viernes, 5 de junio de 2009

LOS QUINTUPLES Y EL CENTRISMO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO:


La politica en Colombia ha venido evolucionando con una rapidez que asombra, como si se estuviera en una etapa de transición para luego convertirse en propuestas con alguna permanencia. Pasamos del bipartidismo, que salió desprestigiado del Frente Nacional, a un pluripartidismo auspiciado por la constitución del 9l, que destrozó los partidos tradicionales y los hizo pedazos. Prácticamente la política se feudalizó, se convirtió en compartimentos personales, donde la cabeza de un grupo se convirtió en partido, hasta llegar a la existencia de 70 partidos. Pero vino la reacción, y se subió el umbral para tratar de crear verdaderos partidos y no agrupaciones unipersonales. Para bien de la política colombiana, apareció una fuerza de izquierda, que llegó a conformar un comando de jefes bastante visibles, como lo tuvieron en su época, Alfonso López cuando el MRL y Alvaro Gómez, con su movimiento nacional. Ahí cabían Gaviria Petro, Lucho, y los Moreno Díaz. Pero este proyecto no aguantó y también se vino a pique. Se reventó la pita y se cayó el puente. Ahora anda fraccionado en tres vertientes que ha jugado en contravía de lo que se estaba buscando, que era cohesionar o formar partidos muy serios, con anclaje, con ideología. En la reforma política se ha planteado la elevación del umbral, para reducir todavía más el numero de partidos, que en realidad de verdad beneficia a los tradicionales, pero a su vez le da oportunidad a esos bloques de opinión que se forman en un momento dado y se aglutinan alrededor de un figura carismática. Sin embargo creemos que esto obedece a esa etapa de transición, hasta que se llegue al punto del pegue, cuando fragüen las uniones y se consoliden.
Parece que este es el momento para que el proceso bipartidismo, pluripartidismo, como síntesis aparezca el tripartidismo, que englobaría a las tres grandes corrientes políticas, como son la de izquierda, la derecha y el centro. Si se parte de ahí, se hacen las cosas al derecho, porque eso obligaría a que los partidos partieran de una base ideológica, que es lo que les falta a los actuales, pues mientras no se exija como programa una ideología, nada se podrá hacer en este sentido y seguiremos con el cuento del clientelismo, de las componendas, de la fuga de seguidores, del acomodamiento al mejor postor.
Primero Alvaro Uribe desestabilizó la política, deslegitimó los partidos y la gente se corrió hacia un universo de derecha, a tal punto, que de nada servían los jefes de los respectivos partidos, porque por encima de ellos, estaba Utibe. Como ocurre en Irán, por ejemplo, donde el poder ejecutivo está sometido a un ayatola que exige cumplir con el Corán por encima de todo. Ahora se divide la izquierda, unos dicen que por motivos ideológicos, la lucha entre la línea dura con la blanda o por motivos personales. Luego lo mejor que nos puede suceder es reacomodar las fuerzas en orden a establecer el tripartidismo, para que en la derecha estén Uribe, parte del liberalismo y parte del c onservatismo. En el centro los quíntuples, que seria el sector moderado y en la izquierda Carlos Gaviria con Piedad Córdoba, y gente bien chapada a la izquierda., como los marxistas-leninistas.
En esa forma, daríamos un paso muy importante en nuestro desarrollo político, porque en así garantizamos una democracia más estable, por cuanto la lucha se centrará en la ideología y no en reparto de puestos. Yo creo que ha llegado el momento para que cuaje un proyecto de este tipo.

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