jueves, 7 de julio de 2011

LA LUCHA ES ENTRE GOBERNADORES.

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

Parece que algunos cargos públicos fueran un talismán Y que aquellos que logran llegar, adquieren los poderes suficientes para irradiar luego. No importan las calidades, ni las condiciones, ni nada. Se trata de un talismán que supera todas las carencias y los sitúa en el camino del poder. Esto lo estamos viendo en la actual contienda por la gobernación de Santander. Lo cual viene a indicar también tanto la decadencia de los partidos, como del caudillismo mismo, pues como acabamos de verlo ese carisma no lo dan las condiciones personales, sino el cargo. Antes la lucha se entablaba entre los candidatos liberal y conservador. No había otra. Allí no primaban las jefaturas, sino la jerarquía de los partidos. Luego pasamos a los movimientos que entraban en escena y ellos dominaban la coyuntura. Pero ahora es el hecho de haber ocupado la gobernación para que se adquieran esas condiciones de poder. Es el caso del ex gobernador Hugo Aguilar, quien realizó su campaña sobre una base incierta pero que entró en la imaginería popular, por haber dado de baja a Pablo Escobar. Ese relato mítico, lo proyectó en la legendaria condición del santandereano guerrero. Así que vieron en Aguilar al guerrero, el alma del viejo combatiente de la guerra de los Mil Días, al bandido que lleva dentro todo santandereano que se respete. Porque como decía Gabriel Turbay, yo no soy más que un bandido santandereano. Ese perfil lo llevó a la gobernación . En cuanto a Serpa, pues bueno, , el ya tenía ganado su terreno y no necesitaba del poder de la gobernación, pero lo ejerció y se llenó de esa esencia de poder, que en él era adicional. .Así que produjo un sobrante que es el que está gastando al prohijar la candidatura de Cote Peña, el discípulo del líder del pueblo José Luis Mendoza, a tal punto, que pasó por encima de la predestinación calvinista de Héctor Moreno Galvis, a quien los astros ya habían alineado. . Ahora no hay contendores a la vista, pues el partido conservador fue abandonado a su suerte y el uribismo no alcanza a soportar esta lucha. Los verdes todavía están verdes y el Polo, perdió la brújula. Así que sobre el tapete solo quedan los nombres el de Cote Peña , irradiado por el serpismo y el hijo del coronel Aguilar, irradiado por el poder del coronel. Ya ni los caudillos tienen cabida, es el prestigio que da un cargo, el que da el poder en la hora de ahora..

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