sábado, 28 de julio de 2012

LA “ CAPTURA” DE SANTANDER.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. De acuerdo con los estudiosos del tema ( Garay, Claudia López ), Colombia ha sufrido la captura del Estado, por parte de elementos armados, bien sea la guerrilla o los paramilitares. Y se han ido directamente a los contratos y a los cargos públicos, recibiendo en esa forma los dineros que el estado dispone para las diversas obras en los departamentos. Ese fenómeno es el llamado por los expertos como captura del Estado. Aquí en Santander ocurrió desde 2001, de acuerdo con las declaraciones dadas por Ernesto Báez a este diario ( 22-VII-012) , cuando los paramilitares decidieron entrar a participar activamente en la política regional. Y cita el caso de alcaldes de Barranca, del área metropolitana y de otros tantos, con los cuales debatieron ampliamente para encontrar puntos de acuerdo y cambiar votos por auxilios o presupuestos y cargos públicos. Eso explica por qué los partidos tradicionales pierden audiencia y llegan fuerzas nuevas . Las mayorías del liberalismo eran muy sólidas y a través de los últimos años se habían instalado, sin que se viera un contrincante que le arrebatara la gobernación, pues el conservatismo empezó a echar para atrás y fue perdiendo mucho de su fuerza tradicional. Jorge Villamizar vino a ser el último gobernador de esa época controlada por el liberalismo, pero cuando ya empezaba a penetrar el paramilitarismo. Así , se pierde la autonomía de la región para manejar los intereses del departamento, por cuanto debe obedecer a la voluntad de esos nuevos factores reales de poder, que se han afincado con capitales suficientes para mantener una fuerza de tarea armada. Dada esa coyuntura, surge la presencia del coronel Hugo Aguilar, quien luego de incursionar en la política santandereana a nivel de diputado y teniendo en cuenta su aureola de militar exitoso, se le abre el camino para hacerse por una parte a la candidatura a la gobernación y luego a su elección. Pero viene la interferencia de Horacio Serpa, quien acompañado por su prestigio nacional se lo juega y le alcanza para ganar el cargo. Esto demoró la consolidación del nuevo factor de poder, hasta el siguiente periodo, en donde ya Horacio Serpa no tuvo el control suficiente para oponerse a la nueva fuerza de poder. Ya ni siquiera el partido liberal, con toda su tradición, fue capaz de detener la elección del actual gobernador, como usufructuario de un poder heredado. Aquí hay que hacer una precisión: paramilitarismo no es lo mismo que uribismo. Son dos corrientes que luego se van a encontrar en el mar del poder, existiendo desde luego la afinidad entre ellos, pero ante la evidencia, Uribe decide cortar por lo sano y deslindarse de ese paramilitarismo que coincidía con su aparición en la política nacional. Sin embargo, falta por ver si el paramilitarismo, con varios frentes en el departamento, puede afianzarse en la conquista de la gobernación o por el contrario, definitivamente pierda el poder obtenido a base de factores armados. Hacía rato no se veía ese desplazamiento del poder político hacia el factor armado, que en mucho refleja épocas como las del siglo XIX , cuando se conquistaba la legitimidad a base de guerras civiles.

viernes, 20 de julio de 2012

LA OPERACIÓN PABLO ESCOBAR.

