viernes, 24 de octubre de 2014

LA VACUNA CONSTITUCIONAL


POR: RAUL  PACHECO BLANCO.

 La vacuna ha servido para muchas cosas : la primera, para prevenir enfermedades como  la malaria, la lepra, el tifo y hasta la gripa. Otra clase de vacuna es la de los guerrilleros, quienes  se la aplican a los ganaderos más que todo para perdonarles la vida o por lo menos la hacienda y el ganado. Y a nivel constitucional también se da el fenómeno. Si uno se pasea por la constituciones centroamericanas, encuentra varios modelos en que se insiste que el presidente de la república no puede ser reelegido por motivo alguno y se amenaza con sanciones de  todo tipo. Pero llega la oportunidad de cualquier dictador y se pasa por la faja todas las disposiciones. Como pretendía  el expresidente hondureño Zelaya:  reformar la constitución por referendo para aprobar la reelección, cuando expresamente la constitución hondureña se lo prohibía. Y cuando había convocado el referendo, le dieron golpe de estado para evitar que se violara la constitución. Medio mancondiana la cosa. Y en Nicaragua también era prohibida la reelección, pero como el presidente Ortega maneja todos los poderes, hizo que la Corte produjera un fallo en donde se decía que el derecho a elegir y ser elegido era una  norma que había aprobado el pueblo directamente, mientras que la prohibición solo venía de un modesto acto legislativo. Que por lo tanto, primaba el constituyente primario . Y adiós la prohibición. Y en Guatemala sucedió lo propio, el presidente quiso reelegirse, pero como no lo podía, entonces puso de candidata a su mujer. Y para  evitar otro impedimiento constitucional, pidió el divorcio y se lo concedieron. Afortunadamente la Corte constitucional paró el engendro. Y en Bolivia Evo  Morales topó con el mismo impedimiento, pero la Corte, igualmente dominada por  él, produjo una sentencia en donde se decía que como la constitución había sido reformada y primero se llamaba simplemente República de Bolivia, ahora se llamaba Estado plurinacional de Bolivia. Que por lo tanto, se trataba de dos países diferentes, pues Evo había sido presidente de Bolivia, pero no del estado  plurinacional de Bolivia. Y para adelante. Lo cual quiere decir, que las vacunas constitucionales no son tan efectivas como las guerrilleras o las de la gripa. De ahí que cualquier reforma constitucional que se haga para evitar la reelección, no pasa de ser un simple  saludo a la bandera, cuando nos encontremos con un presidente que no quiera someterse a la norma y tome sus propias decisiones por encima de la carta.

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