viernes, 7 de marzo de 2014

JAIME TRILLOS NOVOA



POR:  RAUL  PACHECO  BLANCO.

En el colegio de San Pedro Claver existía  un ambiente  espiritual muy  marcado   y en medio de la diversidad de vocaciones, había gente llamada por el derecho,  la política,  los negocios, la literatura,  la ciencia . Pero  aparecía   además otro grupo en donde la espiritualidad prendía más fuerte : allí estaban Gerardo Remolina, quien más adelante seria rector de la Universidad Javeriana y filósofo, Alejandro Angulo Novoa, quien se amurallaba tras  de un humor a toda prueba, Ramiro Serrano, Donaldo Ortiz Lozano, maestro de muchas generaciones javerianas. Todos ellos sacerdotes hoy de  trayectoria muy exitosa . Y Jaime Trillos, quien si no terció  por los predios del sacerdocio si fue un sacerdote a través de su vida por la entrega con que se dio a todas las actividades que emprendió . Era un ser religioso, con toda la profundidad de la fe. Su familia estaba marcada por el apego a la iglesia, mediante la acción del padre  José de Jesús Trillos, quien por cierto fue uno de los fundadores del acueducto de Bucaramanga . Escogió  luego como carrera profesional la odontología, a la cual le dedicaría su vida, repartida con la política , la universidad y la empresa.  Su espíritu emprendedor lo llevó a  recoger  otra vocación familiar, la industria del pan, sacando adelante la panadería el Molino.  El  pan Trillos ha sido  toda una tradición en Santander.  No había onces en los hogares bumangueses en que no se consumiera al mismo tiempo una gaseosa Hipinto combinada con un pan Trillos y un dulce Navas .Fue gobernador y alcalde de Bucaramanga. Pero no era un político. Es más, era lo menos parecido a un político. Para él no existía el cálculo, las jugadas, el maquiavelismo . El obraba de acuerdo a sus convicciones y principios . Llegó a la academia y en la Universidad Santos Tomas de Aquino fundó  la facultad de odontología, pero  los frailes lo  trataron mal por el  hecho de haber denunciado las licencias y liviandades de algunos de los frailes de esa época, hasta llevar  el caso a Roma. Pero tuvo el valor y la entereza para denunciar esos casos que tan mala imagen le dan a las comunidades religiosas . Encontró  el amor de su vida en Aura Lilian Suarez García, quien lo acompañó en los días duros, cuando su salud se fue minando poco a  poco , cuando la soledad empezaba a hacerle mella y se insinuaba el fin que marca el destino del hombre.

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