Por: Raúl Pacheco Blanco
El problema de fondo que debe contemplar una reforma política en Colombia, es el de en tener en cuenta que fuera de los partidos conservador , liberal y el Polo Democrático, los demás no son partidos políticos Y lo son lo son porque parten de una base esencial : tener ideología , y además, una tradición muy amplia, a excepción del Polo, que es una flor de invernadero que se debe cuidar para proteger el pluralismo. Y copan el espectro ideológico que va de la izquierda a la derecha; dentro de matices. Así que la misma constitución debería definir lo que se entiende por partido político para darle énfasis a la ideología y no permitir la creación de partidos ficticios que solo obedecen a simples movidas electorales. Dentro de los elementos de un partido lo más importante radica en la tenencia de ideología y la organización de carácter permanente, porque lo demás resulta obvio como los jefes y los seguidores y una financiación. Y se debería jerarquizar la organización teniendo en cuenta su antigüedad, que es la que da un sentido de pertenencia. Por eso habría que diferenciar entre un partido político y un movimiento político , para que la personería jurídica de partido solo se le de al que tiene una permanencia en el tiempo y no aparece en temporada de cosecha, como los movimientos. Actualmente son simples movimientos el partido de la U, Cambio Radical, Colombia democrática, Equipo Colombia por ejemplo, que son organizaciones de coyuntura, colinchados del prestigio de un líder y no partidos políticos debidamente estructurados. En épocas pasadas simplemente se llamaban disidencias, pero ahora adquirieron categoría en virtud de la constitución del 91 que dispuso inicialmente de un umbral muy bajo y de ahí que se está buscando elevarlo para que sea menor el número de partidos, pero más por conveniencia del Ejecutivo para que sea más fácil manejar el congreso. No por más . Pero la calentura no está en las sábanas. El problema no es el umbral, sino la ideología, la exigencia constitucional de que obedezca a ideas que maneja la comunidad y que busca la representación en ese sentido, pero desde luego con seguimiento sobre su coherencia en esa materia de acuerdo con los hechos. Porque la simple exigencia de una ideología en forma teórica, sería una burla.
De ahí que se presente el transfuguismo , porque lo que llamamos movimientos y no partidos políticos, obedecen a movidas estratégicas de carácter electoral , que el actual proyecto de reforma no soluciona sino que prohija cuando señala : “ Quien resulte elegido por un partido deberá pertenecer en él hasta la terminación del periodo constitucional y podrá inscribirse en otro , si renuncia a la colectividad mínimo 30 dias antes de la fecha de inscripción “.
Hecha la ley , hecha la trampa, dice el proverbio popular , pero aquí no hace falta hacer la trampa, porque ya viene incorporada en la misma norma .
Es la patente de corso para el transfuguismo , hecha a la medida de los parlamentarios en apuros que ante la perspectiva de las próximas elecciones no buscan sino la forma de acomodarse para conservar la curul.
En España funciona la ley de los partidos porque los que existen son de carácter ideológico , expresión el partido Popular de la derecha, así como el Pesoe lo es de la izquierda, y al presentarse un vacío hacia el centro se creó el partido de Savater , pero con bases ideológicas y no con perspectivas electorales .
La elevación del umbral , modificando el art l08 de la constitución en el sentido de aumentarlo del 2% de los votos emitidos válidamente al 5% es buena políticamente porque obedece a la filosofía de crear partidos sólidos , pero a su vez considero puede ir contra el postulado constitucional de la democracia participativa, que es una de las bases estructurales de la constitución de l.99l .
En los paises donde existe la tendencia a elevar el umbral para evitar los partidos de garaje , no está consagrada la democracia como participativa .
En este aspecto la Corte Constitucional se ha hecho la de la vista gorda y no ha parado mientes en ese vicio.
Otro punto de la nueva reforma es el que tiene que ver con los grupos armados ilegales al decretar la pérdida de la curul cuando un parlamentario ha sido condenado por sus vinculaciones con esos grupos, lo cual es de una claridad y exigencia meridianas, porque no se justifica que quienes hacen la ley la esten burlando con mano diferente a la que votó la ley .
Si los mismos legisladores no cumplen la ley, pues apaga y vámonos .
Y el art 3 toca con la financiación de las campañas que es otro tema neurálgico porque se ha visto que la ayuda de particulares solo busca beneficios como una embajada, un instituto descentralizado o una manejo favorable de la tributación , como ocurría con Bavaria cuando el gerente de la época repartía a manos llenas auxilios y luego asistía a las sesiones del Congreso, como un verdadero jefe de bancada a dar instrucciones y vigilar la forma como votaban los agraciados con la ayuda económica, coartando su libertad .
Echarse encima el Estado ese costo resulta gravoso pero vale la pena en .
aras de la autonomía parlamentaria ..
Lo que busque la consolidación de partidos políticos sólidos , serios, doctrinarios, es bueno . Lo demás es paisaje .
De ahí que se presente el transfuguismo ,porque los que llamamos movimientos y no partidos políticos, obedecen a maniobras estratégicas de carácter electoral,que el actual proyecto de reforma o soluciona, sino que prohija
viernes, 22 de febrero de 2008
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