lunes, 4 de noviembre de 2013

TÍMIDA DEFENSA DE OSCAR JAVIER ZULUAGA.



POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

En la lucha encarnizada entre urbistas y santistas los insultos van y vienen y no se pueden ver palabras ponderadas porque  están condenadas al ostracismo. Todo lo del uribismo es malo para los santistas y todo lo del santismo es malo para los uribistas. Los unos son traidores y los otros paramilitares.

Pero en medio de esa confusión de ofensas en donde hace falta desde luego el talento transgresor de un  Fernando Vallejo para traducir a palabras los agravios, bueno es reconocer las calidades o los aciertos que se dan en uno y otro sector.

Por eso es bueno decir algo sobre Oscar Javier Zuluaga el candidato del uribismo para las próximas elecciones presidenciales. Luego de la pasada convención uribista se llegó a la conclusión de que Oscar Javier Zuluaga había sido escogido por ser la persona  de mayor confianza del expresidente  y quien  en ningún momento se entraría rebelar contra su autoridad como ya lo hizo el presidente Santos. Es decir, que se le gradúa de obsecuente.

Pero hay un indicio que  dice mucho de su personalidad y es el de haberse atrevido a señalar que la presencia de José Obdulio Gaviria en las listas para senado era perjudicial y por lo tanto debía retirarse de allí.

 Atreverse a hacer semejante propuesta, dentro del uribismo, para estigmatizar al más representativo miembro del uribismo, a su estructurador, a su ideólogo, a su mentor, no dejaba de ser , o una forma descabellada de ponerse en contra del jefe y de la  comunidad uribista o,  por lo menos,  una imprudencia de marca mayor  que podría ser más propia de Francisco Santos que de él.

Pero  puestos ya en contexto, con eso demostró Oscar Iván Zuluaga que no le temblaba la voz para decir verdades, por difíciles  que fueran como esta.  La dijo y en un momento en que se estaba cerca para votar en la convención y no pasó nada. Uribe no protestó  ni dijo mu, ni tampoco fue excomulgado por la comunidad uribista, sino todo lo contrario, acogido como su candidato presidencial.

 Eso dice mucho de él en materia de carácter y le agrega más que le quita ante la opinión pública. José Obdulio a su vez tampoco amenazó  con salirse del uribismo, sino que bebió el trago amargo sin parpadear  y tuvo que tragarse luego el sapo de la elección de Oscar Iván Zuluaga a la candidatura presidencial  del  uribismo.

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