El presidente Alvaro Uribe ha cuestionado la legitimidad de la constitución del 9l, lo mismo que el desborde de la asamblea constituyente, que termino aprobando una nueva constitución, cuando no se había convocado sino para realizar una enmienda.
Pero el problema de la legitimidad no es tan sencillo como parece a primera vista, por las razones que a continuación trataremos de exponer.
Una legitimidad total en países como los latinoamericanos no se da, en primer lugar por la falta de cultura política del votante y el escaso interés que el pueblo le ve a las elecciones. Es más, tanto la clase alta, como la baja, no votan . La única que vota prácticamente es la clase media.
Por eso no se le puede pedir a una constitución, como la colombiana, una legitimidad integral, porque ésta no se da dentro de las circunstancias actuales.
Si uno recorre nuestro proceso constitucional se encontrará, con que las diferentes c onstituciones son fruto de una guerra, en donde el partido vencedor despoja de toda posibilidad de participación a los opositores y lleva generalmente gente de un solo bando al Congreso , Asamblea o cualquier otro mecanismo para reformar o imponer una nueva constitución.
Y eso desde el comienzo : la constitución de Cúcuta de l.82l, por ejemplo, fue fruto del pensamiento de los santanderistas que buscaban bajarle el tono al poder de Bolívar y dejaron un poder ejecutivo un tanto desmantelado.
La del 30 la hicieron los bolivarianos y la del 32 otra vez los santanderistas.
En l.863, la célebre constitución de Rionegro fue elaborada por los radiales en colaboración con el general Mosquera, quienes habían ganado la guerra civil y con ejército al lado del Congreso Constituyente, el general Mosquera velaba porque los radicales no se la fueran a montar y estos a su vez, cuidándose del general.
Y no hubo participación conservadora. De ahí que los conservadores no descansaron hasta que lograron acabar con la constitución del 63, a raíz del triunfo de la Humareda, en donde el ejército liberal se derrotó así mismo y el general Quintero Calderón cargó con una victoria que no era suya.
De ahí se desprendió Núñez para hacer la constitución de l.886, con Miguel Antonio Caro.
A su vez los liberales no dormirían hasta tanto no vieran la constitución del 86 en el suelo y lograron reformarla en l.936, solos, porque el conservatismo cómplice de Laureano Gómez ordenó la abstención para favorecer a López, su gran aliado.
Le quebraron unas cuantas vértebras, como se decía entonces.
Así que el proceso constitucional demuestra que en cuanto a legitimidad, ésta es muy relativa, por el nivel de atraso político, y por el afán de exclusivismo en el poder.
La constitución del 9l viene a ser a través de la historia, la de un mayor volumen de legitimidad, porque fue fruto de un acuerdo de los tres partidos que había en la época, con la participación de la opinión publica que estuvo presente en las universidades y en los medios de comunicación, participando.
En cuanto a su convocatoria, efectivamente el Congreso era el único autorizado para reformar o cambiar de constitución y se convocó una asamblea constitucional que luego se convirtió en Constituyente es cierto, pero que contó con el aval de la Corte Suprema.
Hoy en día se debate a raíz del golpe de estado en Honduras, si una constitución puede mantener cláusulas pétreas, o por el contrario, las debe desechar por cuanto amarra la voluntad popular como si esta se cristalizara y no cambiaran los tiempos.
Así que este caso cabe también dentro de la discusión que hoy se adelanta.
Por eso se alegó que la constitución de Honduras no podía detener el clamor popular por la reforma o cambio de la constitución, siendo el constituyente primario el pueblo.
Además, el nivel de participación en nuestras elecciones ultimas no pasa del 50% del censo electoral y en las de mitaca, apenas el 30% participa.
Por lo tanto, no se pude hablar de legitimidad plena, sino apenas relativa, dadas las diferentes circunstancias que han sido una constante en nuestra historia.
miércoles, 26 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario