sábado, 26 de julio de 2008

LA GATA DE LA ACCION CATOLICA.

Cuento.

Por: RAUL PACHECO BLANCO.


Camine y nos tiramos la gata de la Acción Católica, les dijo Miguelito el gato de las Escandón a sus compañeros de manada.
Y se fueron.
Conchita, la gata de la Acción Católica, había pasado mala noche pues estaba recién instalada y la vivienda daba mucho que desear, ahí en el patio, al frío de las madrugadas y cuando llovía tenía que ponerse a chillar, con un sentimiento, que la empleada al fin se conmovía y le abría la puerta del salón para que pasara la noche, junto al altar donde se paraba el cura para los sermones.
Tenía unas ojeras inmensas ese día pero a Miguelito le parecieron embrujadoras y de ahí valió para entrar a mendigarle a Conchita un beso, que por cierto obtuvo sin mucho esfuerzo, lo que vino a desestimular un tanto a Miguelito, quien ya sobre la marcha cambiaba su primera intensión libidinosa por una casta y pura al ver la fragilidad de Conchita.
Los demás gatos solo esperaban su turno para entrar a lo suyo, pero Miguelito se curó en salud y cerró la puerta del salón de conferencias, donde Conchita se había refugiado esa noche porque había llovido.
La manada se resintió primero pero no expresó reacción alguna y de dedicó a esperar.
El tiempo pasaba y la puerta seguía cerrada, mientras la lluvia arreciaba de nuevo y la impaciencia se manifestaba en arañazos sobre la puerta, que en su momento se abrió y se pudo ver la cara de Miguelito con la pata sobre la boca, para decirles que no hicieran ruido, porque a Conchita le dolía la cabeza y no podía atenderlos como se merecían. Que luego le habia dado una pasta para el dolor y se habia quedado dormida..
Los gatos se asomaron y vieron a Conchita dormida, roncando, y aún así insistían en seguir.
Dejémosla dormir por esta noche, les dijo Miguelito. Y les agregó: mañana volvemos a intentarlo de nuevo.
Los gatos se resignaron y se dijeron entre si: otro día será y empezaron a salir en fila india hacia el tejado, con ánimo evidente de derrota.
Los días pasaron y Conchita resultó embarazada.
La Junta directiva de la Acción Católica se reunió en forma extraordinaria para tratar el caso del embrazo de Conchita.
La Presidenta, una señora muy bonita, inteligente ella, les dijo de entrada que había que salir de una vez de esa gata licenciosa que le daba mal ejemplo a las solteras de la organización y atentaba contra la moral del barrio.
La vicepresidenta estuvo en parte de acuerdo pero enfatizó de una vez que era mejor envenenarla, como lo hacía ella con las ratas y los ratones, pero la tesorera se iba desmayando al imaginarse la muerte del animalito que ella consentía, dejándole un plato con leche y migas de pan que la gata devoraba con buen apetitito, porque la comida de la casa era poco cristiana con ella.
Mas bien afirmémosla en valores dijo otra y tanto la presidenta, como la vicepresidenta, que son muy buenas conferencistas, lo pueden hacer.
Ellas son diestras en comportamiento y salud y eso es lo que le viene bien a la gata.
La presidenta reaccionó y siguió insistiendo en lanzarla de allí, que buscara asilo en otros lugares menos comprometidos con la moral y las buenas costumbres.
La vicepresidenta, ya había tomado su celular y llamaba con insistencia a su casa, para que le localizaran el veneno para ratas y que se lo llevaran hasta el claustro.
Vinieron otras propuestas pero ninguna llenó las expectativas de la mayoría y cada quien se afianzaba en la suya. Faltaba consenso.
En ese momento, Benita, la revisora fiscal que había permanecido callada se puso de pie y fue rebatiendo, una por una, todas las propuestas.
La del destierro le pareció un tanto anti-crisitiana porque no se atendía aquel llamado de Cristo de dar posada al peregrino. La del veneno le horrorizó y dijo que solamente a personas perturbadas mentalmente se les ocurría semejantes soluciones y estuvo a punto de recibir una reprimenda de la vicepresidenta, que casi se levanta en señal de protesta y se va, ante semejante tratamiento de su colega en la fe.
Pero se contuvo y aguantó el chaparrón.
La del curso de comportamiento y salud se refirió en forma despectiva señalando aquello de “árbol que nace torcido, nunca su rama endereza”, como le había ocurrido a ella al sembrar un árbol al frente de la Acción Católica y a pesar de la belleza de los lirios, su tronco tenía la misma inclinación que la torre de Pisa.
Yo propongo más bien otra solución: como no podemos permitirle el aborto, pues tenemos unos principios muy arraigados al respecto, dejemos mejor que nazcan los gatitos, cuidamos a la gata en su parto y sobre todo en la depresión del post-parto y luego la mandamos a esterilizar.
Todas estuvieron de acuerdo en que esa era la solución y decidieron que el veterinario se la hiciera, corriendo con los gastos de clínica por cuenta de la organización y en ese momento la revisora fiscal dijo que ella cancelaba los honorarios del cirujano y de ahí en adelante, eso si, que haga lo que le de la gana.
Los días corrieron , el parto se produjo en medio del regocijo de toda la organización, que llevaba toda clase de regalos para la joven madre y luego del postparto, en que Conchita efectivamente anduvo muy deprimida, decidieron llevársela al veterinario..
Al día siguiente vieron salir con la gata en los brazos a la administradora de la casa, acompañada de su marido, para acompañarla en la operación.
Miguelito, el gato de las Escandón comentó apenas : si esto paso sin operación ,¿ cómo será ahora que tiene licencia de las señoras de Accion Católica?.
Y efectivamente, a la siguiente noche ya estaba toda pispireta, subida en el tejado, esperando a su selecta y nutrida clientela, entre quienes estaba el gato de las Escandón.

