¿COLOMBIA SOCIALISTA?

POR: RAUL PACHECO BLANCO

Ha pasado desapercibida una encuesta realizada por Datexto Company para El Tiempo, con fecha de octubre del presente año en 13 ciudades, haciendo esta pregunta: ¿Le gustaría que Colombia fuera un pais socialista? El 44,2 % respondió que si y el 45,8 % que no. Esto nos demuestra que existe una latencia entorno a esa ideología, no obstante la decidida alineación hacia la derecha que Colombia experimentó desde comienzos de los 50 del siglo pasado y lo que llevamos del siglo XXI. Puede obedecer a la tendencia que se manifiesta a nivel Suramericano, en donde si bien es cierto no está definida la alineación al socialismo, por que solamente Chávez en Venezuela ha puesto en marcha ese proceso. Pero a su vez Evo Morales y Rafael Correa están a la expectativa; este último influenciado por la teoría de la liberación de origen cristiano y Morales como el más cercano discípulo y seguidor de Chávez. Existen otras raíces que podrían estar renovándose, como el Gaitanismo y la Anapo, que se reencauchan en el Polo Democrático. Rojas Pinilla alcanzó a nacionalizar la banca, al menos normativamente, expidiendo el decreto correspondiente, pero el golpe de estado no permitió que se llevara a cabo cuando el proceso socialista se iniciaba mediante proyecto elaborado por Antonio García, quien abogaba por un socialismo a la Colombiana. Y ahora el Polo Democratico impulsa una solución de izquierda, que puede derivar hacia un socialismo moderado, o acomodado a las circunstancias colombianas, que exigen un escalonamiento para evitar el rechazo de los sectores altos. Pero a su vez el Polo también se está estructurando, tratando de encontrar un denominador común entre líneas ortodoxas y realistas, en este caso en la búsqueda de electores conservadores y liberales, mediante la moderación del modelo, que no conllevará la nacionalización de los medios de producción, por ejemplo. La encuesta indica que el terreno puede estar abonado para una salida de tipo socialista, aunque la misma encuesta, si bien es amplia en cuanto a las ciudades, no se hizo en las poblaciones menores en donde el socialismo no parece tener mayor aceptación. Una cosa es la vida de ciudad y otra la del campo, que es el entorno natural de esas pequeñas poblaciones. Claro está que el gérmen de los cambios se gesta en las ciudades, mientras en los campos se repliegan las fuerzas más conservadoras. De otra parte, el seguro que detiene la tendencia socialista, lo constituye la lucha entre gobiernos como el de Uribe y fuerzas insurgentes como las Farc. Las dos fuerzas al mismo tiempo que se repelen, se necesitan.
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