viernes, 2 de marzo de 2012

LA REELECCION DEL PROCURADOR.

POR: RAUL PACHECO BLANCO.
Tiene razón el señor Procurador cuando dice que sus enemigos, si así podemos llamarlos, son los que le han servido para todos sus logros. Que si no fuera por ellos, nada hubiera conseguido. Por ejemplo, el país no lo conocería tanto, si los periodistas y sobre todo los columnistas no se ocuparan de él con detenimiento, para darse cuenta de si la raya del pantalón se le va o no cuando la elevación del santísimo , si cuando pasa a comulgar le dan la hostia en la mano o deja que el cura se la lleve a la boca. Que cuáles son los santos de su predilección, que si monseñor Escrivá de Balaguer o el santo niño de Atocha, si en Semana Santa hace ayuno o por el contrario come más galletas que de costumbre; que si en la Aurora hacen hostias a la par que galletas, o no; si levita, si se flagela, si guarda abstinencia, si tiene reclinatorio en la casa. .Así que el país ya conoce sus predilecciones , porque no le dan tregua a su gusto por las cosas religiosas. Y además, ponen el grito en el cielo porque el Procurador es aficionado a los toros y entonces dicen que claro, que como no va a ser adicto a los toros, si está de por medio el sacrificio de los animales, que en algo se parece a lo que hacían sus correligionarios en la Edad Media cuando la Santa Inquisición. Que él tiene la misma pinta de Torquemada., el martillo de los herejes, como lo llamaban en Castilla y Aragón, confesor de la reina Isabel la Católica y quien se dio el gusto de quemar cerca de diez mil personas y unas 27.000 en torturas, según fuentes de Ramiro Bejarano. Y luego también ponen el grito en el cielo porque lo aplauden en la plaza de toros, no una vez, como a Alberto Lleras, ni tampoco permanentemente cuando la Nena Moreno era respaldada por los detectives de Rojas Pinilla, sino dos veces . Y repite Antonio Caballero que ha sido exagerado aplaudirle dos veces, que con una sola bastaba. En fin. Y el Procurador no tenía entre sus planes volverse candidato presidencial de su partido, pues bien sabe que tiene una formación de jurista que lo endereza por estos terrenos y además tiene un techo electoral muy difícil de remontar, porque si esto es para reelegirse en la Procuraduría tiene a los columnistas de El Espectador y otros medios ardidos, cómo sería si le da por ser candidato presidencial. Y los periodistas son los que han insinuado que el Procurador puede llegar a ser la carta conservadora para el 14 y ni tonto ni perezoso, el Procurador empieza a considerar la propuesta, sobre todo si con eso aumenta la desazón de los columnistas. Si fuera candidato presidencial, por ejemplo Daniel Samper le endilgaría que su elección sería espúrea porque estaría financiada por el narcotráfico. Ramiro Bejarano anotaría que el Procurador tiene más perfil de jefe del Das, que de candidato presidencial y Felipe Zuleta con mucha elegancia comentaría la desvergüenza de sus costumbres de monaguillo. En fin, no tiene remedio el Procurador, según sus acuciosos adversarios.

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