Por: RAUL PACHECO BLANCO:
La doctrina Monroe fue crucial en un momento dado, cuando Estados Unidos libraba su batalla para desprenderse de la influencia europea y Monrroe acuñó la célebre frase de America para los americanos, la cual se convirtió en la America para los norteamericanos.
Ahora en la cumbre de Unisur se empezo a perfilar un nuevo Monrroismo, ya de tipo suramericano, en donde Brasil tiene la sartén por el mango y respirándole en la nuca Argentina.
Esos dos países controlaron la reunión, pues hasta el presidente Correa fue despojado de la presidencia de la sesión por la anfitriona Cristina de Kishner, mientras Lula Da Silva se daba el lujo de regañar públicamente al presidente Correa y a los presidentes que se tomaron más tiempo del señalado, dilatando las sesiones en forma inútil.
Luego la presidenta Kitchner con una interpelación le quitó la palabra al presidente Uribe, cuando éste avanzaba en su exposición, regañándolo de paso por meterse a particularizar en casos que abrían más heridas que cerrarlas, en medio de ese ambiente de unión a que se aspiraba. El presidente Uribe tascó el freno y se sometió a la disciplina, para no perturbar el trámite de la sesión..
El presidente Correa se sintió regañado y trató de explicar y justificarse en sus actuaciones .
Esto es reflejo del manejo que tanto Brasil como Argentina tienen sobre la política suramericana, en donde si bien roba mucha pantalla Hugo Chávez y hace la bulla con su revolución socialista bolivariana , los demás paises se mantienen alejados y solo Ecuador y Bolivia se mueven en su esfera de influencia.
La cumbre fue organizada por Argentina en colaboración con Brasil y se dieron el lujo de imponer su política, por encima del bloque Venezuela- Ecuador Bolivia, que quería una confrontación con Colombia.
Si bien en la televisión venezolana se ve al presidente Chávez muy crecido, allí en la cumbre lució sometido a una fuerza superior encarnada en Brasil y Argentina, sin que se notara ese impacto televisivo que irradia desde su aló presidente en Caracas . Antes tuvo que bajar la testa soberbia de llanero
Chávez decidió envainar la espada y someterse al querer de la mayoría, que no quería ahondar los problemas, sino buscarle soluciones.
El argumento de las potencias emergentes en Suramérica Brasil y Argentina, que es el de la independencia del continente con relación a Estados Unidos, busca la reencarnación de la doctrina Monroe, pero desde la perspectiva del sur : Suramérica para los suramericanos.
Empieza a producirse un relevo de poder, cuando Estados Unidos da la sensación de iniciar un repliegue en su influencia sobre Latinoamérica, a juzgar por las ultimas movidas políticas de Obama , con su apoyo a Brasil como bateador de relevo, para liderar de aquí en adelante el continente y convertirse en árbitro de sus conflictos y orientador de sus políticas.
A su vez, Brasil no renuncia del todo a su alianza con Estados Unidos, pero buscando ya un lugar de iguales y no se simple amanuense del poder norteamericano, pues además le sirve de pivot para su contacto con el resto de potencias del mundo.
Dado ese papel de potencia emergente, bien apertrechada militarmente y con ánimo de controlar la política suramericana, Brasil se sintió lesionado en sus intereses en el pleito de las bases militares, sobre todo la de Palanquero que resulta neurálgica.
Pero a su vez, no se podía dar el lujo de ponerse en contra de Estados Unidos y de ahí la postura que se impuso en la cumbre, que fue la de investigar sobre el contenido de los acuerdos con Colombia, por medio de la Junta asesora de Defensa.
Se ve claro pues, por donde va el agua al molino en este tramo de la historia latinoamericana y suramericana, cuando podemos estar ante un relevo en el poder tradicional de Estados Unidos, para continuar con otro, como Brasil.
Y ahí el epílogo grave es que termine como la doctrina Monroe, en este caso referida a Brasil : Suramérica para los brasileños.
sábado, 29 de agosto de 2009
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