miércoles, 2 de mayo de 2012

LA DIFERENTE MIRADA DE MARINE LE PEN.

POR: RAÚL PACHECO BLANCO. Para Marine Le Pen, la heredera del Frente Nacional de su padre Jean María Le Pen, tanto el socialismo como el partido de gobierno solo le hacen el juego al neoliberalismo que está manejando la política económica de Europa, en esta crisis del euro. Así pues, con esta afirmación nos deja ver parte de su distancia ideológica con la derecha de centro de Sarkosy . Busca además, una alineación propia para jugar el partido de la crisis y de la actual coyuntura europea. Europa no funciona, según Marine y su destino está en crear aquello que en su momento De Gaulle llamó la Europa de las patrias, bien distinta a la actual que busca como salida más bien la unificación hacia una especie de federalismo europeo, con el fin de manejar con mas confianza la economía. Porque casi todos los dirigentes políticos consideran que no hay otra salida. Es decir, el movimiento es centrípeto y no centrifugo, como lo quiere Le Pen. Francia para Marine debe volver hacia si misma, recobrar la autonomía monetaria, continuar su recorrido histórico alejada de un federalismo que no prende. Pero hay que tener en cuenta que Marine Le Pen se quiere desligar del pensamiento de su padre que ha sido situado en la extrema derecha, por su actitud racista y nazista, para tratar de llegar más al pueblo. Su trabajo político lo ha enderezado más hacia los sectores populares, visitando los barrios bajos, la provincia y sobre todo la clase obrera. Así que trata por ese lado de desmitificar la eterna alianza de la izquierda con el pueblo. Y mientras el centro derecha de Sarkosy y Chirac se movía en ambientes elitistas y de clases medias, Le Pen se baja a las clases populares. Y toma el lenguaje característico de la izquierda cuando hace sus críticas al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a las instituciones de ese calibre, que imponen la política económica a los países. Y afianzando su postura antieuropea, quiere salirse del euro, por lo menos para jugar con la independencia con que lo hace Inglaterra. Como podemos verlo, Le Pen se salta las barreras ideológicas, en la búsqueda de articular un mensaje que pueda ser atractivo para el pueblo francés. De ahí también que sea partidaria de nacionalizar los bancos, ante la mirada perpleja de los expertos bancarios de los partidos socialista y de derecha, que miran tal política como totalmente desfasada de la realidad actual. Lo cierto es que la soberanía de los gobiernos se ha perdido y son los bancos los que imponen la política, como lo acabamos de ver con las experiencias de Grecia, Irlanda, Italia, donde inclusive se ha dejado a un lado la democracia para imponer gobiernos. No es ya el pueblo el que se expresa y elige, sino los dueños de los bancos los que imponen gobierno, sin necesidad de hacer elecciones. Algo que se vería aberrante desde cualquier ángulo, pero que ha sido santificado por los dirigentes políticos en la actualidad. Quiere Marine Le Pen, convertirse en la alternativa para la derecha francesa, en el evento de la derrota ante el el socialismo y sobre todo, al abandono de la política de su máximo dirigente Nicolás Sarkosy.

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