jueves, 29 de diciembre de 2016

CON EL SEÑOR ALCALDE.


 

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Era tal la angustia que reflejaba el doctor Rodolfo Hernández cuando lanzaba sus llamados de auxilio para que salváramos a Bucaramanga de una manada de truhanes que se la estaban robando, que la opinión pública se vio sorprendida y votó en masa por el candidato que bajo el lema de la lógica, ética y estética nos convocaba a las urnas. El  caso era desesperado y de no mediar la intervención primero del pueblo y luego de los jueces, de Bucaramanga no iría a quedar nada. De ahí que no tuvimos otra alternativa que darle el voto a quien nos convocaba a una tarea de depuración para que los ladrones fueran judicializados y llevados a la cárcel. Pero ya hace un  año que el nuevo burgomaestre se posesionó del cargo y no nos ha rendido ningún cuenta a sus electores, ni hemos sabido que alguien esté  en la cárcel por los robos que se estaban cometiendo. El alcalde dicharachero, de fonética raizal, que había conquistado una audiencia nacional por la forma en que enfrentaba el robo de una ciudad tan importante como Bucaramanga, ahora enmudecía y ni una sola boleta de captura circuló por los despachos del palacio de Justicia, ni un auto de detención, ni un llamamiento a juicio, ni una condena, que ya también era demasiado pedir en tal solo un año del estado de alarma en que estábamos colocados por las aulagas del nuevo alcalde. Llegamos a creer que  los ladrones habían sido amnistiados, contagiados seguramente de la política nacional, cuando apareció en las cadenas nacionales una información, que en Bucaramanga un señor que fungía de concejal era al mismo tiempo gerente del Terminal y, que con platas oficiales había puesto a disposición de sus electores no sé  qué prebendas para ganar la curul de concejal. Aquí se habría disparado el conducto que regulaba la entrada al canal de  la ética, luego el de la estética porque el caso no tenía presentación alguna y, de contera, el de la lógica, porque eso de acaparar dos cargos incompatibles entre sí no era lógico. Pero la ética, la estética y la lógica volaron  en pedazos como en la batalla de Ayacucho y solo, después de engorrosos trámites administrativos se llegó a una simple suspensión del funcionario de marras.Fue cuando despertamos todos de cierto marasmo, para recordar que se nos había convocado  para  una verdadera cruzada por la lógica, la ética y la estética. Pero no se veía el humo blanco esperado.

jueves, 22 de diciembre de 2016

LA MEDIACIÓN DEL PAPA.



POR RAUL PACHECO BLANCO.

 

Como católico me duele el papel que está desempeñando el Papa Francisco al tratar de mediar en los  conflictos entre naciones, como ha sido el caso primero de Venezuela entre el presidente Maduro y la oposición venezolana y en el caso colombiano entre el expresidente Uribe y el presidente Santos. En el primero se dejó utilizar por el gobierno venezolano en el momento menos indicado para intervenir, cuando el gobierno estaba contra las cuerdas  y se insinuaba el juzgamiento del presidente Maduro por parte del Congreso venezolano. Ahí le  prestó un favor al presidente Maduro,  que soportaba el fuego graneado de la oposición, cuando tiró  el anzuelo de la mediación papal para paliar un tanto el asunto y darse un  nuevo aire en la pela con la oposición. Así que si por ese lado se miran las cosas, el gran beneficiado de esa intervención papal fue el gobierno de Maduro. Con la mediación no se logró avanzar un solo paso y todo siguió  como al principio y con la respetuosa decepción de la mediación papal por parte de la oposición se inició una nueva etapa en la lucha por el poder en la vecina república. Y ahora el presidente Santos, apelando a la angustia de dar por finalizado el proceso de paz con las Farc, le pidió al Santo Padre la mediación para que a su vez lo salvara en la difícil coyuntura que estaba viviendo al haber  perdido el plebiscito, inventándose  formas inconstitucionales a fin de no someterse al escrutinio del pueblo en un nuevo plebiscito, o en otra figura que tuviera que ver con el constituyente primario. Y se llevaron al expresidente Uribe esperando que con medallitas arreglaban el asunto, cuando de sobra se sabe que el expresidente Uribe tiene ya marcada una hoja de ruta para la próxima campaña presidencial y, así fuera el mismo Papa el que le estuviera pidiendo no la iba a variar. El expresidente por paisa es muy católico, pero por paisa también en muy buen negociante y ciertamente el negocio que le proponía Santos por medio del Santo Padre no le cuadraba en sus cuentas. Así, como era de esperarse, de la reunión entre Santos y Uribe ante el Papa no pasó de una simple expectativa.Y el Papa sigue desgastándose inútilmente y dejándose utilizar de los políticos. Bien sabemos que a la Iglesia le va mal cuando intenta intervenir en política porque como lo dijo Jesucristo, su reino no es de este mundo.

jueves, 15 de diciembre de 2016

ANTE LA HISTORIA


POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

La generación de expresidentes del Nuevo Milenio no tenía un caudillo hasta que apareció Uribe. Y generalmente los presidentes en ejercicio buscaban pasar a la historia bien con una reforma constitucional o con la paz. Gaviria se llevó las palmas cuando pisó duro con asamblea constituyente y nueva constitución. Pastrana fue un gran comunicador y Samper un abogado de su propia causa en el proceso 8.000. Pero no había aparecido un gran político hasta que llegó Juan Manuel Santos. “Si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él”, dice Maquiavelo. Y por eso Santos se unió a Uribe, sin mostrar en el rostro el más leve asomo de deslealtad. Como buen cundi-boyacense no deja que al rostro le asomen los verdaderos sentimientos ni sus  pensamientos. Así se ganó la confianza de Uribe y mientras éste podía estar más seguro con Uribito para reemplazarlo en el poder, optó por Santos. Lo demás es historia conocida. Ya a Santos no le importó un pito la constitución y se la puso de ruana, como cualquier cundi-boyacense que se respete y se la jugó por la paz. Lo que no pudieron hacer Gaviria, Pastrana ni Uribe, Santos lo lograba a base de cuanta maroma le era posible, como el apoyo de la comunidad internacional , empezando por Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Estados Unidos y la Unión Europea. Eso forzó mucho el logro del acuerdo. Y ya las cosas bien adelantadas con las Farc, se dio el lujo de dividir a la izquierda, llevando al gabinete a Clara López, cosa que no perdonaron los demás líderes del Polo, para  terminar completamente dividido. Moñona del presidente Santos. Y aún más, de pronto las Farc terminan alineándose con el Movimiento Nacional que promueve Santos, para cerrarle el paso a una derecha que puede unirse para la elección presidencial. Hasta el momento de aparecer Santos, Uribe era la gran figura de paso a la historia. Por su política fuerte contra la guerrilla y, sobre todo, por su temple de caudillo. Pero lejos estábamos de que aquel modesto columnista de El Tiempo, que solo llevaba un apellido presidencial y no una buena pluma, comenzaría semejante escalada que de ser nadie en política llegó a convertirse en el “dictador” de la política y con un premio Nobel de paz a las espaldas, que haría palidecer de envidia a don Aquileo Parra, quien se opuso a Benjamin Herrera y al general Uribe Uribe, para tratar de evitar la guerra de los Mil Dias.

martes, 6 de diciembre de 2016

DE LA MODERNIDAD A LA POSMODERNIDAD EN COLOMBIA.



POR RAUL PACHECO BLANCO.

 

Colombia viene en tránsito de la modernidad a la posmodernidad. Ese país moderno en que los sindicatos agitaban la política, los partidos políticos expresaban la opinión pública, los periódicos informaban y trazaban derroteros, la religión era extigmatizada, pues el laicismo se imponía, ya no existe. Ahora los sindicatos no tienen  el poder que antes exhibían. Los partidos políticos, unos auténticos ejércitos en que la fidelidad y la lealtad jugaban parejas alrededor de una doctrina y unos comportamientos, también han desaparecido. Se han venido liquidando así mismos, se han constituido en simples vehículos de familias para acceder al poder, pero no convocan ni difunden tesis nuevas. El Tiempo  antes bastión del partido liberal, su vocero natural y su orientador, ahora es propiedad de un conglomerado financiero, que seguramente será absorbido por la globalización. El Siglo antes la expresión del conservatismo, ahora es una hoja parroquial de escaso cubrimiento. Y los periódicos ya no informan porque todo lo sabemos primero por medios cibernéticos y los lectores se desplazaron a las redes sociales. La religión antes  una sola y verdadera  se batía a fondo con el protestantismo puro, ahora se ha abierto en un abanico de religiones creadas como empresas. Periodistas que antes se movían  en los periódicos y en la televisión, como el pastor Silva, ahora tiene su propia iglesia con mucha aceptación. Los antiguos guerrilleros como Carlos Alonso Lucio ahora son pastores, como lo fue el antiguo jefe de escoltas de Andrés Pastrana y esposo  de la cantante Marbel. Y el liberalismo ahora es religioso y tiene expresiones como la de Vivian Morales y el expresidente Alvaro Uribe. Y no es que sea a causa de la insurgencia de “avivatos” sino como expresión de un afán de espiritualidad que marca el ingreso a la posmodernidad, luego de la quiebra del racionalismo. Por eso ahora en el plebiscito se vio claro el nuevo panorama en que los sectores religiosos de todos los matices se hicieron presentes para defender las consignas del no cuando se veían propuestas de género. Y no es que volvamos a la Edad  Media como lo pronosticaba el filósofo ruso Nicolás Berdiaeff por convicción, o los periodistas liberales por falta de información, sino como  expresión  de la posmodernidad. En la premodernidad el cura de pueblo era el representante de la espiritualidad, en la modernidad el venerable gran maestro  y en la posmodernidad el pastor, fundador casi siempre de su propia iglesia, con muy amplia y fervorosa clientela.

lunes, 5 de diciembre de 2016

¿QUIEN DOMINA EL MUNDO?