POR: RAUL PACHECO BLANCO German Castro Caicedo le da plena credibilidad al relato del mayor Hugo Aguilar , sobre la persecución y la muerte del capo de capos. De ahí que lo ponga a narrar en primera persona durante la mayoría de las paginas del libro, que se lee de un solo tirón. Se trata si de un proyecto de lirbo frustrado, pues apenas empezó a entrevistar a Pablo Escobar, hasta cuando ya la acción se lo llevó y lo puso en la clandestinidad. De ahí que prefirió echar mano de la narración del mayor Aguilar. Y este nos abre los ojos con respectoa multitud de hechos. Empecemos con que el ejército apoaba a Escobar y que la alcaldía de Enivigado y el Das crecibian una cuota mensual y figuraban en la nómina del capo ( pag 29). Y las cosas no paraban ahí, pues los organismos oficiales estaban inflitrados , de ahí que ualquier acción que se empezara contra el capo, se encontraba con ese bloque burocratico que obedecia otras órdenes. ( pag 44). El mayor desmitifica la acción de la Dea y de la Cia al señalar que su aporte a la tarea era nulo y que solo se dedicaban a mirar y a reir, aunque si había un apoyo económico para pagar informaciones y aportaban aparatos electrónicos que si prestaban un buen apoyo. (pag 60). El capo se las traía en su admiraion por la mujer en la mejor de las cuotas, por el lado de los quince y de los 19 años, llegando a formar un verdadero ramillete de reinas, todas desempleadasy en plan de hacerse artistas de televisión y con grandes aspuraciones en la farándula, pero que vinieron a caer en desgracia ante el capo,que las creyó delatoras y ordenó el exterminio de cuarenta y nueve de ellas, cortadas a pico en la flor de la edad.( pag 63). Pero el mayor Aguilar encontraba sus obstáculos hasta en su misma gente, el bloque de búsqueda, que él mismo llegó a formar con personal epecializado, es decir, la élite de la policía, con la misión única de dar de baja al capo e capos, pues muchos de sus miembros se dedicaron a la rapiña en las operaciones que realizaban hasta el punto de que los llegaron aponer contra la pared por ladrones. Y en el caso de la operación contra Pinina, vio el mayor Aguilar cuando un coronel y dos policías bajaban una maleta , en donde llevaban los frutos del saqueo y tuvo que interponerse para que devolveiran los objetos a su sitio . ( pag 88). Nos cuenta también de la burla que significo la entrega de Escobar al gobeirnode Gaviria, quiej le permitio que el capo contuyera su propia cárcel, con personal escogido por él y pagado porél; a tal punto, que cuando decidio volarse, lo hizo por la calle de en medio, sin que ninguno de olos vigilantes se le atravesara. Y una de las obsesiones del capo era este periódico, Vanguardia Liberal, de ahí que armó varios atentados contra el diario, peo el mayor Aguilar logró abortar los golpes ( pag 131). Y si nos falataba algún dato para saber de la compra de votos para la no extradición durante la Cosntituyente, el mayor lo confirma. ( pag 1343. Por ultimo, la forma en que el bloque logr´po abatir al capo, no obstante el pesismismo de los altos mandos, quien según Aguilar, solo buscan en los golpes publicidad. De ahí que le toco lirar una veradera batalla dentro de las instituciones, para que lo dejaran comandar la operación final contra Escobar, al cual le dio de baja efectivamente, con un tiro certero y cuando el hombre se espacaba por entre las tejas de una edificación. ( pags 179y siguientes). No deja de llamar la atención, la discplicencia de los altos mandos militares con relación a sus subalternos, la falta de respeto con ellos y las ganas de publicidad, por encima del éxito de las operaciones.

SI YO DIGO SI.

POR: RAUL PACHECO BLANCO El señor secretario del interior está metido en un lio que no lo es tanto. Que un alto empleado público se tome unos tragos y maneje borracho es algo que ocurre todos los días. Es lo más común y corriente. Es más : la excepción y, esa si seria noticia, es que un alto empleado público sea sorprendido tarde de la noche manejando sin un trago entre pecho y espalda. Ahí si sería sospechoso. ¿ Viene de cometer un crimen o un simple delito?. En cambio si va borracho, pues se estaba tomando unos tragos .Claro está que este hecho no está lo suficientemente claro, porque cuando le colocaron el borrachómetro, por tres veces consecutivas, el borrachómetro se resistió y marcó error. De ahí que lo único que quedan son las palabras del secretario del interior, quien en forma muy clara explicó el problema así : “ Si yo digo si ( estaba borracho) , reprochable; si digo que no, en un momento dado la evidencia es la que tiene dar claridad a mis palabras. Y es la evidencia lo único válido para que confirmen si me tienen que sancionar o no”. ¿ Y cual es la evidencia?. Por una parte, que los policías si le pusieron el borrachómetro es porque lo vieron pasado de tragos. Luego la evidencia es esa. Pero como el borrachómetro no funcionó, entonces , la situación queda en el limbo, pues por una parte los policías dicen una cosa y el borrachómetro aunque no dice nada, siembra la duda. Luego la evidencia es la duda. Porque ni siquiera el doctor Garzón sabe si iba borracho o no, pues lo dijo muy claro : que no podía decir una cosa u otra, porque lo fundamental era la evidencia. Y no hay evidencia. Es más, tratando de ser honesto el secretario del interior, no quiere adelantarse a predecir algo en lo cual participó, pero sin que tuviera conciencia de haberlo hecho, porque se le olvidó . Ya es un caso en que el olvido entra en juego. Es la falta de memoria. Y si a los pueblos se les olvidan las cosas, con mayor razón a las personas. De ahí que lo mejor cuando uno es culpable, es echar mano de un testigo ciego. Porque se tiene la certeza de la incertidumbre, del quizá si, del quizá no, y del quien sabe. Todo es tan evidente, que la evidencia no existe. Lo mejor que se podría hacer, es que el señor secretario del interior de volviera tomar unos tragos y se le volviera a hacer la prueba de alcoholemia. Porque un borrachómetro si falla tres veces, no puede fallar cuatro. Todo es tan claro, que queda uno perplejo. A lo mejor el secretario del interior ni siquiera iba borracho y él no se dio cuenta.

