Por Raúl Pacheco Blanco.Teología de la Liberación : la Nueva Izquierda.
Dentro de la evolución política de la America Latina no se llegó a pensar que aquel movimiento religioso que sacudió a la Iglesia Católica y que involucró a sacerdotes muy calificados, como el arzobispo brasileño Helder Cámara, el cura Camilo Torres, Leonardo Boff, Gustavo Gutiérrez Merino y tantos otros, viniera a dar sus frutos, pero no a nivel de la feligresía, sino de la clase dirigente.
Este pensamiento sensibilizó a los nuevos políticos, quienes en su búsqueda trataron de hallar en ese mensaje evangélico las raíces cristinas y, lo hallaron en esos nuevos apóstoles que se metieron de lleno dentro de la pobreza latinoamericana, para que de allí mismo saliera la respuesta, que vino a ser esta de la teología de la liberación.
Hallaron que estábamos colocados dentro de la civilización de la pobreza, que la salvación cristiana no podía darse sin la liberación económica, política , social e ideológica, eliminando la explotación en las relaciones laborales y tomar conciencia, no para desbocarla, al estilo marxista, sino precisamente para suavizarla, pero tomando partido por los pobres.
Esa fue la escuela de Fernando Lugo en Paraguay, el obispo que dejó la sotana para meterse en el barro de la política y resultara electo en su país como presidente, luego del largo periodo de dominación del partido Colorado, en forma parecida a la de Rafael Vicente Correa Delgado en el Ecuador, quien sin tener la carrera eclesiástica de Lugo, si recibió las enseñanzas de los pastores católicos de su país y decidió optar por ese mismo camino,
Hoy están tanto él como Lugo, al lado de otras figuras de la izquierda, que si bien es cierto no tienen la misma escuela, si están en parecidas tareas, como es el caso de Hugo Chávez, Lula da Silva y Evo Morales, que ya tienen una formación marxista , sobre todo Chávez , pero suavizada en Lula, formado en el sindicalismo y algo en Evo Morales.
Los hermana si, el origen democrático.
Porque se ha producido un relevo de clases en la conducción de Latinoamérica, pues antes los gobernantes eran suministrados por las clases altas, mientras que ahora son las bajas, invirtiendo la pirámide, en donde los indígenas se han involucrado en el juego político, la clase obrera toma las riendas en un país como Brasil, un hombre de clase media baja como Correa en el Ecuador se pone al frente del gobierno
Antes la izquierda era conducida desde arriba, ese es el caso de Fidel Castro, quien recibió esmerada educación de los jesuitas y su padre era un español ya metido en el establecimiento, lo mismo que Haya de la Torre en Perú, Alfonso López en Colombia, el general Perón en la Argentina.
Aquellos forman parte de esa nueva estructura latinoamericana de su clase dirigente.
Y llegaron para no irse, porque Evo Morales aseguró una constitución indígena, que le permite sostenerse allí, dentro de una revolución parecida a la de Sudáfrica, cuando de Clerk y Mandela colocaron a las mayorías negras en el poder, buscando la equidad en el juego democrático, como quiera constituían la mayoría del país, pero siendo subyugados por el dominio inglés que los había sepultado por años.
Aquí en Latinoamérica , en mucho ha colaborado pues, la teología de la liberación en su evolución ideológica, sobre todo luego del hundimiento del marxismo y la caída del muro de Berlín.
Aquel pensamiento que buscaba la izquierda para acomodarse de nuevo en ese reparto de barajas ideológicas, vino por los campos de la teología de la liberación, para encontrar una guía y un sustituto a las soluciones totalitarias, que son encarnadas anacrónicamente por Hugo Chávez. Porque ellos juegan formalmente en el mismo equipo político, pero las diferencias ideológicas son de fondo.
sábado, 7 de febrero de 2009
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