viernes, 25 de enero de 2013

¡POR FIN; UNA OPOSICION FUERTE



POR:  RAUL   PACHECO   BLANCO.

Una oposición seria, numerosa, lo suficientemente organizada, con un jefe a quien todos obedezcan y tenga trazas de caudillo, no hemos vuelto a tener. Se sentía nostalgia de las épocas de Laureano Gómez, cuando estremecía el senado con sus catilinarias , o en la época de Gaitán, o cuando Alzate Avendaño enfrentó  con un grupo de parlamentarios muy talentosos  el gobierno de Laureano Gómez. O cuando el MRL, con el grupo de López Michelsen y  Alvaro Uribe Rueda.  La idea de un ejecutivo fuerte fue ganando terreno hasta el punto de eliminar la oposición o reducirla a su más mínima expresión. Sobre todo en el gobierno del presidente Uribe el “unanimismo” se apoderó del medio y solo figuras aisladas como el senador Robledo y Gustavo Petro hacían una oposición que valiera la pena.  Y ahora llegamos a la presidencia de Juan Manuel Santos, quien ya es fama que no se para en pelillos para anestesiar cualquier brote pendenciero, aniquilándolo con con gases burocráticos , de efectos letales, porque no hay arma más letal que la nómina oficial. Afortunadamente apareció el expresidente Uribe, quien nos puede prestar el gran servicio de armar una verdadera oposición, de darle perfil, de crear un gabinete en la sombra y jugarse la alternativa.  Como la política es lo más dinámico que existe y hoy puede ser lo que mañana no será o viceversa, las circunstancias han modificado un panorama que antes se veía muy despejado para el presidente Santos y que ahora se ve oscurecido, luego de hechos tan pesados como la pérdida de mar territorial. Según ultimas encuestas el expresidente Uribe se encuentra en mejor posición que el presidente Santos y de ahí que una lista para senado encabezada por el expresidente, puede llegar a montar una oposición como Dios manda. Ya se mencionan a exministros de Uribe en esa nómina, que entraría a formar un bloque de oposición que llevaría el sello uribista , en donde la disciplina de grupo primaría por encima de todo.  Así que de hecho se conformaría la figura del jefe de la oposición, de la bancada como organización parlamentaria y  una política definida.  Por su parte el Congreso ha perdido su norte, ya no es el centro de los grandes debates nacionales y su función es algo meramente residual .  Pero los debates se hacen en la prensa, en la radio, en la televisión, en twitter, pero no el en el Congreso. Así que esa llegada de esa tropa de asalto al congreso es bien recibida por la opinión pública, porque viene a darle una fuerza que ha perdido, que no tiene en la vida nacional. Ojalá allí se realicen todas las discusiones que necesita el país. El expresidente Uribe maneja una dialéctica implacable y si bien es cierto se le va la mano en expresiones de bajo calibre nunca lo hemos visto envuelto en una gresca, en una pelea a puño limpio. Estamos pues, a las puertas de un renacimiento del congreso como foro de ideas, de inquietudes, de programas, de “retozos democráticos”.
 A su vez la izquierda democrática quiere también convertirse en actora en los nuevos episodios y el grupo que se formó en Medellín, puede que se aglutine alrededor de un buen grupo de parlamentarios, como Navarro Wolf y de un candidato presidencial tan presentable como José Antonio Ocampo. Todas estas son buenas noticias para la democracia  colombiana.

viernes, 18 de enero de 2013

LA EVOLUCION DEL CONSTITUCIONALISMO LATINOAMERICANO



 

SIGLO  XXI.

 

POR:  RAÚL  PACHECO  BLANCO.

 

Nuestro constitucionalismo latinoamericano es demasiado volátil. Está sujeto al vaivén de las políticas o políticos de turno, de tal manera que difícilmente una constitución aguanta un par de años sin una enmienda. Hay un inmediatismo constitucional  que no permite la distancia, la proyección a largo plazo, sino el crear una herramienta para hacerla más manejable, más dúctil.

Claro está que hay algunas cuyas estructuras se conservan, como es el caso de la argentina, la mexicana, la costarricense, para citar algunas, fruto la segunda  de ellas de la revolución de principios del siglo XX.

Pero lo más grave de todo es que no se cumplen, o se interpretan al acomodo de los poderes de turno. Sin embargo, es interesante ver la evolución que ha tenido nuestro constitucionalismo, siguiendo el corte mundial, a la medida de los grandes acontecimientos políticos que han dado lugar al cambio de instituciones.