LA INGRATITUD DE SERPA.

Por: Raúl Pacheco Blanco.-raulpacheco34@hotmail.com-

El senador Hugo Serrano Gómez estaba en su derecho de ir a exigirle puestos al gobernador Serpa Uribe. El lo eligió, lo dijo muy claro al día siguiente de las elecciones : el liberalismo acaba de recuperar la Gobernación de Santander con la mayor votación que yo haya tenido en mi vida. Además, el había liderado la oposición contra el coronel Aguilar, descubriendo negociados, despilfarros en obras faraónicas como Panachi, excesos en el porcentaje de clientelismo y cosas por el estilo. El era el jefe de su partido en Santander y como tal había impuesto el nombre de Horacio Serpa para la gobernación y, trabajo que le costó imponerlo, porque el rechazo dentro del conservatismo y la gente independiente, incontaminada de tintes politiqueros, era muy grande y él logró la unión de todos alrededor de Serpa. Serpa nunca le reconoció a Serrano Gómez semejante hazaña, cuando él le había abierto todas las puertas para hacerlo gobernador de Santander, luego de encontrarlo abatido y derrotado en sus aspiraciones presidenciales. El curó ésa depresión en Serpa y le puso como María Magdalena el paño a su rostro para calmarle la hemorragia, de esa corona de espinas y detener la anemia con el paño de lágrimas de la gobernación de Santander. De ahí que Serrano se sintiera mal cuando después de semejante victoria electoral, que por cierto le causó tanto escozor a Tiberio Villarreal, quien no tuvo más remedio que impugnar la elección de Serpa denunciando irregularidades, se viene Serpa con unos secretarios desteñidos que no representaban al partido de Serrano, que él había liderado con tanto éxito.
Y esa decepción fue mayor cuando pasaron los meses y de aquello nada, hasta que con toda razón explotó y fue al palacio amarillo a exigirle cuentas a quien él había elegido con todos sus votos, porque no se guardó ni uno solo y, recibía en cambio como contraprestación una suave lejanía de los puestos públicos, después de la sequia del coronel Aguilar. La falta de ese contacto tibio con la burocracia lo sumió en la depresión que en su momento sufría Serpa, cuando él le asomó, solícito, el remedio adecuado para curar el mal, como se lo habían a Manuel Fraga Iribarne, cuando cansado ya de luchar contra la corriente aparecieron los Serrano Gómez gallegos a ofrecerle la presidencia de la autonomía gallega y, lo hicieron con tanto éxito, que alcanzó para cuatro periodos consecutivos. De ahí la ingratitud que demuestran Orlando Pinilla y Ramón Ballesteros al venirse lanza en ristre contra tan noble barón. P.D: acaba de salir a librerias el libro del doctor Miguel Angel Pedraza Jaimes, sobre “La detención preventiva en el sistema acusatorio “. Buen tema para los penalistas.Otros comentarios; raulpachecoblanco.blogspot.com

EL ESCORPION DE HIGUITA.

