domingo, 11 de marzo de 2012

EL SENTIMENTALISMO.

POR : RAUL PACHECO BLANCO.

El sentimentalismo es lo que mueve a los colombianos. Nadie se afilla a un partido político, a una iglesia, a un grupo, sino lo siente. Tiene que pasar por la piel y el corazón para que el colombiano se decida a obrar. No obstante que los Radicales del siglo XIX se decían racionalistas, ese racionalismo se quedaba en casa cuando se iban a la guerra, daban golpes de estado, perturbaban el orden público. Y esa planta exótica no prendió .
Siguió arraigado el sentimiento, la emoción. De ahí que le guste tanto la ranchera, pues se le une el aguardiente y se pasan las noches en vela escuchándolas, o dándole serenatas a la novia o a la señora.
Cuando se habló del caso de la señora Fiscal, ya la gente la cuestionaba por estar al lado de una persona de antecedentes vulnerables, como el señor Lucio, quien ha oficiado de guerrillero, de consejero de los paramilitares, amén de otras actividades un tanto deslucidas.
Hasta las columnistas de los periódicos se pronunciaron contra la pareja dispareja y solo el movimiento feminista de la señora Florence Thomas salía en su defensa.
Y de pronto se produjo un fallo contra la Fiscal, no ya para definir problemas de jurídicos de fondo, sino de carácter procedimental. El Consejo de Estado anuló su elección porque la Corte Suprema ha debido elegirla con 16 votos y solo se produjeron 14.
Y ¡ quién dijo miedo ¡ . Las cosas cambiaron. Todos se alinearon alrededor de la Fiscal destituida. En la Fiscalía ese día nadie faltó a trabajar y no sacaron excusas de salud, ni nada de ese tipo : querían manifestar su solidaridad con ella. El Consejo de Estado había creado una nueva mártir. Y eso produce excelentes dividendos.
Hasta el presidente Santos, quien había dicho en reciente ocasión, que si él hubiera sabido que estaba con Lucio no la habría ternado; ahora lo primero que dice es que la colocará de nuevo en la terna, así continúe a su lado Carlos Alonso Lucio, su marido. Ya con un perfil de víctima, de mártir, viene la reacción sentimental.
Ahora hay que apoyarla, porque hasta el presidente se conmovió. Y los noticieros y los periodistas se vendrán con alabanzas para la señora Fiscal, ya curada de todos los pecados que le atribuían la víspera.
El señor Lucio ya no será el malo de la película, sino todo lo contrario : alguien necesario para que el buen juicio acompañe a la doctora Morales , para que le de ese semblante triste, envuelto en una belleza misteriosa, como de perfil oriental. Ese pasado de su marido es simplemente eso : pasado.
Y ya no importa. Así que los colombianos voltearon la torta de la noche a la mañana, sin el menor sonrojo, solo al conjuro de un fallo que la convierte en una víctima, víctima de una justicia artera, despiadada, para quien cuenta más el procedimiento que las razones de fondo, Es la misma reacción como ante una telenovela, un partido de futbol o un programa como yo me llamo.

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