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

Para tratar de entender el triunfo de Trump en los Estados Unidos nos sirve de mucho el pensamiento de Noam Chomsky, quien acaba de publicar su libro ¿Quién domina el mundo?, Ediciones B.S.A. 2016, en donde empieza señalando que los norteamericanos tienen una “idea” sobre lo que es y debe ser el país. Y el Gran Sello es lo que viene a identificarlo, pues se trata de un país decretado por Dios, el cual es como un monte resplandeciente, con líderes como Ronald Reagan un ”salvaje asesino y torturador”, quien orquestaba los crímenes más siniestros, en Centroamérica. Y que dentro de la idea del gran sello cabe la actual  “intervención humanitaria” que ha servido para invadir países y crear conflictos en el Medio Oriente. Por ejemplo, la invasión a Irak y el consiguiente conflicto que ha desembocado en la creación de Isis, el ejército musulmán que trata de vengar los derechos atropellados por los Estados Unidos. La doctrina del Área Grande da las bases para que se autorice la intervención militar a voluntad, cuando se trata de conquistar mercados, suministros de energía y recursos estratégicos clave, para moldear la opinión de la gente sobre el país y los sucesos que afecten a su subsistencia y seguridad. Y esta doctrina no es privilegio de un solo partido, sino que tanto republicanos como demócratas la han puesto en práctica. Y si bien es cierto le carga el acento a Ronald Reagan y a los Bush, también están Clinton y Obama y aun Kennedy, quien invadió a Vietnam del Sur. Con el dilema clásico de la seguridad  Estados Unidos tiene derecho a controlar la mayoría del mundo y la seguridad de este requiere algo que se acerca al control global absoluto. Condena también Chomsky la alianza  que ya va para rato con Israel y que no ha permitido que se plantee una solución justa para el problema con los palestinos, pues siempre se la ha jugado por las propuestas judías. Y en cuanto al terrorismo, que siempre ha servido como excusa desde el 11 de noviembre para perseguir a quienes considere peligrosos y terroristas, pues está  por delante la seguridad de los norteamericanos, fuertemente amenazada a partir del derribo de las torres gemelas. Para Chomsky su país es un “estado canalla”, por todo lo que se apropia para su beneficio en desmedro de otros países. Y el mundo está dominado no por estados, sino por conglomerados multinacionales, grandes instituciones financieras, imperios comerciales y los mercados.

jueves, 1 de diciembre de 2016

LA CONFORMACIÓN DE UNA NUEVA DERECHA



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Se está produciendo el fenómeno de la desaparición de los partidos conservador y liberal como fuerzas tradicionales, por el lento e imperceptible retiro de las aguas, como diría nuestro código civil, para cederle el paso a una derecha que está más a tono con el juego político actual, por cuanto el esquema conservador-liberal fue más propio del siglo XIX. Leyendo un artículo de la revista semana del 2.014 encuentra uno la razón del voto en contra del plebiscito, pues allí se revela  una encuesta  que hace énfasis en que el 70% de los encuestados está en desacuerdo con otorgarles el derecho a los jefes guerrilleros de participar en  política  y la amnistía para los que hayan incurrido en los delitos más graves. Allí se estaba manifestando esa nueva derecha, abandonando el molde de una confrontación liberal-conservadora  que entrañaba viejas rencillas políticas generadoras de violencia, para entrar a repartir cartas nuevas en un nuevo juego político. El viejo esquema liberal –conservador se abandonaba para  formarse una nueva derecha conformada precisamente por parte de los anteriores rivales, como ha ocurrido en Francia principalmente, en que la derecha se compone de elementos liberal-conservadores, pues ideológicamente el liberalismo aporta en cuanto a ideología el respeto a los derechos humanos y en lo económico el neoliberalismo, mientras  el conservatismo aporta los valores de la familia, el orden, la tradición, la autoridad y la religión. Así se ve en el actual candidato de derecha de Francia, Francois Fillon, quien se inspira en la señora Thatcher. Y en la izquierda militarían los actuales partidos como el Polo Democrático, el partido verde y un sector liberal como el samperismo. El proceso de paz está jalonando el fenómeno para la conformación de esa nueva derecha en que además del conservatismo y el liberalismo también estarían el uribismo y Cambio Radical. Las casas presidenciales han dominado toda la política del siglo XX y lo que va del XXI y esta no será la excepción, pues de ahí puede salir la candidatura de German Vargas Lleras como motor de esa nueva derecha. Y en el centro del espectro político se haría el partido de la U del presidente Juan Manuel Santos, que tiene de un cacho la paz pero trata de enredarse. Conspira si contra la conformación de esa nueva derecha el hecho de la existencia de unos partidos que son más de tipo personal que de cuadros o de masas .Este es el caso del uribismo y de Cambio Radical.

viernes, 25 de noviembre de 2016

¿QUIEN DOMINA EL MUNDO?



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Para tratar de entender el triunfo de Trump en los Estados Unidos nos sirve de mucho el pensamiento de Noam Chomsky, quien acaba de publicar su libro Quien domina el mundo, en donde empieza señalando que los norteamericanos tienen una “idea” sobre lo que es y debe ser el país. Y el Gran Sello es lo que viene a identificarlo, pues se trata de un país decretado por Dios, el cual es como un monte resplandeciente, con líderes como Ronald Reagan un ”salvaje asesino y torturador”, quien orquestaba los crímenes más siniestros, en Centroamérica. Y que dentro de la idea del gran sello cabe la actual  “intervención humanitaria” que ha servido para invadir países y crear conflictos en el Medio Oriente. Por ejemplo, la invasión a Irak y el consiguiente conflicto que ha desembocado en la creación de Isis, el ejército musulmán que trata de vengar los derechos atropellados por los Estados Unidos. La doctrina del Área Grande da las bases para que se autorice la intervención militar a voluntad, cuando se trata de conquistar mercados, suministros de energía y recursos estratégicos clave, para moldear la opinión de la gente sobre el país y los sucesos que afecten a su subsistencia y seguridad. Y esta doctrina no es privilegio de un solo partido, sino que tanto republicanos como demócratas la han puesto en práctica. Y si bien es cierto le carga el acento a Ronald Reagan y a los Bush, también están Clinton y Obama y aun Kennedy, quien invadió a Vietnam del Sur. Con el dilema de la seguridad clásico Estados Unidos tiene derecho a controlar la mayoría del mundo y la seguridad de este requiere algo que se acerca al control global absoluto. Condena también Chomsky la alianza  que ya va para rato con Israel y que no ha permitido que se plantee una solución justa para el problema con los palestinos, pues siempre se la ha jugado por las propuestas judías. Y en cuanto al terrorismo, que siempre ha servido como excusa desde el 11 de noviembre para perseguir a quienes considere como tales, pues está  por delante la seguridad de los norteamericanos, fuertemente amenazada a partir del derribo de las torres gemelas. Para Chomsky su país es un “estado canalla”, por todo lo que se apropia para su beneficio en desmedro de otros países. Bien sabemos que Estados Unidos privilegia su derecho interno sobre el internacional, mientras que los demás países aprueban lo contrario. Y en cuanto a la pregunta de quien  domina el mundo es muy claro al señalar que no es ningún estado, sino los conglomerados multinacionales, las grades instituciones financieras, los imperios comerciales y los mercados.

EL PODER CONSTITUYENTE DEL CONGRESO.



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

El Presidente puede legislar mediante facultades extraordinarias que le confiere el Congreso o directamente cuando se afecta el orden público por  el estado de sitio. Ahí el Congreso se despoja de la capacidad de hacer leyes y le permite al ejecutivo hacerlo, mediante precisas y temporales facultades. En ese caso el Congreso se despoja de sus atribuciones legislativas. Pero en, cambio, no puede ceder el poder constituyente derivado que tiene para producir actos legislativos, es decir, reformatorios de la constitución. En el caso del acuerdo final para implementarlo se necesita tanto de leyes como de actos legislativos, que en la práctica viene  a ser lo mismo pues según el proyecto del acuerdo final los términos para realizar los debates se reducen de ocho a cuatro y se impone lo que se llama el fast track, o proceso rápido. Ahora, puede que el término de los debates pueda ser modificado para lograr la rapidez requerida, pero lo que no puede el legislativo es despojarse de su capacidad constituyente, al no permitirse enmienda alguna en torno a los términos del acuerdo, que debe pasar tal y como fue concebido en la Habana, sin  que se le pueda cambiar una coma. Mediante esa renuncia a la naturaleza del articulado el Congreso inviste al ejecutivo de una facultad que no tiene que es la de darle atribuciones constituyentes. Equivaldría esto a que la limpia brisa del mar de la Habana se trasladara a Bogotá  y borrara la polución de las calles bogotanas .Le daríamos rango de asamblea constituyente a los compromisarios de la Habana, pues el paso por el Congreso significaría solo un ritual que como el poder de los reyes en las monarquías parlamentarias se reduce a nada. Los parlamentarios tendrían voz pero no voto. El Capitolio bogotano se trasladaría a la Habana para investir de funciones constituyentes a los compromisarios  sin tener esa facultad. Menos cuando una atribución de estas, la de borrar el papel del Congreso para hacer manualmente ya no la reforma de la constitución, sino de cambiarla, porque no podemos concebir un Congreso que no imponga su voluntad para producir actos reformatorios de la constitución. Ya la Corte Constitucional se ha encargado de señalar que el  congreso no puede cambiar las normas pétreas, o sus principios rectores para ser más concretos. Sería un golpe bajo  a la constitución, pues se le quita al Congreso  su capacidad constituyente secundaria y se le da otra de constituyente primario que no tiene.

sábado, 19 de noviembre de 2016

El acuerdo con la guerrilla

El acuerdo con la guerrilla solo fue maquillado en la Habana. Los Temas sujetos a controversia quedaron, pues los delitos de lesa humanidad serán amnistiados y la satisfacción económica a las victimas en veremos, porque el inventario de bienes de la guerrilla solo se hará después de dejar las armas. Mientras tanto, las Farc tienen  todo el tiempo del mundo para insolventarse, como es costumbre en Colombia.

jueves, 10 de noviembre de 2016

DOS AUTOGOLES


POR: RAUL PACHECO BLANCO.


