viernes, 3 de agosto de 2012

LA GUERRILLA EN UN MUNDO GLOBALIZADO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO. La guerrilla se nos convirtió en un problema estructural. Nadie sospechó en aquellos tímidos días en que se constituía como bastión político contra los gobiernos conservadores, que iría a trascender por años y ha convertirse en uno de los flagelos más grandes del país. Ya con una perspectiva suficiente, podemos sacar las siguientes conclusiones : 1) Fracasaron los gobiernos y los partidos. 2) Fracasó el Estado.3) Fracasaron los paramilitares. 4) La guerrilla dejó de ser un referente ideológico para convertirse en una empresa o negocio. 5) No cabe otra salida que la internacionalización del conflicto. Los gobiernos se le midieron de frente a la guerrilla, optando unos por una solución negociada y otros por la confrontación militar. Fueron los gobiernos conservadores de Belisario Betancur y Andrés Pastrana, los que representaron la línea blanda ante la guerrilla, ofreciendo sendos procesos de paz. Los dos fracasaron. Pero prestaron un gran servicio al país, porque desnudaron la decisión escondida de la guerrilla de no negociar y sobre todo, de no desmovilizarse. Y cuando muchos pensaban que se había hecho escuela en cuanto a saber negociar con la guerrilla, lo que en realidad sucedió, fue que quedó cerrada esa posibilidad. Tanto, que el prestigio de Álvaro Uribe se montó sobre la tragedia de Andrés Pastrana de haber sido engañado por la guerrilla. Y la línea dura representada por Julio Cesar Turbay y Álvaro Uribe, también fracasó . Porque si bien es cierto que en los primeros cuatro años el gobierno de Uribe le dio golpes fuertes a la guerrilla, en el segundo empezó a declinar ese avance del estado y la guerrilla se fue recuperando, no obstante haber perdido el portal de sus jefes. Al asumir esa derrota de los gobiernos, quedó comprometido el estado. Ya no fueron simplemente los gobiernos los derrotados, sino el estado mismo. Y al crearse una línea paralela, como lo fue el paramilitarismo, se viene a cerrar otra posibilidad, porque tampoco fue capaz de erradicar las guerrillas y terminó siendo una fuente más de subversión. Si bien es cierto en algunos sectores logaron erradicarla , en otros quedaron en su ley. La guerrilla a su vez, dejó de ser el referente ideológico que produciría la revolución social en Colombia, para convertirse en una empresa alimentada por las drogas, con un capital que puede competir con el Estado. Ya es una empresa privada. En esas condiciones, no queda otra alternativa que pedir ayuda a la comunidad internacional, porque nada resulta más anacrónico en un mundo globalizado como el actual, que un frente guerrillero . En cincuenta o más años que llevamos luchando contra la guerrilla, ninguna solución ha respondido. Lo cual quiere decir, que se necesita todo el apoyo logístico indispensable para acabar definitivamente con el problema, que bien puede ser en forma negociada, pero ya definido el problema, como problema del mundo, de la comunidad internacional. Al estado colombiano se le salió de las manos el problema, lo desbordó y debe aceptar humildemente, que necesita ayuda.

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