Por: RAUL PACHECO BLANCO.



Solamente a un loco se le ocurre hacer una jugada de ésas, en que se vuela como una gaviota, en este caso de frente, para darle curso a la pelota que viene y detenerla no con las manos, como es lo usual, sino con los pies.
Es decir, como en otro plano el escorpión que se enrolla sobre sí mismo para clavar el aguijón, pero en un vuelo que ya lleva arte y no de manera rastrera.
Podría decirse que la chilena es la jugada más vistosa que se pueda hacer en fútbol, por lo espectacular, por lo bonita, por lo diestra, pero ella va con un criterio ofensivo, cuando todo el cuerpo se convulsiona para volverse de espaldas y tirar al arco, con fuerza, con todas las ganas de que se capaz.
Pero aquí, en esta jugada no hay pierde, porque si entra el gol se produce el delirio, la plenitud y si no entra queda una sensación de acercamiento hacia la meta y ese murmullo que se desprende de la tribuna es apenas comparable con el estruendo de la ola cuando se rompe contra la roca, en pleno domingo y con tribunas llenas.
En cambio en el escorpión, el portero se las juega todas, porque si falla en su intento y el gol entra, su contrato con el club llegara hasta ahí y se juzgará sin piedad la irresponsabilidad que tuvo al hacer la jugada desgraciada.
Ahora, si le sale bien, se cubre de gloria. Como le acaba de ocurrir a René Higuita con su célebre jugada de la cancha de Londres que le dio la vuelta al mundo y entra a figurar ahora en la antología de las jugadas geniales.
Tambien hay que tener la suficiente precaución de ver si el tiro viene con fuerza o no, porque si llega en globito, como seguramente le llegó a Higuita, se puede arriesgar , pero si es un balazo como esos de los brasileños de media distancia no tiene tiempo de pensar en esas florituras.
Además, no en todos los partidos y en todas las circunstancias se puede atrever a ejec utarla, porque algo va de un partido de exhibición como el que se llevaba acabo en Londres cuando se ejecutó, a uno de campeonato en donde se deciden los puntos con los nervios crispados tanto en la tribuna como en la cancha y que está sujeto a que un solo deslíz sea suficiente para echar a perder el partido.
En el fondo Higuita es un artista, porque si no tuviera esa alma que lo lleva a comunicarse con esa materia que se fuga, pero que está allí y hay que tener el suficiente talento para cazarla a tiempo y no dejarla escapar, no hubiera recibido ese hálito de creación que lo llevó a elevarse en el espacio para quedarse en el tiempo, suspendido de una ilusión que lo llevaba a mundos diferentes, como ese escorpión milagroso bajo la neblina de Londres.

viernes, 18 de julio de 2008

“ORIENTE EMPIEZA EN EL CAIRO”.