Los legisladores del 2004 para tratar de cerrar al paso a la reelección estipularon: “Nadie podrá ser elegido para ocupar  la Presidencia de la república por más de dos periodos”. Se trataba de evitar que el expresidente Uribe pudiera volver a la presidencia y apelaron al verbo “ocupar” para que quedara claro que quien ocupara la presidencia por más de dos periodos quedaba inhabilitado para ejercerla de nuevo. Pero a la vez que cubrían este flanco, abrían otro, pues Uribe no podría ocupar la presidencia pero se corría el peligro de ser ”elegido” para que su fórmula  vicepresidencial se hiciera cargo de la presidencia. Visto ese peligro, se procedió  a hacer la enmienda correspondiente para evitar cualquier sorpresa futura. Así que el acto legislativo siguiente de 2014 cubrió el flanco desprotegido y estableció: “No podrá ser elegido presidente de la republica el ciudadano que a cualquier título hubiese ejercido la presidencia. Está  prohibición  no cobija al vicepresidente cuando la ha ejercido por menos de tres meses, en forma continua o discontinua, durante el cuatrenio. La prohibición de la reelección solo podrá ser reformada o derogada mediante referente de iniciativa popular o asamblea constituyente”. Aquí se prohibió la elección de quien haya ejercido la presidencia y no como en la anterior ocasión cuando se prohibió “la ocupación” de la presidencia, cambiando de verbo regulador. Entonces esto dio pie para que la imaginación hermenéutica de los uribistas se paseara por la posibilidad de lanzar al expresidente Uribe de vicepresidente, para el cual no hay prohibición, pues por una parte dado su prestigio arrastraría a su fórmula presidencial y lo convertiría en cooequipero y con vocación para acceder a la presidencia, ya que aquí lo prohibido es la elección a la presidencia. Uribe por lo tanto no puede ser elegido presidente pero si vicepresidente. Y más adelante podría convertirse en presidente en juego combinado con su fórmula presidencial, como lo han hecho en Rusia Putin y Mendeyev, porque la prohibición es para su elección a la presidencia no para la vicepresidencia. “No podrá ser elegido Presidente”, dice el artículo. Y es cuando  se siente la nostalgia de la anterior redacción del artículo que prohibía expresa y específicamente elegir para- ocupar- la presidencia. Así que los redactores de los actos legislativos correspondientes se pifiaron y se anotaron dos autogoles seguidos, pues no tuvieron en cuenta la imaginación desbordada de los uribistas para  jugar cartas en el ajedrez constitucional. En todo caso resulta una golosina para los hermeneutas uribistas.

jueves, 3 de noviembre de 2016

LA VOLUNTAD POPULAR.



POR: RAUL PACHECO  BLANCO.

 

No cabe duda que el acuerdo final con la guerrilla no tenía que ir a la aprobación popular pues el Presidente por normas constitucionales es el encargado de velar por el orden público y con capacidad para definir las fórmulas que llevaran a ese acuerdo. Pero el presidente Santos insistió en que había que respetar la democracia y que para que el acuerdo tuviera la legitimidad requerida, necesitaba la aprobación popular. Él no se paseó por la hipótesis de perderlo, de que el no se impusiera sobre el sí, cuando tenía toda la publicidad del mundo a su favor y con una pregunta completamente sesgada para inducir el voto del elector, cosa que no dijo en Londres. Ahora ya es tarde para prescindir del voto popular y adoptar el estatuto que en definitiva acuerden las partes en la Habana, que para algunos debe ser modificado esencialmente y para otros apenas darle simples afeites. Si jurídicamente no había necesidad del plebiscito para que surtiera todos sus efectos, pues la constitución, arts 3,4 y 5 desarrollan la facultad del Presidente para actuar en estos casos, como lo son el dirigir la fuerza pública y  disponer de ella como comandante supremo de las fuerzas de la república, conservar en todo el territorio el orden público y restablecerlo donde fuere turbado, e inclusive dirigir las operaciones de guerra cuando lo estime conveniente, el presidente se obstinó en contar con el aval del pueblo. Y al poner a consideración del mismo el acuerdo final y ver que el pueblo lo rechazaba, aquello que no estaba enderezado constitucionalmente a buscar una consolidación institucional, si se convirtió en un mandato del pueblo para que procediera a reformarlo de acuerdo con el resultado de la votación. No en términos jurídicos pero si en términos políticos que el presidente no puede excusarse de cumplirlo pues estaría atentando contra la democracia. Ya la Corte Constitucional se ha encargado de señalarlo en su sentencia C-379 cuando fijó el alcance del plebiscito al decir, que expresa la voluntad ciudadana como fuente de poder soberano y exige actuar conforme al mandato político y dotarlo de eficacia. Lo contrario sería suprimir los fundamentos axiológicos sobre los que se funda el estado constitucional y democrático colombiano. Por lo tanto cualquier otra decisión como la de llevar simplemente los acuerdos al Congreso para seguir el trámite de las leyes y actos legislativos necesarios para implementar el acuerdo final, va en contravía de la democracia que exige una nueva refrendación.

LA VOLUNTAD POPULAR.



POR: RAUL PACHECO  BLANCO.

 

No cabe duda que el acuerdo final con la guerrilla no tenía que ir a la aprobación popular pues el Presidente por normas constitucionales es el encargado de velar por el orden público y con capacidad para definir las fórmulas que llevaran a ese acuerdo. Pero el presidente Santos insistió en que había que respetar la democracia y que para que el acuerdo tuviera la legitimidad requerida, necesitaba la aprobación popular. Él no se paseó por la hipótesis de perderlo, de que el no se impusiera sobre el sí, cuando tenía toda la publicidad del mundo a su favor y con una pregunta completamente sesgada para inducir el voto del elector, cosa que no dijo en Londres. Ahora ya es tarde para prescindir del voto popular y adoptar el estatuto que en definitiva acuerden las partes en la Habana, que para algunos debe ser modificado esencialmente y para otros apenas darle simples afeites. Si jurídicamente no había necesidad del plebiscito para que surtiera todos sus efectos, pues la constitución, arts 3,4 y 5 desarrollan la facultad del Presidente para actuar en estos casos, como lo son el dirigir la fuerza pública y  disponer de ella como comandante supremo de las fuerzas de la república, conservar en todo el territorio el orden público y restablecerlo donde fuere turbado, e inclusive dirigir las operaciones de guerra cuando lo estime conveniente, el presidente se obstinó en contar con el aval del pueblo. Y al poner a consideración del mismo el acuerdo final y ver que el pueblo lo rechazaba, aquello que no estaba enderezado constitucionalmente a buscar una consolidación institucional, si se convirtió en un mandato del pueblo para que procediera a reformarlo de acuerdo con el resultado de la votación. No en términos jurídicos pero si en términos políticos que el presidente no puede excusarse de cumplirlo pues estaría atentando contra la democracia. Ya la Corte Constitucional se ha encargado de señalarlo en su sentencia C-379 cuando fijó el alcance del plebiscito al decir, que expresa la voluntad ciudadana como fuente de poder soberano y exige actuar conforme al mandato político y dotarlo de eficacia. Lo contrario sería suprimir los fundamentos axiológicos sobre los que se funda el estado constitucional y democrático colombiano. Por lo tanto cualquier otra decisión como la de llevar simplemente los acuerdos al Congreso para seguir el trámite de las leyes y actos legislativos necesarios para implementar el acuerdo final, va en contravía de la democracia que exige una nueva refrendación.

jueves, 27 de octubre de 2016

CÓMO ROMPER LA POLARIZACION URIBE-SANTOS.



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Ya va para rato la polarización que existe en la opinión pública entre partidarios del expresidente Uribe y el actual presidente Juan Manuel Santos. ¿Se puede romper? En un primer lugar podemos anotar cómo el país no está dividido en derecha e izquierda, como en la mayoría de los países. Aquí esa lucha está completamente personalizada, referida a dos personas, Santos y Uribe. Por ejemplo en el  problema de la paz no se concibe una paz colombiana, sino una paz santista o una uribista. Y cuando se produjo el plebiscito, los medios de comunicación salieron a repetir en coro que había triunfado la paz uribista, que el vencedor era el expresidente Uribe. Lo cual fue desmentido por la propia realidad y por los propios protagonistas, pues los verdaderos vencedores fueron núcleos muy compactos de opinión, en donde no estaban necesariamente involucrados los dos sectores. La izquierda a su vez no es tan fuerte que pueda representar una salida a través bien sea de Petro, de Robledo o Clara López. Como tendencia es minoritaria y por ahora no se le ve opción alguna de llegar al poder. En segundo lugar podemos ver también que ya el país no está dividido entre conservadores y liberales. Los dos partidos se encuentran atomizados y no hay un liderazgo marcado de algún personaje que pueda romper el esquema Santos –Uribe. El conservatismo como partido está perdido desde hace rato y no aparece caudillo alguno que lo empuje y que lo recomponga. Figura como jefe un doctor Bargüil que no se sabe de dónde salió y que forma parte de un anillo de poder tan fuerte que da para todo, pues está compuesto por el hombre más rico del país, Luis Carlos Sarmiento Angulo, cuya hija está casada con una de las hermanas del doctor Bargüil y éste a  su vez está casado con una hija del expresidente Cesar Gaviria. Desde ese polo de poder tampoco  surge la respuesta. Por el lado conservador no se da. La única posibilidad que pueda romper ese esquema es la del vicepresidente German Vargas Lleras, quien representa una de las casas presidenciales, lo que unido a la fuerte muñeca del vicepresidente puede llegar a despolarizar el eje Santos-Uribe. Su campaña presidencial arrancó desde que le cambiaban de pañal y ahora con la propaganda en los medios de comunicación sobre el plan de obras públicas que adelanta la vicepresidencia, con una periodización que llama la atención por lo costosa y lo vistosa.

jueves, 20 de octubre de 2016

LAS FARC NO SON UN PELIGRO POLITICO.



