martes, 5 de abril de 2011
UN PARTIDO CONSERVADOR MODERNO.
POR: RAUL PACHECO BLANCO.
El conservatismo se definía por tres aspectos fundamentales : la autoridad, la tradición, el orden, Pero estas líneas maestras de la arquitectura conservadora fueron trazadas por Edmund Burke por allá en 1.789, como reacción contra la revolución francesa. Así que ha pasado mucha agua bajo los puentes desde ésa época. Hemos vivido luego de la revolución liberal, la revolución socialista, la socialdemocracia, el fascismo , los partidos verdes. Hay más de dos siglos de por medio y estamos ante una circunstancia muy diferente. Así que el conservatismo debe mirar tanto hacia atrás, como adelante, a la izquierda y a la derecha, para ver en qué sitio se puede ubicar. O se quiere ubicar. No donde lo quieran poner. Si tomamos el área política, tenemos que matricularnos dentro de la protección de los derechos humanos, dejando a un lado los regímenes de fuerza, los autoritarios, sin renunciar desde luego, al gobierno fuerte, pero con garantías. Si entramos al área social, el conservatismo debe ampliar sus horizontes y dejar entrar la socialdemocracia, que no contraría lo esencial de las ideas conservadoras, más cuando tenemos delante los socialismos y el comunismo. De ahí que debemos superar las doctrinas de la iglesia católica, que ya cumplieron sus cometidos en Europa y no solucionan los problemas de esta parte del mundo. En lo cultural, hay que abrir también el campo al mundo moderno en temas como el aborto, en donde cabe muy bien lo dispuesto por la Corte Constitucional de permitir el aborto en los tres casos clásicos : la vida de la madre, la violación y la mal formación. Es lo más humano. Lo contrario, es deshumanizar al hombre. Pero sin dejar pasar el aborto para todos los casos, ese si aberrante. También en materia de eutanasia debe haber mayor elasticidad, el divorcio ya es un hecho aprobado y utilizado por las sociedades modernas, sin que ello implique el rompimiento del vínculo cuando el matrimonio es católico. El homosexualismo debe ser visto como una desfiguración de la naturaleza, pero que debe tener derechos en cuanto al patrimonio de las parejas homosexuales, pero de ahí a poder constituir una familia ya hay mucho trecho, lo mismo que al considerar el matrimonio la unión de dos personas del mismo sexo. “Lo que naturaleza no da , Salamanca no presta”. Esto a grandes rasgos podría ser la apertura conservadora
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