“ORIENTE EMPIEZA EN EL CAIRO”.
Por: Raúl Pacheco Blanco

Uno de los temas más interesantes para comprender y sobre todo buscarle salida al choque entre oriente y occidente, es conocer de primera mano la idiosincrasia de esos pueblos del Oriente tan metidos en la historia, pero tan lejanos en nuestra percepción. De ahí el interés nuestro por Pamuk, el anterior premio Nobel.
Ahora Héctor Abad Faciolince no resistió la tentación de acercarse a ese fenómeno y luego de su viaje a El Cairo, decidió escribir su libro “Oriente empieza en el Cairo”.
Y lo hace en una forma atractiva, pues a diferencia de los estilos tradicionales de narrar estas experiencias, bien sea como los turistas norteamericanos, metidos literalmente en el viaje, o el de los eruditos que aprovechan para despacharse en todo lo que saben sobre los pueblos a visitar, como si ellos no hubieran hecho el viaje, Abad mezcla los dos estilos y el lector sale más beneficiado. Cuenta la desilusión real que le produjo el llegar a una ciudad sucia, desordenada, súper-poblada, pero inmediatamente se auxilia de su propia cultura para darle un contenido en profundidad, bien sea con cita de autores o con la mirada del científico que va al grano. Pero eso se llevó dos esposas ficticias al viaje, Ay C, que representan la realidad desnuda por una parte y por la otra la capacidad de sueño, de fantasía, que conviven con la persona como si ella encarnara la trinidad divina, en este caso A con C y ellas con B, que es el autor. Si él se acerca a las pirámides de los faraones, con una sola de las miradas, sería deprimente. Están rodeadas de viviendas baratas, asfixiadas por el desplazamiento de su población que no tiene en donde instalarse. El olor que se percibe de desechos humanos, la aglomeración de los vendedores ambulantes, la pérdida de pedazos de las pirámides que los turistas se llevan como testimonio, en fin, no produce nada bueno. Pero si se hunde ya dentro de ellas, tratando de ubicarlas en el tiempo, en los anhelos de la gente de entonces, ya las cosas empiezan a cambiar. Esta alquimia la hace permanentemente para buscar con sus propios ojos, pero auxiliado por el escritor y su capacidad para trascender, lo llevan a comunicarse con el espíritu escondido de las cosas. Lo mismo con las personas para desmitificarlas, sacarlas de los moldes preestablecidos y ver lo que realmente son, que detrás de esas vestiduras tan diferentes a las occidentales, dentro está la persona que se hermana, que se comunica.
Ya con ese bagaje, se mete en el mundo de El Cairo, descubre la verdadera forma de ser de los raizales, de sus costumbres, de una vida proyectada hacia una moral, hacia un Dios, que es Alá, bien delimitado de Mahoma, su profeta.
Y hace una observación: “Estas creencias o no creencias en los asuntos del cuerpo y del alma después de la muerte, son la muralla fundamental que divide a oriente de occidente. Los dioses, las religiones, nacen en oriente, y en occidente se mueren. Occidente es el sitio donde Dios se muere, dijo una vez Alberto Savinio”

LA PESTE DEL “MANO”.

Por: Raúl Pacheco Blanco

Hace unos años a los raizales de esta región, se les ponían los vellos de punta cuando alguien los identificaba por el dígame, que se insertaba en la conversación porque si o porque no. Cuando se quería fustigar algo, se decía, pero¡dígame!. Es decir, como una expresión de júbilo. Si se trataba de agraviar a alguien se le decía, pero dígame, qué se puede esperar de usted. O si se quería elogiar algo, un buen plato, se decía, este plato está muy bueno, ¡dígame!. Era una expresión que identificaba la gente oriunda de esta región, porque en Bogotá, en la Costa, en Medellín o en Pasto, la gente inmediatamente, señalaba: usted es de Santander. Otra expresión que marcaba territorio, como dicen las señoras, era el hijuepuerca, que reemplazaba con holgura la palabra más fuerte y que evitaba referirse al ser más querido, la madre. Pero estas expresiones se extendían tanto a las clases sociales como al sexo, es decir, todos las pronunciaban; sin distingos de ninguna naturaleza. Ahora la sociedad se ha pluralizado y de acuerdo con cada segmento de población, manejan su propio lenguaje.
Los muchachos despojaron de toda connotación social a la palabra marica, que antes producía un balazo, una puñalada o una trompada. Ahora las niñas son maricas, quiubo marica le dice una niña a la otra. Los jóvenes desmitificaron las palabras alevosas y las convirtieron en medio de comunicación, de cercanía, de cariño. Esta hijueputa ya me tiene mamada, le dice una niña a la otra. Así que los jóvenes manejan una jerga distinta a la de los adultos, dentro de código, diferentes. Un viejo no le dice al otro: quiubo marica, porque se pierde la amistad. Antes se diferenciaba a boyacences de santandereanos porque estos utilizaban el hijuepuerca y los boyacences el su merced. Ahora hasta en las plazas de mercado de Santander, el su mercé, es el trato natural con la clientela. Así que todo el adelanto cultural que ha habido, es el paso del hijuepuerca y el dígame, al su merced y al mano, que es el último grito de la moda y que identifica a todos los raizales de esta región. En las cuñas radiales, en el saludo, en las vallas todo empieza o termina, con mano. Cuando a Valdivieso el exfiscal, quieren identificarlo en la Luciérnaga de Caracol, siempre empiezan con el quiubo mano. Y canciones malísimas , que muelen el “mano “ sin piedad desde plataformas adornadas con niñas bonitas , haciendo el simulacro de bailar, para que la gente se indigeste con el “mano” que suena hasta indigestarnos de sonido. Otros comentarios: raulpachecoblanco.blogspot.com

sábado, 12 de julio de 2008

EL ENCANTO ESCONDIDO DE YIDIS MEDINA


Por: Raúl Pacheco Blanco. ( raulpacheco34@hotmail.com)

