POR: RAÚL PACHECO BLANCO.
sábado, 18 de junio de 2016
LIONEL MESSI, EL ANTILÏDER
POR: RAÚL PACHECO BLANCO.
LA SELECCIÓN COLOMBIA.
POR: RAUL
PACHECO BLANCO:
Hay que reconocer que a la selección Colombia le ha ido bien
en manos del profesor Pekerman, que ha dado lugar para que surjan de allí
estrellas a nivel mundial como es el caso de Falcao García, cuando jugaba, de
James Rodríguez, Baca, Ospina, Arias, y que es reconocido el nivel de futbol
que exhibe. Pero también hay que reconocer que la selección no juega su propio
futbol, no ha encontrado su estilo de juego. Observen ustedes y verán la
actitud que toma la selección en cada partido y se darán cuenta que ni es
equipo agresivo ni defensivo. Su sola estrategia se basa en acomodarse al juego
del otro, tratar de neutralizar el relato que trae preparado el rival, sin que
le importe mostrarse como es, desnudando sus propias potencialidades, porque le
importa más el juego del equipo contrario. Si ustedes cierran los ojos y se
imaginan cómo empieza a jugar Colombia a partir de que se pone la pelota en
movimiento no encontrará rasgo alguno que lo identifique, primero porque hay
que saber a qué rival se enfrentan. El equipo que tiene su propio estilo, sale
con él desde el primer momento. Pensemos en el Barcelona y uno se imagina el
movimiento de pelota incesante, como un estilete que va abriendo camino para rajar
la piel y en este caso, hacer el gol. Es como en el arte moderno, la pintura
que hace escuela es la que presenta su propia versión de las cosas, la que
tiene una identidad que salta a la vista. Uno ve un Picasso y de una vez lo
identifica porque no se parece a otra pintura. O la célebre Naranja Mecánica
que practicaba un futbol total: todos atacando y todos defendiendo. Y ponía en
práctica ante cualquier adversario que se le presentase, fuera mejor o peor que
él. En eso hay que reconocerle al profesor Maturana, que ideó un estilo de
juego que afortunadamente paso de moda por ineficaz, pero al menos tenía esa
carga de identidad. Pero la actual selección no la tiene, no obstante el buen
papel desempeñado, la calidad de sus jugadores que esta fuera de juicio y la
dedicación y entusiasmo del profesor Pekerman. La selección Colombia pues,
juega a partir del estilo de juego del adversario, pero no para destruirlo sino
para acomodarse a él y tratar de vencerlo en el mismo terreno. Se toma el
estilo del adversario y el reto que se impone es el de derrotarlo en su propio
estilo. Pero no sale a jugar su propio fútbol.
LA LEY DEL PÉNDULO.
POR: RAUL PACHECO BLANCO.
La modesta ley del péndulo se ha venido imponiendo a la dialéctica
marxista y a la ley del mercado neo-liberal. Como su nombre lo indica, el poder
oscila de un lado a otro, sin interferencias conceptuales, sino al simple lomo de las realidades. Si nos
montábamos en el discurso marxista vendría necesariamente la dictadura del proletariado
y la propiedad común para todos, a la medida de sus necesidades y la desaparición
del estado. Y nada de esto ocurrió ni ha ocurrido, pues la dictadura fue de
personas y no de la comunidad toda y la propiedad no se irrigó sino que cambió
de dueño, pero igualmente concentrada. Aquí en Latinoamérica la plata que antes
estaba en manos de la familia Somoza, ahora está en manos de la familia Ortega,
lo mismo que el mando. Sino simple y llanamente recorrió el espacio correspondiente
para llevar al poder las tesis contrarias, en ese lento ir y venir del péndulo
de un lado al otro del espectro político. Como el péndulo se terció al lado de Chávez,
Kischner, Morales, Rousseff, ahora viene la destorcida y se insinúa el cambio
en Venezuela con una oposición que ya lleva un tercio de los poderes, Macri en
Argentina y en Bolivia ya el pueblo falló para no darle otra oportunidad en el poder a Morales. En Brasil está
suspendida la presidenta a la espera de un juicio político que puede llevarla
fuera del poder. Y queda pendiente Ecuador, y Nicaragua se constituye en la
excepción que confirma la regla, porque allí Ortega se las ingenió para echarse
al bolsillo al comandante Cero, que es empleado de su gobierno. Así que el
elemental paso del tiempo y el necesario desgaste en el poder, hacen posible
que surja la otra alternativa, cuando el pueblo se ha cansado por la pérdida de
sus expectativas y que el ideal de un gobierno que convenza a todos no se da,
sin que obedezca a un imperativo categórico, o que fluya por debajo de la
corteza de la tierra como si fuera un elemento biológico o vegetal. La tesis de
Spengler sobre la forma en que aparecen las culturas y las civilizaciones, en
que se desarrollan como organismos vivos
que nacen, se desarrollan y mueren, no tienen cabida en el plano político que
se mueve al vaivén de las circunstancias y muchas veces al empeño de simples
personas de carne y hueso. Y al neoliberalismo le ha ido mal, porque luego de
un parpadeo, el estado vuelve.
