miércoles, 10 de enero de 2007

PARLAMENTARISMO Y PRESIDENCIALISMO EN EL ESTADO SOBERANO DE SANTANDER.

PARLAMENTARISMO Y PRESIDENCIALISMO EN EL ESTADO SOBERANO DE SANTANDER.
Por: Raúl Pacheco Blanco.



Si bien es cierto nunca hemos tenido un sistema parlamentario porque nos hemos aferrado al presidencialismo, sin embargo ha habido algunos acercamientos por diferentes conductos y en diferentes épocas.
El sistema parlamentario requiere el fraccionamiento del ejecutivo en un jefe de Estado y un Jefe de Gobierno, además de darle capacidad al Congreso para elegir este último y derribarlo a través de una moción de censura , como a su vez el jefe de gobierno para disolver las Cámaras.
El liberalismo siempre quiso recortarle facultades al ejecutivo desde las épocas del general Santander hasta el Radicalismo, cuando fue más acentuada la tendencia , pero encontrándose con el rechazo del general Mosquera, presidencialista a morir.
La constitución de l.82l en su artículo l2l limita al presidente al requerir el acuerdo previo y el consentimiento del Senado para el nombramiento de los Ministros y de los diplomáticos , cláusula que hicieron aprobar los santanderistas para limitar el poder del Libertador.
Y luego los mismos santanderistas en la constitución de l.832, limitaron al ejecutivo en el ejercicio de sus facultades extraordinarias , por perturbación del orden público, señalándole expresamente lo que podía hacer en tales circunstancias el presidente.
Pero a partir del siglo XX los liberales cambiaron de posición , como podemos verlo en las reformas de l.936 y l968.
Los conservadores en cambio han mantenido un mayor apego al sistema presidencial, desde la dictadura de Bolívar hasta Laureano Gómez y ahora, Alvaro Uribe.
En la época del radicalismo se vio más clara la tendencia hacia un sistema parlamentario o por lo menos hacia un sistema de asamblea, al estilo de los revolucionarios franceses.
Florentino González estuvo más interesado en imponer el federalismo en su constitución de l.853, que meterse propiamente con el sistema presidencial , pero tomó más bien la opción de hacer más fuerte al legislativo, dándole a los parlamentarios una irresponsabilidad absoluta en cuanto a sus votos y opiniones y en la capacidad para convocarse en sesiones extraordinarias.
Pero ya en el Estado Soberano de Santander los constituyentes de Pamplona de l.857, instituyeron un régimen de asamblea como en tránsito hacia el sistema parlamentario.
La constitución de Pamplona establecía que la asamblea ejercía a plenitud el poder público en todo lo que no fuera la aplicación de la ley, pero se reservaba el derecho de nombrar comisarios para la ejecución de esa ley, mediante resoluciones obligatorias para el Presidente del Estado.
Los diputados además de ser elegidos popularmente, tenían inmunidad en cuanto a demandas de carácter civil y penal y se podían reunir en forma extraordinaria cuando así lo resolviera la asamblea , por el tiempo que señalara la misma.
Al presidente le daba otro tratamiento: en primer lugar se le consideraba agente inmediato de la asamblea y dependía de ella en el ejercicio de todas sus funciones .
Y en segundo lugar, era nombrado y revocado por la misma asamblea.
Esta constituyente fue dominada por los radicales, entre los cuales se contaba Vicente Herrera, quien descrestó con sus ideas socialistas, pero no se concretaron en nada.
El jefe del Estado era el jefe radical más importante de la época, Manuel Murillo Toro.
La oposición la hicieron los conservadores comandados por Leonardo Canal, quienes no hicieron mayores aportes, pues el objetivo era simplemente el de entrabar las cosas.
Luego en l.859 , en el gobierno de Ulpiano Valenzuela, pero contando con la presencia de Aquileo Parra en la Constituyente, ratificó la dependencia del Presidente hacia la asamblea pero modifico su elección que de ahora en adelante deberia ser popular, además de darle capacidad al Presidente para objetar las leyes.
Esta estructura de poder es ratificada por los constituyentes de l.862, entre los cuales se contaba Aquileo Parra, pero intervenían diputados draconianos , de menos aliento liberal pero más demócratas, como el cura José Pascual Afanador, quien jugaría un papel muy importante dentro de su grupo a nivel nacional, en donde estaban los generales Obando y Melo, lo mismo que el panameño Arosemena , disputándole espacio dentro del liberalismo a los radicales.
A partir de este periodo viene el desplazamiento de la lucha entre draconianos y radicales, en donde primaban éstos, para establecerse una nueva división a nivel nacional en el liberalismo, como fue la de Independientes y Radicales, debido fundamentalmente a la presencia de Rafael Núñez, quien trae de Europa nuevas ideas, tratando de darle mayor juego al Estado en el manejo económico y político, en contra del viejo liberalismo manchesteriano de los radicales.
La política se va a mover, al ritmo que le impondrá Rafael Núñez.

WILCHES LE DAÑA LA FIESTA AL RADICALISMO.