LA AUTONOMIA NO ES SOBERANIA.

POR. RAUL PACHECO BLANCO. Si bien es cierto que la constitución colombiana garantiza la autonomía de las regiones indígenas, lo hace en el mismo orden en que la garantiza también para los departamentos o entidades territoriales. Los departamentos tienen autonomía es cierto, pero no soberanía, que está radicada en el pueblo . Y la situación del Cauca está amenazada por tres frentes de la guerrilla de las Farc, las cuales atentan contra el orden público . Situación que a su vez tiene incidencia sobre el resto del país, pues se trata de un corredor estratégico, en donde existen cultivos de coca y se utiliza para llevar la mercancía hacia el océano Pacifico. Luego la actuación del gobierno nacional se justifica bajo todos los puntos de vista posibles . ¿ Qué tal que un gobernador y la policía , estorbaran la acción del ejercito nacional, alegando la autonomía departamental?. El Presidente tiene como uno de sus deberes primordiales el de garantizar el orden público y por lo tanto es la máxima autoridad. Y en guarda del orden publico, amenazado por las Farc , puede tomar toda clase de medidas que en ninguna forma puede ser entrabada por las autoridades indígenas. Es, más, los indígenas no tienen capacidad de juzgar toda clase delitos pues son otras instancias superiores , como los juzgados superiores, los tribunales y las Cortes, los que tienen esa capacidad.. Ellos solo pueden entrar a colaborar con el gobierno en el mantenimiento del orden público, pero solo de acuerdo con instrucciones del gobierno nacional. Y en cuanto a las funciones jurisdiccionales solo dentro del ámbito territorial, de conformidad con sus propias normas y procedimientos, pero siempre y cuando no vayan en contra de las leyes y de la constitución. Ellos no pueden entrar a juzgar a los responsables de la muerte del indígena y menos a un militar que tiene fuero cuando se trata de actos del servicio : es decir, por actos con o por ocasión del servicio. Es muy distinta la situación constitucional de Bolivia, por ejemplo, cuyo estado es plurinacional, compuesto por 36 nacionalidades indígenas y cuenta con una justicia paralela a la ordinaria y un porcentaje fijo de indígenas en la Corte Constitucional. De otra parte, el 60 % de la población es indígena y la misma constitución tiene una estructura indígena, como que fue concebida y redactada por Evo Morales y sus seguidores. En el caso colombiano , el presidente Santos se libró de un juicio ante el Congreso al haber permitido la humillación del ejército colombiano, hecho por demás insólito, por disponer de una cómoda mayoría parlamentaria . De lo contrario el Congreso estaría trinando. Y tendría en la picota al Presidente.

viernes, 13 de julio de 2012

EL PADRE JOSE HIPOLITO ROJAS.