EL TURBAYISMO.
POR: RAÚL
PACHECO BLANCO.
Resulta interesante analizar la personalidad y la vida política
de Julio César Turbay, bajo tres perspectivas: el clientelismo, su inserción en
la élite, no obstante la despectiva consideración de “turco” y una concepción
moralista que va con la cultura nuestra. Antes, una pequeña historia para la
gente joven que no lo conoció. Hijo de una profesora de escuela y de un
inmigrante libanes fue capaz de hacer una carrera política muy brillante, en la
época en que Alberto y Carlos Lleras eran los dominantes en la política
liberal. Se dio el lujo de humillar, desde luego después de humillarse mucho él,
ante ellos, a Carlos cuando le ganó el pulso por la candidatura liberal. Era un
hombre elegante, vestido siempre de corbatín para seguir la moda de Alfonso
López Pumarejo y de un sabio manejo de las personas y de las cosas. Se dio el
lujo también, de aprovechar su presidencia para irse de fiesta con comitiva abordo,
por las principales ciudades el país, pero sobre todo, a Cúcuta, donde el
obispo de la época tuvo que ver con él por sus repetidas hazañas de salón. A
Turbay no se le entró el elefante a la casa como al presidente Samper, sino el
bailarín y el conquistador otoñal. Pero vamos al grano: en cuanto al clientelismo,
creó toda una escuela desde sus inicios en la política como diputado a la
asamblea de Cundinamarca. Hacía política las veinticuatro horas del día y sobre
todo, se dedicó a servir a sus amigos, buscándoles puesto, sin olvidar también
pequeños detalles como la tarjeta de navidad, el saludo desde lejanas tierras cuando
estaba en una embajada, el saludo cariñoso en los encuentros fortuitos, en fin.
Un seductor de la política. De ahí que se ganara una cauda de seguidores que lo
acompañaban para hacer las convenciones, en las cuales era un maestro, para
arreglarlas a su modo y manera, hasta convertirse en el amo y señor de un
liberalismo que lo tuvo en su momento como su jefe único, tras agotarse el
ciclo de los Lleras. De ahí pues, sus seguidores se convertían en una clientela
cautiva. Luego su inserción en la política, después del descalabro de Gabriel
Turbay, quien no pasó el examen de la clase política colombiana y con el baldón
de “turco no”, escrito en todas las paredes de Colombia, cuando compitió su
candidatura presidencial con Jorge Eliécer Gaitán, lo detuvieron y lo llevaron
a asilar su depresión en Paris, donde murió muy joven. Turbay Ayala sobrevivió
al estigma de su origen, que por cierto no es turco, sino libanes. Pero tenía
sangre colombiana, cosa que no tenía Gabriel, según Eduardo Santos. En todo
caso se sobrepuso a ese estigma y llegó a la presidencia, creando pues, su
propia casa presidencial. Y como moralista también echó su cuarto a espadas cuando
dijo que se podía echar mano de la plata del estado, pero en sus justas
proporciones. Es decir, una moral de a poquitos, pero en todo caso compasiva
con el tesoro nacional.
DE ANASTASIO SOMOZA A DANIEL ORTEGA.
POR: RAUL PACHECO BLANCO.

