viernes, 10 de junio de 2011

REFUNDAR EL LIBERALISMO.

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

El ex-presidente Samper está empeñado en devolverle al liberalismo aquel sabor a pueblo que tenía, al buscar siempre salidas de carácter social y económico para las clases más desfavorecidas. Para luchar por eliminar los grandes desequilibrios sociales que produce la estructura del capitalismo, tratando de poner en práctica un régimen distributivo que elimine esos “ruidos” del sistema. Ya la cuenta es larga y viene desde Uribe Uribe, con su famosa conferencia en el siglo XIX cuando señalaba que el liberalismo debía abrevar en el socialismo. Luego López Pumarejo llevó ese espíritu socialista a la reforma del 36, en donde el maestro Echandía fungía como su ideólogo. Y apareció Gaitán, que profundizó el mensaje, por tratarse de alguien que venía de abajo y no como el caso de López Pumarejo que venía de arriba. Me voy a abstener de hacer juicios de valor al referirme a los anteriores acontecimientos políticos y constitucionales. Pero muerto Gaitán, el partido liberal se fue corriendo hasta el centro y luego hacia la derecha, con el caso de Álvaro Uribe. Así que Samper quiere llenar ese vacío por los predios de la izquierda, que antes se hallaban copados. Pero después de todos estos acontecimientos históricos, ha corrido mucha agua bajo los puentes y las mismas ideas han evolucionado. Ya la socialdemocracia de ahora no es la misma de antes. En su afán de insertarse en el capitalismo ha cedido espacios, como en el caso del laborismo inglés, que de pasar de gobiernos netamente izquierdistas, con nacionalizaciones, alta tributación y una cobertura social total, ahora le pone el acento a capitalizar empresas, darle herramientas para que prosperen, en lugar de nacionalizarlas, para luego si entrar a repartir esos rendimientos en forma distributiva, equitativa. Y permitió la apertura de los mercados. En Perú la socialdemocracia de Alan García es otra cosa a la marxista de Haya de la Torre, el fundador del partido e inspirador de todas las horas de Alan García. Es más, en la prensa mundial, al referirse a un parrido social demócrata lo sitúa a la derecha. Tanto, que permitió que el gobierno de Alan García propiciara acuerdos entre los gobiernos de derecha de Álvaro Uribe y Piñera de Chile, cuando en cambio casi rompía relaciones con Hugo Chávez, el máximo pontífice de la izquierda. . Entonces cabe preguntarse cuál será la ideología de ese partido que Ernesto Samper propone desde sus espacios de Café País. Porque ya dentro de los intelectuales de izquierda es un lugar común decir que los partidos, todos, de derecha y de izquierda, no gobiernan , sino que siguen las pautas que señalan los organismos internacionales. ¿ En dónde es posible situar esa izquierda?. Así que para salir de dudas, lo que debe definir el liberalismo es cuál es su posición ante los organismos internacionales.

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