viernes, 8 de noviembre de 2013

PALOMA VALENCIA ATRAPADA.



POR: RAUL  PACHECO  BLANCO.

La situación del partido conservador la podemos  observar   gráficamente  en la persona de Paloma Valencia Laserna, hija, nieta y bisnieta de conservadores, metida ahora en las redes del uribismo, que evidentemente no la tiene secuestrada, sino que se vale de su carisma, de su  inteligencia y de su belleza para formar parte de sus listas al Congreso.  Ella es hija de Ignacio Valencia,  quien a su vez es hijo de Guillermo León Valencia y éste hijo del poeta Guillermo Valencia. Es decir, cualquier bobadita. Hija además del gran Cauca, de aquel que en el siglo XIX abarcaba medio país y de donde salió  el valle del Cauca y cuna de cuanto prócer  pequeño o grande hubo en ese siglo XIX. Con todos estos pergaminos, Paloma Valencia no está hoy dentro de la filas del partido conservador, sino dentro del Uribismo. Algo debió  moverla para no sentirse a gusto dentro de su propio partido y saliera fuera, quizá buscando aire fresco, para llegar al uribismo, donde hoy la tienen como tercer renglón dentro de la lista de senado. Ella evidentemente representa una renovación, así  venga del esquema tradicional del poder en Colombia y pinta para ser uno de los lideres nacionales de mayor proyección en esta parte del siglo XXI. Empezando porque no viene del mundo de los negocios, sino del mundo de la inteligencia, de la hidalguía, de la honestidad. Dentro del partido conservador siempre ha habido una división en cuanto a la manera de concebir el gobierno, el estado. Una de carácter bolivariano, es decir, de la prevalencia de un caudillo de grandes condiciones como el mejor modelo para conducir un país, por encima de un esquema de leyes, que ya es de origen  liberal. Y la otra, la programática, que viene del primer programa conservador de 1.849 de Caro y de Ospina, que es de esencia liberal, muy modelo 1.789. Seguramente por ese entronque bolivariano  se  fue para las toldas de Uribe, en donde encuentra al caudillo fuerte de su abuelo Mario Laserna y,  en contra precisamente del programa de Caro Ospina que señalaba  que  el conservatismo no seguía hombres sino ideas.  Esa contradicción  fundacional del conservatismo se manifiesta permanentemente, pues al fin de cuentas no se sabe qué es lo que hace conservador a alguien, si es  la observación y seguimiento de un caudillo o por el contrario, el seguimiento de unas ideas y de un programa. Precisamente el programa conservador fue elaborado contra la acción de gobierno del Libertador.

No hay comentarios: