POR: RAUL PACHECO BLANCO.
En el caso del palacio de justicia hay que tener en cuenta dos situaciones : la toma y retoma del palacio y la desaparición de las personas que lograron salir con vida . Las condenas que se han hecho han sido por el segundo caso y no por el primero, pues el ejército cumplía con su deber en el primer caso.
La justicia pues ha hecho lo suyo al sancionar una conducta que no se ciñe al estado de derecho en que vivimos y los militares involucrados en las desapariciones han recibido lo que les corresponde. . Que en esa época no estuviera tipificado el delito de desaparecimiento no quita nada de la conducta dolosa de quienes no respondieron por la integridad de las personas salvadas del fuego del palacio de justicia. Si no existía el delito de desaparición si existía el de homicidio. Cuando una persona no aparece pues se debe dar por muerta y las pruebas indican que la responsabilidad jugaba del lado de quienes dirigían la retoma del palacio de justicia y quienes estaban en capacidad de disponer de ellos. Pero a su vez a los guerrilleros y a los paramilitares se les han dado un tratamiento que va desde la amnistía hasta el indulto y la rebaja de penas. Luego es apenas equitativo que un igual tratamiento se debe dar a los militares que han sido juzgados y condenados y que hoy están en la cárcel. Los paramilitares también fueron tratados con guante de seda por el ex presidente Uribe y les creo ´una ley especial para ellos tratando de que tuvieran un colchón legal al caer. ¿ Por qué no estos militares empezando por el general Cabrales, el coronel Plazas y los demás no tienen derecho también a una ley que atempere su situación y los ponga al mismo nivel, siquiera, de guerrilleros y de paramilitares?.
Si bien es cierto se equivocaron y en un momento de enceguecimiento tomaron decisiones desacertadas, hay que tener en cuenta todos los servicios prestados, una carrera militar limpia y demás antecedentes que juegan a su favor.
Nada sería mas justo pues, que estudiar una ley en que se analice la conducta de estos militares y se les dé un trato adecuado a su trayectoria y a la historia misma de los arreglos legales que se han hecho para incorporar de nuevo las fuerzas ilegales a la legalidad. Por lo menos la mayoría del país, que es de centro, está de acuerdo con una posición de estas y no con las de extrema derecha y de extrema izquierda que tiran para su lado con la misma fuerza. La justicia está en el medio.
viernes, 20 de mayo de 2011
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