Nos permitió el Espectador acercarnos a la intimidad de Yidis Medina, cuando estábamos un poco saturados de su exterioridad, tan recargada de desaciertos, envuelta en el torbellino del clientelismo que la llevó a los estrados judiciales y a ponerla en plan de guerra con el gobierno. Allí usaba la ropa que generalmente se tiene en provincia para subirse a la capital, cuando apresuradamente tuvo que comprar en Barranca algo que le sentara bien para eventos tan importantes como los que iba a vivir, llevada de la generosidad de Iván Díaz Mateus. Había que votar la reelección a favor o en contra. Tal evento no se podía perder. Y vino la historia que el país conoce, para desnudar una parte del alma de Yidis, que para unos espanta, para otros conmueve y para otros repugna. Su condena fue rápida, sin atenuantes como corresponde a personas emergentes, sin pasado familiar en guerras civiles, en salones oficiales, en páginas sociales, simple producto de los enclaves urbanos que se forman alrededor de las necesidades. Se hizo a un buen abogado como el doctor Ballesteros, venido de los viñedos del proceso 8.000 para acentuar su condición, no de inocencia pues ya había aceptado atenerse a la confesión anticipada, pero le garantizaba una buena patente, para enfrentar los resultados del juicio. Su figura se recostaba contra los edificios de los estrados judiciales cuando iba a declarar, en tropel, mientras su abogado atendía a los lobos hambrientos de la prensa, daba declaraciones de paso, pero su trayectoria era suficiente para haber desatado los comentarios de los columnistas nacionales, que la tomaron como el tema que le daba sabor y color a sus artículos. Pero todos estábamos lejos de imaginarnos que en aquella mujer un tanto oscura, sujeta a los rigores de la vida y de la política, sin mayores cuidados para un cuerpo más acostumbrado a los altibajos de nuestras carreteras que a la disciplina de los gimnasios, escondiera un cuerpo para mostrar, y desnudara su secreta vocación de modelo. El video de El Espectador nos permitió admirarla y quedarnos seducidos al encontrar la inspiración de aquellas figuras que modeló Botero para Medellín, al recostar una de ellas sobre una base que ni el tiempo ni la lluvia borrarán de allí, tirada en una molicie de sus caderas de glorieta, hinchándose como un globo que marcha hacia la inmortalidad. Luego la vimos de espaldas, como corresponde a alguien que tiene mucho que mostrar y lo muestra, envuelta en la glotonería de esas formas que el ánimo travieso de Daniel Samper quiso que viéramos, para comparar a la Yidis del Congreso y de los estrados judiciales, con la desnudes de esta maja de Botero.

domingo, 6 de julio de 2008

EL JUEGO DEL ANGEL



EL JUEGO DEL ANGEL

Por: RAUL PACHECO BLANCO:


