LOS HEROES DE LA DESBANDADA

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

Javier Cercas en su crónica-ensayo sobre el golpe de estado contra Adolfo Suárez, dado por el teniente coronel Tejero, cuando el primero ejercía la presidencia de España, trae la clasificación de Ezemberger sobre los héroes clásicos y los héroes de la retirada.
Los primeros son que llegan hasta las últimas consecuencias por una devoción, una creencia, una idea. Son los que luchan por implantar aquello que les nace de muy adentro.
Pero hay otros en cambio, que luchan por desmontar, o derrotar, o abolir algo por lo cual lucharon en un momento dado, pero luego quizá hasta con el mismo entusiasmo luchan por destruir lo que ayudaban a construir y que tanto amaban. Estos son los héroes de la retirada.
Los primeros buscan el triunfo y la conquista y los otros, la renuncia, el derribo y el desmontaje. Los héroes de la retirada cumplen funciones como las realizadas por Mijail Gorbachov, quien ayudó a desmontar todo el andamiaje que los bolcheviques habían levantado desde 1917. Jaruzelski, el presidente comunista de Polonia que colaboró para que la Union Soviética se impusiera en el mundo, impidió la invasión de los Soviéticos a Polonia. Y Adolfo Suarez, colaborador del General Franco en la España franquista, desmontó el falangismo en la época de la transición, para imponer la democracia. Esto dijo Enzemberger. Aquí en Colombia ha sucedido algo parecido, pero que no es lo mismo. Y es la aparición de los héroes de la desbandada. Como es el caso de Rafael Pardo en el liberalismo, quien logró la proeza de permitir la fuga por lo menos de dos millones de electores liberales hacia las filas de Juan Manuel Santos, con una devoción implacable. Y en esa empresa lo acompañó su mentor y su guía, César Gaviria, quien orquestó y puso en movimiento esa candidatura con los resultados conocidos. Un partido que obtenía el 50 % el 40% por arte y magia de estos héroes de la desbandada, vino a quedar reducido a un 4%.
Y Noemí Sanín y Araújo produjeron la división del conservatismo para que unos se fueran con Santos desde el primer momento y otros con Mockus, porque un voto por ella en estas circunstancias era un voto perdido y, así logró la desbandada de por lo menos un millón de votos conservadores, porque el resto ya estaba con Santos a través de Uribe. Asi que estos fueron los héroes de la desbandada que dejaron a los pobres partidos tradicionales en una soledad que asustaba y asusta . Y ahora, todo el mundo corre hacia Santos, como si nada hubiera pasado. El 31 de Mayo, amaneció el país Santificado.