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Pensamiento de vencidos, pensamiento vencido, dice un adagio. Es lo que ocurre con las Farc en el momento actual, de ahí que el peligro no es por ese lado. El no se expresó  como un  rechazo a unos hechos cumplidos, no a unas expectativas, que para ellos pueden ser muy amplias, pero en la realidad ya están fuera de contexto, pues su discurso se agotó. El tiempo de las vacas gordas en latinoamérica para la izquierda, ya pasó, luego del acercamiento de Cuba hacia Estados Unidos buscando su viabilidad y su normalidad económica y luego del fracaso del chavismo en Venezuela, que si no es por el bajo liderazgo de la oposición, en donde no hay un líder que dé la talla para enfrentársele a Maduro, ya estaría en la desbandada total. Así que ese peligro no se corre. Además tenemos la experiencia de los procesos pasados en que los guerrilleros del M 19 y de otros grupos se fueron entregando y entraron a la política, como es el caso de Navarro Wolff, Gustavo Petro, Evert Bustamente, que se han insertado en el establecimiento y han llegado a las a las alcaldías y son políticos actuantes, bajo un punto de vista moderado, sin afanes de extrema. Por lo tanto Timochenko aspirará a la gobernación del Quindío o la alcaldía de Armenia y Márquez volvería a  la cámara o al senado. Y así sucesivamente con los demás y eso si no quedan enredados en delitos de lesa humanidad los cuales están todavía en entredicho. No tenemos el caso de guerrilleros que hayan llegado a la presidencia, como si lo hizo Mujica en Uruguay, u Ortega en Nicaragua. Esa posibilidad es demasiado remota. En estos tiempos de la posmodernidad, del fin del capitalismo pero no para llegar al socialismo, sino a un sistema dominado por la informática en donde ya no primará el capital, del fin del homo sapiens, en fin. Tanto cambio que hacen inoperante un movimiento guerrillero. Ya tenemos la experiencia de escritores y pensadores revolucionarios como es el caso de Mario Vargas Llosa, Montaner, Plinio Apuleyo Mendoza, quienes terminaron siendo los adalides del neoliberalismo. Así que de aquí a pocos años Timochenko  de pronto estará en la misma línea política de estos conspicuos escritores, o en el uribismo, como Evert Bustamante que de ser militante del M 19 paró en el uribismo. O terminarán de ministros de Simoncito Gaviria Muñoz  o de Miguel Samper, el hijo de Ernesto.

martes, 11 de octubre de 2016

LA HORA DE LA VERDAD.



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Como en los toros cuando el torero entra a matar y se hace un silencio sepulcral que desemboca necesariamente en la apoteosis o en el bochorno, o cuando el futbolista se para frente al arco para cobrar un penalty se hace el mismo silencio reverencial, así nos encontramos los colombianos en esta hora cuando se va a definir el acuerdo con la guerrilla. ¿Cuáles son los puntos neurálgicos frente al acuerdo, los inamovibles en el voto por el no? Yo creo que son tres: 1) Penas efectivas contra los guerrilleros que están incursos en delitos de lesa humanidad, con privación efectiva de la libertad y no esa simple restricción que se inventaron las “raposas sutiles” que ingeniaron tal sistema. De lo contrario no valdría la pena la creación de la Corte Penal Internacional que se encarga de estos menesteres. Precisamente Colombia demoró su ingreso a dicha  jurisdicción para darle tiempo a la guerrilla para su desmovilización, por cuanto al ingresar de lleno, no cabrían las amnistías a que estábamos acostumbrados a conceder siempre que sellábamos un acuerdo parecido con los subversivos. Al aplicar una pena privativa de la libertad queda el antecedente penal y por lo tanto quien ha sido sancionado no puede aspirar a cargos de elección popular. Y pena privativa de la libertad para los falsos positivos.2) No vale la pena crear todo un aparato judicial  paralelo para terminar amnistiando a todo el mundo y Ñor Raimundo. Se trata de un engaño y un desplante torero a la justicia, pues unas sanciones de restricción de la libertad para sancionar delitos tan graves, no se justifica. Se trata de una aventura de marca mayor y es inconstitucional, porque equivaldría a crear un cuarto  poder dentro de la tridivisión actual, lo cual va contra la estructura de la constitución y según las tesis de la Corte Constitucional, ni un acto legislativo podría darle vida. 3) La responsabilidad civil de la guerrilla con los damnificados, pues hasta el momento no se ha hecho un inventario de sus bienes, ni una propuesta concreta de los guerrilleros. Se ha pasado de largo y no puede ser el estado el único responsable. Toda la plata que  tiene la guerrilla  es mal habida, fruto de la extorsión, del secuestro, del narcotráfico y demás, lo que implica una incautación de todos sus bienes, que ya se ha debido producir para sacar adelante una de las banderas del proceso que es la de reparación a las víctimas.

LA SOLEDAD DE PASTRANA.


POR: RAÚL PACHECO BLANCO.

 
Llamó la atención en la reunión que tuvieron los expresidentes Uribe y Pastrana con el presidente Santos, el hecho de llegar solo el expresidente Pastrana  a la cita. En cambio Uribe llegó con todo un séquito: sus candidatos a la presidencia. Daba la sensación de que el verdadero triunfador de la jornada era el expresidente Uribe y que a su alrededor se hacían los que aspiraban a  la presidencia en el próximo periodo y necesitaban su visto bueno y su aval. De ahí que cada quien hizo su propia interpretación y llegó a pensar que el partido conservador se ha fugado, se está fugando o se irá a fugar hacia el uribismo y, que por lo tanto, el expresidente Pastrana vendría a ser una figura decorativa y no un referente histórico del nuevo ahora. Es decir, el partido conservador desaparecerá de la escena : unos están fungiendo de neosantistas para llegar al gobierno y otros migrarán hacia puntos más favorables. Aquella teoría que pregona la organización de un nuevo juego político  en Latinoamérica en que las fuerzas seguramente se polarizarán entre una izquierda y una derecha y los demás partidos y movimientos solo servirán de comparsa, está por verse en Colombia, donde los partidos en cambio están tomando un tinte eminentemente personalista, alrededor de una de las casas presidenciales tradicionales. No debemos olvidar que el uribismo es también el asilo de una nueva casa presidencial y que por lo tanto, cuenta con audiencia. Pero podrían unirse las dos cosas: la casa presidencial con la tendencia bien sea de izquierda o de derecha. La responsabilidad del presidente Uribe es muy grande en este momento, porque los medios de comunicación sin el suficiente juicio y discernimiento le han atribuido la autoría de la victoria del no el domingo del plebiscito, cuando en realidad no fue así. Los constitucionalistas como Jaime Castro, Hugo Palacios Mejía, José Gregorio Hernández y tantos otros estuvieron exponiendo sus tesis, con argumentos sólidos, sobre la inconveniencia de los acuerdos firmados con la guerrilla, sobre el arrasamiento del orden constitucional y sobre otros aspectos. Si bien en el ambiente había un rechazo, las ideas concretas se impusieron: los delitos de lesa humanidad no pueden quedar impunes, lo mismo que los falsos positivos. Y la creación de una justicia paralela solo para amnistiar  a los guerrilleros  no tenía sentido. Además, que la guerrilla entregue los dineros que tiene para indemnizar a las víctimas.

viernes, 7 de octubre de 2016

LA VIOLENCIA.


 

POR: RAÚL PACHECO BLANCO.

 

Siempre nos hemos considerado un país violento. Pero no sabemos cuál ha sido su origen. En qué época se incubó y se propagó para convertir la violencia  en una costumbre nacional. O la cosa es genética. Para Enrique Serrano esto no es cierto, pues en los cálculos que hacemos no incluimos los trescientos años de dominación española, en que solo fue roto el orden por la rebelión comunera. De acuerdo con esta hipótesis, la violencia es producto de las guerras libertadoras, pues a partir de ahí las cosas empezaron a cambiar, pue apenas  acabábamos de salir de la independencia, cuando entramos en la patria boba, para seguir matándonos entre centralistas y federalistas. Luego se retoma en la época radical, cuando la ilustración entró al ritmo de la letra con sangre, dentra. Esto generó la reacción de Núñez y los independientes, que ganaron en la batalla de la Humareda. Vamos en 1,863 y 1.886. Ante el reto de la Regeneración, viene la respuesta de la guerra de los Mil Días, al finalizar el siglo. Y esta respuesta se prolonga en los años 30 en el gobierno de Olaya Herrera, pues el conservatismo no se resigna a no ser gobierno y el liberalismo aprieta las tuercas .El conservatismo a su vez se desquita en los años 50 en los gobiernos de Ospina y de Laureano Gómez. Y viene como salvador el general Rojas Pinilla para imponer la paz. ¿Cuántas paces llevamos hasta aquí? Vaya Dios a saberlo. Lo cierto es que Esteban Constaín en estupendo artículo en El Tiempo (3 –X-016) retoma la historia de la violencia a partir de ahí, cuando los dos partidos unidos, liberales y conservadores crean el Frente Nacional para repartirse el poder. Entonces se decretó  el plebiscito para imponer la paz. Esta paz incubó una nueva violencia, porque los rojistas se fueron a la guerra y crearon el M19. Las Farc derrotadas ideológicamente buscaron la financiación por los lados del narcotráfico, desvirtuando así  su papel eminentemente político y altruista, como ha considerado la ley el delito político. Ya en franca decadencia el movimiento guerrillero latinoamericano, sus inspiradores, Fidel Castro y Hugo Chávez resolvieron encauzar sus fuerzas para  que movimientos como las Farc entraran  en la política para conquistar el poder, como ellos lo habían hecho. Porque si tuvieron  argumentos para crear la acción guerrillera, su propio fracaso aconsejaba seguir trabajando por una solución negociada. Los argumentos se doblaban. Y vino la negociación que se convirtió  en una piñata de ofrecimientos irresistibles para la guerrilla y con un estado débil y un presidente débil como Santos, según Hernando Gómez Buendía, la guerrilla coronó la faena. Y como quedan restos de la violencia atacada, estas negociaciones son el caldo de cultivo de nuevas fuerzas violentas que busquen conseguir un buen arreglo a la luz del constitucionalismo de la Habana.