La novela El Juego del Angel de Carlos Ruiz Zafon, tiene muchos ángulos desde los cuales se puede apreciar.
Por una parte el desborde de imaginación que trata ahí si de salirse de la realidad, captando lo incierto, lo desconocido: la creación de personajes bondadosos en contraste con la tendencia a lo patológico, a la extravagancia, tratando de exagerar caracteres para lograr darle vida a personajes contundentes, la devoción por los libros que viene siendo u n hilo conductor de sus novelas, si nos atenemos a la anterior, La Sombra del Viento, que es toda una elegía al libro, o el suspenso policíaco .
La novela empieza advirtiendo : “ Un escritor nunca olvida la primera vez que aceptó una monedas para elegir a cambio de una historia .Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela : su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que él. Un escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene un precio”.
La narración está hecha en primera persona, lo que permite un mayor grado de penetración sicológica para involucrar al lector en su mundo.
La historia del novelista David Martin, que debe ser el mismo novelista infiltrado, vendiendo sus trabajos a un patrón despiadado.
Personajes como el librero Sempere, un místico de los libros que los vende porque los aprecia y quiere compartir las historias con otros, así tenga que regalarlos, hasta llevar el negocio a una virtual quiebra.
Un librero haciendo caridad con los libros, con la cultura, con un entusiasmo de benefactor.
Isabelle, la niña de diecisiete años que quiere ser su ayudante para poder aprender a escribir, considerándolo su guía y, el novelista no cae en la tentación de convertirla en su amante, no obstante que ella está siempre en plan de entrega, pero le sirve además para que desde allí se mire a si mismo, tratando de descubrirse, de analizarse, precisamente cuando el lector ya se ha aventado por allí transitando un camino demasiado trillado en la literatura, de los amores de un hombre maduro con una adolescente.
Diaz Zafon elude esa tentación y le busca otro proto-tipo a su personaje.
La pasión de Martin es Cristina, la mujer que abandona a su marido para irse con él, pero aparece y desaparece en forma misteriosa.
Y la técnica de la novela policíaca con personajes como Marlasca y la bruja de Somorrostro.
La descripción de lugares está presente y el lenguaje depurado, brillante, a base de metáforas de mucho viso, con ese gusto de los escritores españoles y latinoamericanos para que el lenguaje se involucre en la creación y no se quede en la visión transparente, cinematográfica, en donde la palabra estorba y es el lente el que capta la realidad.
No obstante este derroche de imaginación y de habilidad, sin embargo uno como lector se queda con su anterior novela, La Sombra del Viento

viernes, 4 de julio de 2008

CONSECUENCIAS DE LA LIBERACION DE INGRID

Por: Raúl Pacheco Blanco

Las FARC perdieron la oportunidad de congraciarse con la comunidad internacional y de conectarse con el juego político en Colombia.
Si ellos hubieran liberado sin contraprestación a Ingrid Betancourt, los medios de comunicación estarían alabando el gesto y la misma Ingrid se habría podido convertir en un ariete contra la reelección del presidente Uribe.
Ahora esa carta queda en poder de Uribe, que la podrá convertir en la candidata presidencial de la seguridad democrática para el siguiente periodo.
Lo cierto es que en la política colombiana se produce un remezón de tal magnitud, que han variado los términos y los alcances de muchas candidaturas potenciales.
Ya el solo nombre de Ingrid se convirtió en un mito, que podría ser la contrapartida del Che Guevara como símbolo de la lucha guerrillera, ya desfasada por la historia, para cederle el paso como símbolo a Ingrid en su lucha silenciosa contra la violencia. La juventud tendrá en ella, de ahora en adelante, un logo símbolo, sobre todo y a través de aquella fotografía en la selva, que ella diseñó con sabiduría para que tuviera tal fuerza que impactara y produjera los hechos que produjo. Ella misma se diseñó para convertirse en la imagen del dolor y de la reacción contra toda clase de violencias. Las consecuencias políticas que la liberación irá produciendo, se verán de aquí en adelante, pues una fuerza emergente, de mucho peso como el Polo Democrático pasará a un segundo plano y la alternativa de izquierda se verá todavía más lejana, no obstante la coyuntura internacional tan favorable para la tendencia en Latinoamérica por la polarización Uribe las FARC, que hace fuerte al Presidente y desalienta las salidas de izquierda.
Juan Manuel Santos, que ha sido el gran vencedor en esta confrontación con la guerrilla, vive la paradoja de haber colaborado en la liberación de una persona que lo podrá alejar de la posibilidad presidencial, como es el caso de Ingrid, ahora fortalecida.
Y precisamente Ingrid buscó el martirio de su secuestro para hacerse merecedora de la fuerza suficiente que la llevara a la presidencia.
El objetivo lo ha conseguido y su suerte inmediata depende de ella misma, para voltear a su favor los hechos.
Pero encima de todo, el Presidente cargó con el peso del éxito, porque hasta el cierre del show de la liberación se lo tomó él por televisión, al demostrar que todo aquello que se movía y que tenía tanto éxito, estaba conducido por el, dándose el lujo de permitir que hablaran o no, los generales y el ministro de defensa, e interviniendo cuando le daba la gana, así interrumpiera a los demás altos funcionarios.