POR: RAUL PACHECO BLANCO:
El gobernador de Santander, Horacio Serpa está como los gamines que en los parques son felices gritándoles “tombos” a los policias y salir corriendo, mientras el pobre policía no los alcanza y se queda tascando el bolillo.
Cuando no estaba todavía inhabilitado para ser candidato presidencial, no hizo más que torear a Alejandro Ordóñez para que lo sancionara por intervenir en política y constituir desde ahí un andamiaje para lanzar su candidatura presidencial, pero el “tombo” oficial no le paró bolas. Y prefirió más bien que Serpa tascara el freno y el Procurador envainara su bolillo.
Pero siguió insistiendo y jugando con el “tombo”, como en el cuento famoso del albergue infantil de Yolanda Pulecio para rehabilitar gamines, cuando decidieron interactuar con los policías, para que en un ambiente tranquilo limaran sus asperezas. Y decidieron entonces jugar entre tombos y gamines el juego de “a que te cojo ratón”. Y cuando empezó el juego, el policía con muy buena voluntad empezó diciendo la frase sacramental : “a que te cojo ratón”, y el gamín, ni corto ni perezoso , contestó: “a que no” tombo hijueputa”. Y salió corriendo. Ahora Horacio Serpa en su columna del periódico El Nuevo Siglo de Bogotá, escribió un artículo en donde elogiaba como su candidato a la presidencia a Rafael Pardo, cuyo secretario privado , por cierto, es nada menos que el hijo de Horacio Serpa. En ese articulo recomienda expresamente a su candidato, lo cual implica una clara intervención en política, porque aquello de publicar un articulo en un medio de comunicación de cobertura nacional como el Nuevo Siglo, que aunque no es muy amplia si llega a ciertos sectores y es muy tenido en cuenta para los comentarios periodísticos, a la altura de los grandes medios nacionales, es una indebida intervención en política. Muy distinta hubiera sido la situación, si a Serpa un periodista lo aborda y le pregunta por quien va a votar y el le conteste que por Rafael Pardo, porque ahí no existe la intención deliberada de hacerle propaganda a su candidato, sino que contestó la pregunta y no dijo mentiras. Pero en cambio, si uno utiliza una columna de un periódico para hacer esa difusión y esa propaganda del candidato de su preferencia, ya ese hecho se carga de intencionalidad y por lo tanto adquiere una coloración jurídica que tiene consecuencias. Y el Procurador está instituido para atender casos de este tipo.
Como cuando el procurador Aramburo le llamó la atención a Carlos Lleras por intervenir también en política y ahora en Brasil la procuraduría acaba de sancionar al prsidente Lula con una multa de seis millones de pesos, por hacerle propaganda a su candidata. Así que Serpa siguió jugando al gato y al ratón, toreando al procurador, para que el Procurador pusiera en juego su velocidad y su ágil bolillo.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario