jueves, 4 de octubre de 2012

LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA.


 

POR:   RAUL  PACHECO  BLANCO.

El problema de Cataluña es   que no tiene salida constitucional. El pueblo catalán no es soberano, como para tomar una decisión de retirarse de España, pues simplemente goza de autonomía, al igual que las demás regiones españolas. Además, el pacto que se realizó  en 1.978 , no viene de países o naciones que han cedido su soberanía en favor de una nueva organización, sino que simplemente se concibió una soberanía del pueblo español, inescindible.  La soberanía no fue cedida a la nueva organización por el pueblo catalán, el vasco, el gallego, etc, sino por el pueblo español, como una sola cosa, como unidad jurídica. Tampoco incluyó un pacto con retroactividad en el caso de decidir sobre la permanencia en la unión nacional. Inclusive la misma constitución prohíbe la federación de comunidades. Por lo tanto, tiene todas las puertas cerradas.

El art 2 de la constitución establece la indivisible unidad de la nación española , patria común e INDIVISIBLE de todos los españoles. Y solo reconoce el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran. Dado ese hecho se concibió el sistema regional o autonómico, que rompe el centralismo pero a su vez tampoco avanza hacia la federación, que podriría ser la salida actual. Sin embargo, los catalanes quieren la independencia por encima de todo : ser nación soberana y, desde luego,  pertenecer  a la unión europea con ese status. Es un viejo sueño que ya acariciaba Jordi  Pujol cuando fue presidente de la Cataluña y uno de los lideres más influyentes de la región. Ahora el presidente Mass se la juega para buscar esa salida a través de un referendo, que solamente está establecido para reformas constitucionales y  por más  que lo ganen queda pendiente la voluntad del pueblo español, que es el que tiene la soberanía y el que decide. Lo que no se puede entender es que si España enfrenta semejante situación económica, se den el lujo las regiones de optar por una salida que complicaría aún más las coas, no solamente para España, sino aun para la misma Cataluña. El hecho de ser  una de la regiones más prósperas de España no le da el rango suficiente como para llegar a la Unión Europea con cara de nación, cuando Grecia está en la olla y podría ser el espejo en el cual se deben mirar. Además, los españoles una vez surtida la independencia catalana, no permitirían el ingreso de Cataluña a la Unión Europea. Luego lo único que juega ahí es el papel disuasivo de las amenazas de independencia  para lograr el paquete económico suficiente para recomponer sus finanzas maltrechas.  Así  que ese juego de todo o nada no llevaría a ninguna parte y los perjudicaría a todos. Y  no hay señora Merkel para tanta gente.

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