POST- PLEBISCITO .



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

El triunfo del No el domingo demuestra la madurez del pueblo colombiano, el avance cultural que significa el crecimiento de las clases medias, que ya no tragan entero, que no pueden ser engañadas con espejitos como a los indios de la conquista. Se dieron cuenta que los ofrecimientos a la guerrilla se pasaban de la raya y que no obstante el desborde publicitario del gobierno y de la empresa privada en favor del sí, la gente reaccionó. Inclusive se derrotaron todas las encuestas. El voto al no pasar por la maquinaria amarrada de los partidos, dejó correr  limpio y elocuente el querer de los colombianos. Era un estado del alma el que se manifestaba. Un clamor de la gente por la justicia. Nadie se explicaba cómo había casa, carro y beca para los guerrilleros. Por eso considero un error el dar como triunfo personal del expresidente Uribe, tal como lo proclaman los diversos comentarios de los medios de comunicación, pues aunque su aporte fue innegable, el colombiano del común sacó sus propias conclusiones y tomó decisiones que eran evidentes. Se trataba de la expresión de una “vivencia” de cincuenta años de sufrirla, no de una simple idea.Y la derrota desvela la posición de Timochenko, quien está  tranquilo soñando con que el acuerdo final es un acuerdo “especial”, rodeado de todas las garantías del derecho internacional. Así que para él, el acuerdo final pasa al bloque de constitucionalidad, según la teoría de Alvaro Leyva. Ahora el presidente Santos le sale a deber a la guerrilla porque ellos intervinieron en las conversaciones de la Habana como alta parte contratante, es decir, como un estado y de ahí que el acuerdo final es nada más y nada menos que un tratado entre países, con toda la barba. De ahí nadie lo va a bajar. Y el pueblo se comportó con la lucidez con que lo hizo a pesar de las composiciones visuales como la firma del acuerdo en Cartagena, con toda la pompa del caso, la exhibición de los aviones kafir de la Fuerza aérea, personajes internacionales y el presidente muy tieso y muy majo sonriendo, con sonrisa internacional y para toda la prensa y televisión del mundo. ¡Qué oso!, Porque todo lo han hecho antes de tiempo. Han ensayado antes de traer las bestias, pues todo se apresuró para que causara un impacto mundial y para estar a tiempo en los premios Nobel de la paz que siempre se otorgan a final de año.

miércoles, 5 de octubre de 2016

LA GENERACIÓN DEL NUEVO MILENIO.



RAÚL PACHECO BLANCO.

 

Nuestra postmodernidad viene a coincidir con la irrupción de la generación del Nuevo Milenio, cuando en los años noventa se entraba en el debate de las candidaturas presidenciales. Los partidos políticos ya habían quemado sus respectivas influencias, tanto el liberalismo por el lado socialista y el conservatismo por los lados del fascismo. Es decir, los grandes metarrelatos entraban en declive, lo que significó  al mismo tiempo la decadencia de los partidos. Ya esta generación está  más despolitizada, no vive el sectarismo de las anteriores y se encuentra de pronto con dos grandes problemas en el orden interno: la guerrilla y el narcotráfico. De ahí que todos sus miembros, es decir, los presidentes Cesar Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Alvaro Uribe y Juan Manuel Santos, estarán dedicados a combatirlos, con diferente fortuna es cierto, pero con la decisión de hacerlo. Gaviria tiene que habérselas también con una época en que el neoliberalismo hacia carrera y la apertura de los mercados era la orden del día. De ahí que el modelo socialdemócrata que  se planteó en la constitución del 91 devino en  simple neoliberalismo. Gaviria abrió los mercados. Samper no pudo con el problema del narcotráfico y se enredó en él. Si Gaviria tuvo que aceptar la presión del narcotráfico al prohibir la extradición en la constitución, Samper fue considerado por los mismos narcotraficantes, como “su” presidente. Andrés Pastrana fue producto de la televisión y lo llevó al gobierno, pero sin la base de un partido conservador pudiente, pues ya para esa época no tenía el mismo musculo electoral que tuvo. Hizo un gran esfuerzo para acabar con la guerrilla pero le salió  el tiro por la culata. A tal punto, que esto vino a ser la base para que Alvaro Uribe llegara a la presidencia al proclamar una política de mano dura con la guerrilla. Mientras tanto, el otro gran problema, el narcotráfico, seguía creciendo en combinación de mercados con la guerrilla. Uribe se empleó  a fondo y fue el más exitoso de los presidentes en ese combate. Pero tampoco pudo. El a su vez, copa el espacio tradicional del conservatismo, corriéndose a la derecha y creando una fuerza electoral nueva. Y Juan Manuel Santos es el peso de  la tradición, que se convierte en un vehículo político de alto alcance, pues lleva adelante la política de sometimiento de la guerrilla, sin el mayor rubor jurídico y con una espantable desnudez realista. El realiza la faena que todos quisieron hacer pero no les cuajó. De ponto la guerrilla quería pactar con el que era: el personero de la oligarquía.

viernes, 30 de septiembre de 2016

COMO GANAR AMIGOS.


POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.


Para dar una  buena impresión y lograr que  la persona  acabada  de conocer quiera repetir, lo primero que debe hacer es ponerle la máxima atención a sus palabras, sin interrumpirlo, tratando de estar de acuerdo con él, lo cual  se deberá hacer gestualmente, para no molestar. Memorice bien el nombre de esa persona, lo mismo su apellido y la próxima vez que se lo encuentre, salúdelo por su nombre y recuérdele algunos de sus comentarios, de sus salidas y diga, sin timidez que en esa oportunidad no había hecho más que celebrar  sus cuentos. De ahí en adelante, tome usted la iniciativa de llamarlo por teléfono, aunque sea para darle un saludo. Si se encuentran en la calle y deciden entrar a un café, deje que él sea el que escoja el café y no solamente éso, sino que pida lo que él ha pedido, alabándole el gusto. Si hay una discusión, cuídese de no  herirlo con algo que vaya a mortificarlo demasiado. Es más, es preferible dejarse vaciar por él, tolerarle su mal genio o su mala educación, con tal de mantener su buena imagen ante él. Elogie el buen gusto que tiene para vestirse, la calidad de su ropa, lo fina.  Al momento de ir a pagar la cuenta en el café, o donde sea, ¡cuidado¡  con dejarlo pagar, no obstante que haga el ademán de hacerlo. Nada más peligroso que una tentativa de estas para que usted meta la pata.  Eso es fatal. Cuando él hable  mal de su propia mujer, ahí si intervenga y diga todo lo que se le ocurra  y justifique que hay causales para el divorcio. Y cosas por el estilo. Eso lo agradece mucho el marido agraviado y sometido por la  cónyuge.  Ah, en cuanto a sus chistes, no deje de reírse un solo momento, no importa  que sean muy malos.  En materia política, póngase de su lado, déle la razón, elogie sus  argumentos, y si puede,  cite sus palabras textuales. Cuidado con mostrarse como una persona de convicciones, no lo haga, aunque esté tentado a hacerlo. Por favor no lo haga porque ahí si encalla la relación. Si le pide  plata prestada, no salga corriendo. Es de mal gusto. Dígale que sí, vaya con él al cajero y, al hacerlo, repítale varias veces que por el pago no se preocupe, que le pague cuando buenamente pueda. Así usted tendrá muchos amigos y se rodeará de afecto por todas partes. Cualquier duda, favor consultarla.

viernes, 23 de septiembre de 2016

¿SI LE ALCANZA A HUMBERTO DE LA CALLE?


Por: RAUL PACHECO BLANCO.

Uno no sabe si será suficiente la culminación del proceso de paz con las Farc para que Humberto de la Calle se consolide como el candidato  más opciónado a la presidencia en 2.018. Porque si hubiera  una relación directa entre un suceso histórico y una candidatura presidencial como consecuencia de esas expectativas, no se pondría en duda el indudable éxito de una candidatura como la de Humberto de la Calle. Pero estamos en Colombia y las sucesiones presidenciales tienen raíces muy profundas, que no obedecen a hechos recientes, sino a la tradición de ciertas casas presidenciales que en lenguaje hiedeggeriano se convierten en un ser- para- la- presidencia. Y el turno ya está asignado desde hace tiempo para  Vargas Lleras. Y más cuando se trata de alcanzar a la casa Ospina, con tres mandatarios como lo fueron Mariano Ospina Rodríguez, el fundador del conservatismo, el general Pedro Nel Ospina y Mariano Ospina Pérez. Esto viene de la historia, pero De la Calle viene del momento. Uno se puede distraer con lo que está sucediendo ahora y puede sacar conclusiones falsas, como que una causa tiene  unos  efectos necesarios. Y en este caso el proceso de paz y el posible triunfo del sí en el plebiscito, son la causa y el efecto es la escogencia de un candidato presidencial que nace precisamente de la dialéctica de ese alumbramiento. Aquí podemos preguntarnos: ¿El Frente Nacional produjo a los Lleras y los llevó a la presidencia? Pero la familia Lleras venía desde el siglo XIX cuando don Lorenzo Maria Lleras se asentaba dentro de las clases dirigentes de la época y el apellido fue tomando fuerza hasta incorporarse definitivamente a la historia del país. Lo mismo que la familia López con  el jefe de los artesanos de esa época. Y eso que tuvo que sortear etapas difíciles como  la generación del Centenario, pues dos líderes de la talla de Gabriel Turbay y de Jorge Eliecer Gaitán, tuvieron que sufrir su discontinuidad porque no encajaban con la sucesión del poder que estaba destinado para las familias que habían echado raíces suficientes para permanecer en la política. Luego el lecho del rio es el que se impone y el caudal, que es solo de un momento, desaparece en el largo recorrido de las aguas hacia el mar. Pero lo que se ve hasta el momento es que el juego político no se sale de estos dos nombres: De la Calle y Vargas Lleras.



viernes, 9 de septiembre de 2016

JUSTICIA DE FICCIÓN.


