, la opinión pública, los medios de comunicación, las Cortes. Además, le servirá de compañero al presidente Uribe, para rezar el rosario todos los días en Palacio, ya cuando el solo empieza a esconderse en Monserrate. Para consulta investigadores, universitarios, estudiantes, raulpachecoblanco.blogspot.com

jueves, 4 de diciembre de 2008

ORIGEN E IDEOLOGIA DE LOS PARTIDOS EN COLOMBIA


Ezequiel Rojas

Jose Eusebio Caro

Mariano Ospina Rodriguez

RAUL PACHECO BLANCO

CAPITULO 1

TEORIAS SOBRE EL ORIGEN DE LOS PARTIDOS

INTRODUCCION

Sobre el origen de los partidos en Colombia existen diversas teorías, de acuerdo con el punto de vista bajo el cual se mire, bien sea con relación a la época, como aquellos que sostienen que aparecieron en la Colonia; o de la ideología, cuando la pugna entre centralistas y federalistas; o de tipo personal, cuando entran en juego fuertes personalidades como Bolívar y Santander; o de contenido puramente social, clasista, de acuerdo con el enfoque marxista; o ya con un sentido mas pragmático en cuanto a la investigación, cuando se parte de la base de la existencia de unos programas que definen los partidos y hacen una demostración clara de su voluntad de existir como partidos políticos.


De ahí que hayamos escogido las siguientes teorías sobre el origen de los partidos, que las podemos concretar en las siguientes: 1) Los partidos se originan en la Colonia; 2) en la lucha entre centralistas y federalistas; 3) aparecen con Bolívar y Santander; 4) o con Santander y José Ignacio de Márquez; 5) tienen un origen social, de clase, dada la lucha entre terratenientes y comerciantes; 6) fueron fundados por José Eusebio Caro y Mariano Ospina Rodríguez, en cuanto al conservatismo y Ezequiel Rojas en cuanto al liberalismo; 7) el creador del liberalismo fue don Florentino González. Y 8) donde llegamos a unas conclusiones

1)En la Colonia

Con relación al origen de los partidos en la época de la Colonia son partidarios tanto Jose Maria Samper como el general Tomás Cipriano de Mosquera, quienes dieron a conocer su pensamiento el primero en los años de 1873 cuando publica su libro “Los Partidos Políticos en Colombia y el general Mosquera, al sentirse aludido en algunas apreciaciones de Samper, le contesta con un libro denominado Los Partidos Politicos en Colombia, Estudio Histórico-Político, en el año de 1874.
Para Samper los partidos aparecieron originalmente en la Colonia.
En una primera precisión, Samper dice: “Más se incurriría en un error gravísimo si se creyera que los partidos políticos, tales como aparecieron claramente demarcados durante la administración de Santander, nacieron en aquella misma época. No; aunque con nombres diferentes y forzosamente obligados a proclamar diversas pretensiones, según las circunstancias y los tiempos, su filiación venía desde tiempo atrás; su genealogía filosófica databa desde la época colonial”.(1)
Y luego establece cuatro etapas que se surten desde ese comienzo, hasta la transformación que ellos van tomando, en la medida en que pasa el tiempo y se producen determinados acontecimientos .
En la primera etapa, en que aparecen los partidos, se presentan dos actitudes políticas, claramente diferenciadas, entre quienes son partidarios de la monarquía española, del orden colonial, los cuales constituyen el partido “tradicionista” o “godo” y los que por el contrario, cuestionan el régimen español y buscan la independencia . Ese es el partido liberal.