POR: RAUL PACHECO BLANCO Era un hombre cordial, bueno, sano, campechano en su trato y con una vocación religiosa nacida en el ambiente de Pamplona, curtida en su religiosidad y construida como un convento medioeval. Allí nació y se crio , siempre con la mirada en el más allá, en el otro mundo, en donde estaba Dios esperándolo, tanto para juzgarlo como para aceptarlo en su seno. De ahí que su juventud no recibió los soles de esas fiestas cargadas de tragos, de mujeres, sino que todo era devoción, biblia y recato. Así que la vocación religiosa formaba parte del paisaje. Ya enfundado en la sotana, cuando no se insinuaba siquiera el clerimang empezó a hacer su carrera dentro de la jerarquía que lo fue promoviendo. Llegó a Bucaramanga como capellán del hospital de San Juan de Dios, cuando era la única clínica que existía en la ciudad. Y de allí fue promovido a la parroquia de san Pio, que fue para él la plenitud, pues le dio la oportunidad de convivir con mucha gente que lo quería, que le simpatizaba por su trato llano, sencillo, cercano. Era un pastor rural en una ciudad a medio hacer. Sus sermones no eran piezas literarias, ni tampoco antologías de elocuencia eclesiástica, pero si llevaban el mensaje fresco del evangelio, sin contaminaciones teológicas. Y muy buena conducta a nivel personal, sin avances en ningún sentido, bien sobre las señoras o las niñas o los niños. Todo un pastor. Le encantaban los bautizos, pues le daban la impresión de que contribuía a que Dios extendiera su influjo sobre la tierra y se sentía como un pequeño Dios recibiendo en la iglesia a los infantes de la parroquia. El quiso hacer de su barrio una parroquia y lo lograba en la medida en que todos lo consideraban un santo, tanto por su devoción, como por la plenitud que demostraba, cargado de esa la esencia de la divinidad . Al él se le debe la construcción del templo, con ese aire moderno y ventilado. Pero dentro de la sotana habitaba también un hombre que no vivió la juventud, que no se metió en el mundo de las novias, de las fiestas, del encanto de la mujer que arde, que escuece y que si no se manifiesta, abre afluentes que tarde o temprano se manifiestan, a destiempo. Como le pasó al cura Rojas , por que al tiempo que iba celebrando los ritos de su religión, le iba echando el ojo a la monja que lo auxiliaba y llegaron a las alturas de un amor incomprendido, porque el celibato le cortaba las alas y el pobre cura suspiraba por la monja y al calor de los vinos de la consagración, muchas veces desfallecieron de amor al borde del altar y, cuajó luego en frutos que hicieron crecer el hábito que escondía la semilla de ese amor, que podía ser santificado por el señor, pero que los cánones de una iglesia atrasada no le permitían. Ahí empezó a tropezar el pastor de almas que con tanta ilusión entró al seminario y se hizo cura por la gracia de Dios. Cuando la feligresía se dio cuenta, se armó el escándalo, llegó el cuento a oídos del obispo y el pobre cura Rojas tuvo que liar bártulos con la monja embarazada y su hijo en las entrañas, como fugitivos, a buscar asilo en El Socorro. Allí terminó su vida, cuando habría podido ser el comienzo ya dentro del ámbito de una familia normal, con su esposa y sus hijos viviendo el evangelio con su sotana puesta. Pero no.

URIBE, UN TERRATENIENTE CONSERVADOR EN UNA SOCIEDAD DIGITAL.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Alvaro Uribe recibió la impronta antioqueña en el apego a la tierra y sus costumbres, en una religiosidad formal muy afianzada , una ética del trabajo , una concepción calvinista del éxito. Y nació en un ambiente enmarcado por terratenientes, entre los cuales se encontraban caballistas como su padre. Así que tiene una visión de terrateniente, que en alguna forma le hace recortar la perspectiva del mundo. Y se ve reflejada en la visión de la política internacional, como si se tratara de defender pedazos de tierra en lucha con los vecinos. Esa antioqueñidad está muy marcada en su manera de vestir, con su carriel al hombro y su poncho en las espaldas; en el sentido de la jerarquía, del orden, de la disciplina, del negocio. Su temperamento no tolera acercamientos de amistad, sino de sumisión. Quien quiera vincularse a sus campañas, debe hacerlo con la conciencia de que tendrá que subordinarse y ponerse al servicio de una persona y no de una causa. Tal como lo concibe José Obdulio Gaviria, quien tiene una mentalidad de sometimiento total al jefe, que es el que pone la conciencia , la voluntad y las órdenes. Y si maneja un par de ideas, tiene que doblarles el pescuezo para ponerlas al servicio de una causa personal. Y concibe su papel de ideólogo, solo para enaltecer al jefe. Así, quien no posea esa voluntad de sometimiento no debe acercarse por esos predios, que imponen una disciplina castrense. De ahí también la química con el sector militar, que vive dentro de un mundo jerarquizado y disciplinado, en donde las faltas más graves son la insubordinación, la deslealtad, para no hablar de la traición. Y, con el tetero le viene una religiosidad profundamente formal, que tiene que ver con el rito, con la cercanía a los pastores de la iglesia y con el manejo de un lenguaje evangélico que más que todo se manifiesta en los hogares conservadores, sin que por ello deje también de impregnar los liberales. En su paso por el poder, demostró que tiene un concepto minimalista de las cosas públicas, pues se metía con pasión en el mundo de las cosas pequeñas, con criterio de inspector de policía, de alcalde rural o de funcionario que ejecuta, más que planifica. De ahí que se le escape una visión macro de las cosas, una concepción más vasta y profunda. Sabe desde luego que la política no tiene alternativas y que si no la hace, la padece. Por eso está haciendo política con mecanismos que ya pertenecen a la sociedad digital y que él aprovecha, pero con ese concepto de guerrero y no de estadista y quizá tampoco de político; con esa ética del trabajo, sin escatimar esfuerzos , convencido como los calvinistas, que el éxito en sus empresas es señal de predestinación.