POR: RAUL PACHECO  BLANCO.


·         Todo parce indicar que  la filigrana jurídica tejida por los juristas colombianos, de talante santanderista, los más, fue hecha con la única intención de engañar a la Corte Penal Internacional , de descrestarla, como decimos en el oriente colombiano, para que nos diera el visto bueno del acuerdo final de paz firmado con las Farc . Porque eso de crear una justicia paralela con la astucia suficiente para hacer creer que se está investigando, juzgando y condenando, cuando en realidad no  sucede ni lo uno ni lo otro, pero con la apariencia de tribunal de guerra, estaba enderezado a crear expectativas favorables en la Corte Penal Internacional. Porque fácilmente se hubiera podido decretar un acuerdo de punto final en que nadie  fuera castigado  y solo se tuviera en cuenta el ánimo de sellar la paz y de rehacer la convivencia entre colombianos, echando mano de la amnistía general . Pero no tenía presentación ante la comunidad internacional , sobre todo ante la Corte Penal Internacional,. Entonces se decidió reunir un grupo de juristas, de aquellos que un político colombiano llamara “raposas sutiles”, para que mostrando un espejismo o creando una justicia de ficción lograra engañar a la justicia internacional y dar la sensación de que una amnistía general se convirtiera en una sanción, que si bien no implicaba privación de la libertad, se daba la apariencia de serlo. Y el cuento se lo ha comido la fiscal del tribunal internacional, quien entre otras cosas está prejuzgando, pues corre el peligro de la recusación, cuando el caso llegue a su despacho para su concepto. Cualquier uribista podría pedir esa recusación y saldría adelante. Y, aún más, el visto bueno es de la Fiscal  de la Corte,¿ pero qué dirá la Corte en pleno? .¿La fiscal interpreta la totalidad de la Corte y tiene el suficiente respaldo para proceder en esa forma? .P.S. Cuando existían los partidos políticos tradicionales, don Victor Castillo Flórez era uno de los  patriarcas del conservatismo, a los  cuales se acudía cuando la Tesoreria del partido fallaba. Y él atendía esos llamados con una gran generosidad, con la mística heredada de sus abuelos allá en el Norte de Santander, baluarte de la causa. Se fue como corresponde a un proceso inevitable, pero queda el recuerdo de su generosidad, de su garra de hombre hecho a puro pulso y convertido en un gran empresario. Van para Victor hijo y Lucero, lo mismo que para su copiosa familia un gran abrazo de condolencia. 

viernes, 5 de agosto de 2016

DE LA FAMILIA SOMOZA A LA FAMILIA ORTEGA.

 

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Si algo ha sido difícil aclimatar en latinoamérica ha sido la democracia. Y ya no nos referimos a épocas tan lejanas como el siglo XIX, en que el modelo apenas daba sus primeros pasos. Nos referimos al siglo XXI y concretamente a Nicaragua. Allí no ha podido instalarse la democracia, pues sus dirigentes no la han digerido y los seguidores menos. Primero soportaron a Anastasio Somoza con todos los poderes posibles. Pero no solamente alcanzó para él, sino también para su familia que se constituyó en toda una dinastía. El padre legaba como una hijuela herencial el poder a sus hijos. Y del poder político se pasó también al poder económico y el hombre llego a ser una de las personas más ricas del mundo. Desde luego el mecanismo fue anular el esqueleto de la democracia al acabar con  la tridivisión de los poderes, al reunir en uno solo, el ejecutivo, la totalidad de los poderes. Y como reacción vino la guerrilla para propiciar la caída del dictador y del tirano, porque ya iba en esa etapa. Ahí es cuando surge el sandinismo, para hacerle honor al líder que precisamente Somoza mandó a liquidar. Y la guerrilla se impuso en cabeza de Daniel Ortega, quien no solamente llegó para quedarse, sino acompañado también de su familia. La revolución se tomó el poder y lograron algunas reformas de carácter social, para justificar su apego a la ideas socialistas. Sin embargo, no se implementó el comunismo, se le dio al capitalismo el giro popular para favorecer a las clases de menos ingresos. Pero si se avanzó en lo social, se volvió hacia atrás en materia política. Daniel Ortega impuso un régimen autoritario, en donde el judicial y el legislativo son apenas apéndices del ejecutivo. Y como si fuera poco, entra en escena su familia para rodearla de cargos públicos. Ahora su mujer es la heredera del caudillo tropical, e irá como vicepresidenta en la fórmula presidencial para el próximo periodo, que ya se convierte en una nueva reelección, hasta entrar a disputarle el privilegio de mantenerse por más tiempo en el poder del que tuvo Anastasio Somoza. Y viene el enriquecimiento, siguiendo el molde Somoza. Así que Nicaragua cambió solo de familia presidencial, pues si soportó un par de lustros a la familia Somoza, ahora tiene que soportar a la familia Ortega, que no tiene trazas de dar marcha atrás en su deseo de consolidar un régimen autoritario y familiar.

viernes, 29 de julio de 2016

ANTE EL PLEBISCITO.


ANTE EL PLEBISCITO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Ya superada la barrera de la Corte Constitucional sobre la exequibilidad del plebiscito, hay que entrar a tomar una decisión que tenga el suficiente soporte en términos de justicia, de equidad y buen entendimiento entre colombianos. Ante el plebiscito se pueden tomar tres posiciones: la abstención, el voto por el no, o el voto por el sí. No cabe una tercera, el voto en blanco, que podría haber ayudado a solucionar en parte el problema que se presenta entre las personas que no obstante estar de acuerdo con la paz, no lo están con los términos de los acuerdos de la mesa de la Habana. En primer lugar, la abstención sería para quienes no están de acuerdo ni con la paz, ni con el proceso, pues ideológica o políticamente lo rechazan. En esa posición se encuentra el uribismo, el cual ha mantenido una oposición férrea ante todos los puntos tratados con la guerrilla: su tesis central consiste en que la guerrilla se estaba derrotando y solo faltaba muy poco tiempo para que se diera, pues las Farc habían perdido su estado mayor en combate y los golpes que se le habían dado la mantenían al borde del nocaut. De ahí que han considerado inoportuna la propuesta del presidente Santos para estas negociaciones. Además, ellos no pueden optar por el no, pues si bien es cierto, manifestarían su descontento con las negociaciones, le darían un toque de legitimidad al proceso, cosa que para ellos no está contemplado en su hoja de ruta.  El voto por el no interpreta mejor a personas que  siendo partidarios de la paz, no están de acuerdo con los términos de la negociación y sobre todo, no alcanzan a asimilar la amnistía para los delitos de lesa humanidad y para los falsos positivos. Porque no tendría justificación alguna la creación de organismos internacionales como la Corte Penal Internacional, para juzgar los delitos de lesa humanidad con una jurisdicción extraterritorial. Hasta se puede pasar el sapo de la justicia transicional, cuando se sabe a conciencia que es un engaño y una patraña. Además, aquello de convertir por arte de magia los actos legislativos en simples leyes en cuanto al periodo de trámite se refiere, tampoco nos parece demasiado auspicioso. De otra parte, la Corte Constitucional le dio aire a la propuesta del NO, al considerar que este plebiscito no es fin del proceso. P:D. Felicitaciones a Víctor Castillo y su equipo por la inauguración de la clínica internacional del corazón.

domingo, 24 de julio de 2016

viernes, 22 de julio de 2016

¿LE HARÁN LA JUDÍA A VARGAS LLERAS?


 

POR: RAUL  PACHECO  BLANCO.

 

Ya hay otro que se queja de la deslealtad del presidente Santos. Dice el exfiscal Montealegre que el presidente Santos lo traicionó pues mientras él se devanaba los sesos creando jugadas jurídicas para reforzar las propuestas del presidente sobre los arreglos con las Farc, el presidente terminó dándole la espalda y por eso, digo yo, no lo nombró como su embajador en Alemania como estaba presupuestado .Como la política es dinámica la estrecha relación que había entre el presidente Santos y Vargas Lleras fue cruzada de múltiples obstáculos que la tienen al borde del naufragio. Porque a todas estas el país político no sabe si el presidente sacará adelante la candidatura de Vargas Lleras, o por el contrario, entrará a barajar de nuevo. El expresidente Gaviria al aceptar el liderazgo del si por el plebiscito no entra a trabajar gratis, a jugar su prestigio por sacar adelante las tesis del presidente Santos. Y el precio de semejante trabajo no puede ser otro que la candidatura presidencial de Humberto de la Calle, su colaborador cuando su gobierno y cuando la elaboración de la carta constitucional del 91.Aparece también Villegas, su exministro del interior y ahora exitoso empresario, pero quizá dispuesto a volver a la arena política dentro del gavirismo galopante. Lo cierto es que todo el gavirismo se está metiendo a fondo en este momento, para llevar a la presidencia a uno de los suyos. Aquí es cuando uno se pregunta si el presidente Santos seguiría haciéndole el juego a Vargas Lleras, como hasta ahora lo ha hecho, o por el contrario,  su pragmatismo londinense lo enderece más bien a tallarle a sus nuevos aliados como son los gaviristas, dejando a un  lado a Vargas Lleras. Con de la Calle va más seguro en cuanto a la continuación del proceso de paz, pues él ha sido el vocero oficial del proceso, en tanto que de Vargas Lleras se sabe poco de su fe en el mismo. Aunque no lo ha condenado no se le ha visto así mayor entusiasmo. Porque todos los signos históricos estaban enderezados a que la casa Lleras regresaría de nuevo al poder Los astros ya estaban alineados. Desde luego el expresidente Gaviria le sirve de pararrayos, porque en caso de imponerse el no en el plebiscito, seguramente lo responsabilizará del entuerto. Esa pantalla es una buena estrategia para enfrentar semejante desafío que él no quiere transitarlo  solo.¿Será la presidencia de De la Calle un hecho anti-histórico?

viernes, 15 de julio de 2016

EL NUEVO FISCAL.


