1– El Bolivariano.
El conservatismo ha manejado dos discursos : el bolivariano y el programático.
En el bolivariano el papel del hombre juega un rol más importante que la ley y de él depende el bienestar de una comunidad y si hay necesidad de apelar a medios coercitivos para imponer el orden, se deben llevar a cabo aún restringiendo el estado de derecho.
Esa concepción bolivariana está muy bien expresada en tres documentos que se consideran de especial relevancia en el pensamiento bolivariano.
En el primero de esos documentos dice : “ Los acontecimientos de la Tierra Firme nos han probado que las instituciones perfectamente representativas no son adecuadas a nuestro carácter, costumbres y luces actuales. En Caracas, el espíritu de partido tomó su origen en las sociedades, asambleas y elecciones populares; y estos partidos nos tornaron a la esclavitud. Y así como Venezuela ha sido la república americana que más se ha adelantado en sus instituciones políticas, también ha sido el más claro ejemplo de la ineficacia de la forma demócrata y federal para nuestros nacientes estados… En tanto que nuestros compatriotas no adquieran los talentos y las virtudes políticas que distinguen a nuestros hermanos del norte, los sistemas enteramente populares, lejos de sernos favorables, temo mucho que vengan a ser nuestra ruina.”( Lucio Pabón Núñez, El pensamiento político del Libertador, Ariel, l.953, pag 72 ).
Y ante el Congreso de Angostura sostuvo estos otros puntos de vista : “ Si el principio de la igualdad política es generalmente reconocido, no lo es menos el de la desigualdad física y moral. La naturaleza hace a los hombres desiguales en genio, temperamento, fuerzas y caracteres. Las leyes corrigen esta diferencia porque colocan al individuo en la sociedad para la educación, la industria, las artes, los servicios, las virtudes le den una igualdad ficticia, propiamente llamada política y social. “. Ibidem, pag l22 ).
Y luego sostiene: “Pisístrato, usurpador y tirano, fue más saludable a Atenas que sus leyes; y Pericles, aunque también usurpador, fue el más útil ciudadano. La república de Tebas no tuvo más vida que la de Pelópidas y Epaminondas, porque a veces son los hombres, no los principios, los que forman los gobiernos. Los códigos, los sistemas, los estatutos, por sabios que sean, son obras muertas que poco influyen sobre las sociedades. Hombres virtuosos, hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen la república. ( ibídem, pag l24 ).
Y en cuanto a la constitución de Bolivia hay que destacar la concepción de la presidencia vitalicia.
Debemos señalar también que el Libertador es contradictorio en algunas aspectos, pues no solamente podemos hacer estas citas, sino otras en que exalta los valores democráticos.
Pero sus seguidores, tanto de la izquierda como de la derecha, se valen precisamente de estos conceptos que hemos señalado, para extraer de ahí la enseñanza correspondiente.
Esa concepción bolivariana ya está muy extendida, y sectores de derecha como es el caso de Mariano Grondona ( La Nación, 5-VIII- 07 ), hacen una distinción entre el pensamiento bolivariano centrado en el poder presidencial hasta llegar a la dictadura y el sanmartiniano, más liberal y más demócrata.
Por eso dice : “ Hay dos maneras de fundar un régimen político . Una es prolongar sin plazos el poder del que ha liberado al pais de su antigua dependencia. Este fue el método de Bolívar . La otra es abrir el juego del poder a nuevos actores para que, entre todos, habiliten la “libertad interna” de los ciudadanos. Este fue el método de San Martín.” ( Grondona, Ibidem ).
Y ya había dicho Grondona en el mismo texto : “ El proyecto bolivariano finalmente fracasó, pero su diseño apuntaba a reemplazar el mando de una persona, el rey español, por el de otra personas, el caudillo latinoamericano que aspiraba a ser Bolívar, de tal modo que el vacío de poder generado por el alejamiento de un mando personal de origen criollo, cambiando de este modo la titularidad pero no la sustancia del poder” ( Ibidem).
Esa centralización y cristalización del poder en manos de una sola persona influyó notablemente en la creación de tendencias políticas, una vez se logra la independencia .
Por eso los gobiernos denominados bolivarianos fueron tenidos como conservadores y vienen a crear una reacción en l.848 y l.849, con la creación de los partidos liberal y conservador, cada cual a su manera, contra las tendencias absolutistas, autocráticas, encarnadas en Bolívar .
El liberalismo escudado en el principio rector de la libertad, y el conservador en el orden, pero enmarcado también dentro de la temperancia y la democracia.
2 –El Programático.
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De ahí que José Eusebio Caro y Mariano Ospina Rodríguez buscaron un modelo que en nada se pareciera al bolivariano y antes por el contrario, más cercano a lo liberal, así se le tiñera algo con las ideas cristianas, para marcar un tanto territorio con relación al partido liberal de los gólgotas y radicales.
Y ahí es donde arranca la historia del otro discurso conservador : el programático que encarnan Caro y Ospina.
Ellos son tajantes en cortar amarras con Bolívar y lo bolivariano.
Lo dicen muy claramente en el programa del 4 de octubre de l.849 : “ El partido conservador no es el partido boliviano de Colombia. Es el que reconoce el orden constitucional contra la dictadura.
¿ Contra quién va dirigido? .
Y sigue : “” La libertad racional contra la opresión” y los despotismos . La igualdad legal contra los privilegios aristocráticos, la tolerancia real y efectiva.
Y como si fuera poco, remata la andanada contra Bolívar cuando sostiene : “ El conservatismo no tiene por guía a ningún hombre; eso es esencial en su programa “, como si quisiera borrar para siempre la huella de Bolívar y lo que representaba . ( Eduardo Santa, Iqueima, l.955, pag 34 ).
No obstante la diferencia de apreciaciones ideológicas entre lo bolivariano y lo programático, sinembargo los dos esquemas han tenido vigencia, solo que mal traídos a cuento, por que Laureano Gómez moría por los principios, por la doctrina, que no podía ser otra que el programa de Caro y Ospina de l.849, cuando en la práctica imponía métodos bolivarianos .
En esa contradicción, en esa incongruencia ha vivido el partido conservador.
En cambio ahora, se señala como conservador a Uribe, porque precisamente encarna esas ideas bolivarianas de mano fuerte y que se confunde hoy con lo que llamamos la derecha, que para Grondona sería precisamente la bolivariana.
Y lo más conservador es lo que se identifique con lo bolivariano, mientras que el programático apenas se menciona y no se tiene en cuenta en la práctica, así exista u n abismo entre l.849 y los años iniciales del 2.000.
Hoy se identifica más lo conservador con la derecha, no obstante que el partido liberal se ha corrido hacia la derecha abandonando las viejas banderas de Uribe, de Gaitán y de López. Pumarejo.
Esta faena la ha realizado Uribe y de ahí que se haya encontrado con el conservatismo como aliado .
Históricamente hablando hubo en cambio un periodo que va por los años veinte del siglo pasado, cuando las presidencias de Restrepo, Concha, Marco Fidel Suárez, Pedro Nel Ospina y Miguel Abadía Méndez, respondieron más ideológicamente hablando al conservatismo programático que al bolivariano, precisamente por esa tendencia moderada, más de centro, que le dio al país los únicos veinte años de paz ininterrumpidos.
En tanto que Miguel Antonio Caro y el general Rafael Reyes, se identificaron más con el conservatismo bolivariano.
En todo caso, a nivel interno del conservatismo se sigue utilizando como una sola cosa, como conservador, tanto lo bolivariano, como lo programático, cuando media u n abismo ideológico muy fácil de detectar comparando los modelos, como lo hemos hecho.
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