miércoles, 11 de julio de 2012

LA OPINION PUBLICA ES EL NUEVO PODER CONSTITUYENTE.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. El poder constituyente se ha convertido en un verdadero tabú, difícilmente desentrañable y hay que echar mano de prolijas pesquisas para poder llegar a él, convocando al pueblo bajo los modelos del referendo o de la asamblea constituyente. Hay que pasar por muchas instancias, bajo la vista de todos los poderes, quienes vigilan el proceso y al final se obtiene el resultado, que también es objetable. Y el Congreso tiene la llave para poder abrir semejante arcano. De otra parte, todo el mundo se considera el pueblo. Se trata pues, de un Dios lejano, que solo de tanto en tanto aparece para bien de los pueblos. Y tan pronto baja, vuelve de nuevo a sus lugares de origen y se cierran los velos que lo dejaban ver. Los constitucionalistas por otro lado, no hallan como esconderlo para que no se vuelva profano y se abuse de él. Y se considera como una de las máximas conquistas del derecho, pues se trata nada más y nada menos, que el Dios que decide en última instancia el reglamento de los pueblos. Es un Dios profano. Pero los tiempos han cambiado y nos encontramos en una época signada por la postmodernidad, en donde los medios de comunicación se han extendido en tal forma, que han hecho del mundo una aldea global, como lo dicen filósofos y sociólogos. Antes el tiempo se dilataba, el espacio se ampliaba. Resultaba muy difícil la comunicación. Los hechos ocurrían y solo vendrían a saberse con retardo. Hoy en cambio, todo lo que sucede en la más apartado región del universo, se sabe al minuto en todo el mundo. La inmediatez se impuso. El tiempo se unificó, no obstante la diferencia en la posición ante los astros. Tan obsoleto resulta todo, que los periódicos impresos no hallan como titular sus primeras páginas, porque ya nada es noticia. Antes se esperaba la salida del periódico, para conocer qué estaba pasando, qué había sucedido de nuevo. Ahora no. Ya internet y la televisión, lo mismo que la radio, ponen al minuto a sus clientes. Y esos mecanismos se han tomado la democracia. Ya no tenemos una democracia de masas, sino de digitadores, que expresan su criterio y su voluntad sobre lo que está sucediendo, con toda libertad, pasando por encima del criterio de los partidos, de las iglesias, de las corporaciones. Hay una opinión que fluye permanentemente. La democracia ha cobrado tal dinamicidad, que se ha cargado de esta energía nueva que impulsan las corrientes de opinión. Y a su convocatoria sale a las calles, a las plazas y hace acto de presencia. La opinión pública así manifestada, se ha convertido en el nuevo poder constituyente. Así lo sentimos en el pasado episodio del acto legislativo sobre la justicia, cuando la opinión pública se manifestó a través de todos los medios y evitó que se consumara el atentado contra la democracia. Porque no fue el gobierno, ni el Congreso, ni las Cortes, las que impidieron la consumación del hecho, sino esa opinión publica, que amenaza ora con un referendo, ora con una asamblea constituyente. Se ha estructurado pues, un poder constituyente inmediato que no necesita convocatoria, sino que está ahí presente, dispuesto a intervenir, a opinar, a participar. Se trata de un nuevo elemento de nuestra democracia y de nuestro derecho que necesita ser reconocido. Un poder constituyente informal.