La evolución la podemos notar siguiendo las coordenadas de un estado de derecho en tránsito hacia el estado social de derecho, fruto de las constituciones europeas, fundamentalmente de la alemana, la francesa y la española, que son material  de estudio para ponerle piso a nuestra evolución y que han servido para aliviar  el destino de nuestras clases menos favorecidas.

El paso también de una democracia representativa a una participativa , que por cierto no ha funcionado lo suficiente por los altos costos que implica el hacer elecciones para cubrir las áreas de plebiscitos, revocatorias de mandato, consulta popular, referendos, etc.

Los mecanismos de protección de los derechos que han acercado a las gentes hacia algo que antes se consideraba muy lejano, como es el caso del derecho de petición, el derecho de amparo o   tutela.             .

Esa ha sido la conquista más grande que se ha obtenido porque antes los derechos se quedaban escritos pues en la práctica no se daban.

Otro aspecto interesante es el escogimiento  de una sola cámara para romper el bicameralismo que siempre ha existido, pero que ahora, por  razones de economía procesal digamos o por motivos de concentración del poder político, se ha reducido a una sola cámara, abandonando el esquema británico de las dos cámaras , como es el caso de Venezuela.

El presidencialismo es el plato fuerte de nuestro constitucionalismo, pues a través de él ha girado nuestra historia, a tal punto, que Latinoamérica es conocida por ese tipo de presidencialismo concentrado que se impone a lo largo y ancho de Latinoamérica, con la excepción de Haití, pues  dada la  influencia francesa, acogió  el semi -presidencialismo de la quinta republica francesa.

Y dentro de ese presidencialismo  articulado, cuando el presidente es quien nombra a los gobernadores y estos a los alcaldes, en el desarticulado es el pueblo el que define quienes son los gobernadores y los alcaldes.

Otro de los debates fuertes en nuestro constitucionalismo, lo constituye la función que están cumpliendo las altas cortes, bien sea a través de las cortes supremas de justicia o de los tribunales o cortes constitucionales, que han equilibrado un tanto el desmedido poder del ejecutivo. Es lo que se ha llamado el gobierno de los jueces y que través de sus sentencias producen derecho paralelo a la constitución, o tratando de interpretarla. Se ha avanzado de las  simples salas constitucionales  dentro de la Corte Suprema de Justicia,  a la Corte Constitucional con todos sus poderes.

Este paso también se nota al evolucionar de las contralorías, como órgano de control, a la Corte de Cuentas, judicializando una labor tan complicada como esta y que está en la vena de la corrupción que soporta tanto el estado como la sociedad.

Lo mismo ocurre con el sistema electoral donde los tribunales electorales están reemplazando  a los consejos electorales que son de orientación partidista y que le quita imparcialidad  a un proceso tan delicado como el electoral.

Los partidos a su vez han sido reconocidos por la constitución y sobre todo, el Estado le ha puesto el hombro para lograr su financiación tanto en la organización diaria , como en elecciones.

Pero aquí es donde más le meten la mano los políticos para acomodar las normas  a las necesidades de los partidos y sobre todo, del turismo de partido, pues como ahora  los partidos no tiene  la consistencia de  antes, basada en la ideología, se convierten en flor de un día, con el consiguiente transfuguismo, como ha sido llamado en algunos países.

La parte económica de la constitución nos deja ver la influencia de un estado de bienestar , pero a su vez  cruzado  por un neoliberalismo que se refugia en la independencia de la banca oficial, tratando de superar el influjo político para que sean las medidas técnicas las que se impongan y en la búsqueda de una estabilidad  económica en la lucha contra la inflación.

 Pero ese estado de bienestar o estado social de derecho ha logrado que grandes masas populares hayan abandonado la pobreza, ampliando el espacio de las clases medias que han sido el motor del desarrollo.

En cuanto a la salud, la vivienda, la educación, han sido factores importantes en el crecimiento de la América Latina que hoy en día se encuentra en mejor situación que una Europa en crisis, con la salvedad de Alemania.

Otro tema que trata con mucha dedicación el constitucionalismo latinoamericano, es el de los indígenas, a tal punto que la constitución de Bolivia es la expresión de ese pueblo indígena que antes no se había asomado a las instituciones y que ahora, en cabeza de Evo Morales, maneja el estado.

 Las consultas con  estas etnias, tanto en el aspecto cultural como en el económico y social  corrige una ancestral injusticia  con ellas, a las cuales siempre se les quiso despojar de sus tierras, de sus resguardos, de sus lugares sagrados, de su ciencia empírica, envolviendo muchas veces propósitos turbios en propuestas atractivas.