POR: RAUL PACHECO BLANCO.

No se trata de un caudillo, quizá de un político, pero además es un abogado con mucha vocación y mucho éxito. Y sobre todo, lo atrae tanto la vida pública, como la privada. Puede pasar de la una a la otra, sin que se interrumpa su ciclo vital, ni se sienta frustrado por abandonar una para volver a la otra. ¿Qué lo motiva? Quizá cuando está en la vida pública sienta nostalgia de los buenos honorarios de la empresa privada y cuando está en el sector privado sienta la nostalgia del poder, de la publicidad, del trajín burocrático. Porque además, lo acompaña cierto sentido del humor que le corre por la venas, cuando su padre, Humberto Martínez Salcedo o don Salustiano Tapias, quien tiene un busto bastante abandonado en la calle 36 de Bucaramanga, hacía las delicias de radioescuchas y de televidentes en su papel de humorista de nota, porque valga decirlo, no era un ramplón, ni un cuenta chistes, sino un humorista con capacidad de crear personajes y de meterse en la intimidad de los hogares. No es un sectario, todo lo contrario, con una gran capacidad de convivencia, como para aceptar complacido la presencia bien sea de Alejandro Ordoñez o Gustavo Petro, o Claudia López o Paloma Valencia, o Gina Parodi o Roberto Gerlein, o Álvaro Uribe o Juan Manuel Santos. Con todos se siente bien. Néstor Humberto Martínez es un liberal de la escuela reciente, incontaminado de odios partidistas, respetuoso del fuero personal de cada quien. Los grandes empresarios lo tienen como abogado de toda su confianza, los líderes de grupo como fiel seguidor. Y se siente tan transparente que no ve mal que un día esté luchando por los intereses de una empresa privada y al día siguiente por los del estado. Se siente como en una torre de cristal en donde no llega la contaminación, ni el juego de los intereses cruzados. Para todos hay. Su talante es de tal naturaleza que la ética es una cuestión ambiental. Hay tanto aire adentro que no puede entrar ni la acción del efecto invernadero, ni cualquier otra clase de contaminación porque un antivirus combate cualquier sustancia que trate de enrarecer el aire. Está vacunado pues, para cualquier conflicto de intereses y de llegar a presentarse, la sabiduría será la consejera que lo alejará de cualquier sospecha de parcialidad o de encono. Está hecho para las grandes tempestades éticas. Con razón se dice que con él llegan los poderes al poder.

viernes, 8 de julio de 2016

LA DERROTA DEL DERECHO.


 

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

Una de las conclusiones del proceso de paz tiene que ver con la derrota del derecho. No cabe duda. En este caso del derecho positivo. Para una mentalidad liberal no puede haber alarma mayor al contemplar que las leyes existentes y la misma constitución no son la guía para solucionar un problema de orden interno como la guerrilla, sino otros los valores que se imponen: la seguridad, la convivencia, el perdón, la reparación, en fin, valores que resultan superiores al derecho. Quedaría pendiente el debate sobre la justicia y la equidad. En el proceso de paz se sacrifican las normas del derecho cuando se crea una justicia paralela a la tradicional, se sacrifican los procedimientos reglamentados en la constitución, como la disminución de debates para que un acto legislativo se convierta en derecho, la falta de publicidad de los proyectos de actos legislativos, la amnistía hasta para los crímenes de lesa humanidad y de falsos positivos, para enumerar los más importantes. Para ese pensamiento liberal se trata de una simple legüleyada, o lo que los sociólogos han llamado la cultura del avivato: el que se cuela en las filas de los bancos o entidades diversas, el que juega con los incisos, el que le hace el quite a la ley, el que la acomoda todo a sus propios intereses. La justicia transicional es una auténtica leguleyada, porque no contempla las penas de privación de la libertad, porque se le hace un lance torero a disposiciones como la creación de la Corte Penal internacional para sancionar delitos de lesa humanidad. Para los que no tienen una mentalidad liberal en cambio, y ya dentro de una amplia gama de posiciones, el derecho no es un dogma, no es intocable, pues hay valores superiores como la justicia, la moral, la equidad, la paz, la convivencia y por lo tanto, se pueden sacrificar las normas cuando se den las condiciones para sacar una ventaja en valores, normas que logramos consagrar luego de trámites ante los tres poderes y que tienen su techo en la constitución nacional. Es decir, que la constitución no es el valor supremo, que las leyes ni los actos legislativos son entidades de tal valor que no puedan ser pasadas por alto sin que se resquebraje el orden social. Porque también podemos decir que aquí la política se convierte en el valor esencial, más importante y, con tal de arreglar nuestros asuntos internos, el derecho debe ser dejado a un lado, o desfigurado.

viernes, 1 de julio de 2016

EL LIBRO DE CLAUDIA LÓPEZ,” ADIOS A LAS FARC”.

POR: RAÚL PACHECO BLANCO.

Una de las conclusiones a que llega el libro de Claudia López sobre” Adiós a las Farc”, es que la guerrilla no se genera como respuesta directa de las comunidades a su pobreza y desamparo oficial, sino que esto es aprovechado por la guerrilla para situarse en zonas estratégicas en donde se palpa la ausencia del estado. Descubrir esas zonas, precisamente es una de las estrategias de la guerrilla para situar y organizar sus frentes de combate. Así pues, la respuesta guerrillera no es de las comunidades y tan cierto es que las guerrillas tienen que apelar a la fuerza para enganchar a los jóvenes y niños hacia sus filas, para ahí sí, empezar a adoctrinarlos y prepararlos tanto psicológica como intelectualmente. Tan es así, que luego de la desmovilización de frentes guerrilleros por su correspondiente proceso de reinserción, el vacío es llenado por otro grupo guerrillero. Además, si bien es cierto los distintos procesos han aportado mucho con respecto a la descentralización, ésta ya hizo techo y de ahí no da más. Sobre todo, que se han limitado a encarar el fenómeno de llevar el estado a las regiones en base a educación y salud, además de ciertas obras de infraestructura, pero los gobiernos han descuidado otros frentes como son la justicia, la seguridad y la tributación. En esto es muy enfático y reiterativo el libro, pues para su autora la tarea se debe concluir en aportar lo necesario para que se organice la justicia en esas zonas apartadas y abandonadas del estado, con su correspondiente tren burocrático, lo mismo que llevar efectivos de la policía y el ejército en número suficiente para garantizar la seguridad de la población. Y en ese mismo aspecto, la organización administrativa del recaudo de impuestos para que las regiones empiecen a generar sus propios recursos.. Que entre otras cosas, son los que saben manejar mejor, pues los aportes del gobierno central si son manejados con mano rota y como señuelo de corrupción para sus clases deigentes.De otra parte, hace un análisis muy juicioso sobre los diferentes aportes de los presidentes que le hicieron frente a procesos de paz, empezando por Belisario Betancur y terminando con Santos. El libro de Claudia López desnuda el problema principal de Colombia que es la falta de estado, y sus remedios se enderezan precisamente a eso, en la etapa que se avecina del posconflicto. Se trata pues, de un serio estudio sobre nuestra realidad.

sábado, 18 de junio de 2016

LIONEL MESSI, EL ANTILÏDER


POR: RAÚL PACHECO  BLANCO.

 Como no habíamos conocido un argentino humilde, se nos hacía raro que existiera uno así, jugador de futbol, sencillo, parco en el hablar. Pero existía Lionel Messi, la antítesis precisamente de Diego Maradona, de ego inflado y palabra de mucho moño. Aquel, quien sin ser líder comanda todo el juego de su selección. Que no necesita de las palabras para hacerse entender en el lenguaje del fútbol, que sus disparos son órdenes, que sus pases llevan un internet de la cosas adherido a sus guayos, que su manejo del área final es de relojero, dominando el espacio como si fuera un astronauta y su cerebro capaz de imaginar cien jugadas a la vez pero no le cuesta trabajo resolver en milésimas de segundo, una. Así que él no necesita de ser líder porque esta tan lleno de fútbol que sus solo gestos producen pánico, no obstante que en sus ojos solo se vea la preocupación de un bebe porque no le han dado su tetero de la mañana. El no necesita ponerse bravo para que le obedezcan, porque todas las órdenes salen de sus guayos. Y menos decir malas palabras para poner en aprietos la defensa, ni intimidar con la patada aleve, ni el codazo traicionero. Todo lo que hacía Maradona lo hace él sin necesidad de espelucarse, ni de agredir, de transgredir normas, de meter goles con las manos, porque eso no lo sabe hacer. Solo mete goles que salen de sus gloriosos guayos. Para qué necesita ser líder de la selección argentina si está  de por medio su genio, que pone a jugar el equipo y hace los goles que le da la gana, sin aspaviento, o solo con la alegría con que sale un joven al recreo de su clase o luego de comerse una paleta. Porque en el momento supremo del gol, se emociona como un niño y no pide la gloria de los torreros que se paran en la mitad de la plaza para que los ovacionen cada vez que hacen una faena, o matan al toro. El solo cumple, sus goles son simples actos del servicio como se dice en la vida militar. Su liderazgo es mental, porque el universo del futbol le cabe en la cabeza y echa por donde es, por donde están los goles. Y como si fuera poco, no lo bautizaron como Leonel, sino sencillamente Lionel, que es como lo llaman en la cancha sus compañeros de juego. A él le quedaron debiendo el argentino.

LA SELECCIÓN COLOMBIA.