¿ PORQUÉ EL EXPRESIDENTE URIBE NO QUIERE AL LIBERALISMO?.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Una de las grandes diferencias estratégicas entre el expresidente Uribe y el presidente Santos, es la tendencia de Santos a volver al liberalismo, es más, a unirlo. En tanto que el expresidente Uribe por el contrario, no quiere volver al liberalismo. ¿ Porqué?. El presidente Santos tan pronto se vio en el poder quiso por encima de todo unir el liberalismo. Y ya unido el liberalismo, podía deshacerse de la incómoda presencia del partido conservador. Pero el expresidente Uribe frenó esos propósitos, porque rehusó cerrar filas entorno a la unidad liberal para hacer un gobierno al estilo Santos. Eso indujo al presidente a cambiar de estrategia : ya no le servía unir al liberalismo, entre otras cosas, porque parte de él estaba con Uribe y él a su vez, no se sentía lo suficientemente fuerte si no buscaba alianzas. De ahí que le tocó aliarse hasta con el diablo : conservatismo, partido verde, Cambio Radical, Pin. Pero a su vez el expresidente Uribe tampoco se sintió cómodo con una perspectiva de aglutinar el liberalismo a su alrededor. No entró a pelear su puesto dentro de la jerarquía del liberalismo, su viejo partido. Inclusive, él entró por tierra derecha a la política, haciendo a un lado el liberalismo. Y se fue en una disidencia, recordemos. Y se la gano al liberalismo oficialista. A partir de ahí nace una cierta ojeriza contra el liberalismo representado en los oficialismos de turno. Pero hay que tener en cuenta también, que en el fondo lo que él quiere, es dejar para la historia su propio partido político. Por eso lo intentó con el partido de la U. Y por eso desechó tantas invitaciones de los jefes conservadores a que se quedara a dormir en el conservatismo, con la seguridad de que pasaría a la historia como un nuevo Núñez. Cosa que tampoco lo sedujo. El quería su propio partido. Pero a la vuelta de nada el partido de la U, o partido de Uribe, se le salió de las manos y se fue con el presidente de turno, Juan Manuel Santos. Y Uribe no intentó pelear por rescatar lo que era de él. Antes por el contrario, prefirió abandonarlo. Y por eso ahora, prescinde del partido de la U y funda el Centro democrático, para seguir girando alrededor de él y lanzar candidato presidencial en 2.014. Y ya le está inyectando doctrina, empezando por quitarle un peso de encima al ejecutivo, liquidando una de las cámaras. Y al ponerle el nombre de centro democrático seguramente querrá rehacer la imagen que ha proyectado de ser un intemperante jefe de la derecha, de hombre fuerte con pasta de dictador Todo esto deja ver en Alvaro Uribe algún resquemor o falta de identidad con un partido en el cual se crio y se formó. O ya no cree en las ideas liberales y por lo tanto, con todo su derecho, busca acogerse a otra clase de ideas, o mantiene una pelea de fondo con su clase dirigente y de ahí que explore otras fuerzas políticas. Pero en todo caso, al expresidente le produce cierta clase de urticaria el liberalismo y por lo tanto, prefiere alejarse de él.