En el Estado Soberano de Santander impondrá esa tendencia independiente el general Solón Wilches, quien llegará a ser el amo supremo de la política , impregnado de las nuevas ideas de Núñez, si es que las llegó a tener, para imponer el modelo de Estado que concebía Núñez y que se acercaba bastante al del canciller Bismarck en Alemania , es decir, un estado fuerte, e interventor.
No estamos de acuerdo con la tesis de Indalecio Liévano Aguirre, quien señalaba que Núñez encarnaba la nueva concepción del estado del liberalismo, pues por diferentes motivos se acerca más al modelo que ponía en práctica el canciller Bismarck.
Wilches viene a dañarle la fiesta al radicalismo en Santander, dominante hasta el momento, pero se irá a replegar y a ceder espacios ante la determinante presencia del León del Norte, como llamaban al caudillo militar de Concepción.
En l.880 se hizo reelegir, por una constituyente que había convocado para reformar la constitución de Santander y ponerla a tono con la nacional de l.863, sin necesidad de realizar elecciones populares.


El objetivo pues, era ese, reelegirse. Así que prácticamente dio un golpe de estado al hacerse reelegir para el periodo siguiente mediante ese mecanismo.
Pero volviendo a la constitución , prácticamente impone una pre-Regeneración al romper el esquema de asamblea de las constituciones anteriores e imponer el presidencialismo regenerador, asi fuera a nivel regional.
El presidente dejó de ser el agente inmediato de la asamblea , subordinado a ella en cuanto a su elección y a sus funciones, para convertirse en el jefe del poder ejecutivo elegido además por el voto popular.
Así que Solón Wilches tiró por la borda el diseño radical para imponer el nuevo modelo de Núñez, de quien había sido seguidor en la condición de jefe del Ejército en el gobierno de Santiago Pérez y por tal motivo fue retirado de su cargo , junto con el general Santodomingo, quienes estaban trabajando por la candidatura de Núñez a contrapelo de la de Parra, el candidato de Santiago Pérez.
Con una constituyente de bolsillo en donde estaban sus parientes y amigos, como Marco Aurelio Wilches, primo hermano, Joaquín Wilches, primo hermano, Ramón Paz, pariente político, Domnino Castro, casado con una prima hermana de Wilches, Vicente Uscátegui , compañero de negocios , entre otros , reformó la constitución y se hizo reelegir.
A raiz de este proceso llevado adelante por Wilches, vino la reacción posterior del Estado, en sus diferentes regiones y se unieron tanto el norte como el sur para tumbar a Wilches, quien trataba además de imponer sucesor.
Pero llegaron hasta las goteras del Socorro, en ese entonces capital del estado y residencia de Wilches y en lugar de atacarlo, permitieron que él viniera hasta donde estaban ellos, y entró echándole tres vivas al partido liberal, adelantándose varios años a Alfonso López, les dio aguardiente y casi los convence de unirse a él para luchar contra el gobierno central, hasta que alguien con mayor lucidez cayó en la cuenta de que estaban allí para derrocarlo y le dijo: general, nosotros vinimos fue a tumbarlo, no a encumbrarlo más.
Pero transaron. Aunque hubo un inconveniente y era el de que por más que entregara el cargo de presidente, le quedaba el de primer designado, para el cual también se había hecho elegir y eso dio pie para una nueva negociación y una nueva renuncia.
Y se le adelantó en muchos años al general Augusto Pinochet , pues exigió a cambio de la presidencia, la comandancia del Ejército. Y no dejó celebrar siquiera la victoria a los rebelados quienes tuvieron que acostarse temprano ese día y no tomarse ni un aguardiente, porque él continuaba con el mando del Ejército que estaba mejor municionado que ellos, armados apenas de palos y armas desuetas, a tal punto que tuvieron que soportar los sarcasmos de los conservadores quienes al verlos pasar les tomaban el pelo diciéndoles que si con esos palos iban a tumbar al general Wilches, logrando poner muy bravo al general Foción Soto,hombre de muy malas pulgas.
Asi que Solón Wilches enterraría las intenciones del radicalismo de imponer un régimen de asamblea, en tránsito seguramente al sistema parlamentario, que había tenido otro antecedente en la convención de Rionegro , cuando se presentó un proyecto que contemplaba el establecimiento de una Dieta o cámara única, en reemplazo del Congreso y en la creación de un Ministerio Ejecutivo compuesto por tres ministros nombrados igualmente por la Dieta, en sustitución de la Presidencia de la República.
A este proyecto se opuso el general Mosquera porque fraccionaba el ejecutivo y lo volvía ineficaz.
Así que si Mosquera enterró las aspiraciones de los radicales de imponer un sistema semi-parlamentario, el general Wilches haría lo mismo más adelante, siendo el sepulturero de esa aspiración parlamentaria o semi-parlamentaria.

Bibliografía.: Parra Aquileo, Memorias, Gobernación de Santander, l.990. Gómez Armando, Pardo Orlando, Las constituciones del Gran Santander, l.853-l.885, U.I.S., 2004. Pacheco Blanco Raul, El Leon del Norte, Sic, 2.002. Pacheco Blanco Raúl, Historia Constitucional Colombiana, U.S.T.A, 200l. Liévano Aguirre Indalecio. Rafael Núñez, Ancora l.985. Gutierrez Fulgencio, Gobernación de Santander, Santander y sus Municipios, l.990. Arismendi Posada Ignacio, Presidentes de Colombia, l.8l0-l.990, Planeta l.989. Restrepo Piedrahita Carlos, Constituciones políticas nacionales, Externado de Colombia, l.995. Soto Foción, Memorias sobre el movimiento de resistencia a la dictadura de Rafael Reyes, 1884-1885, dos tomos, editorial incunables, Bogotá 1986.