sábado, 28 de julio de 2007

El turno es para Cristina

El peronismo sigue imponiéndose en la Argentina.

Como todo movimiento fuerte que se respete , da cabida a tendencias.

En este caso para rescatar la gente de izquierda, se ideó el Kircherismo y para captar gente de derecha, el Menemismo.

Este tuvo su auge con Saúl Menem en la presidencia , pero agotó el discurso de derecha al tomar el modelo neoliberal norteamericano , dejando de lado a los descamisados de Perón y Evita.

Pero surgió Kirchner y se corrió a la izquierda , buscando los origenes del Peronismo , que es la expresión del populismo latinamericano con acento en el gasto social, pero sin acabar con la estructura capitalista.

Menem ha hecho esfuerzos para recomponerse.

Y se ideó un cambio de imagen, en la búsqueda tambien del modelo original del Peronismo.

Y escogió a Cecilia Bolocco , más bonita y de mejor cuerpo que Evita, con mucho talento televisivo, pero no político, como el de Evita.

La expectativa fue grande porque parecía formar otra vez el binomio , razón de ser de la política argentina : una réplica de la pareja Peron-Evita , ícono inmodificable de su cultura política.

Hasta ahí iba bien la cosa.

Menem parecía rescatar su vieja presencia , ahora renovada por la imponente figura de su mujer en una etapa en que la maduréz afina las facciones, les da un tinte otoñal que seduce y con un poder de comunicación intacto.

Todo hacía predecir que Menem y Cecilia iban a articular la pareja del siglo XXI, que Perón y Evita crearon en el siglo XX.

Pero no fue así.

Les ganó la partida Kirchner , quien ya se había montado en el modelo peronista con anterioridad pues formó pareja con Crsitina Fernández , que no tiene el cabello platinado de Evita ni de Cecilia Bolocco, pero si un atractivo trigueño , de mujer latina , y con un encanto de pampa y de tango, bien alimentada y mejor tenida.

Además con formación política. Porque en Evita todo era intuición, aquella magia que tienen determinadas personas que permite que la política fluya como si se estuviera creando.

Y se nota la evolución cultural de los tiempos de Perón a los de ahora , porque en ese entonces no dejó Perón que Evita fuera la vicepresidenta , cuando el pueblo en masa se lo pedía en plena manifestación. Y menos que hubiera podido ser la Presidenta, pues la figura central era él . El Dios era él y no ella.

Ahora Kirchner le cede el puesto a Cristina, su mujer, para que ella asuma el papel que Evita no pudo asumir, pero sin olvidar a su marido, a quien le dijo en un discurso : “Tan poco se la crea, señor Presidente, usted no es un héroe. Pero es un hombre fuera de lo común. Y ahora, después de 30 años, me lo viene a confirmar”.

¿ Qué primará, el héroe o el hombre fuera de lo común? . Es lo que está por establecerse .

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