viernes, 1 de octubre de 2010

PIEDAD CORDOBA.

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

Un líder debe ser lo suficientemente consistente para llegar a inspirar confianza. No puede tirar la piedra y esconder la mano. Piedad Córdoba ha tratado de un crearse un liderazgo en la izquierda para aspirar al poder, en alianza con Hugo Chávez. Pero se ha ubicado mal. Ella no puede caber dentro del liberalismo, porque este partido se derechizó y por lo tanto ya no tiene nada qué hacer allí bajo el punto de vista ideológico. Lo hace por razones de estrategia política, pues cuando tira la piedra y viene la reacción de las autoridades ahí está César Gaviria como jefe del liberalismo para apoyarla y crearle el respaldo necesario para enervar cualquier efecto desfavorable a la líder izquierdista. Esa es la razón por la cual ella continua en el liberalismo, cuando su lugar natural debe estar en el Polo, más afín con sus ideas de izquierda, en donde está, por ejemplo, Carlos Gaviria. Pero este apoyo no es suficiente para ella y de ahí que necesite del liberalismo como escudo para sus travesuras políticas. A su vez le crea serios problemas al liberalismo, porque si este partido ingresó al gobierno de Juan Manuel Santos , lo pone en malos términos con éste al otorgarle el apoyo a la senadora. A Carlos Gaviria también se le ha acusado de simpatías con las Farc , pero la Procuraduría no lo ha condenado como acaba de hacer con Piedad Córdoba, porque esta sí ha hecho patente su vinculación con las Farc . Dígalo si no la confianza, el trato íntimo con que ella trataba a los guerrilleros cuando las liberaciones de secuestrados, su cercanía e identidad ideológica con Chávez, sus fotos en que aparece abrazada con guerrilleros, sus declaraciones en el exterior. Ingrid Betancourt en su libro cuenta que ella conoció a Tiro Fijo por intermedio de Piedad Córdoba. Todos son indicios de su responsabilidad, que unidos a las demás pruebas aportadas por el Procurador, sacan adelante una sanción, como la que acaba de recibir. Nelson Mandela para alcanzar la democratización de su país, nunca asumió posturas ambivalentes . De ahí que su lucha debió continuarla desde la cárcel. Y desde allí salió para asumir el poder. Y citamos ese ejemplo para darle dimensión a Piedad Córdoba y no tratarla como una figura insignificante y pálida. Enfréntese al Procurador y dígale que ella representa un todo ideológico y que saque las conclusiones que quiera sacar, que sus contactos con las guerrillas son ciertas, porque ellas representan la verdadera legitimidad y la justicia. Estas actitudes son las que producen el poder y el bronce. Lo demás, son liderazgos de pacotilla que se quedan para líderes menores y no de la envergadura de Piedad Córdoba, que es una negra Grande.

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