EL PARTIDO “ DUVERGEREANO” HA MUERTO

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Maurice Duverger había definido el partido político como una agrupación de personas que sostienen determinada ideología, cuenta con unos dirigentes, unos seguidores y una financiación. Ese esquema ya está agotado. Y se percibe a nivel mundial, pues los partidos políticos tradicionales van desapareciendo y aparecen otros nuevos, a la vez que se bifurcan en movimientos y que se van plegando a la coyuntura, a tal punto que el partido político como tal ha desaparecido. Hay corrientes de opinión que van y vienen y se imponen en los comicios electorales, más que todo encarnados en líderes vistosos, que bien por su carisma personal o por determinadas circunstancias se han impuesto. Los partidos socialdemócratas y socialcristianos, que fueron los últimos aportes ideológicos , han hecho crisis en Italia, Inglaterra, España, Portugal. En Francia no se dieron pues entró a dominar el gaullismo y el socialismo . Y en Latinoamérica el fenómeno es parecido, porque de los grandes partidos tradicionales solo han sobrevivido el justicialismo o peronismo en Argentina, el Pri en México y el Apra en Perú y eso luego de sucesivos aluviones ideológicos, porque el Pri mexicano pasó de ser un partido de izquierda, revolucionario, a la derecha más abrupta. Y el peronismo se lo vive pasando de la izquierda a la derecha y viceversa. Porque tanto Menem , expresión del neoliberalismo como Cristina Kischner son peronistas. Lo cierto es que al hombre de hoy, el partido político no le dice nada. Porque el máximo avance que se hizo, tal como lo señala Duverger, fue el paso de partido de cuadros a partido de masas. Se consideraba por tanto, que el partido de masas era la expresión genuina de la democracia, de la imposición del pueblo. Y hoy el partido de masas ha desaparecido. Las masas se han fugado. Se ha operado la revolución digital. La opinión publica y las masas antiguas se han refugiado en las redes sociales y desde allí opina, como en la búsqueda de la democracia directa, estilo griego, pero ya proyectada en la aldea global que es el mundo de hoy. Así que los partido políticos han perdido legitimidad, porque las ideas no aparecen o se desvirtúan ante los gobiernos y, fenómenos como la violencia que fomentaban la legitimidad, ya no operan. Por lo tanto hay necesidad de generar nuevas legitimidades. Y esas legitimidades deben estar uncidas a las necesidades de la gente, a las más apremiantes, las que tienen que ver con la educación, el empleo, el deporte, el techo, el medio ambiente. Y los partidos políticos de lo único que se preocupaban era del empleo, más que todo a alto nivel. Pero lo demás quedaba por fuera y dejaba que los gobiernos y estado hicieran lo suyo en todas las demás actividades. Este espacio es el que deben llenar ahora los partidos políticos y todas las instituciones, para buscar una respuesta de la sociedad a la solución de sus más apremiantes necesidades. Y qué mejor vehículo para hacer esa vuelta, que el partido político, que parte desde lo político, pero que se engrana con todo lo demás, en la búsqueda de esa perdida legitimidad.

LA GUERRA DEL 14.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Estamos en vísperas de celebrar el centenario de la guerra de 1.914 , la primera guerra mundial cuando el mundo giraba alrededor de Europa. Y en Colombia nos aprestamos para un combate presidencial que empieza a perfilarse y según como van las cosas, tenderá a polarizarse entre las fuerzas del gobierno y el uribismo. Los demás partidos parecen no tener opción. Porque el conservatismo está entregado a una posición subalterna y se conforma con unos cuantos puestos de alto nivel y punto. El partido verde se halla sin brújula , a tal punto, que entró al gobierno. El Polo Democrático está desprestigiado porque tiene a los Moreno Rojas en la cárcel . Petro no se halla como alcalde de Bogotá. Y como el presidente Santos ha barrido para dentro, puede mantener esas fuerzas neutralizadas para enfrentar a Uribe en el 14. Santos se juega dos opciones : o su reeleccion, en caso de que los vientos sean propicios o la candidatura de German Vargas Lleras. Y el uribismo está en la búsqueda de candidato, dentro de un amplio abanico que empezará a deshojarse hasta quedar en el escogido. Veamos el descarte : Fernando Londoño no puede ser porque tiene piso electoral y conspira contra él el caso de Invercolsa. De otra parte, tiene autonomía de vuelo y Uribe ya está curado en este sentido y por lo tanto no permitirá sino a quien se someta al hierro para marcar ganado. Juan Lozano tal vez le falta más fragua y además le sobra un poco de nariz. Marta Lucia Ramírez, quien sabe si no pase la prueba de la marquilla de hierro. Angelino Garzón, su salud conspira contra él y resulta descartable. Solo queda pues, Oscar Javier Zuluaga, quien parece llenar todas las condiciones que exige el uribismo: buena letra y buena ortografía. Lo cual nos lleva a estos escenarios : uno, la candidatura del Presidente contra la de Oscar Javier Zuluaga.. La otra, Germán Vargas contra el exministro. De ahí que el uribismo ya montó la perseguidora contra Vargas Lleras, esculcando su pasado para ver qué sobrevive . Se quedan por fuera, al menos hasta este momento, fuerzas como las del binomio Samper-Serpa, que son la expresión de la izquierda liberal, la cual no tiene velas en el próximo entierro con relación a la candidatura del liberalismo santista. La polarización entre santistas y uribistas podría ser aprovechada por los conservadores, tal como sucedió en la época de Turbay y Gaitán, cuando surgió Mariano Ospina. Es decir, que aparezca un tercero en discordia. Pero al conservatismo se le ve muy engolosinado con los gobiernos de turno y solo busca ministerios para su alta clientela. Candidatos los hay, y buenos, pero lo que falta es voluntad de poder. Y cuando un partido no tiene voluntad de poder, no hay nada qué hacer. En todo caso la guerra va a ser dura, pues hacía rato no veíamos un ambiente tan caldeado , cuando se manejan términos como el de alta traición y de ahí para arriba . Y el espectro de la guerra del 14 asecha por allí.

