POR: RAUL PACHECO BLANCO:
Ernesto Samper persiste en su discurso de una izquierda que retome el hilo perdido del progresismo liberal, detenido ahora, con la presidencia o presidencias de Alvaro Uribe.
¿ Esto significa que el liberalismo se corrió hacia la derecha, o que simplemente es algo coyuntural y que el liberalismo volverá a ser de izquierda, como lo quiere Samper?
El se encuentra atajando pollos, pues la fuga del liberalismo ha sido por una parte hacia el uribismo, pero por la otra, hacia el Polo Democrático. El se resiste a creer que el Polo tenga autonomía de vuelo y que se trate de una verdadera opción partidista. Para él, simplemente es una disidencia liberal, como las tradicionales, que Carlos Gaviria, quien es liberal, lo mismo que Garzón y Dussán y Petro, apenas están allí de paso. Pero la esencia del Polo, es liberal. Lo mismo cree del uribismo. Que su esencia está en el liberalismo y que cuando Uribe desaparezca, todo volverá a ser como antes : un partido liberal lleno de matices, pero unido en torno a unos objetivos de gobierno
A Samper le cogió la noche en esta apreciación, pues todo parece indicar que el Polo Democrático tiene todos los visos de un partido y que entra a llenar el espacio que tradicionalmente ha copado la izquierda, despojando al liberalismo de ese espacio.
Formó un equipo político, que aunque ahora se encuentra fraccionado, hacía rato no se veía un grupo de dirigentes de personalidad y calado ideológico, como el que ha logrado conformar. Cualquier partido se siente bien, teniendo dirigentes como Gaviria, Petro, Garzón, ahora en discordia, Robledo. Y el uribismo a su vez, también tiene intenciones de partido y no se simple movimiento o disidencia. Es más, ha copado el espacio que la derecha ha venido ocupando. En esas condiciones, al liberalismo no le queda sino una opción de centro, que es la que ha encarnado el expresidentes Gaviria, pero que al anunciar su retiro de la dirección liberal, deja la corriente expósita y de ahí que el expresidentes Samper trate de sacar partido de este retiro, señalando que el liberalismo debe volver hacia la izquierda, la línea tradicional de López, de Gaitán, del MRL: y no el llerismo de centro, aliado ahora con Gaviria. Ernesto Samper ha tratado por todos los medios de buscar contactos con los jefes que en alguna época fueron liberales y que ahora hacen política de izquierda en el Polo, como es el caso de Dussán, además de sostener una buena relación con los Moreno Rojas y sobre todo con la capitana María Eugenia Rojas, quien lleva en su pecho la insignia de la Anapo, ahora desfigurada. Pero su tarea viene siendo estéril si consideramos que el mapa político del país ha cambiado y que el juego que se llevaba en las épocas de su presidencia, ya no se juega. Estamos dentro de otro partido y en una nueva cancha. De ahí que a Samper le cogió la noche.
viernes, 18 de diciembre de 2009
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