POR: RAUL  PACHECO  BLANCO:

 

Hay que reconocer que a la selección Colombia le ha ido bien en manos del profesor Pekerman, que ha dado lugar para que surjan de allí estrellas a nivel mundial como es el caso de Falcao García, cuando jugaba, de James Rodríguez, Baca, Ospina, Arias, y que es reconocido el nivel de futbol que exhibe. Pero también hay que reconocer que la selección no juega su propio futbol, no ha encontrado su estilo de juego. Observen ustedes y verán la actitud que toma la selección en cada partido y se darán cuenta que ni es equipo agresivo ni defensivo. Su sola estrategia se basa en acomodarse al juego del otro, tratar de neutralizar el relato que trae preparado el rival, sin que le importe mostrarse como es, desnudando sus propias potencialidades, porque le importa más el juego del equipo contrario. Si ustedes cierran los ojos y se imaginan cómo empieza a jugar Colombia a partir de que se pone la pelota en movimiento no encontrará rasgo alguno que lo identifique, primero porque hay que saber a qué rival se enfrentan. El equipo que tiene su propio estilo, sale con él desde el primer momento. Pensemos en el Barcelona y uno se imagina el movimiento de pelota incesante, como un estilete que va abriendo camino para rajar la piel y en este caso, hacer el gol. Es como en el arte moderno, la pintura que hace escuela es la que presenta su propia versión de las cosas, la que tiene una identidad que salta a la vista. Uno ve un Picasso y de una vez lo identifica porque no se parece a otra pintura. O la célebre Naranja Mecánica que practicaba un futbol total: todos atacando y todos defendiendo. Y ponía en práctica ante cualquier adversario que se le presentase, fuera mejor o peor que él. En eso hay que reconocerle al profesor Maturana, que ideó un estilo de juego que afortunadamente paso de moda por ineficaz, pero al menos tenía esa carga de identidad. Pero la actual selección no la tiene, no obstante el buen papel desempeñado, la calidad de sus jugadores que esta fuera de juicio y la dedicación y entusiasmo del profesor Pekerman. La selección Colombia pues, juega a partir del estilo de juego del adversario, pero no para destruirlo sino para acomodarse a él y tratar de vencerlo en el mismo terreno. Se toma el estilo del adversario y el reto que se impone es el de derrotarlo en su propio estilo. Pero no sale a jugar su propio fútbol.

LA LEY DEL PÉNDULO.


 

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

La modesta ley del péndulo se ha venido imponiendo a la dialéctica marxista y a la ley del mercado neo-liberal. Como su nombre lo indica, el poder oscila de un lado a otro, sin interferencias conceptuales, sino  al simple lomo de las realidades. Si nos montábamos en el discurso marxista vendría necesariamente la dictadura del proletariado y la propiedad común para todos, a la medida de sus necesidades y la desaparición del estado. Y nada de esto ocurrió ni ha ocurrido, pues la dictadura fue de personas y no de la comunidad toda y la propiedad no se irrigó sino que cambió de dueño, pero igualmente concentrada. Aquí en Latinoamérica la plata que antes estaba en manos de la familia Somoza, ahora está en manos de la familia Ortega, lo mismo que el mando. Sino simple y llanamente recorrió el espacio correspondiente para llevar al poder las tesis contrarias, en ese lento ir y venir del péndulo de un lado al otro del espectro político. Como el péndulo se terció al lado de Chávez, Kischner, Morales, Rousseff, ahora viene la destorcida y se insinúa el cambio en Venezuela con una oposición que ya lleva un tercio de los poderes, Macri en Argentina y en Bolivia ya el pueblo falló para no darle otra oportunidad  en el poder a Morales. En Brasil está suspendida la presidenta a la espera de un juicio político que puede llevarla fuera del poder. Y queda pendiente Ecuador, y Nicaragua se constituye en la excepción que confirma la regla, porque allí Ortega se las ingenió para echarse al bolsillo al comandante Cero, que es empleado de su gobierno. Así que el elemental paso del tiempo y el necesario desgaste en el poder, hacen posible que surja la otra alternativa, cuando el pueblo se ha cansado por la pérdida de sus expectativas y que el ideal de un gobierno que convenza a todos no se da, sin que obedezca a un imperativo categórico, o que fluya por debajo de la corteza de la tierra como si fuera un elemento biológico o vegetal. La tesis de Spengler sobre la forma en que aparecen las culturas y las civilizaciones, en que se desarrollan como  organismos vivos que nacen, se desarrollan y mueren, no tienen cabida en el plano político que se mueve al vaivén de las circunstancias y muchas veces al empeño de simples personas de carne y hueso. Y al neoliberalismo le ha ido mal, porque luego de un parpadeo, el estado vuelve.

EL TURBAYISMO.



POR: RAÚL  PACHECO  BLANCO.

 

Resulta interesante analizar la personalidad y la vida política de Julio César Turbay, bajo tres perspectivas: el clientelismo, su inserción en la élite, no obstante la despectiva consideración de “turco” y una concepción moralista que va con la cultura nuestra. Antes, una pequeña historia para la gente joven que no lo conoció. Hijo de una profesora de escuela y de un inmigrante libanes fue capaz de hacer una carrera política muy brillante, en la época en que Alberto y Carlos Lleras eran los dominantes en la política liberal. Se dio el lujo de humillar, desde luego después de humillarse mucho él, ante ellos, a Carlos cuando le ganó el pulso por la candidatura liberal. Era un hombre elegante, vestido siempre de corbatín para seguir la moda de Alfonso López Pumarejo y de un sabio manejo de las personas y de las cosas. Se dio el lujo también, de aprovechar su presidencia para irse de fiesta con comitiva abordo, por las principales ciudades el país, pero sobre todo, a Cúcuta, donde el obispo de la época tuvo que ver con él por sus repetidas hazañas de salón. A Turbay no se le entró el elefante a la casa como al presidente Samper, sino el bailarín y el conquistador otoñal. Pero vamos al grano: en cuanto al clientelismo, creó toda una escuela desde sus inicios en la política como diputado a la asamblea de Cundinamarca. Hacía política las veinticuatro horas del día y sobre todo, se dedicó a servir a sus amigos, buscándoles puesto, sin olvidar también pequeños detalles como la tarjeta de navidad, el saludo desde lejanas tierras cuando estaba en una embajada, el saludo cariñoso en los encuentros fortuitos, en fin. Un seductor de la política. De ahí que se ganara una cauda de seguidores que lo acompañaban para hacer las convenciones, en las cuales era un maestro, para arreglarlas a su modo y manera, hasta convertirse en el amo y señor de un liberalismo que lo tuvo en su momento como su jefe único, tras agotarse el ciclo de los Lleras. De ahí pues, sus seguidores se convertían en una clientela cautiva. Luego su inserción en la política, después del descalabro de Gabriel Turbay, quien no pasó el examen de la clase política colombiana y con el baldón de “turco no”, escrito en todas las paredes de Colombia, cuando compitió su candidatura presidencial con Jorge Eliécer Gaitán, lo detuvieron y lo llevaron a asilar su depresión en Paris, donde murió muy joven. Turbay Ayala sobrevivió al estigma de su origen, que por cierto no es turco, sino libanes. Pero tenía sangre colombiana, cosa que no tenía Gabriel, según Eduardo Santos. En todo caso se sobrepuso a ese estigma y llegó a la presidencia, creando pues, su propia casa presidencial. Y como moralista también echó su cuarto a espadas cuando dijo que se podía echar mano de la plata del estado, pero en sus justas proporciones. Es decir, una moral de a poquitos, pero en todo caso compasiva con el tesoro nacional.

DE ANASTASIO SOMOZA A DANIEL ORTEGA.


 
POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

La llegada al poder de Anastasio Somoza en Nicaragua en los años treinta del siglo pasado, implicó, además, la instalación de una saga de familia que se apoderó de todas las actividades de la república centroamericana. No se movía una hoja sin el visto bueno de Anastasio y luego de su dinastía, pues aquí en Latinoamérica se heredan los turnos presidenciales como en las monarquías europeas. Tan pronto llega al poder un líder destacado, su familia adquiere el derecho a convertirse en una casa presidencial con vocación hereditaria Y desde luego, en su persona se confunden los tres poderes y lo demás son simples armazones formales. Anastasio Somoza llegó al poder en 1.937 y se instaló diez años. Luego volvió en 1.950 y estuvo hasta 1.956,cuando es asesinado y por ese hecho es ungido nuevo presidente su hijo. Somoza en un principio supo ganarse la confianza del gobierno norteamericano. Liquidó a Augusto Sandino, jefe izquierdista, que vino a dar nombre al movimiento que hoy está en el poder con Daniel Ortega. Como dictador de Nicaragua Somoza fue acumulando una gran fortuna hasta el punto de ser propietario del 50% de las tierras cultivables, con casas en las principales ciudades de Nicaragua, sastre londinense, autos de lujo, para llegar a ser el quinto hombre más rico del mundo. Los sandinistas armaron las guerrillas y llegaron al poder con Daniel Ortega. Y pusieron en vigencia las ideas socialistas, subsidiando a las clases pobres como ha sido la fórmula de estos socialismos nuevos. Y llegaron al poder en i.979 para permanecer en el gobierno hasta 1.984 cuando perdieron las elecciones y tuvieron que volver a la oposición. Lo recuperaron en 2.008 y acaba de postularse nuevamente para la reelección Daniel Ortega. Desde luego se apoderó de los tres poderes, en donde una Corte sumisa le concedió el actual periodo de reelección, alegando que el derecho al voto era un derecho instituido por el constituyente primario en tanto que la no reelección era fruto de un acto legislativo del constituyente secundario. Lo cual nos viene a indicar, que bien sea del lado de la izquierda o de la derecha, lo cierto es que el poder se entiende en Latinoamérica como el privilegio de unos pocos, a los cuales el pueblo ha ungido y que la democracia por tanto, no tiene nada que ver con un sistema de leyes, con la separación y el equilibrio de los poderes ni con un sistema electoral debidamente estructurado.