viernes, 15 de octubre de 2010

URIBISMO , ANTIURIBISMO Y SANTISMO:

POR: RAUL PACHECO BLANCO.

El antiuribismo comete un error de perspectiva al creer que la política que adelanta Juan Manuel Santos es de tipo antiuribista y se siente como si hubiera llegado al poder y que hubiera ganado las elecciones. Nada más desenfocado. Santos hasta estas alturas del partido, apenas está empezando a pagar la deuda que tiene con Uribe y de ahí que no se pueda desmarcar de él, de la noche a la mañana, pues requiere de un proceso. Santos, desde luego , tiene un proyecto político propio y a medida que se vaya afianzando en el gobierno, lo irá desarrollando. Va pues, en la búsqueda del santismo. ¿ Cuanto se demorará este proceso?. No lo sabemos. ¿ Cuándo se romperá el cordón umbilical con Uribe? , tampoco lo sabemos. Pero de lo que no cabe duda es que dentro de sus aspiraciones está el de crear ese santismo, que tiene solera en el liberalismo, de vieja data, pues se ancla en la tradición liberal.. De ahí que las viudos del poder, los falsos viudos, aquellos que se engolosinaban hablando mal de Uribe en los periódicos , en la radio y en la televisión, se quedaron sin oficio y sienten la nostalgia de la gasolina que les suministraba Uribe, para encender el fuego de su posición. Se quedaron sin tema, sin rumbo y sin destino, y no saben para donde disparar. A ratos se entretienen con el Procurador, a quien no bajan de ser un bebé que habla a media lengua, hasta un inquisidor que goza llevando gente al patíbulo, por amor a Cristo. Según ellos, tiene untadas las manos de sangre y de hostia, de las cenizas de los libros quemados en el parque de los Niños y del incienso de las sacristías de misa y olla. Y de acuerdo con las medidas que tome, será un inquisidor o un absolvedor. Y si sanciona a los mandos cercanos a Uribe con la destitución y la inhabilidad para ejercer cargos públicos, entonces lo hace para salvarle el pellejo a Uribe. ¿ Porqué cuando se produce una prohibición para ejercer cargos públicos como en el caso de Fernando Londoño no dicen ni pio y en cambio cuando se produce la de Piedad Córdoba entonces si ponen el grito en el cielo?. No. Así que ese antiuribismo hoy está en el desconcierto más grande, porque si apoya a Santos de plano, de pronto cae en una trampa y sobre todo, no tiene contra quién dirigir su envenenamiento en este periodo que los deja en el ostracismo periodístico. Para ellos hay un consuelo y es el de esperar a que el santismo se decante para ver por donde sale. El antiuribismo no ha podido crear un líder que los aglutine y se presente como una alternativa de poder. Es tan estéril, que sobre el tapete político solo quedan dos liderazgos : el de Juan Manuel Santos y el de Uribe.

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