viernes, 2 de diciembre de 2011

¿ LA REGIONALIZACION UN CALLEJÓN SIN SALIDA?

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

Primero no se podía hacer nada en materia de regionalización para crear regiones, porque faltaba la ley de ordenamiento territorial que las reglamentara. En eso gastamos unos cuantos años. Ahora ya tenemos la ley, que es la numero 1454 de este año que abría esperanzas para que al fin cuajara la idea de la constitución del 91 . ¿ Pero qué sucede?. Pues por una parte el gobierno redactó, llevó al Congreso e hizo aprobar la ley . Y a su vez, los costeños adelantaron una consulta popular para crear la región Caribe y les fue muy bien en votación. A su vez, tomaron la ley del gobierno para redactar ellos su propio proyecto y calcando algunos artículos, crearon otros de su propia cosecha, para fijar desde ya los aportes de regalías que tendrían esas regiones y, además, para crear la estructura administrativa de la región, con su gobernador regional elegido popularmente y su asamblea regional también elegida popularmente. Pero dejando intactas tanto las gobernaciones como las asambleas. Así que se crearía un dualismo en todas las regiones, con una doble administración : la de los departamentos que la componen y la del gobierno regional. Este paralelismo es inconveniente por cuanto significa un agrandamiento del estado que no se justifica, creando una burocracia inútil y se dirá que democráticamente es muy bueno por la realización de elecciones regionales, pero en realidad sería un costo más, que unido a plebiscitos, consultas populares, referendos y revocatorias los gastos se acrecentarían en exceso. No creemos que esta sea la solución ni el desarrollo de lo dispuesto por la constitución. Porque si una región administrativa y de planificación se transforma en una entidad territorial, debe salir del juego el tren departamental de asambleas y gobernaciones. A eso va enderezada la ley, que no permite la creación de burocracia nueva en la implementación de la ley de ordenamiento. De ahí que la salida para nuestro presupuesto es la de que cuando ocurra el evento de la transformación en entidad territorial, el gobernador regional sería escogido por los demás departamentos, en forma rotativa, lo mismo que las asambleas que estarían compuestas por diputados ya elegidos de las respectivas asambleas departamentales y escogidos por ellos para representarlos en la asamblea regional. Pero como podemos verlo, ya hay candidatos para gobernadores regionales, que se constituirían en pequeños presidentes con todo el tren burocrático del caso. Para qué embarcar al estado en esta aventura que resulta demasiado costosa, embarazosa e inútil. Y sale otro problema al ruedo: si es así, los departamentos no le jalarían porque desaparecerían del mapa y los gobernadores y asambleas salen del juego para que quede únicamente vigente el gobierno regional, sin el departamental. Así que se convierte en un callejón sin salida.

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