La publicación de textos de guionistas y libretistas es
prácticamente la muerte de la literatura. Hacemos este comentario a raíz de la
lectura de Isabel del libretista para cine Martín Maurel. No sobra decir que la
investigación sobre la vida de Isabel la católica y de su marido Fernando es
exhaustiva. Pero no tiene respaldo bibliográfico. Luego se trata, así no se
diga, de una obra de ficción. Pero repito : se mata la literatura, porque allí
el juego de la palabra no se tiene en cuenta, el perfil de los personajes no se
penetra, no se interroga, no se desvela. Se prescinde de la descripción, porque si bien es cierto en el
siglo de oro de la literatura española, por ejemplo, se excedía en la descripción,
sobre todo de paisajes, pongamos el caso de Peñas Arriba de José María Pereda, la novela posterior fue ganando en penetración
de las diversas circunstancias humanas, en dejar que el relato fluyera con más
naturalidad y la descripción se manejara como la brida de un buen jinete. Aquí todo está subordinado a crear diálogos
entre los personajes y dejar que ese
dialogo lo domine todo. Como el éxito
está subordinado a la imagen, que ya no
tiene que ver con el guionista o libretista, pues se abandona la descripción. A
pesar de todos estos puntos en contra, si vale la pena leer el texto, pues se
mete en la época de los reyes católicos
en una coyuntura de tanto interés para nosotros, como el descubrimiento de América
por parte de Cristóbal Colón. Además de ponernos en antecedentes sobre la
eterna lucha entre musulmanes, cristianos y judíos . Vemos la lucha interna
entre Fernando e Isabel, quienes no pueden abandonar su papel de gobernantes de
Aragón y de Castilla y ,de ahí que vienen los inevitables roces, pero que ellos en medio
del profundo amor que se profesan, salen adelante. El papel del pobre Colón
paseándose por España, Portugal y Francia, para ver de dónde puede salir el
descubrimiento y si nos es por la persistencia de Isabel y de monseñor Hernando de Talavera, quien sabe
por quién hubiéramos sido descubiertos.
La hipótesis de que hubiera sido Francia nos convoca a mirar las cosas con cierta
frustración, ¿ o por el contrario, nos sentimos contentos con el legado de
España, pues el de Portugal es muy parecido?. Pero Colón se salió con la suya y
la plata que Torquemada quería para
instaurar la Inquisición se destinó para la conquista de América. Vemos también cómo la Inquisición fue pedida
por los monarcas, no impuesta por la Iglesia, pero con un monje bien dispuesto para realizar ese papel
como Torquemada, quien se diferencia de Talavera, un monje más cristiano que el inquisidor. Nos llamó
también la atención la insurrección de los siervos catalanes contra sus
señores, los nobles, pues ahora esa misma situación la está viviendo España con
Cataluña, pero ya no por la insurrección de los solos siervos sino del gobierno
del partido de Mas y de Jordi Pujol,
quien ahora tiene cuentas con la justicia..
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