POR: RAUL PACHECO BLANCO
Partiendo de la base de que ninguno de los candidatos superará el 50 % de los votos, nos iremos a una segunda vuelta. ¿Cómo sería el juego de las coaliciones? Aquí es donde se encuentra en desventaja Juan Manuel Santos y en cambio tiene mayor margen de juego Antanas Mockus. Noemi Sanin no se puede ir con Santos, pues si algo ha tratado de hacer, es tomar distancia de él. Además no le conviene. Si se fuera con Santos, el cupo conservador lo llenarían los que primero se alinearon con él, como es el caso de Carlos Rodado Noriega, quien sería el ministro del interior, negándole en esa forma tal ministerio a Noemí, que sería su aspiración, pues el ministerio de Relaciones ya lo ocupó. Por el de Defensa no se allanaría, pues Marta Lucia Ramirez ya lo fue y Noemí no puede quedar por debajo de ella, a quien denotó en la convención conservadora. En cambio si se va a con Mockus, lo tendría garantizado, o si no, la embajada ante la Casa Blanco, que le falta para su colección. Rafael Pardo, tampoco podría unirse a Santos, pues Pardo representa la oposición y mal haría en sumarse al candidato del gobierno, luego de ocho años de oposición, pues el liberalismo ha querido presentarse como la antítesis del uribismo, privilegiando los derechos sobre la autoridad. César Gaviria se veria disminuido si toma una decisión de este tipo. Sus ideas no cuadran con las de Santos. La campaña contra los falsos positivos llevada a cabo por el liberalismo quedaría en el aire y se perdería autoridad moral. Además, parte del liberalismo, como el samperismo, no le perdonan el que hubiera estado conspirando contra el gobierno de Samper, uniéndose con Alvaro Leyva y la guerrilla y hasta el paramilitarismo, para darle el golpe de estado a Samper. Y Gustavo Petro ideológicamente no comulga con sectores tan de derecha como Santos, representante del gobierno Uribe y contra el cual peleó duramente desde el Senado. Santos le huele demasiado a oligarquía y su olfato de izquierda no soporta esta clase de olores. En tanto que Rafael Pardo y César Gaviria encajan más dentro de una política que se desentiende de Uribe y busca un arraigo nacional, como la de Antanas Mockus. Y Petro, que siempre se ha tratado de correr hacia el centro, partiendo cobijas con la izquierda marxista de Carlos Gaviria, bien pueda encontrarse a gusto con el centrismo de Mockus. Le quedaría a Juan Manuel Santos, Vargas Lleras, quien ha coqueteado con él en varias oportunidades..
viernes, 28 de mayo de 2010
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