De ahí que la propiedad solidaria, como caja de resonancia de esa economía indígena se le da mucha cobertura. Lo mismo podemos decir de las constituciones de Ecuador, Perú, Guatemala y México, que son los países con mayor población indígena.

La reforma constitucional se ha democratizado, pues antes las constituciones solo permitían que el legislativo reformara la constitución. Ahora, con la incorporación de la democracia participativa, se le dan al pueblo los mecanismos del referendo o la asamblea constituyente. Y la posibilidad de que por firmas se pueda llegar a la enmienda. Esta es una de las consecuencias pues, del paso de la democracia representativa a la participativa.

Desgraciadamente esta herramienta ha vuelto a quedar en manos de los congresos y de ahí que cada nuevo gobierno que se respete, reforma la constitución para hacerle juego a la política menuda, por medio de los actos legislativos  o como veíamos atrás, con la ley habilitante del presidente Chávez.

Esta herramienta debiera ser privilegio exclusivo del pueblo, para evitar la inestabilidad  que propician los congresos con esa política inmediatista.

lunes, 14 de enero de 2013

“EL DASEIN” CHAVISTA.


POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

El caudillismo no es nada nuevo en Latinoamérica. Pero en medio de todo.  podemos  diferenciar  diversos tipos de caudillismo : por ejemplo, el caudillismo  estructural, para pedirle prestado el término al constitucionalismo y el caudillismo coyuntural. Los coyunturales se dan silvestres, pues cada cuatro años se manifiestan en los diversos países de Latinoamérica o coincidiendo con el periodo  de elecciones. Pero esos son voladores sin pólvora. Se imponen en los cuatro años y así  den la sensación de permanencia, desaparecen a las siguientes elecciones. No así  el estructural que puede llegar a producir una tradición, o por lo menos  permanecer por varias generaciones, al mismo tiempo que generar  un impacto tal, que se emparenta con lo religioso, o por lo menos con el mito y la leyenda. En Colombia tuvimos el gaitanismo como una manifestación de ese caudillismo, pero ese si de esencia laica, sin proyecciones hacia lo religioso. Fue   tal el impacto de su personalidad, que irradió  en el pueblo en tal forma, que desbordó los linderos del partidismo y que aguantó  varias generaciones. Ese contacto original del caudillo con el pueblo, solo se da en fenómenos como ese del gaitanismo. Sin embargo en Latinoamérica el ejemplo más típico es el peronismo, ya que adquirió  una simbología más completa por cuanto se da en la pareja de Perón- Evita, asumiendo una totalidad andrógina que es señal de plenitud. Perón llegó a la entraña del pueblo argentino, dentro de un acercamiento natural como si existiera una fuerza centrípeta que impulsara a crear una armazón pueblo- caudillo. Y es tal la fuerza, que los nombres de Perón y de Evita están por encima de sus ideas, de su partido, y han  sobrevivido a varias generaciones hasta encontrarse actualizado en los Kichner, quienes se basaron en el modelo peronista. Por lo tanto, el peronismo es una fuerza que está viva en Argentina. Y llama la atención precisamente ese fenómeno de que se de en un país como Argentina, el más culto de Latinoamérica y por lo tanto, el menos llamado a propiciar fenómenos como este. Lo fundamental en este caudillismo está en la íntima comunicación o conexión que se establece entre el jefe y su pueblo, de tal manera, que se funden en una sola cosa y que despierta tal frenesí, como el que sacudió a Bogotá por ejemplo, cuando Gaitán fue asesinado. Esa conexión fue muy estudiada por Heidegger, quien recibió ese impacto de Hitler y se sintió motivado para estructurar todo un tratado sobre el poder carismático y sobre la profundidad de ese contacto, que el llama el Dasein. Para Heidegger se produce un “ entrelazamiento del destino del individuo con el destino del pueblo. Pero si el “ser ahí” que es en forma de “destino individual” existe, en cuanto “ser en el mundo”, esencialmente en el “ser con otros”, en su gestarse histórico, en “gestarse con” y constituido como destino colectivo”. ( Discurso filosófico de la modernidad, Taurus, 1.993, pag 192).