LOS PARTIDOS EN ESPAÑA Y COLOMBIA.
POR: RAUL
PACHECO BLANCO.
El caso de España y de Colombia es muy parecido, pues su
armazón política ha estado basada en dos partidos: allá el Pesoe y el Partido Popular
y aquí el conservador y el liberal. El Pesoe de izquierda y el popular de
derecha y en Colombia un liberalismo que fue de izquierda y ahora es de derecha
y el conservatismo que siempre ha sido de derecha. Los partidos de España
vienen de la época posfranquista, en tanto que en Colombia los partidos vienen
desde el siglo XIX. Con el paso del tiempo los partidos en Colombia se fueron
desgastando y solo sobrevivieron en base a la violencia que logró cuajar una
legitimidad a la fuerza. Los españoles en cambio, son muy nuevos y trataron de
acomodarse al siglo XX partiendo aguas a derecha e izquierda. Mas, sin embargo,
en Colombia no habían cuajado terceros partidos, pues cada vez que se creaban
alrededor de un líder, terminaban su ciclo al poco tiempo. En la España del
siglo XXI ya avanzado, el descontento llevó a muchos seguidores del Pesoe liderados
por un grupo de profesores Universitarios, entre ellos Pablo Iglesias, a constituir
el nuevo partido que se llamaría Podemos. Con una agenda de izquierda, para
suplir precisamente la falla del Pesoe que se atemperó y se fue corriendo,
según ellos, a la derecha. Ese es el vacío que llena Podemos. Y por su parte,
el Partido Popular también se desgastó y eso dio pie a que se constituyera el
partido Ciudadanos, de derecha, pero con
el ánimo de refrescar liderazgos e ideas. En cambio el proceso en Colombia no
se operó así. Los partidos no se han venido acabando desde afuera, como en
España, sino desde adentro, por sustracción de materia . Sus jefes naturales
con él animo de buscar el poder crearon nuevos partidos, que antes obedecían a
simples grupos o disidencias, pero que no adquirían el perfil de partido como ahora. Esos partidos nuevos se crearon
desde adentro del liberalismo, pero tratando de separar cobijas con el viejo partido
de Ezequiel Rojas, de López, Gaitán y los Lleras. Ese es el origen de Cambio
Radical, el partido de la U y el Centro Democrático. La razón no es
prácticamente ideológica, sino de tipo personal, para asegurar la vigencia de
jefes que lo fueron naturales del liberalismo y, ahora, al no sentirse cómodos
y sobre todo, seguros, optaron por crear ellos su propio partido. Lo cual nos
lleva a la comparación con el proceso español, que en mucho difiere del sucedido
en Colombia.
viernes, 17 de junio de 2016
“NO ACEPTÉ TRASLADO MUCHO MENOS DESTITUCION”.
POR: RAUL
PACHECO BLANCO.
Esta fue la contestación que le dio un alcalde de la provincia
de Vélez, al gobernador de ese entonces, Pedro Nel Rueda Uribe, de perfil
autoritario y mandón, cuando los alcaldes eran nombrados por el gobernador y,
por lo tanto, se convertía en su jefe inmediato. Y el cuento es este: todo sucedió porque el
gobernador lo había trasladado de municipio y el alcalde no había cumplido la
orden. Así que se estuvo en el cargo hasta que le dio la gana y hasta que le llegó
el telegrama de Pedro Nel comunicándole su destitución. Entonces ni corto ni
perezoso el alcalde se fue a la oficina de correos de su municipio y escribió
en letra muy clara el texto del famoso telegrama: “No acepté traslado, mucho menos
destitución” En esas mismas condiciones se encuentra el presidente Maduro en
Venezuela, cuando le dice a la oposición que él no acepta el referendo
revocatorio y que si acaso lo haría pero en el 2.017. Mientras tanto, ya le
había dado la orden al concejo electoral para que pusiera todas las trabas del
mundo para que las firmas recogidas por la oposición en proporción muy superior
a las ordenadas por la constitución, fueran examinadas con ojo de bacteriólogo
y ánimo dilatorio. Y la carta del 99 hecha por Hugo Chávez a su medida, precisamente
se alejó de la carta constitucional colombiana de 1.991 que acababa de
consagrar dentro de los mecanismos de participación democrática, el referendo
revocatorio, pero sin que se incluyera al Presidente, al cual para deponerlo
legalmente, había que acusarlo ante la Cámara y luego ésta ante el Senado, Y
como resultado de ese juicio el Presidente salía o no del poder. Chávez no
quiso eso, sino como los toreros, brindó el toro al público y ofreció como
garantía de su popularidad, que el pueblo, en el momento en que lo considerara
oportuno, saliera de él. Y se llegó el momento, pero no le llego a él, sino a
su pupilo Nicolás Maduro, quien no haya como batirse ante la acometida de la
oposición que lo tiene contra las cuerdas. En todo caso, el alcalde de la
provincia de Vélez salió bien librado, pues al gobernador Rueda Uribe le
pareció simpática la salida del alcalde y lo dejó en el cargo, Pero esto mismo
no le sucederá al presidente Maduro, quien será sometido al referendo
revocatorio que seguramente lo sacará del cargo y que aquí solamente es procedente para los
alcaldes
domingo, 5 de junio de 2016
EL PROCESO DE PAZ
POR: RAÚL PACHECO BLANCO.
