sábado, 1 de noviembre de 2014

EL FISCAL FUE, VIÓ Y ...VOLVIÓ


POR:  RAÚL  PACHECO  BLANCO.

 

El fiscal Eduardo Montealegre viajó  a la Haya con el fin de intercambiar ideas con su homónima de la Corte Penal Internacional  sobre el proceso de paz que se está siguiendo en Colombia y,  sobre todo, de la forma en que se aplicaría la justicia transicional para que los guerrilleros no salieran tan perjudicados y pudieran reinsertarse a la vida civil. El Fiscal le expondría su tesis :  no podemos juzgarlos por la justicia ordinaria , sino por la  ideada  para solucionar  los conflictos. Ella le diría :  los procesos de paz son buenos siempre y cuando se respeten los derechos de las personas victimizadas y así no se pueda responsabilizar a todos por igual, por lógicas razones de infraestructura judicial, sin embargo, los cabecillas y autores de genocidios, (art 6), crímenes de guerra ( art 8), crímenes de lesa humanidad ( art 7) y crímenes de agresión( art 8 bis), no pueden quedar impunes y los responsables deben ir a la cárcel y, además, no pueden llegar directo a las cámaras. Todo, porque  los artículos citados del estatuto de Roma no lo permite. ¿ Entonces para qué se aprobó dicho estatuto y para qué se creó la Corte Penal Internacional?.  Según recuerdo, le diría, su expresidente Pastrana, con muy buen criterio había demorado  la entrada de Colombia, su país,  al tratado de Roma y a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, precisamente para que la guerrilla tuviera la oportunidad de abandonar las armas después de un proceso de paz firmado con el gobierno  de turno, con un propósito de enmienda sí, contrición de corazón, confesión de boca y satisfacción de obra.  Y el fiscal, sobándose  la calva le diría: la justicia transicional contempla otra clase de penas  que no sean las de privación de la libertad, pues lo importante es la reparación a las víctimas  y la aceptación de la responsabilidad. Así  que la gente de las Farc bien pueden estar tranquilas que a su cúpula no le pasará nada, pues ninguno  de sus jefes irá a la cárcel y además, tendrán oportunidad de ir a las cámaras y a elecciones y si se apuran un poquito, al gobierno. En esas condiciones, diría la Fiscal,  no creo que la Corte se cruce de brazos y permita semejante injusticia. Pero usted no es la que decide, distinguida colega, sino los jueces y a los jueces se les puede echar una manita, diría el fiscal chaparraluno, ya de  mal genio.

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