Esa simbiosis es la que se ha establecido en Venezuela entre Chávez y su pueblo y que ha desbordado en tal forma las estructuras legales, que hoy no hay constitución en Venezuela, sino el solo espíritu de Chávez gobernando.

lunes, 7 de enero de 2013

2013



POR: RAUL PACHECO BLANCO

 

Así  como es muy difícil que prospere un tercer periodo presidencial, también es muy difícil que no se abra paso un segundo periodo, es decir, la reelección. En el caso de Colombia, el presidente Santos ha puesto dos mojones importantes para que esa reelección se dé  En primer lugar, el proceso de paz, que si resulta, pasará a la historia como el presidente de la paz y como el partero de la nueva historia, una historia desconocida hasta ahora, que es la del no conflicto. Y si no resulta, también podría ser una bandera. En segundo lugar, la construcción de las cien mil viviendas que el presidente le encargó al ministro Vargas Lleras y que pronto estarán listas, pues ya estaban financiadas. ¿ Qué candidato le puede hacer frente a estas propuestas?. Hay que partir de la base de que no existe un político emergente que avasalle y se imponga.  El juego político está cristalizado a través de la pugna que sostienen el presidente Santos con el expresidente Uribe. Ese tema polariza la opinión pública y no hay nada que distraiga al país y sea suficiente para  abrir otros frentes de opinión.  Por lo tanto, quien podría entrar a disputarle la presidencia al actual mandatario es el uribismo. ¿ En cabeza de quien?. El más ajustado es Oscar Javier Zuluaga, quien está en campaña política por todo el país desde hace rato. Pero no es una figura que arrase  ni que tenga el suficiente penacho como para hacerle frente al presidente Santos. El conservatismo hasta este momento no tiene un candidato que entre en tercería para pelear la presidencia. Y la dirigencia conservadora tampoco está interesada en causar tropiezos a este gobierno, pues están bien de empleos. Luego ahí seguiría al pie de la mesa servida, con el mismo apetito de siempre. La única figura que podría hacer juego sería Juan Camilo Restrepo, pero se encuentra enredado con la ley de restitución de tierras, que el presidente con mucha astucia le puso de tarea más  con ánimo de quemarlo que de otra cosa, pues si su intención era la de proyectarlo como candidato seguro, le habría puesto la tarea de las cien mil viviendas y no la de restitución de tierras que está envenenada. Y del lado de la izquierda está Clara López, quien no reúne el suficiente electorado como para convertirse en alternativa. La alternativa fuerte de la izquierda era Gustavo Petro, pero el hombre está más enredado que nada en la alcaldía de Bogotá, cargo para el cual no estaba preparado y le ha ido como los perros en misa. Luego la candidatura de Santos a la reelección se ve despejada, no tanto por los aciertos en el gobierno, como por la falta de contendores, ya que la única persona que le haría juego sería el expresidente Uribe y él ya no puede aspirar a la presidencia. El liberalismo por su parte, se siente interpretado por el presidente Santos y lo hace suyo, a tal punto, que Cambio Radical  está en vía de extinción. Vargas Lleras ya ha dicho que él no aspira mientras lo haga el presidente y desde luego, hasta que termine de construir las cien mil viviendas, que es el banderazo para su candidatura presidencial futura.

LA POSESIÓN DEL PRESIDENTE CHÁVEZ



POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

En derecho hay formalidades que son esenciales, como las escrituras en una compraventa, cuando los contratantes expresan su voluntad de obligarse y , a su vez,  la protocolización notarial y, aún más, el registro de la propiedad, que sin él ,se queda el derecho sin piso.

 Lo mismo ocurre con la posesión de un presidente. Es  una solemnidad, pero forma parte de la legalidad y si se quiere de la legitimidad. Por medio de la posesión el Presidente se juramenta ante el pueblo y ante las instituciones, prometiendo cumplir la constitución y las leyes. Sin  ese rito, la responsabilidad no se asume y queda flotando en el aire.

 El compromiso de actuar conforme a la ley no se asume y el presidente quedaría a merced  de su voluntad, pues él no concretó el compromiso que empezó a formarse en las urnas.

Es como el iter criminis en derecho penal. Existe una secuencia de actos que nos van llevando a la comisión de un delito y se pueden establecer, se pueden individualizar.

 Lo mismo aquí, para que el presidente asuma su plena responsabilidad, se necesita de esa toma de juramento . Y para ese juramento,  el presidente tiene que estar en sus cabales y en condiciones físicas suficientes para poder llevar adelante los compromisos que ha adquirido con el pueblo.

 El Congreso entra a ser garante de ese compromiso al ser su presidente quien toma el juramento, en representación del pueblo que puede no estar presente en el hemiciclo pero que se ha expresado en las urnas.  

Si el presidente no está en condiciones físicas ni mentales para asumir sus funciones, ahí está lo que señala la constitución que debe hacerse : nombrar una junta de médicos para que evalúen al presidente y dictaminen si está o no en condiciones de asumir el poder.

