lunes, 26 de noviembre de 2012

LA LITERATURA PRESIDENCIAL.


 

POR  RAUL  PACHECO   BLANCO.

La literatura presidencial  tiene que  ser muy pulida, al menos eso piensa uno,   muy trabajada, pues se trata del primer mandatario del país.

Claro está que hay secretarios que elaboran documentos y demás, como era el caso de Alberto Lleras cuando le hacía los discursos  a Alfonso López Pumarejo. Pero desde luego en determinados momentos no hay lugar a la preparación de las frases y por lo tanto, salen así, sin perfilarlas, tal como se conciben en un momento de cólera .

De ahí que tiene mucho que ver el temperamento del presidente para que se le salgan frases destempladas. Por ejemplo :  ha habido presidentes muy prudentes como Ospina Pérez, Alberto Lleras, César Gaviria.

Pero en cambio , otros que ponen a temblar el país con frases sonoras y de mucho significado.  Entre los presidentes bravos podemos citar a Laureano Gómez y a Alvaro Uribe. A cada uno de ellos las palabras resultaban escasas para decir todo lo que sentían en un momento dado, pero se daban sus mañas para que se notara.

Era fama del toque aristocrático del expresidente Gómez, quien llamaba al pueblo,  “ el ignaro e inepto vulgo”. Y por allá en 1.912 , hace un siglo, hablaba de que  “el problema de Colombia es un problema de extirpar ladrones”.

A Santander, el prócer , no lo bajaba de que era un chacal. Y luego con mas tono, elevaba la voz para decir : “ Oídlo bien, oh liberales, os habla un alma conservadora que detesta vuestras doctrinas corruptoras y anti-patrióticas y sabe que si vosotros os lanzarais a la guerra, seríais vencidos por la ultima vez “.

Cuando la célebre  disputa con el expresidente Ospina, hablaba de el “ sanhedrín de las  raposas sutiles” que rodeaban al expresidente, para referirse a los abogados tramposos.

Y el expresidente Uribe no se queda corto, aunque es menos pulido, porque mientras Laureano Gómez pronunciaba esas frases con esmoking  puesto, Uribe en cambio lo  hace con ruana y carriel. “ Estoy muy berraco con usted, dijo por radio, y ojalá graben la llamada. Si lo veo, le voy a dar en  la cara, marica”.

En otra oportunidad le dijo a los periodistas : “Pregúntenme lo que  quieran que hoy estoy cargado de tigre “.

Y al ponderado exministro Silva lo trató de”  desleal, oportunista, trepador e inútil”. Es decir, reunió  lo más selecto entre las palabras denigrantes  para dirigirse a su exministro. Y con acierto para su objetivo porque uno no sabe cual de ellas es más ofensiva, si inútil, o trepador, u oportunista  o desleal.

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