jueves, 16 de septiembre de 2010

LA REMODELACION DEL CENTRO

POR: RAUL PACHECO BLANCO:

Bajar al centro es una de las cosas más deprimentes que uno pueda hacer. Ese cuento de la peatonalización de la calle 35, nuestra quinta avenida de la época de nuestra juventud, resultó un desastre : solo sirvió para ponerle escenario a nuestra pobreza. Lo que pretendía hacerle más grata al peatón su paso por la calle, sin el asedio de los vehículos, sólo sirvió para hacerla más difícil y menos estimulante. Nos salió el tiro por la culata. Las obras que se hicieron para darle cabida al metrolínea, chocan con el deterioro de los alrededores que no dejan que lo nuevo se note, sino todo lo contrario, lo viejo se traga lo nuevo. Los andenes por los sitios aledaños al parque Centenario no existen. Quien va por las carreras, se siente al mismo nivel por el cual pasan los vehículos. Allí pues, no se diferencia el espacio para los andenes que el espacio para la calle. La zona histórica también se hunde y apenas sirve para que los vendedores ambulantes exhiban sus mercancías y se orinen los perros en las paredes. La plaza cívica Luis Carlos Galán, que pretendía ser el escenario para las grandes concentraciones políticas, no se utiliza para eso. Y su vista es completamente deprimente, con un remate de corbatín como el monumento que pretendieron hacer en homenaje a Galán y que no significa nada ni lo entiende nadie. Esa plaza hay que alegrarla, darle vida a sus entornos, pues exhibir una simple piedra desnuda no se compadece con la importancia de la plaza. Pero desde luego la solución no es de carácter policivo. No es sacar a los vendedores ambulantes, como si se tratara de estorbos transitorios. No . Se debe contemplar una remodelación de todo el centro, que cobije el sector que va desde el parque García Rovira hacia el parque Centenario y extensiones laterales. Para eso convocar un concurso, buscar financiación externa, ayuda a las universidades para que presenten un proyecto de remodelación, sin los costos de un anteproyecto que solo se presta para que un contratista avivato se aproveche.
Muchachos de universidad que hagan sus tesis de grado sobre los distintos problemas que se contemplan en el centro y la búsqueda de las soluciones. La alcaldía no tiene una política definitiva a este respecto y se ve que les da caramelo, tanto a los comerciantes organizados, como a los ambulantes. Una semana los sacan de la vía y a la otra los vuelven a admitir. Ese juego ya no resiste más. Y encontrar el sitio definitivo para que los vendedores ambulantes se ubiquen , como lo ha definido ya la Corte Constitucional para garantizar el derecho al trabajo. La calle 36, lo mismo que la 35, no resisten más ese espectáculo que presentan, ¿ Para qué tanta proyección de la ciudad a nivel internacional si dentro no existe algo pulcro para mostrar? .

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