domingo, 1 de julio de 2012

EL FUTBOL MILITAR DE LA SELECCIÓN ALEMANA.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. Los alemanes juegan un futbol marcial . En primer lugar, da la impresión de que estuvieran en traje de parada; cuando caminan, marchan, cuando corren, lo hacen como al paso de ganso de los ejércitos hitlerianos. El juego de cintura en ellos no existe, pues tienen la rigidez propia de los soldados cuando están firmes. Ellos juegan como si tuvieran una estructura de cartón. De ahí que el cuerpo no sufre ninguna clase de distorsiones, no quiebran la cintura, no doblan el cuerpo, como si lo hacen los italianos y los españoles. No son elásticos como éstos, sino plásticos. Sus pases son como cañonazos. No tienen ni la estética de los españoles, ni el giro sesgado de los brasileños. Son bombazos que casi se escuchan en el estadio. Cuando caen en la cancha, no lo hacen como los jugadores latinos , haciendo cabriolas, ni descomponiéndose en el aire como si se fueran a quebrar y no dan volteretas . Ellos se caen, como se caería una estantería de libros, o unos modelos de yeso para exhibir ropa masculina. Su entrenador debe ser un militar, para el cual la disciplina está por encima de todo. La elasticidad no cuenta, allí no hay juego de danza, ni de arte, sino marcialidad. Así que su fútbol es toda una alegoría del yeso. Todos los jugadores parecen tener esa misma pasta y por eso existe la sensación de que se van a partir a media nada. Por eso es tan difícil para ellos hacer una chilena o una media chalaca, pues no tienen la suficiente agilidad para hacerlo. Su fútbol es lineal. No tiene sorpresas, no tiene la habilidad del jugador suramericano que hace fintas , cabriolas, que se engolosina con la pelota. Para ellos la pelota es un cañón que debe dispararse. Que quema y lo mejor es desembarazarse de él en el menor tiempo posible. Por lo tanto, no existe posibilidad de amarrar la bola a los guayos y salir driblando a cuanto jugador se le ponga por delante, con el mismo afán con que lo hacía Maradona y ahora Messi. Ellos no saben hacerlo, no tienen el dominio de balón suficiente para exponerse. Pero en cambio, sí tienen un juego de conjunto que va y viene por toda la cancha. Los pases son generalmente largos y se desplazan separadamente, en forma diferente a los españoles que se juntan más bien para llevarse la pelota, hasta que ven el ángulo apropiado para entrar y disparar de mediana y corta distancia.. Los alemanes disparan desde cualquier distancia, con cañonazos secos, directos, sin el efecto que le ponen los brasileños a la pelota y que hacen que cambie de dirección el balón. En todo caso, el equipo alemán más parece un escuadrón de infantería jugando futbol, que civiles en pantaloneta tratando de hacer malabares en la cancha. Ellos llevan en la sangre esa rigidez que los hace tan propicios para las faenas de cuartel, para el polígono, para el trabajo en pelotón. Y las piernas las manejan como si fueran armas de largo alcance, como misiles que van hacia el blanco para el cual fueron disparados