En artículo de El Tiempo ( 31 de mayo/016) Juanita Goebertus
Estrada resume en seis pasos los acuerdos de paz en la Habana: 1)
Firma del acuerdo especial en consonancia con el numeral 3 del convenio de
Ginebra.2) Refrendación popular 3) Incorporación del acuerdo final al derecho
interno, mediante una ley.4) Revisión previa y automática de la Corte
Constitucional.5) Sanción presidencial.6) Acuerdo final pasa al bloque de constitucionalidad.
Si se trata de firmar un acuerdo especial con la guerrilla, para que sus conclusiones sean
tenidas como normas de derecho internacional, la cosa no funciona, pues aquí el
conflicto es interno y no externo. No involucra a dos países, que es el objeto
del derecho internacional. Este derecho no resuelve problemas de carácter
nacional, pues para eso están sus propias normas legales y constitucionales. Existe
ese arreglo especial, pero dentro de las conversaciones entre dos países, uno
de los cuales contemple problemas de orden público interno. Es decir, el
acuerdo especial no es autónomo sino está referido a un tratado internacional,
que aquí en este caso no existe. Así que no se dan las condiciones y
presupuestos del art 3 del convenio de Ginebra. En cuanto al segundo punto, la
refrendación popular solo cumple un objetivo político, pues un plebiscito no
reforma la constitución. Distinto hubiera sido si se hubiera escogido la vía
del referendo, porque con ese mecanismo si se reformaría la constitución. El
gobierno dice en todo caso que es vinculante y por lo tanto, se debe atener al
resultado para decidir si continua o se termina el proceso de paz. El tercer
punto, la incorporación al derecho interno mediante una ley nos vamos a
encontrar con un escollo: el acto legislativo para el proceso de paz contempla
una reducción de los ocho debates que debe tener un acto legislativo, a
cuatro. Y se prescinde de la publicación
que exige la constitución para que el ciudadano tenga conocimiento de lo que se
está aprobando. Esa supresión es inconstitucional, pues atenta contra uno de
los principios rectores de la constitución: la democracia. La Corte
Constitucional ha dicho en repetidas sentencias que hay que respetar la estructura
de la constitución, porque de lo contrario, no se estaría reformando la
constitución, sino cambiándola. Si va a la Corte Constitucional, ahí será
Troya. Por último, no puede pasar al
bloque de constitucionalidad, porque el acuerdo especial envuelve materias
distintas de los derechos humanos y además solo es viable en los acuerdos entre
dos países.
EMMA, LA NOVELA DE AUSTEN.
