viernes, 9 de agosto de 2013

LA DESINTEGRACION DEL CONSERVATISMO



POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

La física cuántica nos ha llevado a descubrir que la última partícula de la materia, el átomo , que para la física tradicional era indestructible,  se puede romper y convertirse en otras partículas más diminutas todavía.  Eso le ha pasado al partido conservador,  que si bien es cierto ha soportado a través de su historia divisiones por un lado y por otro, como es el caso de nacionalistas e históricos en el siglo XIX , ospinistas y laureanistas en el siglo XX, el leyvismo, el alzatismo, el alvarismo y el pastranismo, sin embargo no llegaban hasta el núcleo, sino que luego de separarse volvían a su centro.  Ahora en cambio el núcleo se ha roto.  No hay divisiones ni fragmentaciones, sino el rompimiento del núcleo. De nada valen  figuras como Belisario Betancur o Andrés Pastrana para mantener ese núcleo , pues  las partículas han salido , han desbordado los limites para situarse a otro nivel y  otro ambiente. Hay una fuerza centrifuga  que despide  sus hervores hacia otras latitudes. Unas partículas han sido atraídas por el imán del uribismo, que ya tiene su juego montado, su estrategia para regresar al poder y solo busca comparsas para que lo acompañen en el juego. Ya el exgobernador de Antioquia , Ramos ha entrado  a formar parte de los precandidatos uribistas y se espera que bien pronto entren Marta Lucia Ramírez y Lafaurie.  Y otras partículas  se quedan en el nuevo hábitat santista, alrededor del gobierno, como refugio seguro para las malas  épocas. Los expresidentes se quedan por lo tanto en la zona de nadie, en el espacio que antes ocupaba el núcleo aglutinante.  El guardián del núcleo, el doctor Yepes Alzate ha sido despedido por fuerza  de las circunstancias, cuando los parlamentarios  le dieron la espalda y mientras él proclamaba una cosa, los parlamentarios imponían otra. De ahí que si faltaba algún elemento para la ruptura total del núcleo, ahí se dio. Si estuviéramos en un régimen parlamentario y el doctor Yepes Alzate fuera el primer ministro, se habría caído irremediablemente.  Al entrar a la escena uribista  los conservadores que allí  lleguen, no llegan como tales, sino como afiliados a otra cosa, llámese centro democrático, uribismo, etc. Y los que se quedan con el presidente Santos también entran en el juego de la reelección del presidente y solo quedan como aspirantes a puestos públicos en el próximo gobierno. Así que en la polarización entre el urisbismo y el santismo se llevan de calle al conservatismo que se desintegra y entra a formar parte de otros núcleos.  Quedamos pues en el vacío cuántico, en la nada política. Es cuando la materia entra a tener otras oportunidades  y ha convertirse en otras estructuras. De ahí que las cosas están dadas para deconstruír , para imaginar lo que puede ser el post-conservatismo.

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