viernes, 7 de octubre de 2016

POST- PLEBISCITO .



POR: RAUL PACHECO BLANCO.

 

El triunfo del No el domingo demuestra la madurez del pueblo colombiano, el avance cultural que significa el crecimiento de las clases medias, que ya no tragan entero, que no pueden ser engañadas con espejitos como a los indios de la conquista. Se dieron cuenta que los ofrecimientos a la guerrilla se pasaban de la raya y que no obstante el desborde publicitario del gobierno y de la empresa privada en favor del sí, la gente reaccionó. Inclusive se derrotaron todas las encuestas. El voto al no pasar por la maquinaria amarrada de los partidos, dejó correr  limpio y elocuente el querer de los colombianos. Era un estado del alma el que se manifestaba. Un clamor de la gente por la justicia. Nadie se explicaba cómo había casa, carro y beca para los guerrilleros. Por eso considero un error el dar como triunfo personal del expresidente Uribe, tal como lo proclaman los diversos comentarios de los medios de comunicación, pues aunque su aporte fue innegable, el colombiano del común sacó sus propias conclusiones y tomó decisiones que eran evidentes. Se trataba de la expresión de una “vivencia” de cincuenta años de sufrirla, no de una simple idea.Y la derrota desvela la posición de Timochenko, quien está  tranquilo soñando con que el acuerdo final es un acuerdo “especial”, rodeado de todas las garantías del derecho internacional. Así que para él, el acuerdo final pasa al bloque de constitucionalidad, según la teoría de Alvaro Leyva. Ahora el presidente Santos le sale a deber a la guerrilla porque ellos intervinieron en las conversaciones de la Habana como alta parte contratante, es decir, como un estado y de ahí que el acuerdo final es nada más y nada menos que un tratado entre países, con toda la barba. De ahí nadie lo va a bajar. Y el pueblo se comportó con la lucidez con que lo hizo a pesar de las composiciones visuales como la firma del acuerdo en Cartagena, con toda la pompa del caso, la exhibición de los aviones kafir de la Fuerza aérea, personajes internacionales y el presidente muy tieso y muy majo sonriendo, con sonrisa internacional y para toda la prensa y televisión del mundo. ¡Qué oso!, Porque todo lo han hecho antes de tiempo. Han ensayado antes de traer las bestias, pues todo se apresuró para que causara un impacto mundial y para estar a tiempo en los premios Nobel de la paz que siempre se otorgan a final de año.

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