viernes, 7 de marzo de 2008

¿HACIA DONDE VAMOS?

Por: Raúl Pacheco Blanco

¿Debe pasar Latinoamérica por un período de guerras al estilo europeo, antes de llegar a su unificación?. Europa tuvo que resistir el embate de los imperialismos fascistas y comunistas, vivir la experiencia en pellejo propio y llegar al pleno convencimiento de su fracaso. A partir de ahí se reconstruyeron, inventaron el estado social de derecho y sobre esas bases estructuraron un modelo de sociedad más equilibrado. Hecho esto, constituyeron la Unión Europea, con intensos tropiezos por la insolidaridad de Inglaterra, la complejidad de Francia y la resistencia de los últimos nacionalismos. Ahora enfrenta el reto de Turquía que abarca más universo.
Latinoamérica ha contemplado en su evolución la falta de solidaridad y la endogamia de sus caudillismos que por diferentes épocas ha encerrado a los países en sí mismos. Y ha sido el continente de la paradoja. Dígalo sino el caso del coronel Hugo Chávez, quien se dice adalid de la unidad latinoamericana, cuando lo que ha hecho es tratar de dividirla, de crear conflictos y asumir una posición imperialista envuelta en el rechazo a los imperialismos. Y lo más grave es que hemos tratado de seguir las etapas que Europa ha transitado, tratando de adoptar y adaptar sus modelos. Somos herederos de su liberalismo, de su democratismo, de su socialismo y de su neoliberalismo, además de su fascismo. Getulio Vargas en el Brasil quiso adaptar el fascismo, Perón y Jorge Eliécer Gaitán, revolvieron el fascismo con el socialismo, Haya de la Torre en el Perú también estructuró su APRA con bases socialistas y nuestros partidos políticos evolucionaron al ritmo europeo. Pero no les copiamos el modelo de las confrontaciones entre los países, que aquí han sido excepcionales: roces en el cono sur, o en los países andinos por cuestiones de linderos, pero no nos habíamos envuelto en la disputa ideológica que llevó a la guerra fría, entre socialismo y capitalismo, o a las guerras mundiales, la última de las cuales tuvo su connotación ideológica, cuando Hitler y Mussolini quisieron imponer el fascismo. Ahora el coronel Chávez, engloba dos concepciones europeas: el fascismo y el socialismo, para tomarlo como base de una Latinoamérica que debe seguir la experiencia, ya no de la revolución fascista sola sino también de la socialista, cuando ambas fracasaron en Europa. Y se va lanza en ristre contra la armonía bolivariana que nos enseñó Bolívar, tratando de romper nuevamente, como lo hicieron Páez en Venezuela y Florez en el Ecuador, para acabar con la Gran Colombia, el sueño del Libertador.

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