Es una de las novelas clásicas. Resulta extraño leer una novela en donde la vida pública no cuenta para nada, en donde la historia no se cuela ni por la parte de atrás. Se concentra exclusivamente en la vida privada. La vida que se llevaba en ciudades de provincia en el siglo XIX, que si bien es cierto estaban alejadas de todo contacto con la historia, en la época en que se reunía el Congreso de Viena, cuando se decía con mucha propiedad: “El Congreso danza pero no avanza” y cuando se le daban las últimas oportunidades a Napoleón, luego de semejante acometida tanto en lo militar como en lo ideológico a nivel mundial. Sin embargo, no dejaban de sentir los coletazos de esa historia que se desenvolvía a sus espaldas. La novela pues, está lavada de historia pública y se reduce a la historia privada. Para mi ese es el rasgo más relevante, sobre todo después de leer novela contemporánea en donde la historia se cuela por todas partes. El personaje central, Emma, es una bella, inteligente y elegante mujer que no obstante sus atributos se cree con la misión de no casarse para cuidar de su padre, un anciano bien conservado. Como le queda tanto tiempo se dedica a servir de casamentera y en esa labor le colabora a sus amigas para lograr ese objetivo, no obstante los equívocos que se crean en los pretendientes con relación a Emma. Los diálogos entre los personajes son largos y dedicados exclusivamente a la vida social, a comentar sobre sus amigos, al hacer consideraciones sobre la posición social, el encanto de determinados personajes, Así que para saber cómo las pasaban esas gentes de provincia en Inglaterra, con cierta cercanía de Londres, nada mejor que esta novela. La crítica se ha manifestado en contra de la falta de acción de la novela, pues en realidad a través de sus páginas no pasa nada, a excepción de las reuniones en diferentes casas o la organización de paseos al campo o de bailes que al fin y a la postre no se pueden realizar. Pero no tiene un argumento que se desarrolle a través de sus páginas. No obstante esa falta de acción, sin embargo la novela se deja leer con facilidad y permite que se llegue hasta el final, sin mayores contratiempos.
viernes, 3 de junio de 2016
VISITA AL PAPA
POR: RAUL
PACHECO BLANCO.
El Papa se moría de ganas de conocerlo. Había oído hablar
tanto de él que lo movía la curiosidad de tenerlo cerca, apreciar su
inteligencia despejada, tanta astucia represada en un cuerpo robusto y ágil al mismo
tiempo, el encanto personal realzado por el sentido del humor. Se moría de las
ganas de escuchar sus chascarrillos bogotanos, sus calemboures del tercer
Milenio, de conocer las relaciones con sus hermanos a base de charadas en donde
volaba la imaginación y el talento. Un talento reflejado en la capacidad para
enfrentar momentos difíciles, como aquel de dejar entrar un elefante a su
despacho presidencial sin que nadie se diera cuenta, ni él. El manejo de las
personas al saber rodearse de lealtades tan bien estructuradas que se la
jugaban por él a costa de sus propias carreras políticas. El pasar por el
gobierno durante cuatro años sin construir un solo kilómetro de carreteras , el
trabajo parlamentario reducido a un bloque de parlamentarios reunidos en comisión
para tratar de enmendar el entuerto en que se había metido, por haber recibido
de los narcotraficantes el dinero necesario para financiar la segunda vuelta
presidencial. Todo esto haría del momento algo inolvidable, parecido al que él
había conocido de cerca en su nativa argentina, pero de un gobierno más audaz
que el de los Kirchner . Conocer de boca la forma en que logró detener en la
fuente un proceso que no fue capaz de abortar la presidenta Dilma Rousseff en
Brasil, quien disponía de un escudero tan prestigioso como Luis Ignacio Lula Da
Silva, pero en todo caso inferior al suyo, de ampuloso verbo es cierto, más suficiente
para detener las acometidas de los adversarios y capaz de tapar el sol con las
manos. Ese día, el Papa, había mandado a hacer el mate más cargado que de
costumbre para tener el placer de repetirlo en el Despacho, ya en presencia del
invitado quien seguramente rehusaría el café colombiano preparado expresamente
para él, para acompañarlo con el mate y repasar las grandes tardes de su
adorado San Lorenzo de Almagro. Por todo esto, y por estar presidiendo uno de
los organismos más importantes del globo, como Unasur, en donde ha demostrado
con creces su lealtad con el Presidente Maduro, crecía la expectativa del Papa
por conocer a semejante personaje. De ahí que se quedara mirando a su jefe de
protocolo y con un nerviosismo que se le notaba en el rostro le dijo: lasciatemi
passare., ché.
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