Si no lo está,  se deberá convocar a elecciones y mientras tanto, quien asume el poder debe ser el presidente de la Asamblea . El hecho de ser  la misma persona quien  deja el poder y lo asuma, no quiere decir que no haya un corte de cuentas tajante y que se debe someter a las directivas constitucionales señaladas para esos efectos.

 El derecho no es pasivo, el derecho es una energía, una corriente viva que se manifiesta en hechos. Por lo tanto, un presidente Chávez inactivo no genera hechos de ninguna condición, por allí no fluye ni puede fluir el derecho que es pura energía.

No puede haber continuidad pues se trata de hechos diferentes, del paso de un periodo  a otro, del agotamiento de una legitimidad y el nacimiento de una nueva, así se trate de la misma persona que se sea la encargada de llevar adelante ese propósito. Son dos mandatos con identidad propia , a tal punto que si el pueblo se ha manifestado de una forma diferente en cuanto a los objetivos, el presidente no puede eludirlos, porque quien se impone es la voluntad del pueblo y no la voluntad del mandatario que es el presidente.

 Para que hubiera continuidad se necesitaría que la legitimidad fuera monárquica y no democrática, que la voluntad del presidente fuera soberana y no sometida  a un poder que es el pueblo .

viernes, 4 de enero de 2013

COLUMNISTAS QUE COLGARON LA PLUMA



POR:   RAUL  PACHECO  BLANCO.

El futbolista habla de colgar los guayos cuando decide no volver a jugar más. Los periodistas y escritores ya no entran a colgar las guayos, pero sí la pluma. La pluma se queda solitaria en el tintero, esperando el momento en que se acabe la tinta. Aquí en Vanguardia hemos visto colgar la pluma en primer lugar a Ramiro Blanco Suárez, cuando dejó de escribir su columna Grímpolas, en donde nos hacia todas  las semanas un resumen de lo que ocurría en la ciudad y de contarnos historias  de la vieja Bucaramanga, cuando él llegó de Pamplona hecho un muchachito dispuesto a hacer carrera política aquí , donde estaban los liberales y no allá, en el Norte, donde estaban los conservadores. Y lo hacía con un estilo que fue  proverbial en su generación, guardándole culto a la belleza de la forma, a escribir con estilo. El tiempo pasó muy pronto, y de un momento a otro, no volvió a aparecer su columna. Lo mismo sucedió con Roberto Serpa Flórez, el pariente de Julio Flórez, quien escribía su columna dominical para hablarnos de poesía, de música, de política y en donde le prendía devotamente una vela a su ego , venerando las viejas tradiciones de su familia, tan enclavada en la historia de Santander. A su vez, no olvidaba su condición de médico para hacer un recordatorio de sus colegas, de sus aciertos y de su vida dentro del acuciante mundo de los médicos. Y por último, Orlando Pinilla,  con esa  cara de zapatoca nacido   en Barranca , en donde  ejerció la medicina  y se hizo hombre en la política, con cierto acento  sectario que el tiempo se fue encargando de borrar para pulir  su ademán abierto a la camaradería y al reconocimiento de los demás. Según él, la Barrancabermeja de hoy vivía pendiente de sus  columnas, donde nos refrescaba con la brisa del río, pues su prosa estaba llena del sabor del pescado, del petróleo y de las gentes de esa tierra que se volvió  un cosmos de razas, en donde la idiosincrasia costeña se funde  con la santandereana. Esos columnistas tomaron la decisión de no volver a mojar  la pluma, dejar que el tiempo fluya, mientras las ideas se quedan flotando en su mente,  esas que   ayer no más pasaban al papel, con la ilusión de haber captado algo de la vida que respira.  Una vida que se siente vacía cuando no hay ese contacto con algo que circula por la cabeza y cascabelea en las manos y nerviosamente se posa en las teclas del computador, o del lápiz o de la maquina  de escribir. Y, además,  vivieron  ese proceso de saltar  de la pluma  a la máquina de escribir mecánica, luego a la eléctrica, para  llegar  al computador que es el punto de enlace con la realidad de todos los días. Y sentirán la  nostalgia de no ver el nombre y la foto que acompaña sus columnas . Y sus lectores seguramente lamentarán también ese paso que han dado para no volver a aparecer y meterse en la bruma de lo inasible. Si la  vida es un privilegio, también es una  carga y de ahí  que Sócrates hubiera dicho  algún día de su vida, que la mayor fortuna de un hombre es la de no haber nacido.